XIX Informe sobre la situación de vulneración de Derechos Humanos de las Mujeres de Antioquia

Page 1

AGENCIAS, RESISTENCIAS Y CREACIONES DE LAS MUJERES FRENTE AL RECRUDECIMIENTO DE LAS VIOLENCIAS EN LA PANDEMIA POR COVID-19

1


ISSN: 2389-7465 Una producción de: CORPORACIÓN VAMOS MUJER Carrera 50A No. 58 - 78, Tel: 60 (4) 540 74 00 vamosmujer@vamosmujer.org.co www.vamosmujer.org.co CORPORACIÓN PARA LA VIDA MUJERES QUE CREAN Carrera 48 No. 63A - 60, Tel: (4) 480 1390 cmqc@mujeresquecrean.org www.mujeresquecrean.org Presidencia Junta Directiva Cristina Ríos Rodas Corporación Vamos Mujer Gloria Patricia Uribe Neira Corporación para la Vida Mujeres que Crean Dirección Lina María Mejía Correa Corporación Vamos Mujer Dirección colectiva Angélica María Naranjo Quiceno Maria Aracelly Berrío Amaya Oneida Elena Vides Guerra Corporación para la Vida Mujeres que Crean Investigación Leslie Paz Jaramillo María Omaira López Vélez Ángela María Cataño Sepúlveda

2

Revisión de textos Angélica María Naranjo Quiceno Michelle Serna Gallo María Omaira López Vélez Comunicación y difusión Alba Lucía Gañán Pérez Manuela Betancur Pérez Corrección de estilo Natalia Andrea Ortiz Suárez Ilustraciones Ana María Botero Mejía Diseño y diagramación Jennifer Rueda Impresión Ojja Publicidad Medellín, 2021 Esta publicación y/o su contenido puede ser descargado y compartido siempre que se reconozca la autoría, no sea para uso comercial y no se altere, transforme, modifique o reconstruya. Los contenidos son de responsabilidad de las organizaciones que elaboran.


AGENCIAS, RESISTENCIAS Y CREACIONES DE LAS MUJERES FRENTE AL RECRUDECIMIENTO DE LAS VIOLENCIAS EN LA PANDEMIA POR COVID-19

ISBN: 2389-7465

3


PRESENTACIÓN

Este informe fue propuesto por la Corporación para la vida Mujeres que Crean en el 2001 y, tres años después, la Corporación Vamos Mujer se sumó a la elaboración del mismo, dándonos a la tarea de poner en la agenda pública, académica y política una discusión sobre las vulneraciones contra los derechos de las mujeres. En esta apuesta hemos contado, en algunas ediciones, con la valiosa participación de la Ruta Pacífica de las Mujeres y la Corporación Educativa Combos, a través de la realización del proyecto M.A.R.I.A.: Mujeres, Adolescentes, Resilientes, Insumisas y Autónomas. A un año de cumplir dos décadas de asumir esta apuesta política de contarle a la ciudad y al departamento sobre las violencias que padecen las mujeres, niñas y adolescentes y de analizar sus posibles causas y consecuencias, seguimos tejiendo con hilos de resistencia los caminos que no son ajenos a la realidad misma y que ahora nos sitúan en el marco de una pandemia por COVID-19. Es así como, asumiendo el reto que implica la investigación feminista y su relevancia en este contexto, entregamos a las mujeres y a la ciudadanía el XIX Informe sobre la vulneración de los derechos de las mujeres en Antioquia, esta vez bajo la temática de “Agencias, resistencias y creaciones de las mujeres frente al recrudecimiento de las violencias en la pandemia por COVID-19”. De cara a la presentación de este ejercicio político, debemos confesar que una de las lideresas con las que tuvimos la suerte de coincidir para la construcción de este informe fue quien nos permitió entender la realidad frente a los tratamientos de las violencias contra las mujeres. Ella, mujer portadora de la sabiduría que le ha brindado el camino con 4


las otras, en medio de uno de los encuentros subregionales presenciales que realizamos en el Oriente antioqueño, soltó una frase que evidenció el punto crucial de las reflexiones frente al tratamiento de las violencias que se recrudecieron en el marco de la pandemia por COVID-19. Su voz segura llenó el auditorio diciendo: “yo creo que estamos trabajando mucho para que la institucionalidad sea la que responda por las violencias contra las mujeres; y eso, en una sociedad patriarcal, es como cuando una encuentra un charco y lo seca, y lo limpia, pero no cierra el grifo de donde proviene el agua. Así nunca se va a secar el charco”. Fue por eso que en este tejido nos propusimos resaltar las agencias y resistencias de las mujeres en el marco de la pandemia, esas que pusieron en evidencia lo que en murmullos ya se conocía frente a diferentes violencias de las que son víctimas y que el silencio de las calles en confinamiento hizo retumbar: “nos están matando, nos están maltratando, nuestra seguridad alimentaria está en riesgo, nuestra salud mental está en riesgo, nuestra forma de ser sujetas colectivas se difumina”. Fue entonces cuando el sentir al unísono hizo que las agujas y los hilos comenzaran a salir por puertas y ventanas y se unieran entre sí hasta tejer maneras de enfrentarse a aquel charco de agua que amenazaba con desbordarse. Este tejido colectivo creó formas de encuentro, rutas para ayudar a las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, trueques de alimentos y saberes, acciones políticas en los espacios digitales, siembra de alimentos, entrega de medicamentos para sobrellevar la COVID-19, conversaciones por balcones y ventanas, música, teatro y letras que encontraron, pese a coexistir en una cultura que no cierra el grifo de las violencias machistas y patriarcales, maneras de decir “acá estamos y estaremos para una y para todas”. 5


A esto se le sumó que siguieron existiendo otras formas violentas que la pandemia no encerró, como las motivadas por el conflicto armado, que van en aumento en diferentes subregiones del departamento. Ya lo señalábamos en el informe anterior: la pregunta por las no denuncias y el subregistro permitió hilar el entramado de la construcción de (des)órdenes donde la prolongación del conflicto armado como eje estructural reafirma y refuerza los mandatos del orden patriarcal.1 Sin embargo, las mujeres de Antioquia buscan cerrar el grifo de las violencias y por eso, cuanto más grande es la violencia, más grande es la voz colectiva que habla, más fuerte es el abrazo que cobija, más fuerte es el paso que se da para erradicar las violencias contra ellas. De tal manera que, en esta ocasión, quisimos dar cuenta de algunas acciones que las mujeres han emprendido para erradicar las violencias y sostenerse en medio de ellas. Así pues, las agencias y resistencias tuvieron lugar en este ejercicio de investigación colectiva, que también se sumerge en el contexto del posacuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Estamos seguras de que llegará el día en el cual del grifo no salga ni una gota de agua. Hasta entonces, uniremos fuerzas para cerrarlo. Seguiremos dándole la vuelta con estas páginas que no son nuestras, son de todas las mujeres que, en su relato y su sentir, habitan en estas palabras.

1 CORPORACIÓN PARA LA VIDA MUJERES QUE CREAN Y CORPORACIÓN VAMOS MUJER. XVIII Informe sobre la situación de vulneración de los derechos de las mujeres en Antioquia. Medellín, 2020, p. 19.

6


CONTENIDO EL ARTE DE TEJER: METODOLOGÍA.........................................................................................................7 CAPÍTULO I. VIOLENCIAS CONTRA LAS MUJERES: UNA SISTEMÁTICA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.............................................................................................................12 Patrones de análisis................................................................................................................15 Feminicidios y asesinatos de mujeres...................................................................................23 Los asesinatos de mujeres en cifras......................................................................................38 Enfoque de género en el registro de los datos: un tejido aún por hilvanar................44 Trenzando información para caracterizar los feminicidios............................................46 Violencia sexual contra las mujeres......................................................................................76 Lo que dicen las cifras sobre las violencias sexuales...........................................................80 Conversando con las mujeres sobre la violencia sexual: una problemática que trasciende el contexto de la pandemia..........................................................................87 Violencia intrafamiliar con énfasis en violencia de pareja...............................................91 La denuncia de violencias en la ruta institucional, recurso al que se acude en situaciones de extrema vulnerabilidad............................................................................99

7


CAPITULO II. AGENCIAS, RESISTENCIAS Y CREACIONES DE LAS MUJERES FRENTE AL RECRUDECIMIENTO DE LAS VIOLENCIAS EN LA PANDEMIA POR COVID-19........................110 La mujer sabia sabe sobrevivir, aparece bajo formas diversas........................................111 Agencias y resistencias de las mujeres ante el recrudecimiento de las violencias durante la pandemia por la COVID-19...............................................................................115 El Estado no logró prevenir ni atender el aumento de vulneración de derechos........118 ¿La norma hace muy difícil garantizar una atención adecuada y oportuna a las violencias................................................................................................................................119 Tejiendo experiencias y significados desde y para las mujeres en el confinamiento obligatorio por la COVID- 19................................................................................................112 Agencias y resistencias que fortalecieron la sabiduría de las mujeres y tejieron posibilidades entre ellas y para ellas..................................................................................126 CONCLUSIONES..................................................................................................................................134 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.........................................................................................................138 ÍNDICE DE TABLAS...............................................................................................................................144 ÍNDICE DE GRÁFICAS.........................................................................................................................144 ÍNDICE DE MAPAS...............................................................................................................................145 ÍNDICE DE FIGURAS.............................................................................................................................145

8


EL ARTE DE TEJER: METODOLOGÍA La Vieja Mujer Araña, la Mujer Maíz, la Mujer Serpiente, la Mujer Pensamiento, son algunos de los nombres de creadoras poderosas. Para las tribus ginecráticas, la Mujer está en el centro y “nada es sagrado sin su bendición ni su pensamiento”.

Para las tribus ginecráticas2, la mujer araña es la mujer tejedora. El arte del tejido preserva la historia sobre la creación del mundo, como en la comunidad indígena Mapuche, o como la representación de la realidad con las molas de la comunidad indígena Gunadule, o el tejido como práctica para la recuperación de una cultura tradicional del pueblo Muisca. El tejido representa unir, sujetar, crear y co-crear. Desde esta visión, este informe sitúa las orientaciones metodológicas trenzadas por tres hilos que definen el tejido: la recolección, la sistematización y el análisis de la información. Estos momentos se hilan con las acciones comunicativas y de incidencia, bajo la comprensión de que la “contribución simultánea al conocimiento, a las transformaciones sociales y a las condiciones de vida de quienes participan como sujetos u objetos de las indagaciones” 3, son el telar que se propone construir. La recolección fue el momento de indagar y reunir las distintas fuentes que, semejantes a los hilos, las lanas, las hojas y los múltiples objetos que se emplean para entrelazar y crear un tejido, permitieron trenzar lecturas sobre la situación de violación a los derechos humanos de las mujeres. Las fuentes documentales consultadas y analizadas fueron los registros de la Policía Nacional, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (en adelante INMLCF) y el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC). Además, se realizaron cuatro grupos focales donde circuló la palabra de mujeres que habitan las subregiones del Suroeste, el Oriente y el Valle 2 Forma de caracterizar a muchas de las tribus de Americanos Nativos como ginecráticas, donde se enfatiza en la importancia de la espiritualidad que construye una intersubjetividad particular. 3 DELGADO BALLESTEROS, Gabriela. Conocerte en la acción y el intercambio. La investigación: acción participativa. En: Investigación feminista. Epistemología, metodología y representaciones sociales. México: UNAM, 2012, p. 15.

9


de Aburrá, así como profesionales del Observatorio de Género de la Gobernación de Antioquia y el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia. Así mismo, se realizaron entrevistas a líderesas y a algunas autoridades en asuntos de género en las subregiones del Bajo Cauca, Nordeste, Norte, Occidente y Urabá. Los datos recolectados por las instituciones estatales fueron leídos a través de las voces de las mujeres que participaron en las entrevistas y grupos focales. Los silencios frente a las violencias y la falta de registros oficiales emergieron como un patrón del tejido que acompañó las lecturas sobre las violencias contra las mujeres. El análisis de la información permitió estructurar, a modo de patrones, formas y texturas, la organización de la información a partir del contexto de pandemia por COVID-19, las prácticas y agencias de solidaridad en medio de la exacerbación de las violencias contra las mujeres y categorías permanentes como el continuum de violencias contra ellas. De manera sostenida, como quien tensa los hilos o enhebra la aguja, la participación de los equipos de trabajo de las corporaciones Vamos Mujer y Mujeres que Crean, permitió bordar los patrones, unir las formas y proponer texturas. Con sus acciones transversales crearon un telar que propiciará que diferentes mujeres, al estilo de las arañas, tejan los informes en sus territorios.

