El breve interregno de 1854 a 1856, conocido como “bienio progresista”, no intentó ningún cambio significativo. El proyecto constitucional no garantizaba el derecho de asociación y se recurrió a los decretos para disolver clubes políticos y cerrar periódicos. En junio de 1855 el capitán general de Barcelona disolvió todas las organizaciones obreras a fin de mantener el orden público. Con la vuelta de los moderados al poder se añadieron la sedición y el motín a los delitos que deberían ser juzgados por la ley militar. De hecho la primera huelga de mineros no aparece registrada hasta 1873. En 1899 la UGT socialista estaba presente en las cuencas mineras, pero las compañías consiguieron destruir los primeros sindicatos locales en 1906-1907. La organización definitiva de los mineros sólo se produjo en 1910, con la creación del Sindicato de Obreros Mineros de Asturias de filiación socialista, que rápidamente se convirtió en la organización obrera predominante en la región.
2.3.- Obreros cualificados en la Ferrería de San Blas. Los primeros trabajadores de la Ferrería de San Blas fueron obreros producto de la Revolución Industrial española, que se materializa en el contexto de la implantación del Estado Liberal en España. Estamos hablando de trabajadores que forman parte de una empresa industrial que supone una de las primeras iniciativas siderúrgicas de España. Los datos más recientes sobre el origen y desarrollo de la ferrería de San Blas entre los años 1841-1862 nos lo proporciona la investigación realizada por Francisco Quirós y José Sierra119. Así la Sociedad Palentina de Minas se constituyó en 1841 para explotar minas de hulla en Sabero y fabricar hierro a partir de minerales locales. En 1845 la empresa se convierte en sociedad anónima con la entrada de nuevos accionistas, cambiando su nombre por el de Palentina Leonesa, debido al origen de algunos socios. Entre finales de 1847 y los primeros meses de 1848 entró en funcionamiento el primer horno alto de Sabero, el segundo horno se inaugurará a comienzos de 1860, unos meses más tarde de la inutilización del primero, en agosto de 1859. La Ferrería de San Blas mantuvo su actividad hasta el año 1862. La puesta en funcionamiento de la Ferrería de San Blas hizo de la creación de una fuerza de trabajo una necesidad urgente. Diversas fuentes hablan de la presencia de un número no cuantificado de trabajadores ingleses que figuran como maquinistas, debido quizás a que la maquinaria se importó de Inglaterra y en los primeros momentos se necesitaba personal con suficiente conocimiento sobre el funcionamiento de las mismas. No ha sido fácil seguir su rastro ya que apenas figuran sus nombres en los libros parroquiales porque casi todos eran anglicanos. Así ocurre con James Francomb, que llega a Sabero ya casado, pero enviuda y decide contraer matrimonio con Carolina María Ramona Pool, católica, siendo para ello necesario recibir el bautismo, que le administra conjuntamente con la confirmación el 28 de agosto de 1856 el Obispo Joaquín Barbajero “después de hallarle suficientemente instruido y haber adjurado del protestantismo”120. Asimismo en los libros parroquiales aparecen registrados nombres de franceses y belgas que vienen a trabajar en puestos de responsabilidad dentro de la empresa; muchos se instalan en el valle de Sabero con sus esposas e 119] Para profundizar en el nacimiento y desarrollo de los hornos altos de Sabero es necesaria la consulta del libro realizado por QUIRÓS LINARES, Francisco y SIERRA ÁLVAREZ, José. Inversores, empresarios y técnicos en los hornos altos de Sabero 1841-1862, colección Cuadernos de la Ferrería I, Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 2013. 120] PRADO REYERO, Julio. Parroquia y Ferrería de San Blas. Diario de León, 22 de agosto de 1999. 92