los pétalos de una margarita japonesa, donde más tarde habría un agujero por el que iba a penetrar la fiera; detrás de ese último sonido, ella sintió la pierna del esposo, y entonces abrió los ojos, descubriendo que el amanecer también estaba dispuesto para arrebatarle el descanso». El más desagradable de los Nimiedad anda eufórico, le han regalado una gorra azul, un azul color cielo, algo así como el cielo de su propia patria que según él ama tanto. Ahora se ha convertido «en un blues nimiedad», ¿habrá «azul» que pueda suavizar a tal especie?, con este obsequio que le han hecho también nos han beneficiado a todos los que obligatoriamente tenemos que visualizarlo, pues la gorrita que tenía estaba deprimente, y esa prenda es uno de los tres elementos que confirman su identidad junto a un par de espejuelos oscuros y al portafolio negro de bajo costo. Lo cierto es que el Nimiedad anda orgulloso con su nueva gorra al lado de La Estrella, los veo que tienen más julepe que nunca, todo parece indicar que El Gorila los ha sobrecargado de tareas. Sin ofender a ese ser tan pintoresco que es el pájaro carpintero, este sujeto puede sugerir a la especie de esos taladradores o ser sorprendido en un claro por alguna colonia desenfrenada de garrapatas.
Ricardo Alberto Pérez
Arácnidos
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