EL TEJIDO La propuesta investigativa de este informe está guiada por la necesidad de comprender la situación de violencias contra las mujeres en Medellín y Antioquia, e identificar las acciones de resistencias, agencias y creaciones frente al recrudecimiento de las mismas durante la pandemia. La comprensión del fenómeno sobre las violencias contra las mujeres permitió evidenciar la permanencia de patrones registrados en informes anteriores como el feminicidio, la violencia sexual y la violencia intrafamiliar con énfasis en violencia de pareja.

10


El informe está dividido en dos capítulos. El primero aborda la violación de derechos humanos de las mujeres, teniendo en cuenta las violencias contra ellas tipificadas por la Ley 1257 de 2008, la Ley 599 de 2000, la Ley 906 de 2014 y la Ley 1959 de 2019. El segundo capítulo, por su parte, describe las resistencias, agencias y creaciones de las mujeres frente al recrudecimiento de las violencias en la pandemia, con el fin de visibilizar sus movilizaciones y acciones tejedoras y reconstructoras de la esperanza. El hilo conductor de ambos capítulos está centrado en el contexto de la pandemia por COVID-19 y en algunos mapeos del territorio, como una apuesta por visibilizar y representar cartográficamente los fenómenos de violencia contra las mujeres y las acciones emprendidas por ellas como resistencias y agencias para cerrar el grifo de las violencias. A través de la cartografía, se tejieron análisis sobre los registros oficiales de la Policía Nacional y el INMLCF sobre los feminicidios, la violencia sexual, la violencia intrafamiliar de pareja y los asesinatos de mujeres en las nueve subregiones del departamento de Antioquia. Esta cartografía permitió reflexionar sobre la dificultad de encontrar elaboraciones, datos y categorías que den cuenta de los dispositivos que subyacen en las violencias contra las mujeres, situación que se profundiza ante la persistencia de tres patrones:

1. Los registros oficiales no tienen una estandarización en la información sobre los hechos de violencias. 2. El silencio sobre los hechos de violencias contra las mujeres. 3. El uso ético de los datos. Estos tres patrones revisten gran importancia en el tejido de este informe, considerando su influencia tanto en la naturalización de las violencias como en los silencios e impunidad que se teje alrededor de las mismas.

11


CAPÍTULO I. VIOLENCIAS CONTRA LAS MUJERES: UNA SISTEMÁTICA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Ver las hileras de nombres en los registros de las bases de datos, da un escalofrío que apabulla. Cientos de mujeres son violentadas. Hiela más el cuerpo darse cuenta que esas hileras son solo el 5 o 10 % de los casos reales… de millones de mujeres violentadas.

12


Durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en 1993, se reconoció que los derechos de las mujeres y las niñas son derechos humanos4. Esta afirmación parece una obviedad, pero es importante destacar que históricamente, en la práctica de los derechos humanos, no se han reconocido las violaciones en las que el hecho de ser mujer constituye un factor de riesgo. Además, es sistemática la vulneración de derechos que enfrentan cientos de mujeres por su condición de género, lo que pone en cuestión la universalidad, interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos y el reconocimiento social de las mujeres como sujetas de derecho. Las violaciones a los derechos humanos de las mujeres se han justificado a partir de las diferencias biológicas, o los valores y los roles socialmente construidos en torno a las mujeres. En cualquier caso, las prácticas abusivas, sean justificadas o motivadas por el sexo o el género, siguen sin ser reconocidas del todo como violaciones de los derechos humanos. Un reconocimiento en tal sentido ayudaría a observar, analizar y desmontar estructuras, actitudes, costumbres e incluso formas que facilitan la discriminación y la violencia contra las mujeres. Asumir que las mujeres están instituidas como seres humanos, exige que sus derechos sean reconocidos, respetados, garantizados y que sean abordados desde un enfoque de género, donde es urgente y necesario visibilizar y transformar las complejas relaciones de poder que existen entre mujeres y hombres, como eje estructurante del orden social, en cuyo entramado se tejen las violencias. Las múltiples formas de violencia que sufren las mujeres son continuamente normalizadas, haciendo insuficiente la consideración según la cual las violencias constituyen una vulneración a los derechos humanos y que la interdependencia de los mismos exige su materialización integral en el anhelo por la eliminación de la discriminación y las violencias contra las mujeres.

4 FACIO, Alda Los derechos de las mujeres son derechos humanos. [En línea]. 2010. Disponible en: https://www.corteidh. or.cr/tablas/r31195.pdf

13


Lo anterior crea un escenario para que mujeres, hombres y organizaciones interesadas en promover una vida digna para todos los seres humanos, trabajen en favor del reconocimiento efectivo de las violencias como violaciones de los derechos humanos de las mujeres. Avanzar en la admisión social, política y cultural de que el cuerpo y vida de las mujeres se inscriben en el estatuto de dignidad, es avanzar en el reconocimiento de ellas como seres humanos sujetos de derechos. Sin embargo, parece ser que a la par que las mujeres avanzan en el acceso a sus derechos, se incrementan las violencias contra ellas, en tanto su empoderamiento y participación en el mundo de lo público pone en cuestión el statu quo imperante en un orden social que legitima, naturaliza y reproduce la discriminación, la exclusión y las violencias. El tejido de análisis de este informe se centra en la comprensión de las violencias contra las mujeres, teniendo en cuenta la tipificación consignada en la normatividad colombiana que aborda esta problemática y que de manera específica se sirve de: la Ley 1257 de 2008, que crea normas para la prevención, sanción y atención a las violencias contra las mujeres; la Ley 1761 de 2015, que tipifica el feminicidio como delito autónomo; y las leyes 599 de 2000, 906 de 2004 y 1956 de 2019, que penalizan la violencia intrafamiliar. En el tejido de construcción de este informe emergieron tres patrones de análisis: los registros no tienen una estandarización en la consignación de la información; el silencio sobre las violencias y, el uso ético de los datos. El entretejido de estos patrones ha construido una historia, una narrativa y un saber sobre las dinámicas de las violencias contra las mujeres.

14


Patrones de análisis 1. Los registros oficiales no tienen una estandarización en la consignación de la información. La manera de nombrar las violencias contra las mujeres no tiene una forma que permita caracterizarlas en correspondencia con la normatividad existente en el país. La Ley 1257 de 2008 establece cuatro tipos de daños causados por las violencias contra las mujeres: daño psicológico, daño o sufrimiento físico, daño o sufrimiento sexual y daño patrimonial. La Ley 1761 de 2015 tipifica el feminicidio como delito autónomo y las leyes 599 de 2000, 906 de 2004 y 1956 de 2019, penalizan la violencia intrafamiliar. En correspondencia con la normatividad, los registros de las violencias deberían seguir las nociones por lo menos de violencia sexual, feminicidio y violencia intrafamiliar y/o de pareja. En contraste, por ejemplo, la Policía Nacional consigna sus registros como denuncias por lesiones personales, denuncias por presunto delito sexual y homicidios, desagregados por sexo. El INMLCF clasifica bajo las categorías de lesiones no fatales-presunto delito sexual, lesiones fatales-homicidio y lesiones no fatales-violencia intrafamiliar. Esta manera de clasificar y nombrar las violencias por parte de estas dos entidades refleja que las categorías consignadas en la normatividad no son las que se incorporan en los registros. Este informe establece un comparativo en la forma como la norma clasifica los tipos de violencia y las categorías de los registros oficiales presentados las dos entidades, fuentes principales en esta investigación, y lo que permiten describir a través de estos las lecturas sobre el fenómeno de las violencias contra las mujeres.

15


Tabla 1. Normatividad y categorías de los tipos de violencias en los registros oficiales

Tipo de violencia Violencia Física

Violencia sexual

Violencia intrafamiliar de pareja

Feminicidio

Normatividad

Categoría

Entidad Pública

Ley 1257 de 2008 Daño o sufrimiento Físico

Denuncias lesiones personales

Policía Nacional

Denuncias Presunto Delito Sexual contra las mujeres

Policía Nacional

Denuncias Lesiones no fatales-Presunto delito sexual contra las mujeres

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses

Denuncias Lesiones no fatales-Violencia Intrafamiliar contra las mujeres

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses

Lesiones fatales, homicidio

Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses

Homicidios

Policía Nacional

Ley 1257 de 2008 Daño o sufrimiento sexual

Ley 599 de 2000 Ley 906 de 2004 Ley 1959 de 2019 Violencia intrafamiliar, énfasis en violencia ejercida por la pareja

Ley 599 de 2000 Ley 1761 de 2015 Feminicidio

Fuente: Elaboración propia 16


De la información clasificada en la tabla, se subraya la insistencia en nombrar la violencia física contra la mujer bajo la categoría de “lesiones personales”, lo cual, según se ha indicado en versiones anteriores de este informe, dificulta precisar los datos sobre violencia intrafamiliar y violencia de pareja, favoreciendo el subregistro. De igual manera, nótese el uso de la categoría de “lesiones fatales-homicidio” y de “homicidio”, en lugar de feminicidio. Se comprende que, al momento de hacer el registro de los hechos, la investigación judicial no haya tipificado el delito como feminicidio, pero el acopio y lectura de las características de los mismos admitirían la nominación de los asesinatos de mujeres bajo la categoría, por lo menos, de presunto feminicidio en alguna de sus tipologías, según se describe más adelante. 2. Silencios sobre las violencias contra las mujeres: ¿por qué las mujeres víctimas de violencia no denuncian? El segundo patrón configurado fue el silencio sobre las violencias contra las mujeres. Con la COVID-19 se acentuaron diversas violencias en los hogares, lugares que la sociedad imagina como de protección por excelencia. El tapabocas, que se convirtió en elemento indispensable para protegerse frente al virus, podría ser a su vez un símbolo del ocultamiento, la invisibilización y el silencio de las mujeres ante las violencias contra ellas. Estos silencios, representados en bajos registros y no denuncias, llevan a la pregunta de ¿por qué las mujeres no denuncian las violencias contra ellas? Pese a que se presentó un aumento del 170 % en las llamadas realizadas a la línea 155 para reportar casos de violencia sexual5, a la alta circulación en redes sociales y medios de comunicación de hechos sobre el recrudecimiento de las violencias contra las mujeres, y al incremento de los feminicidios, que llevó a una declaratoria de emergencia nacional por parte del movimiento de mujeres y feminista en el país, los registros de las violencias sexuales, intrafamiliares y los asesinatos de mujeres disminuyeron durante la pandemia, de acuerdo con los datos suministrados por el INMLCF y la Policía Nacional. 5 CORPORACIÓN PARA LA VIDA MUJERES QUE CREAN. Diagnóstico sobre la situación de las mujeres que hacen parte de los procesos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, desde la vivencia y la afectación que les genera el Estado de Emergencia en razón del COVID-19. [Texto sin publicar]. Medellín: Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2020, p. 29.

17


No obstante, las violencias contra las mujeres tienen un espectro más amplio que el develado por los registros oficiales. Los bajos o altos registros no corresponden a menores o mayores hechos de violencias. Así lo plantea Rita Segato: “El aumento de las denuncias registradas no responde al aumento del fenómeno en sí, sino a la expansión de la conciencia de sus víctimas respecto a los derechos. Los índices reportados en los más variados países son altos, pero se calcula que representan no más del 5 o el 10 % de la incidencia real6. El dato según el cual los registros, aun en grandes países, representan no más del 10 % de la realidad, es muestra de una complicidad de la sociedad, traducida en el habitus de la violencia como mecanismo para el ejercicio de poder, el soporte fundamental de la sociedad, la estructura elemental sobre la que se sostiene el Estado, la economía y las relaciones sociales7. Desde esta perspectiva, los silencios frente a las violencias son un indicador de la tolerancia social y la naturalización de situaciones de maltrato y violencias contra las mujeres. Profundizando sobre los silencios alrededor de las violencias, se destaca un silencio recurrente con respecto a las violencias psicológicas. Su frecuencia y sutileza entretejen las primeras manifestaciones violentas que después suelen desencadenar en violencias físicas y la exacerbación de las mismas. Sobre las violencias psicológicas, Rita Segato afirma: “El fenómeno parece asemejarse más a una situación de violencia estructural, que se reproduce con cierto automatismo, con invisibilidad y con inercia”8. Así entonces, en la violencia psicológica subyace un tejido en el que el automatismo, la poca visibilización y la inercia la estructuran, pudiendo alcanzar una dimensión de práctica permanente y sistemática en las relaciones sociales, intrafamiliares y de pareja.

