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4.2.– Orígenes y estudios

tenía operativas en la cuenca en el año 1854 trabajaban 167 obreros: 40 picadores, 58 rampleros, 54 carreteros, 6 entibadores, 6 camineros y 3 vigilantes168 .

Hacia 1841 estaba creada la Sociedad Palentina de Minas (SPM), que inicialmente se dedicará a la extracción de minerales, fundamentalmente carbón. En la cuenca de Sabero–Cistierna, sus primeras minas fueron las tituladas “La Esperanza”, “La Palentina” y “La Margarita”, de plomo argentífero, carbón de piedra y cobre respectivamente169 .

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Las dudas sobre el propio origen de la sociedad que creará la ferrería de San Blas en Sabero llegan hasta el punto de nombrar, con distintos apellidos, al propio fundador de la SPM, Miguel de Iglesias170. Hemos pretendido –sin éxito, por cierto– resolver este tema analizando una fuente poco estudiada hasta ahora como es el Archivo Parroquial de Sabero171, el cual nos será de gran ayuda a lo largo de todo este capítulo. En él aparece Miguel de Iglesias en tres ocasiones, aunque en ninguna figura su segundo apellido. Curiosamente y de manera muy posterior al periodo que nos ocupa, en 1880 fallece en Sabero su hijo José Botia Pastor Iglesias, quien sorprendentemente lleva en primer lugar los apellidos de su madre, una palentina cuyo nombre de pila desconocemos pero que apellidaba Botia Pastor172, mientras que el acta de defunción confirma que Miguel Iglesias era natural de Granada y vecino de Madrid173 .

La idea de crear una fábrica de hierro en Sabero se basó en que, como bien analizó ya en 1844 el ingeniero Joaquín Ezquerra del Bayo, esta cuenca minera leonesa tenía perdida la competencia carbonífera con Orbó (Palencia) debido a las mejores comunicaciones de aquella:

«[...] por esta razón creo que van muy acertados en el proyecto de establecer una fundición de hierro con hornos altos, para lo cual tienen allí todos los elementos necesarios, a saber: abundancia de carbón de piedra, buen mineral de hierro de diferentes clases para hacer las mezclas requeridas, caudal de agua con caídas proporcionadas, bosques poblados de todas clases de maderas, tanto de construcción como para carbonizar, y por último, canteras de piedra para la sillería, cal y arenas para las argamasas y también arcillas»174

168] BERNÁLDEZ, Fernando; LASALA, Juan Pablo y RÚA DE FIGUEROA, R. (1854): «Estudios sobre la esplotación de ulla y beneficio de los minerales de hierro en Sabero» en Revista Minera, Tomo V, pp. 720–724 y 743–751. 169] QUIRÓS LINARES, Francisco y SIERRA ÁLVAREZ, José (2013). Inversores, empresarios y técnicos en los hornos altos de Sabero, 1841–1862. Colección: Cuadernos de la Ferrería I. Valladolid: Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, pp. 6–7. 170] A pesar de que siempre firmó como Miguel de Iglesias, y así le menciona ya REVILLA (1906), las primeras publicaciones recientes le mencionan como Miguel Botias Iglesias: QUIRÓS LINARES (1971), VIDAL ENCINAS y ÁLVAREZ ORDÁS (2002).

Últimamente viene generalizándose citarle como Miguel de Iglesias Botia: GARCÍA SÁNCHEZ, Julián (1996); aunque también hay autores que indican su segundo apellido acabado en ese: Miguel de Iglesias Botias: PRADO REYERO (1999), FRÍAS CO-

RRAL (2015). La publicación más reciente indica Miguel Botias Iglesias y Reyes: MATÍAS RODRÍGUEZ (2016). 171] Actualmente depositado y consultable en el Archivo Histórico Diocesano de León (en adelante AHDL). 172] AHDL, fondo parroquial, 11760: Sabero, Defunciones (1852–1887), 12–03–1880, f. 59v. En este documento aparece en blanco el espacio reservado al nombre de la madre del finado, quien ya también por entonces había fallecido. Por similitud, un hermano suyo podría ser el físico y matemático Joaquín Botia Pastor (Palencia, 1839 – Palma de Mallorca, 1918). 173] AHDL, fondo parroquial, 11760: Sabero, Defunciones (1852–1887), f. 59v. 174] QUIRÓS LINARES, Francisco y SIERRA ÁLVAREZ, José (2013), op. cit., p. 20.

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