6 SEGATO, Rita Laura. Las estructuras elementales de la violencia. Buenos Aires: Prometeo, 2010, p. 108. 7 Ibid. 8 Ibid., p. 111.

18


La característica del entretejido de la violencia psicológica más notable no es la continuidad de violencias que inician con ella, más bien, su particularidad consiste en ser el hilo que anuda los valores, que organiza y jerarquiza el orden social, en un sentido estructural. La violencia psicológica es un mecanismo de control social y reproducción de desigualdad que, por su carácter invisible y silencioso, re-crea el orden social. El orden social estructurado por la violencia, como forma de resolver y tramitar los conflictos, es construido con la exaltación de valores sobre lo masculino, donde la fuerza y su uso jerarquiza y crea relaciones de subordinación y dominación. La legitimidad social del uso de la fuerza para resolver conflictos es el correlato de la tolerancia social sobre las violencias contra las mujeres9. Es por ello que las sociedades con mayores violencias, son sociedades donde las mujeres se encuentran con mayores riesgos, aunque los registros de las violencias contra ellas sean bajos. En el contexto de la pandemia, la violencia psicológica fue tema recurrente en las afectaciones y daños contra la salud mental de las mujeres. Sin embargo, las llamadas recibidas por las líneas de atención no se tradujeron en denuncias formales o activación de rutas de atención. A esto se suma que los espacios organizativos, colectivos y comunitarios que se han construido para el trámite de las emociones de las mujeres fueron interrumpidos10 por las medidas de aislamiento obligatorio determinadas por el gobierno nacional para la contención de la pandemia. Los hogares fueron más susceptibles a prácticas de violencia, el aislamiento restringió la movilidad y rompió las redes de apoyo, el acceso a las entidades de administración de justicia se limitó y, por lo tanto, la capacidad de respuesta del Estado y de la comunidad fueron insuficientes para prevenir y atender el fenómeno.

9 CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER. Tercera medición del estudio sobre tolerancia social e institucional de las violencias contra las mujeres. Bogotá: USAID, 2021, p. 16. 10 MÚNERA MEDINA, Luz María. Diagnóstico sobre la situación de las mujeres que hacen parte de los procesos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, desde la vivencia y la afectación que les genera el Estado de Emergencia en razón del COVID-19. [Texto sin publicar]. Medellín: Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2020, p. 38.

19


3. Tejiendo interpretaciones sobre el uso ético de los datos en hechos de violencias contra las mujeres Al ocuparse este informe de una variable como el uso ético de los datos, resulta de gran utilidad la referencia sobre la ética que evoca a su origen Ethos, en el sentido de costumbre, y como parte de la filosofía que trata sobre las obligaciones del hombre (léase del sujeto mujer u hombre), trenzado a la definición que aporta la geografía crítica, para señalar que el uso ético se refiere a lo contextual11. La geografía crítica se refiere a la ética como lo contextual, es decir, hace un llamado a tener en cuenta el contexto al momento de hacer registro de datos sobre situaciones que en él acontecen. No se trata del registro frío de los datos, se trata de asumir una posición ética, de saber leer las dinámicas de los territorios, entendiendo que estos son “ineludiblemente diferentes y diversos” 12. Se trenzan los aportes de la filosofía y la geografía crítica para tener en cuenta responsabilidades éticas de los sujetos respecto a la georreferenciación de hechos y situaciones, asumiendo que los problemas tratados en los datos están directamente vinculados a las condiciones de vida de quienes habitan cada territorio. En el caso de las violencias contra las mujeres, los datos nos sitúan ante el horror, el dolor y los daños derivados de las mismas. En cada dato, cada registro, existe una historia de un daño, de un dolor, de una vulneración de derechos, que exigen una responsabilidad de quien construye el dato. Allí, lo ético sería luchar por la dignidad de quienes aportan los datos, aun en contextos donde el alto subregistro solo nos permita observar por una rendija un poco del verdadero horror. La pandemia por COVID-19 mostró un problema ético en la utilización de los datos en la representación territorial, políticas de restricciones territoriales, cierres de fronteras sin los análisis contextuales sobre los mismos y estigmatización de algunos territorios. Mientras se señalaban zonas

11 CHAPARRO MENDIVELSO, Jeffer. Sobre la ética y la geografía. Scripta Nova. En: Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Vol. XVI, Nº 418 (74). [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, (nov., 2012). Disponible en: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-418/sn-418-74.htm 12 Ibid. 20


con alto número de contagios y muertes por la COVID-19, poco se enunciaba sobre políticas sociales, económicas, manejo fiscal, desigualdades de género, étnicas, etarias, entre otras, que generaron mayor riesgo de contraer el virus. La forma en que cada región, departamento, municipio, corregimiento y barrio fue afectado por la pandemia, fue distinta por la confluencia de por lo menos tres factores: el estrato social, la etnia y las relaciones establecidas bajo el sistema sexo/género 13. Las etiquetas sobre los territorios y las poblaciones tienen injerencia en lo político y en el tratamiento de la problemática, y la forma como se constituye el territorio. En el caso de la pandemia, indicar los lugares donde había mayor número de contagios y muertes trajo fuertes restricciones en unas regiones, pese a que no se suministró información que permitiera comprender el porqué o los impactos de estas medidas en las mujeres, en las comunidades étnicas, en la niñez y en la población adulta mayor. Situación similar ocurre con la representación cartográfica de las violencias. Al construir mapas que las representen, se están construyendo etiquetas sobre los territorios, pues señalarlos como vulnerables o en riesgo crea imaginarios y representaciones sociales que pueden tejer o destejer relaciones. Así, quien produce la cartografía tiene una responsabilidad ética y política en el manejo de la información y puede hacerla favorecedora de denuncia e incidencia para la transformación, o de estabilidad y profundización de la situación de que se trate. El mapa se vuelve un instrumento que impone un lenguaje, en el que se ponen en juego posiciones sobre una verdad hegemónica y quién la detenta. El hecho de hacer de los mapas una forma de representación de la realidad finalmente incidirá sobre la misma. Por eso, si lo que se pretende es co-crear tejidos de transformación de las realidades objeto en las cartografías, no se puede pretender representar algo teniendo solo como referente los datos. Es decir, mapear las violencias contra las mujeres, sin generar reflexiones sobre el contexto, es reafirmarla como forma de ordenamiento de la sociedad. Mapear violencias sin mapear esperanzas es contribuir a las verdades que han fundado una sociedad violenta sin tejer propuestas de 13 MÚNERA MEDINA, Op. cit, p. 48. 21


transformación, sobre todo cuando frente a las violencias se tejen silencios, invisibilización y eso que no se nombra, que no se ve, que no se representa, que se convierten en el sustrato que legitima, anuda y refuerza la violencia como ordenadora de muchas relaciones sociales. Así, los mapas no son solo representaciones, sino acciones performativas, no son simples dispositivos de registro de información sino de transformación de realidades. Este informe sugiere el potencial que tiene la cartografía como herramienta de comunicación, tanto para consignar datos estadísticos oficiales como para posicionar mensajes que son omitidos sistemáticamente por la sociedad y el Estado14. En tal sentido, propone pensar en formas éticas y responsables de mapeo de las violencias y los territorios, siendo posible asumir los procesos territoriales de forma colaborativa, donde se teje en diálogo con otras y otros. Las proposiciones enunciadas sobre una cartografía de las violencias son apenas una aproximación al fenómeno, por lo que este informe acentúa la mirada en aquellos municipios que no tienen datos consolidados o sus registros son bajos, en tanto, al prescindir de información que lo contextualice, puede estar configurando silencios sobre las situaciones de violencias en los territorios.

14 LAN, Diana y ROCHA, Heder. Metodologías feministas para el mapeo de geografías oprimidas en Argentina. Universidade Estadual do Sudoeste da Bahia, 2020. Disponible en: https://ri.conicet.gov.ar/ handle/11336/130783 22


Feminicidios y asesinatos de mujeres “…la asesinó porque ella había decidido terminar la relación”15 El concepto de femicidio o feminicidio fue propuesto por Marcela Lagarde a partir del trabajo de Diana Russell y Jill Radford en el año 1992. Este concepto fue retomado por el movimiento feminista con el fin de otorgarle visibilidad pública y política al fenómeno de las mujeres que mueren como resultado de las violencias contra ellas. En un primer acercamiento, el feminicidio se definió como el asesinato misógino de mujeres (o personas feminizadas) cometido por varones. Esta primera conceptualización logra un alcance internacional al ser utilizado para visibilizar las numerosas muertes de mujeres a manos de hombres. En 2008, el Comité de Expertas/os del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI) propuso algunas líneas para una política penal de prevención y sanción del feminicidio y evidenció cierta falta de consenso respecto a las características de este tipo de crimen. A fin de contribuir con el debate y facilitar el seguimiento del cumplimiento de sus recomendaciones en este tema, este Comité, en una Declaración sobre Femicidio, lo definió como: “la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”16. Las teorizaciones y los contenidos normativos sobre los feminicidios han generado debates al interior de las diversas corrientes del feminismo. Algunas posturas sostienen que para que se considere feminicidio, tiene que haber existido un vínculo afectivo entre la víctima y el victimario, mientras que otras se refieren solamente a aquellos homicidios de mujeres perpetrados por varones. Sin embargo, la definición propuesta por el Comité de Expertas/os del MESECVI abre el espectro e 15 CARACOL RADIO. Otra mujer asesinada a manos de su pareja sentimental en el Suroeste. 16 de diciembre de 2020. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/12/17/medellin/1608171303_712757.html 16 Comité de Expertas/os del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Declaración sobre el femicidio aprobada en la 4 reunión del Comité de Expertas/os (CEVI), celebrada el 15 de agosto de 2008. 23


incorpora todas las muertes violentas de mujeres, incluyendo las provocadas por otra mujer. Además, considera aquellas cometidas por acción u omisión del Estado, incluidas las muertes evitables que ocurren, por ejemplo, durante el proceso reproductivo, ya sea a causa de un aborto clandestino o por diferentes complicaciones que el sistema de salud debería haber prevenido. Lo anterior devela la necesidad de visibilizar la diversidad de los móviles y escenarios de los asesinatos de mujeres, las condiciones del contexto y las historias de vida de las víctimas. La amplia categoría de “asesinatos de mujeres por razones de género”, implica tener acercamientos desde el escenario micro donde ocurren, para tener respuestas institucionales acertadas sobre lo que significa resolver, dar trámite y/o solucionar las condiciones en las que se producen estas violencias, y un escenario macro cuyo análisis permita desentramar las profundas raíces sobre las violencias en la utilización y disposición de los cuerpos de las mujeres como territorios de control, dominación y múltiples violencias. Actualmente, no existe consenso sobre un sistema que categorice y clasifique los asesinatos de mujeres con variables establecidas desde un enfoque de género y feminista, que permita visibilizar el continuum de las violencias contra las mujeres como práctica discriminatoria y de sometimiento. Lo anterior hace que el acercamiento a la situación de vulneración de los derechos de las mujeres, a través del abordaje de los feminicidios, sea de manera parcial, debido a la carencia de información para clasificar los tipos, ámbitos, modos y frecuencia, favoreciendo con ello que en los registros oficiales se les catalogue como homicidios. No obstante, existen mandatos y algunos recursos para la clasificación de los feminicidios. Por ejemplo, el artículo 12 de la Ley 1761 de 2015, que tipifica los feminicidios, plantea la adopción de un sistema nacional de recopilación de datos sobre los hechos relacionados con la violencia de género, y así lo explicita: Dentro del año siguiente a la promulgación de la presente Ley, el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), en coordinación con el Ministerio de Justicia y del Derecho y el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF), adoptarán un Sistema Nacional de Recopilación de Datos sobre los hechos relacionados con la violencia de género en el país, en orden a establecer los tipos, ámbitos, modalidades, frecuencia, medios utilizados para ejecutar la violencia, niveles de 24


impacto personal y social, medidas otorgadas, servicios prestados y estado del proceso judicial, para la definición de políticas públicas de prevención, protección, atención y reparación de las víctimas de la violencia de género17. La misma Ley 1761 de 2015 aporta elementos para la caracterización del feminicidio, al definirlo como la muerte de una mujer que, en su condición de mujer, es asesinada por motivos de su identidad de género, donde haya ocurrido o antecedido las siguientes circunstancias: a) Tener o haber tenido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima, de amistad, de compañerismo o de trabajo y ser perpetrador de un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial que antecedió el crimen contra ella. b) Ejercer sobre el cuerpo y la vida de la mujer actos de instrumentalización de género o sexual o acciones de opresión y dominio sobre sus decisiones vitales y su sexualidad. c) Cometer el delito en aprovechamiento de las relaciones de poder ejercidas sobre la mujer, expresado en la jerarquización personal, económica, sexual, militar, política o sociocultural. d) Cometer el delito para generar terror o humillación a quien se considere enemigo. e) Que existan antecedentes o indicios de cualquier tipo de violencia o amenaza en el ámbito doméstico, familiar, laboral o escolar por parte del sujeto activo en contra de la víctima o de violencia de género cometida por el autor contra la víctima, independientemente de que el hecho haya sido denunciado o no. f) Que la víctima haya sido incomunicada o privada de su libertad de locomoción, cualquiera que sea el tiempo previo a la muerte de aquella18. 17 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1761 de 2015. 6 de julio de 2015. [En línea]. Disponible en: http://wp.presidencia.gov.co/sitios/normativa/leyes/Documents/LEY%201761%20DEL%2006%20DE%20 JULIO%20DE%202015.pdf?TSPD_101_R0=0883a32c4dab2000e260be61bf56ebfcb1667b1be6978891 18 Ibid. 25


No contar con un registro oficial construido y validado por las entidades responsables del análisis y toma de decisiones públicas para la prevención y judicialización del delito de feminicidio, conlleva a profundizar la naturalización e invisibilización de las violencias contra las mujeres, a pocos avances en materia judicial sobre el esclarecimiento de los hechos y a la tolerancia social frente a este crimen. Los feminicidios son considerados el último eslabón en la cadena de violencias contra las mujeres y, al ser las violencias una situación que afecta a las mujeres en todo el mundo, el fenómeno ocupa la atención de diferentes agentes. Por ejemplo, las académicas mexicanas Cecilia Canevar y Rosa Isac19, proponen cuatro categorías para clasificar los feminicidios: Una primera categoría hace referencia a asesinatos que se caracterizan por el hecho de que hay o hubo una relación entre la víctima y el/la victimario/a. Son parejas o exparejas, padres, madres, abuelos/as y ocurren por lo general en el espacio doméstico. Como hay una relación previa, es probable que la violencia haya sido reiterativa en ciclos crecientes, en donde quien ofende, de manera ritualizada, confirma y reconfirma su masculinidad con gestos de dominación y humillación. En ocasiones hay hijos/as en común o comparten bienes, lo que de alguna manera sostiene los vínculos de dependencia. Hay una búsqueda de control territorial sobre el domus (el espacio doméstico). · Como segunda categoría están los feminicidios de naturaleza impersonal, donde el cuerpo de las mujeres es utilizado como objeto y luego desechado, con el objetivo de enunciar un mensaje a la sociedad o a un sector específico. Rita Segato ha denominado a este tipo de feminicidios como femigenocidios, donde la característica central es la dimensión comunicativa, pues el mensaje escrito en el cuerpo de las mujeres es dirigido a otros varones en disputa. En esta concepción, los cuerpos de las mujeres son objetos para enviar mensajes sobre el dominio y control de un territorio, a través de los territorios más próximos, sus cuerpos. En uno de los grupos focales, relataron un caso de feminicidio, que, por sus características, puede inscribirse en esta categoría:

19 CONEVAR, Cecilia e ISAC, Rosa. La cruel expresión de la violencia patriarcal: dieciséis años de femicidios en Santiago del Estero (2002-2017). Buenos Aires: Clacso, 2021, p.78.

26


“ella vivía en la Calle 40, lamentablemente se enredó con un muchacho que funcionaba con vicio (…) los de la “Oficina” la cogieron y la mataron”20. El testimonio que se acaba de referir, ejemplifica la categoría propuesta sobre feminicidio impersonal, caracterizado por la violencia dirigida contra el cuerpo y vida de las mujeres, no solo por ser mujeres, sino asociado al vínculo que ellas establecen con un otro, en una relación que las pone en riesgo. Si bien el testimonio no logra esclarecer las motivaciones para este asesinato, sí puede interpretarse que con él se envía un mensaje que advierte a las mujeres lo que les puede ocurrir cuando se relacionan con alguien asociado a la dinámica que implica ser “un muchacho que funciona con vicio”. También puede sugerirse en la acción feminicida, misiones de control de las dinámicas y relaciones en un territorio. En uno u otro caso, se acentúa la transmisión de un mensaje, para lo cual se dispone de las mujeres, de su vida, tal y como se toma una cosa para ser usada, vejada, dañada. A continuación, otro testimonio que, aunque plantea una diferencia en los hechos, permite acentuar el riesgo que para algunas mujeres llega a significar las relaciones que eligen vivir, connotando desde luego el control a sus libertades individuales: “las muertes que ha habido en el municipio básicamente que han sido muertes violentas, han sido a cuenta del microtráfico. De la muerte de esta chica que estaba acompañada por el novio en ese momento, hay versiones. Dicen que no era a ella a quien iban a matar, sino al novio”21. Este testimonio recogido en uno de los grupos focales, se inscribe en la categoría de feminicidio de naturaleza impersonal, al establecer que “no era a ella a quien se iba a matar, sino al novio”. Otra vez, el vínculo establecido con un otro pone en riesgo la vida de la mujer. Pueden plantearse aquí dos elementos de análisis: uno referido a cómo la presencia, la vida de la mujer, no logra poner límite a la acción feminicida; y otro, según el cual las relaciones erótico-afectivas llegan a constituir un riesgo para la vida de las mujeres, bien porque en el vínculo íntimo se les asesina, a nombre del amor (como suele ocurrir en la violencia de pareja), o bien porque los contextos asociados a las 20 21

Grupo focal con lideresas del Suroeste antioqueño, realizado el 05 de agosto de 2021. Grupo focal con lideresas del Suroeste antioqueño, realizado el 06 de agosto de 2021.

27


relaciones afectivas que establecen algunas mujeres, las pone en riesgo. Se establece así una dimensión personal, íntima y otra social del feminicidio. · Continuando con las propuestas de Conevar e Isac, se enumera una tercera categoría para clasificar los feminicidios. Se trata de aquellos feminicidios donde hay una responsabilidad del Estado y sus agentes por acción u omisión. Estos casos ocurren en los ámbitos de prestación de servicios de salud, servicios penitenciarios y también por la desatención en los procesos de justicia o en las medidas de protección requeridas o ya establecidas. En esta categoría, resultaría pertinente hacer seguimiento a mujeres asesinadas que habrían interpuesto denuncia y que incluso contaban con una orden de protección. · Como cuarta categoría, las autoras proponen el feminicidio vinculado o por conexión. Se refiere a “las mujeres que son asesinadas en la línea de fuego de un hombre tratando de matar a otra mujer. Es el caso de mujeres parientes, niñas u otras mujeres que tratan de intervenir o que simplemente quedan atrapadas en la acción feminicida”22. El siguiente reportaje de una noticia presentada por Caracol Radio, ejemplifica un caso de feminicidio por conexión: Una pareja intervino en una pelea y terminó asesinada en Barbosa El hecho violento ocurrió en la vereda Guayabal del municipio de Barbosa, norte del Valle de Aburrá, allí un hombre asesinó a su excuñada y al esposo de ésta cuando intervinieron en una discusión que el victimario tenía con su expareja. (…) “Se trata de un hecho de intolerancia, también pasional, toda vez que la expareja de una de esas personas llega a hacer el reclamo y entran en discusión. Su hermana y esposo llegan a intermediar y es ahí cuando el sujeto les causa la muerte a estas dos personas”, relató el coronel Omar Rodríguez, subcomandante de la policía Metropolitana23 (negrillas del texto original). 22 CARCEDO, Ana. Feminicidio en Costa Rica 1990-1999. Consejo Directivo de Violencia Intrafamiliar del Sector Salud. San José: Instituto Nacional de las Mujeres, 2000, p.19. 23 CARACOL RADIO. Una pareja intervino en una pelea y terminó asesinada en Barbosa. 14 de septiembre de 2020. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/09/15/medellin/1600137341_608376.html

28


El asesinato de esta mujer, que se inscribe en la categoría de feminicidio por conexión, es registrado por la prensa como un hecho de intolerancia y pasional. Nótese la adjetivación de “intolerancia” y “pasional” que el medio utiliza para explicar el doble asesinato. La pareja asesinada intervino en una discusión en la que estaba en riesgo la vida de la mujer y el resultado no fue la mediación, sino que les significó la pérdida de su propia vida. Sin duda, actos como este podrán acentuar la creencia popular que reza: “en peleas de pareja nadie se mete”, dificultando, aún más, la asunción de la violencia de pareja contra las mujeres como un asunto de interés público. Este doble asesinato continúa así su registro: Según el reporte de la policía, el hombre que asesinó a las dos personas, minutos antes había amenazado a su expareja. (…) El oficial recalcó que el hombre huyó de la escena del crimen, pero se está tratando de ubicar para capturarlo y que responda por este doble homicidio”24 (negrillas del texto original). El hombre habría amenazado a su expareja. No se aclara cómo obtuvo la policía la información sobre la amenaza, lo que se puede inferir es que se conoció de la amenaza y no hubo acciones preventivas del acto feminicida, ni por parte de las autoridades ni de la ciudadanía. También se acentúa en la noticia el enunciado según el cual el victimario “huyó de la escena del crimen”. Huir de la escena del crimen parece ser una constante en muchos asesinatos de mujeres, lo que sugiere la impunidad de los mismos. De otro lado, se señala la omisión sobre la suerte de la mujer amenazada: ¿qué pasó con ella? Hay un hombre que la amenazó y que, tras cometer un doble asesinato, ha huido. ¿Qué protección y acompañamiento existe para mujeres en situaciones como la registrada en esta noticia?

También llama la atención que la noticia de un doble asesinato termina convirtiéndose en una cifra más, según se desprende de la misma: “…Agregó que este doble crimen hace parte de las seis muertes violentas pasionales que se reportaron en todo el Valle de Aburrá durante el pasado fin de semana”25, (negrillas del texto original). 24 Ibid.

25 Ibid. 29


Volviendo a la clasificación de feminicidio propuesta por la Ley 1761 de 2015 y por las académicas Canevar e Isac, se admiten sus contribuciones para su estudio, análisis y clasificación, y se subrayan dos asuntos a tener en cuenta: de un lado, la necesidad de incorporar información clara y detallada sobre los hechos que rodean los asesinatos de las mujeres, de modo tal que permita clasificar los feminicidios. De otro lado, se requiere avanzar hacia la inclusión de otros tipos de feminicidios, por ejemplo, los feminicidios de mujeres indígenas, feminicidios por violencia política, feminicidios transfóbicos y feminicidios lesbofóbicos, considerando que, por su particularidad, se requieren análisis y protocolos de investigación diferenciales. · Feminicidios de mujeres indígenas: los asesinatos de mujeres que pertenecen a una comunidad indígena que, por su condición de mujer, tienen mayor vulnerabilidad en el acceso a derechos por barreras como la lengua y la falta de canales para hacerlos valer al interior de sus comunidades. En estudios realizados en otros países latinoamericanos se resalta que, al no contar con registros desagregados de las mujeres indígenas víctimas de feminicidios, se evidencia un ocultamiento y silenciamiento sobre las violencias ejercidas contra ellas, lo que demuestra la existencia de un racismo institucional26. Máxime, cuando se trata de un ordenamiento jurídico como el colombiano, donde el pluralismo jurídico reivindicó la Jurisdicción Especial Indígena para el tratamiento de los hechos delictivos ocurridos al interior de los resguardos indígenas y, con base en esta autonomía, los sistemas de información entre la Jurisdicción Especial Indígena y la Justicia ordinaria son escasos. Al no contar con datos, no es posible el diseño y la implementación de políticas para la prevención, atención, protección, investigación y judicialización de estos delitos para ser abordados desde un enfoque interseccional27.

26 DE MARINIS, Natalia (2020). Feminicidios de mujeres indígenas en clave interseccional: análisis a partir de un trabajo de documentación colaborativa con mujeres nahuas organizadas en Zongolica, Veracruz. En: ABYA-YALA. Revista sobre acesso á justiça e direitos nas Américas, Vol. 4, Nro. 1, 2020, pp. 62-94. 27 EL UNIVERSAL. Feminicidios en comunidades indígenas: las muertes que nadie ve, registra ni atiende. 24 de marzo de 2021. Disponible en: https://oaxaca.eluniversal.com.mx/sociedad/feminicidios-encomunidades-indigenas-muertes-de-mujeres-que-nadie-ve-registra-ni-atiende

30


· Feminicidios por violencia política: se refiere a las mujeres que, en ejercicio de su liderazgo político, son violentadas y asesinadas. Así se ha referido a ello ONU Mujeres: A medida que aumenta la incursión de las mujeres en la política, aumenta también el riesgo de que sean víctimas de distintas formas de violencia, pues su presencia desafía el statu quo y obliga a la redistribución del poder28. Esta afirmación, planteada por ONU Mujeres en el 2014, podría ser objeto de controversia, en tanto el empoderamiento y participación de las mujeres supone la superación de situaciones de discriminación y violencias. No obstante, tal y como se anota en la cita que antecede este párrafo, el empoderamiento de las mujeres también significa un riesgo para ellas, pues subvierte el statu quo (centrado en la supremacía de varones sobre mujeres), y establece una igualdad ciudadana entre mujeres y hombres que, a la par que aporta a la democracia, ha costado la vida de muchas mujeres, según puede evidenciarse, por ejemplo, en una mirada histórica a las violencias y asesinatos de mujeres que han puesto su voz en lo público, según se ejemplifica a continuación: Olimpie de Gouges, quien se atrevió a promulgar públicamente que las mujeres tenían derechos y por ello fue condenada a la guillotina en 1793, en París, Francia; Policarpa Salavarrieta, fusilada en 1817 en Bogotá, Colombia, acusada de espionaje en su batalla por la libertad; Ana Fabricia Córdoba, fundadora de la Organización Líderes Adelante por un Tejido Humano de Paz (LATEPAZ), que acompaña a víctimas del conflicto armado, liderazgo que le costó la vida en 2011, en Medellín. A ellas se les suma el registro de por lo menos 84 lideresas asesinadas en el país en los últimos 7 años y 1339 agresiones contra mujeres lideresas, de acuerdo con el informe “Defensoras, voces de vida y resistencia”, elaborado por el programa Somos Defensores, Sisma Mujer, Limpal y la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz29. 28 ONU MUJERES, PNUD y TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. Violencia contra las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos. [En línea]. México, 2014. Disponible en: https:// mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2012/5/violencia-contra-mujeres-en-politica 29 MERCADO, Luisa y FORERO. Javier. Van más de 80 lideresas asesinadas en 7 años. En: EL TIEMPO, sección Política, 26 de septiembre de 2020. Disponible en: https://www.eltiempo.com/politica/proceso-depaz/van-mas-de-80-lideresas-asesinadas-en-colombia-en-siete-anos-540138 31


De otro lado, las modificaciones normativas al código electoral y la reforma política que actualmente está en trámite en el país, impulsan acciones en favor de la paridad política y la sanción por daños contra la integridad física, psicológica y económica de las mujeres que, por su ejercicio político, son violentadas. Esta ampliación para la participación política de las mujeres puede generar mayores niveles de violencias contra ellas, tal y como se mencionó en el párrafo anterior y como lo evidenciaron algunas mujeres entrevistadas: el asesinato de las lideresas sociales también tiene que ver con feminicidios políticos, porque también son estructuras patriarcales esos ejércitos y esas fuerzas militares que siempre hacen de la mujer su botín de guerra30. la señora puso una denuncia por cultivos ilegales y llegaron a la casa, ella estaba arreglando un pollo y con un hacha la mandaron para el otro mundo31. Estos testimonios aportan diversos elementos para el análisis de las violencias feminicidas:  Una cultura patriarcal, militar que irrumpe con fuerza en uso y destrucción del cuerpo de las mujeres como botín de guerra.  El riesgo que implican para las mujeres los ejercicios de denuncia, en este caso, una denuncia en contexto de cultivos ilícitos y que se puede presentar como justificador de las acciones violentas: “La señora puso una denuncia por cultivos ilegales…”.  Irrupción violenta en cualquier escenario donde están las mujeres: “Llegaron a la casa, ella estaba arreglando un pollo…”.  Crueldad, que da cuenta de cómo a las mujeres se les asesina usando diferentes mecanismos: “con un hacha la mandaron para el otro mundo”. En este decir, también puede sugerirse cierta naturalización de las violencias y las formas, en tanto el asesinato como tal, el escenario y la forma parecen desprovisto de indignación u horror. 30 Grupo focal con lideresas, Valle de Aburrá, realizado el 13 de agosto de 2021. 31 Entrevista a lideresas, Occidente antioqueño. 32


· Feminicidios lesbofóbicos: en esta característica se inscriben los asesinatos de mujeres en razón de su orientación sexual, es decir, su condición lésbica motiva el rechazo u odio por parte del victimario y ello termina siendo una motivación para el acto feminicida. ·

Feminicidio transfóbico: se refiere al acto en que la víctima es una mujer transexual y el o los victimarios la asesinan por su condición o identidad transexual, por odio o rechazo a la misma.

·

Feminicidios de migrantes: Son los asesinatos de mujeres que dejaron su lugar de origen para establecerse temporal o permanentemente en otro país o región por violencia de género, en los que la muerte ocurre por motivos de xenofobia en contextos de discriminación y desigualdad social. Las mujeres y niñas migrantes están especialmente expuestas a sufrir discriminación, explotación, abusos y violencias. Se ha observado que la discriminación, el miedo y las condiciones a las que se enfrentan desde su lugar de origen son factores de vulnerabilidad. Además de la exclusión que supone el no estar registradas en las fuentes oficiales32. La siguiente información, proveniente de dos fuentes diferentes, da cuenta de esta situación: “Los datos sobre los feminicidios de las mujeres migrantes son escasos. Se estima que el 82 % de las personas migrantes extranjeras son venezolanas y el 48 % son mujeres33. El 57.3 % de las muertes de las mujeres venezolanas fueron feminicidios”34.

32 LÓPEZ, Gloria. Mujeres Migrantes: más denuncias, más feminicidios, menos protección. En: AMECOPRESS,18 de julio de 2021. [En línea]. Disponible en: https://amecopress.net/Mujeres-migrantes-mas-denuncias-mas-feminicidios-menos-proteccion LA SILLA ROTA. Las Mujeres migrantes son violentadas, asesinadas y nadie las ve. 31 de marzo de 2020. [En línea]. Disponible en: https://lasillarota.com/lacaderadeeva/las-mujeres-migrantes-son-violentadas-y-asesinadas-y-nadie-las-ve/376274 33 OBSERVATORIO DE ASUNTOS DE GÉNERO DE LA GOBERNACIÓN DE ANTIOQUIA. Síntesis Perfil de Género, 2020. 34 GOLDBERG, Beverly. Feminicidio: Causa principal de muerte de mujeres venezolanas en Colombia. En: OPEN DEMOCRACY. 27 enero 2020. [En línea]. Disponible en: https://www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/feminicidio-la-causa-principal-de-muertes-de-mujeres-venezolanas-en-colombia/ 33


Tanto en los grupos focales como en las entrevistas, las mujeres insistieron en señalar la crítica situación que viven las mujeres migrantes. En particular, las migrantes venezolanas plantearon que: “parecía que en nuestro país no tuvieran derechos”35.

35 Grupo focal, Valle de Aburrá, realizado en agosto de 2020. 34


Tabla 2. Tipologías de Feminicidios

LEY / AUTORA

TIPO

CIRCUNSTANCIA Tener una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima, de amistad, de compañerismo o de trabajo entre víctima y agresor.

Ley 1761 de 2015

Existan antecedentes o indicios de cualquier tipo de violencia o amenaza en el ámbito doméstico, familiar, laboral o escolar por parte del sujeto activo en contra de la víctima.

Feminicidio

Ejercer sobre el cuerpo y la vida de la mujer actos de instrumentalización de género o sexual o acciones de opresión y dominio sobre sus decisiones vitales y su sexualidad. Aprovechamiento de las relaciones de poder ejercidas sobre la mujer, expresado en la jerarquización personal, económica, sexual, militar, política o sociocultural. Asesinato de las mujeres para generar terror o humillación a quien se considere enemigo.

Cecilia Canevar Feminicidio íntimo y Rosa Isac

Hay o hubo una relación entre la víctima y el/la victimario/a afectiva o familiar.

Feminicidio estatal

Hay una responsabilidad del Estado y sus agentes por acción u omisión.

Feminicidio vinculado o por conexión

Cuando una persona es asesinada al intentar impedir el feminicidio o por quedar atrapada en una línea de fuego.

35


LEY / AUTORA

TIPO Feminicidios de mujeres indígenas

Feminicidios por violencia política Feminicidio transfóbico

Categorías emergentes Feminicidio lesbofóbico

Feminicidios de migrantes

CIRCUNSTANCIA Asesinatos de mujeres que pertenecen a una comunidad indígena y que, por su condición de mujer, tienen mayor vulnerabilidad en el acceso de derechos por barreras como la lengua y la falta de canales para reclamar derechos al interior de sus comunidades.

Asesinatos de mujeres que, en ejercicio de su liderazgo político, son violentadas. La víctima es una mujer transexual y el o los victimarios, la asesinan por su condición o identidad transexual, por odio o rechazo de la misma. La víctima es una mujer lesbiana y el o los victimarios la asesinan por su orientación o identidad sexual, por el odio o rechazo de la misma.

Son los asesinatos de mujeres que dejaron su lugar de origen para establecerse temporal o permanentemente en otro país o región por violencia de género, en los que la muerte ocurre por motivos de xenofobia en contextos de discriminación y desigualdad social.

Fuente: Elaboración propia, 2021.

36


Tener en cuenta estas clasificaciones sobre el feminicidio plantea retos para su abordaje y tratamiento social y judicial. La violencia es el instrumento de poder para someter y subordinar a las mujeres, es el eje estructurante del patriarcado, y los feminicidios son la demostración de su poder que utiliza el sistema socio-sexual patriarcal para mantener las relaciones y el lugar desigual asignado social y culturalmente a mujeres y hombres en razón de su género. Desde esta perspectiva, el feminicidio es un acto social que permite sostener el statu quo de la dominación masculina 36. El o los agresores utilizan la violencia para mantener a la mujer en un orden determinado que responde exclusivamente a la voluntad masculina. Así pues, una mujer que quiere liberarse de las violencias contra ella, puede encontrar como respuesta la exacerbación de las mismas, en un movimiento circular perpetuador de la situación y que, en caso de ser roto por la mujer, puede derivar en su asesinato, representando en tal caso el fracaso del victimario para someterla 37. La afirmación anterior refiere que hay casos donde los hombres asesinan a las mujeres que han elegido como compañeras, pues estas transgreden prácticas de dominio y control que con frecuencia se nombran como amor y, por consiguiente, deberían suponer aceptación por parte de la mujer. Un acto contrario a ello, puede derivar en la no aceptación por parte del varón. En algún momento hay algo de ella que al varón se le escapa, algo que no logra comprender, ni dominar, lo que puede leerse como el fracaso del varón para someter a la mujer, derivando en el acto feminicida como respuesta a eso que de ella no puede acceder ni dominar, tal y como se analizó en el XII Informe “Agresores de la Impotencia al odio”, presentado por las corporaciones Mujeres que Crean y Vamos Mujer en el 2013. Se ha insistido en que los feminicidios representan un continuum de violencias contra las mujeres y no expresiones inconexas, en el sentido que son violencias sistemáticas, arraigadas en la desigualdad y la discriminación, por tanto cuentan con una impronta social y personal. La impronta social ha estado como indeleble en el relato fundador de la sociedad, legitimando los feminicidios como práctica natural, y la impronta personal ha sido instaurada desde el rol y estereotipo asignado a mujeres y hombres desde su nacimiento. 36 CAPUTI, Jane. The Age of Sex Crime. Ohio: Bowling Green State University Popular Press, 1987.

37 LAN y ROCHA, Op. cit.

37


Los asesinatos de mujeres en cifras Si bien, como se indicó en apartados anteriores, la Policía Nacional no consigna información que permita esclarecer si el asesinato de una mujer es o no un feminicidio, esta entidad sí presenta la información sobre asesinatos desagregada por sexo, lo que permitió establecer las cifras de mujeres asesinadas en un comparativo 2019-2020 en el departamento de Antioquia, según se presenta en la siguiente tabla: Tabla 3. Mujeres asesinadas en Antioquia, 2019 y 2020

Año

Mujeres

2020

150

2019

188

Total

338

Fuente: Policía Nacional, 2020 Durante los dos últimos años la violencia contra las mujeres ha causado la muerte a 338 de ellas en el departamento de Antioquia. En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento de este delito por subregiones, durante los años 2019 y 2020.

38


Gráfica 1. Mujeres asesinadas en Antioquia por subregiones, 2019 y 2020

Fuente: Policía Nacional, 2020

Según se puede observar en la Gráfica 1, durante el 2020 la Policía Nacional registró 38 casos menos de mujeres asesinadas con respecto al 2019, que corresponden a las subregiones del Valle de Aburrá, Suroeste y Norte antioqueño. En contraste, se presentó un aumento de registros en el Magdalena Medio, Nordeste y Oriente.

39


Mapa 1. Municipios con mayor registro de mujeres asesinadas en 2020

Fuente: Policía Nacional, 2020

40


Entre tanto, para el 2020, el INMLCF registró 11.014 homicidios en el país, de los cuales 856 fueron contra mujeres, lo que equivale al 8,5 % del total. 132 de estos casos de asesinatos de mujeres se presentaron en el departamento de Antioquia. Las subregiones donde se presentó un aumento de los asesinatos de mujeres en el 2020, con relación al año anterior, fueron Bajo Cauca, Magdalena Medio y Nordeste. A diferencia de los datos suministrados por la Policía Nacional, el INMLCF no tiene registro de mujeres asesinadas en el año 2020 en 79 municipios, de los cuales 44 tampoco presentan ningún registro de asesinatos de mujeres en 2019. Los municipios de Caucasia, Bello y Medellín son los que presentan el mayor número de mujeres asesinadas en Antioquia durante el 2020, de acuerdo con el reporte del INMLCF.

41


Tabla 4. Mujeres asesinadas en Antioquia por subregiones, 2019-2020

Subregiones Bajo Cauca Magdalena Medio Nordeste Norte Occidente Oriente Suroeste Urabá Valle de Aburrá Total

INMLCF Mujeres Mujeres asesinadas asesinadas 2019 2020 21 23

Policía Mujeres Mujeres asesinadas asesinadas 2019 2020 31 30

1

2

0

2

8 10 10 9 26 10 76 171

10 5 4 6 21 6 55 132

10 13 11 7 29 10 77 188

16 3 7 9 21 8 54 150

Fuente: Policía Nacional e INMLCF, 2020.

Nótese una diferencia tanto en las cifras de mujeres asesinadas como en las subregiones. Para el 2020, la Policía Nacional registró 150 mujeres asesinadas en el departamento, mientras que el INMLCF reportó 132. Respecto a las subregiones que reportaron aumento de mujeres asesinadas durante el 2020, la información también difiere, pues mientras Medicina Legal señala un incremento en las subregiones de Bajo Cauca, Magdalena Medio y Nordeste, la Policía Nacional señala la región del Nordeste seguida del Oriente. Lo anterior arroja una diferencia de 17 y 18 registros de mujeres asesinadas en el 2019 y el 2020, respectivamente, tal y como se ilustra en la Tabla 4. 42


Mapa 2. Mujeres asesinadas en Antioquia en 2020

Fuente: INMLCF, 2020.

43


De acuerdo con los mapas 1 y 2, las zonas que no presentaron registro de asesinatos de mujeres, tanto por la Policía Nacional como por Medicina Legal, corresponden a municipios periféricos como Arboletes, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Murindó y Vigía del Fuerte en el Urabá; Caracolí, y Maceo, Puerto Berrío, Puerto Nare y Puerto Triunfo en el Magdalena Medio. Puede pensarse la confluencia de la ausencia de registros con la ubicación geográfica, como variables a considerar en una cartografía de violencias en el territorio, donde el no registro de casos, en efecto, puede corresponder a cero asesinatos de mujeres, pero también a la derivación de los casos a otros municipios con competencia de circuito judicial1. Enfoque de género en el registro de los datos: un tejido aún por hilvanar Se subraya la necesidad de incorporar el enfoque de género en la atención a las violencias. Marcela Lagarde plantea que el enfoque de género se inscribe en el paradigma históricocrítico, en una síntesis entre la teoría de género y la perspectiva de género derivada de la concepción humanista del mundo y de la vida. Uno de sus fines primordiales es la deconstrucción de un orden social y cultural cimentado en la desigualdad, la injusticia y una valoración diferenciada de las personas en razón de su sexo. Servirse del enfoque de género para el registro de los datos ayuda a estandarizar información que dé cuenta de las violencias basadas en género. Ya se ha señalado en este informe la dificultad en el registro de los datos, tal y como se evidencia en la información entregada por el INMLCF y la Policía Nacional. 1

Por ejemplo, Puerto Berrío, es Circuito Judicial que acoge a los municipios de Caracolí, Maceo y Puerto Nare en el Magdalena Medio. Los municipios de la subregión de Urabá, señalados en el párrafo, pertenecen al Circuito Judicial de Turbo.

44


Es innegable que la ausencia de transversalización del enfoque de género o de formación género-sensitiva en las y los servidores públicos, pone en riesgo un adecuado tratamiento de los casos que se recepcionan, genera revictimización y hace que las mujeres pasen de una entidad a otra, sin que se les garantice la atención. Referido al enfoque de género en la atención de violencias, en uno de los grupos focales, señalaron lo siguiente: Hace falta el enfoque de género, porque en estos cargos colocan a personas para pagar favores políticos, sin tener en cuenta los perfiles requeridos. (…) cambian mucho de funcionarios y llegan desconectados en los procesos y en cómo se debería intervenir2. Sin duda, implementar un enfoque de género es una necesidad para la toma de decisiones en cada una de las instancias de atención a las violencias, aportando con ello a la investigación de los casos, a la disminución de la impunidad, a la sanción a los victimarios, y a la reparación integral con garantías de no repetición. En cuanto a sistemas de información, el país cuenta con el SIVIGILA, Sistema de Vigilancia en Salud Pública, el cual tiene como responsabilidad el proceso de observación y análisis objetivo, sistemático y constante de los eventos en salud, salud mental y lesiones de causa externa. Al ser las violencias un asunto de salud pública que genera afectaciones en la salud mental y ser las entidades de salud parte de la ruta de atención, estas deben remitir al SIVIGILA un registro de los casos atendidos. No obstante, al parecer, se presentan dificultades en el diligenciamiento de los formatos para el reporte, según información recogida en una entrevista realizada en el marco de la construcción de este informe: Tenemos un problema enorme con el tema de los datos y (…) es de salud pública, el SIVIGILA es el que más hemos estado conversando desde la Mesa para que todos reporten ahí, pero ahí también hay unas dificultades porque eso hay que llenar una 2

Grupo focal, Suroeste antioqueño, realizado el 5 de agosto de 2021.

45


ficha enorme y con la sobrecarga (…) Pues yo te lo digo por lo que he visto, por ejemplo, en Comisaría, la sobrecarga que tiene la Comisaria para ponerse a llenar con cada caso esa ficha (…) aunque ella lo debe hacer, incluso se supone que la Policía también, que todos deberían de notificar a ese sistema de información, pero tampoco lo hacen (…), entonces seguimos teniendo unos vacíos enormes en términos de conocer la situación real de cada uno de los territorios, de cada uno de los municipios en relación a las violencias contra las mujeres3. El testimonio anterior hace referencia a uno de los patrones señalados en este informe, sobre la dificultad para el registro de los casos. Según lo referido por la entrevistada, la sobrecarga laboral de las y los servidores públicos y lo extenso de los formularios a diligenciar, serían obstáculos en el registro adecuado de la información y su reporte a plataformas destinadas para ello. La norma y sus procesos de aplicación requieren de condiciones que faciliten el uso eficiente y eficaz de las herramientas para su implementación. Ello implica la disposición de recurso humano que apoye a servidoras y servidores públicos que atienden en la ruta, para un adecuado registro de los casos.

Trenzando información para caracterizar los feminicidios En la búsqueda de hilos que permitan trenzar la precaria información disponible sobre los feminicidios, se realizó un rastreo de prensa para identificar el registro de asesinatos de mujeres en aquellos municipios que tuvieron datos por parte del INMLCF y la Policía Nacional. La información encontrada se consigna en la siguiente tabla: 3 Entrevista, Nordeste antioqueño, realizada el 22 de julio de 2021. 46


Tabla 5. Rastreo de prensa de asesinatos de mujeres en municipios con casos reportados por el INMLCF y la Policía Nacional Lugar, medio y fecha Abejorral. Diario Oriente, 9 de

Titular y subtitulo Una mujer de 32 años fue asesinada en zona rural de Abejorral.

Descripción

Dirección web

En la noche del martes 8 de septiembre fue hallado el cuerpo sin vida de Mónica María Marulanda de 32 años, en zona rural del municipio de Abejorral, hecho perpetrado en los límites de la vereda «Canteras» con la vereda «La Peña». Según el reporte de las unidades de Policía Judicial, el homicidio se habría cometido aproximadamente a las 6:00 p.m., los indicios de este delito apuntan a que se trató de una acción sicarial, ya que la inspección técnica del cadáver arrojó que el cuerpo presentaba varias heridas con arma de fuego. Esta vereda está ubicada a dos horas de la cabecera urbana del municipio cuyo acceso es por carretera destapada.

Recuperado en: http:// diarioriente.com/ paramo/32-anos. html

47


Lugar, medio y fecha Andes. Caracol Radio, 11 de diciembre de 2020

Titular y subtitulo En Andes se reportaron dos feminicidios en menos de 24 horas. Una de las víctimas tenía 16 años, fue asfixiada, y la segunda atacada a machete. Las dos fueron agredidas por sus parejas

Descripción Consternados se encuentran los habitantes del barrio Corid del municipio de Andes, en el suroeste de Antioquia, al conocer como la adolescente Clara Elisa Arenas Henao de 16 años fue brutalmente asesinada. La joven fue encontrada por sus familiares con signos de asfixia mecánica y su cuerpo oculto debajo de la cama de su casa. El primer sospechoso de este caso es un joven de 20 años -al parecer- su pareja sentimental quien, según la investigación de las autoridades, este la había amenazado de muerte, porque -según el victimario- no podía vivir sin ella, por ello se lanzó a un río después de cometer el crimen. “… También en las últimas horas se reportó el homicidio de una mujer de unos 30 años aproximadamente, en la vereda Yarumal del corregimiento Santa Rita. La información inicial indica que su pareja sentimental, un recolector de café sería el responsable y quien también se dio a la fuga luego de propinarle varias heridas con un machete”.

48

Dirección web Recuperado en: https://caracol.com. co/emiso-


Lugar, medio y fecha

Titular y subtitulo

Barbosa. Caracol Radio, 14 de septiembre de 2020

Una pareja intervino en una pelea y terminó asesinada en Barbosa. La policía indicó que un hombre armado había intimidado a su expareja, hermana de una de las víctimas.

Descripción El hecho violento ocurrió en la vereda Guayabal del municipio de Barbosa, norte del Valle de Aburrá, allí un hombre asesinó a su excuñada y al esposo de ésta cuando intervinieron en una discusión que el victimario tenía con su expareja.

Dirección web Recuperado en: https://caracol.com. co/emiso-

Según el reporte de la policía, el hombre que asesinó a las dos personas, minutos antes había amenazado a su expareja, hermana de la mujer muerta, con un arma de fuego. “Se trata de un hecho de intolerancia, también pasional, toda vez que la expareja de una de esas personas llega hacer el reclamo entran en discusión. Su hermana y esposo llegan a intermediar y es ahí cuando el sujeto les causa la muerte a estas dos personas”, relató el coronel Omar Rodríguez, subcomandante de la policía Metropolitana.

49


50

Lugar, medio y fecha

Titular y subtitulo

Betulia. Caracol Radio, 16 de diciembre de 2020

Otra mujer asesinada a manos de su pareja sentimental en el Suroeste. El feminicidio se reportó en el municipio de Betulia cuando la víctima estaba en su vivienda en el barrio Nariño.

Descripción Una mujer que había sido remitida del municipio de Betulia en el suroeste de Antioquia a la población de Envigado, murió por la gravedad de la herida que había recibido en su cabeza con arma de fuego. La víctima fue identificada como Jasbleidy Julieth Arboleda Restrepo, de 21 años de edad, fue atacada por su pareja sentimental, el victimario le propinó un disparo en la cabeza que la dejó herida y por lo que tuvo que ser trasladada al Valle de Aburrá donde intentaron salvarle la vida. “El hecho fue en la casa de la joven, al parecer, por su pareja sentimental porque ella quería terminar la relación, y los hechos son materia de investigación en este momento. Es muy triste esta situación”, expresó el alcalde de Betulia, Juan Manuel Lema.

Dirección web Recuperado en: https:// caracol. com.co/ emiso-


Lugar, medio y fecha Caucasia. Cerosetenta, 7 de septiembre de 2020

Titular y subtitulo

Descripción

El alto costo de ser mujer en zonas de guerra. La protección institucional contra la violencia de género sigue siendo insuficiente en los centros urbanos. En regiones como el sur de Córdoba, el norte de Antioquia y el Bajo Cauca Antioqueño, el conflicto armado agrava esta vulnerabilidad y silencia cualquier denuncia.

“Una joven fue asesinada a tiros en el corregimiento de Cuturú, zona rural del municipio de Caucasia, Antioquia. La víctima fue identificada como Nicole Agudelo García. Según la Policía, sujetos armados dispararon mientras la mujer se encontraba departiendo con amigos en una fiesta en el corregimiento de Cuturú. La mujer deja una hija huérfana de dos años”. “(…) Nicole fue asesinada por su pareja, un integrante del grupo Virgilio Peralta Arenas (Los Caparros), cuando ella decidió terminar la relación…”

Dirección web Recuperado en: https:// cerosetenta. uniandes. edu.co/ el-altocosto-deser-mujeren-zonasde-guerra/

51


Lugar, medio y fecha Chigorodó. Caracol Radio, 22 de junio de 2020

52

Titular y subtitulo

Descripción

Investigan la muerte de una mujer en Chigorodó. La mujer fue hallada muerta en su vivienda de la vereda el Tigre y con una cuerda eléctrica en el cuello.

“…Al llegar no encontraron lo que se había informado, pero sí una escena más dramática. El comandante de bomberos de Chigorodó, Johnny Saldarriaga, relató que lo que encontraron fue a una mujer identificada como Zenobia Olguín de entre 28 y 32 años de edad aproximadamente que estaba tendida en el suelo de su vivienda y con una cuerda eléctrica envuelta en el cuello.

Dirección web Antioquia. Recuperado en: https:// caracol. com.co/ emiso-


Lugar, medio y fecha Ciudad Bolívar Caracol Radio, 11 de febrero de 2020

Titular y subtitulo

Descripción

Preocupación por racha de homicidios en Ciudad Bolívar. El caso más reciente es el de una joven de 24 años que fue asesinada, presuntamente por su pareja sentimental.

Luz Mery Roldán Vélez de 24 años de edad, había sido reportada como desaparecida el día lunes 10 de febrero, ella salió de su casa en la vereda La Sucia del municipio de Ciudad Bolívar, pero nunca regresó a su vivienda donde vivía con su madre. Ante la desaparición las autoridades iniciaron la búsqueda y este martes fue hallada muerta en la misma zona a unos cinco minutos del área urbana. Al parecer, fue asesinada a golpes.

Dirección web Recuperado en: https:// caracol. com.co/ emiso-

El alcalde del municipio de esta localidad del suroeste de Antioquia, Mauricio Márquez Valencia, aseguró que ya hay una persona individualizada y se investiga si se trata de un feminicidio. “De acuerdo a lo que han manifestado las autoridades con las investigaciones, ya hay un capturado que está siendo indagado para ver si tiene alguna relación con el tema sentimental”, aseguró el mandatario.

53


Lugar, medio y fecha

Titular y subtitulo

Copacabana. Tele Medellín, 9 de septiembre de 2020

Autoridades investigan asesinato de mujer transgénero en Copacabana. El cuerpo fue hallado en el kilómetro ocho de la vía Medellín – Bogotá en un camino veredal.

54

Descripción

Dirección web

“De acuerdo con el informe de las autoridades la víctima presentaba múltiples lesiones producidas con arma de fuego. La mujer trans no ha sido identificada. Vecinos del sector informaron que el cuerpo sin vida de esta persona fue abandonado en un camino veredal cercano al kilómetro 8 de la autopista Medellín – Bogotá…”

Recuperado en: https:// telemedellin. tv/autoridadesinvestiganasesinatode-mujertransgenero-en-


Lugar, medio y fecha Ebéjico. Minuto 30, 8 de abril de 2020

Titular y subtitulo ¡Terrible! Una mujer habría sido asesinada por su expareja en Ebéjico, Antioquia.

Descripción

Dirección web

“El pasado fin de semana se habría presentado el homicidio de una mujer en una vivienda del sector conocido como Los Pomos del corregimiento del Brasil, en el municipio de Ebéjico, Antioquia.

Recuperado en: https://www. minuto30.com/ terrible-una-mujer-habria-sido-asesina-

Al parecer, el excompañero sentimental de la mujer habría llegado hasta la vivienda de esta y la habría asesinado con un arma cortopunzante. Según los habitantes del sector, el crimen se presentó ante la mirada de los hijos de la víctima y sus padres. Medios locales recogen que de forma extraoficial se conoció que el presunto responsable del crimen fue hallado sin vida, se desconoce cómo se dio su muerte. Por el momento las autoridades del departamento antioqueño no han entregado detalles de este crimen que tiene conmocionado al municipio.

55


Lugar, medio y fecha El Bagre. Caracol radio, 14 de octubre de 2020

Titular y subtitulo

Descripción

Asesinada mujer en El Bagre. La mujer hacía parte de un programa de la Gobernación de Antioquia.

“La mujer de 48 años, identificada como Mary Luz Pérez, la cual pertenecía al programa Mujeres Siembra en el municipio de El Bagre, fue encontrada sin vida en su casa. La líder campesina se dirigía a entregar un pedido de unos pollos y cuando regresó a su casa recibió un ataque con arma de fuego, que le quitó la vida. En Caracol Radio dialogamos con su hermana Marleny Pérez, quien manifestó que Mary Luz no había sido víctima de amenazas y no hay claridad sobre su homicidio. Mary Luz Pérez tenía cinco hijos y hasta el momento las autoridades no han establecido las razones de su asesinato…”

56

Dirección web Recuperado en: https:// caracol. com.co/


Lugar, medio y fecha Carmen de Viboral. Mi Oriente, 9 de octubre de 2020

Titular y subtitulo

Descripción

Mujer fue asesinada en zona rural de El Carmen de Viboral.

En la tarde de este viernes 9 de octubre, autoridades de El Carmen de Viboral confirmaron el asesinato de una mujer que residía en la vereda Guamito de esta localidad del Oriente Antioqueño.

Dirección web

Recuperado en: https:// mioriente.com/ altiplano/ Según el secretario de Gobierno de El Carmen, mujer-fueDiego Layos, “la joven tenía entre 23 y 27 años y asesinano presentaba antecedentes ni ningún tipo de da-en-zoinconveniente con nadie. Las primeras hipótesis na-ruralque se tienen es que se trataría de un homicidio de-el-carmen-depasional”. viboral. html Sin embargo, el funcionario fue enfático en afirmar que los hechos son materia de investigación y esperan dar con la captura de los responsables próximamente.

57


Lugar, medio y fecha Envi gado. Alerta Paisa, 18 de octubre de 2020

58

Titular y subtitulo De 34 puñaladas fue asesinada una mujer en Envigado. El presunto agresor, su pareja sentimental, fue capturado y casi es linchado por la comunidad.

Descripción

Dirección web

Conmocionada quedó la comunidad del barrio Guanteros del municipio de Envigado, tras el asesinato de una mujer identificada como Francy Estela Grajales Jaramillo de 35 años, quien recibió 34 puñaladas, dentro de su vivienda en el municipio de Envigado, sur del Valle de Aburrá. Como presunto responsable de este crimen, fue capturado un hombre entre los 30 y 35 años de edad, quien, al momento de su captura, estaba indocumentado.

Antioquia. Recuperado en: https:// www. alertapaisa. com/noticias/ valle-deaburra/de-34punaladasfue-asesinadauna-mujeren-envigadoantioquia

Producto de este hecho, este hombre fue lesionado y presentaba un trauma craneoencefálico y múltiples contusiones en el cuerpo ocasionadas por la ciudadanía. En labores de campo y según información brindada por testigos, el hombre convivía con la víctima y en múltiples ocasiones la había agredido física y verbalmente. Después de ser dado de alta fue capturado y deberá responder por el delito de homicidio.


Lugar, medio y fecha La Estrella RCN Radio, 6 de enero de 2020

Titular y subtitulo Conmoción por asesinato de una mujer en La Estrella, Antioquia. Es el primer caso de feminicidio que se registra en el año 2020.

Descripción

Dirección web

Como Daniela Castaño Argaez, identificaron las autoridades a la joven hallada muerta con múltiples heridas de arma blanca, al parecer por su expareja sentimental en el corregimiento La Tablaza del municipio de La Estrella, sur del Valle de Aburrá (....) El comandante de la Policía Metropolitana, general Eliécer Camacho Jiménez, confirmó que uniformados del plan de vigilancia por cuadrantes llegaron al sitio para verificar la información y encontraron el cuerpo de una persona de sexo femenino que presentaba 30 lesiones de puñal. Los parientes cercanos de Daniela Castaño narraron ante los investigadores judiciales que al finalizar el año 2019, la joven había recibido amenazas de muerte de un excompañero sentimental, quien trató de agredirla con un machete. Las intimidaciones fueron denunciadas ante las autoridades.

Recuperado en: https://www. rcnradio.com/ colombia/ antioquia/ conmocionpor-asesinatode-una-mujeren-la-estrellaantioquia

59


Lugar, medio y fecha Remedios. El Tiempo, 23 de septiembre de 2020

Titular y subtitulo

Descripción

Caso de Feminicidio y profanación de tumba conmociona a Antioquia. La víctima tenía 14 años de edad. Luego de enterrada, fue hallada en un corredor del cementerio

A la familia de Anyeli Alejandra Úsuga Rúa, de 14 años de edad, le tocó sufrir dos duros golpes en pocos días. Primero, la menor de Segovia (nordeste de Antioquia) fue víctima de un atroz feminicidio y luego, un día después de haber sido sepultada, su cuerpo fue profanado y encontrado desnudo en uno de los corredores del cementerio. El pasado viernes, la menor de edad fue baleada por sicarios cuando se encontraba en el balneario El Charco de las Brujas, en Remedios, un municipio vecino de Segovia. “Es de anotar que esta adolescente fue ultimada el pasado 18 de septiembre con arma de fuego en zona rural del corregimiento de La Cruzada (…) Tras la conmoción que causó el hecho, en el municipio se llevó a cabo este martes un acto simbólico para rechazar el crimen de Anyeli y también otros casos de feminicidios recientes.

60

Dirección web Recuperado en: https:// www.eltiempo. com/colombia/ medellin/ caso-deanyeli-alejandrausuga-ruamenor-de14-anosasesinadaen-segovia-antioquia-539461


Lugar, medio y fecha

Titular y subtitulo

Descripción

Dirección web

San Roque. Caracol Radio, 20 de enero de 2020

Una discusión entre una pareja de novios terminó en tragedia.

El victimario de 25 años le propinó varias heridas con arma blanca a la mujer y luego se entregó a las autoridades.

Recuperado en: https://caracol.com. co/emiso-

Santa Fe de Antioquia. La FM, 25 de abril de 2020

Asesinato de mujer de 72 años en Antioquia suscita indignación entre comunidad

En medio del aislamiento preventivo obligatorio, en un hecho que causó conmoción entre los habitantes de Santa Fe de Antioquia, con arma blanca le causaron la muerte a la señora Ligia del Socorro Rincón Panesso, quien se encontraba en su casa ubicada en la vereda Nurqui de esta localidad.

Recuperado en: https:// www.lafm. com.co/ colombia/ asesinato-de-mu-

61


Lugar, medio y fecha Tarazá Caracol Radio, 2 de diciembre de 2020.

62

Titular y subtitulo

Descripción

Investigan homicidio de trabajadora doméstica dentro de su vivienda en Tarazá. Es la cuarta mujer asesinada en tres días en Antioquia.

En el barrio El Bosque en Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, sicarios asesinaron con arma de fuego a la trabajadora doméstica Darnelly Restrepo. Según el reporte de las autoridades, esta madre de un niño de 5 años estaba haciendo los quehaceres en su vivienda para irse para el trabajo, cuando ingresaron dos hombres que le dispararon en varias ocasiones. Al escuchar las detonaciones, los vecinos socorrieron a la víctima y la llevaron a un centro asistencial, donde murió en cuestión de minutos.

Dirección web Recuperado en: https:// caracol.com. co/emiso-


Lugar, medio y fecha Turbo. Caracol Radio, 8 de mayo de 2020.

Titular y subtitulo Una profesora de pintura fue asesinada a machete en Turbo, Antioquia. La mujer de 29 años de edad era integrante del colectivo cultural Cuarto Creciente del municipio y una talentosa dibujante.

Descripción Liceth Tatiana Plaza, de 29 años de edad, se dedicaba al sector cultural en el municipio costero de Turbo, Antioquia; tenía un bebé de cuatro años y además era estudiante de Sociología Infantil, dicen sus amigos que era una talentosa docente de pintura de la Casa de la Cultura e integrante del Consejo Municipal de Cultura.

Dirección web Recuperado en: https://caracol. com.co/emisora/2020/05/09/ mede-

63


Lugar, medio y fecha Yarumal El Tiempo, 30 de noviembre de 2020.

Titular y subtitulo Consternación por feminicidio de universitaria en Yarumal, Antioquia.

Descripción

Dirección web

El hecho ocurrió en la tarde del domingo, 29 de noviembre, cuando el hombre citó a su casa a la joven. “Ella fue a visitarlo a la casa, entre las 3:00 p.m. y 4:00 p.m. Pero a las 4:20 de la tarde, cuando llega a la casa el papá del compañero, se da cuenta que él había asesinado a la compañera y dio el reporte a las autoridades”, cuenta Miguel Ángel Peláez, alcalde del municipio.

Recuperado en: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/ feminicidio-en-antioquia-katherine-paniagua-la-victima-universitaria-en-yarumal-551966

De acuerdo con las autoridades, se procedió a la captura, pero el hombre tuvo que ser trasladado hacia el hospital de Yarumal debido a que se habría infringido heridas, que indican intento de suicidio. Sin embargo, según el alcalde, está bajo custodia de la Policía. “La información que me entregan las autoridades es que murió por asfixia debido a que la estrangularon. No presentaba heridas de ninguna índole”, precisó Peláez. Fuente: Elaboración propia a partir del rastreo de prensa en los medios de comunicación señalados 64


Los relatos consignados por diferentes medios de comunicación permiten situar algunas variables en torno a los registros de los asesinatos de mujeres en el departamento, como: ● El vínculo sentimental de las mujeres asesinadas con su victimario. ● La nominación de los asesinatos como delitos pasionales, crímenes pasionales, homicidios pasionales; alejándolos así del concepto de delito de feminicidio tipificado en la Ley. ● La vivienda como escenario prevalente en la comisión de los actos feminicidas. ● Acentuar la realización de tareas domésticas y/o de cuidado por parte de la mujer al momento de los asesinatos, por encima de la gravedad de los hechos. ● Amenazas dirigidas a las mujeres días u horas antes de su asesinato. ● Adjetivación de las víctimas, que las nomina como madres, mujeres talentosas, sin antecedentes de inconvenientes en la relación con otros. ● Ser asesinadas al parecer por haber terminado una relación sentimental. ● Ser asesinadas en actos sicariales. ● Ser asesinadas en actos brutales. ● El uso de diversas modalidades para asesinar a las mujeres: arma de fuego, asfixia mecánica, golpes, arma blanca. Sin duda, las narrativas que acompañan los registros de las mujeres asesinadas describen hechos que acentúan ideas y concepciones según las cuales, estos serían “homicidios pasionales”, suponiendo en ello un efecto del amor, lo que dificulta aún más la comprensión de los asesinatos de mujeres bajo la nominación del delito de feminicidio. Así mismo, se destaca la frecuencia con la cual los móviles de los delitos son objeto de especulación, en tanto no se ha esclarecido los hechos al momento del registro noticioso.

65


También llama la atención en varios registros la alusión al estado en que se encuentra la comunidad tras los asesinatos, siendo frecuente sentimientos cómo consternación, tristeza, indignación o enardecimiento por los hechos. Vale la pena interrogar si las respuestas subjetivas que se endilgan a la comunidad, corresponden a formas de expresar sanción social frente a las violencias o son parte del manejo periodístico para llamar la atención del lector. De igual manera, en los artículos publicados en los medios de comunicación se subraya el registro sobre la sevicia en el asesinato de algunas mujeres, asociado al uso de arma blanca, haciendo referencia a casos donde a las víctimas se les propinó más de 30 puñaladas, tal y como se registrará más adelante. Cabe interrogar por lo que se juega en un acto como estos: ¿Puede ser la cercanía del cuerpo, el hundimiento del arma en el mismo, un factor desencadenante de la ferocidad que supone propinar más de 30 puñaladas a la víctima? De otro lado, los medios insisten en nominar los hechos feminicidas como “homicidios pasionales” y, si bien la ira o el odio con la que se expresa que fueron perpetrados pueden inscribirse como un efecto de las pasiones del victimario, dicha referencia se asocia con una justificación de los hechos, soportada en la idea según la cual el “homicidio pasional” se produce en el marco de una relación amorosa que lo explica y justifica. Las siguientes líneas, tomadas de diferentes registros periodísticos, ilustran lo anterior: “Según el secretario de Gobierno de El Carmen, Diego Layos, ‘la joven tenía entre 23 y 27 años y no presentaba antecedentes ni ningún tipo de inconveniente con nadie. Las

66


primeras hipótesis que se tienen es que se trataría de un homicidio pasional’” 1 (Negrillas texto original). En esta noticia llama la atención el señalamiento de que la joven asesinada no tenía antecedentes de dificultades en su relación con otros, lo que supondría que nada malo debía pasarle. El que le ocurriera algo, aun sin antecedentes, se explica bajo la idea de homicidio pasional, sugiriendo con ello cierta autorización a la agresión en el contexto de la relación íntima. Otra noticia establece una relación entre el llamado “homicidio pasional” como característica del feminicidio: Una profesora de pintura fue asesinada a machete en Turbo, Antioquia. Es motivo de investigación de las autoridades judiciales la causa del deceso de esta joven de 29 años. Hay varias versiones, pero por ahora son materia de investigación. (…) Una de las muchas hipótesis que se manejan sobre este crimen es que estaría relacionado con una situación pasional, por lo que podría tipificarse como un feminicidio. Sin embargo, las autoridades aún no tienen un sospechoso de este homicidio2 (Negrillas texto original). Llama la atención en esta noticia, la alusión en negrilla a la “situación pasional” y la falta de un sospechoso del asesinato. ¿De dónde sale la hipótesis del crimen relacionado con una situación pasional, si no se tiene a un sospechoso? Solo se conoce por el titular de la 1 MI ORIENTE. Mujer fue asesinada en zona rural de El Carmen de Viboral. 9 de octubre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://mioriente.com/altiplano/mujer-fue-asesinada-en-zona-rural-de-el-carmen-de-viboral.html

2 CARACOL RADIO. Una profesora de pintura fue asesinada a machete en Turbo, Antioquia. 8 de mayo de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/05/09/medellin/1588991199_144486.html 67


noticia que “Una profesora de pintura fue asesinada a machete”. Las noticias sobre asesinatos de mujeres acabadas de señalar y la que se reseña a continuación, profundizan la idea, según la cual, estos son motivados por “problemas pasionales”: “La joven fue encontrada por sus familiares con signos de asfixia mecánica y su cuerpo oculto debajo de la cama de su casa. El primer sospechoso de este caso es un joven de 20 años -al parecer- su pareja sentimental, quien, según la investigación de las autoridades, este la había amenazado de muerte, porque -según el victimariono podía vivir sin ella, por ello se lanzó a un río después de cometer el crimen. El joven toma la decisión de lanzarse del puente de la variante que conduce al municipio de Jardín. Deja el celular en el puente y luego de la información que recopila la policía, se da cuenta de que ahí tenía toda la información como iba a ser el homicidio pasional”3(Negrillas texto original). El registro del asesinato de esta mujer, aunque es nombrado como “homicidio pasional”, sitúa la prevalencia del feminicidio íntimo y arroja elementos que pueden dar cuenta de situaciones recurrentes en los llamados “crímenes pasionales”: ● Existencia de una relación sentimental entre el agresor y la víctima. ● Amenazas previas a la mujer por parte del agresor. ● Planeación, con evidencias o no, del acto a cometer. ● Ocultamiento del cadáver. ● En algunos casos, intento de suicidio o suicidio, tras la comisión del asesinato, bajo el argumento de “no poder vivir sin ella”. 3 CARACOL RADIO. En Andes se reportaron dos feminicidios en menos de 24 horas. 11 de diciembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/12/12/medellin/1607728740_351700.html

68


En actos feminicidas, tras los cuales el victimario atenta contra su vida, pareciera que subyace algo del orden de lo insoportable: “no poder vivir sin ella”. ¿Qué es ese algo que lleva a cometer el asesinato de la mujer sin la cual no se puede vivir? Ese algo, ¿tiene que ver con el fracaso en el control y dominio por parte del varón a la mujer, al que se refirió más arriba en este informe? De ser así implicaría, desde luego, revisar e interrogar concepciones y prácticas en las relaciones de amor. ¿Se ama a las mujeres a quienes se asesina? ¿De qué amor se trata en el feminicidio? ¿Qué implicaciones y retos plantea esto para la prevención, atención y sanción a las violencias basadas en género y a los feminicidios? Son apenas algunas preguntas que los llamados “homicidios pasionales” puede sugerirnos. Pero esta no es una reflexión nueva, pues desde hace años diferentes académicas y/o feministas se vienen ocupando del tema y la situación. Las mismas corporaciones responsables de este informe lo vienen haciendo durante ya casi dos décadas, al abordar diferentes aspectos del entramado que subyace en las violencias contra las mujeres. También puede pensarse en “eso” de la mujer y de lo femenino que se escapa a la comprensión, control y dominio del varón, y plantearse una hipótesis según la cual “eso”, que escapa a la comprensión, control y dominio, puede motivar los feminicidios lesbo y transfóbicos, en el entendido de que la homosexualidad y/o la transformación del cuerpo hacia el sexo contrario genera preguntas que ni la ciencia ni la psiquiatría han logrado explicar de manera totalitaria para quienes, con afán, buscan respuestas que les permita aceptar “eso” que no comprenden, que no logran dominar y, en consecuencia, genera rechazo y desprecio.

69


Según lo anterior, podría afirmarse que en los feminicidios subyace no solo el odio hacia las mujeres y hacia lo femenino, sino también el fracaso en la búsqueda por su dominio. Dicho de otra manera, la hegemonía masculina se pone en jaque ante el empoderamiento de lo femenino y la búsqueda y/o práctica de la autonomía de las mujeres, que subvierten el imperativo socio-cultural de la supremacía del varón en las representaciones y relaciones de género. En la búsqueda de registros noticiosos sobre el asesinato de mujeres, se encontró el siguiente: “Mujer lesbiana mató a su compañera sentimental de 30 puñaladas en Antioquia. Una joven de 21 años de edad fue enviada a prisión, con medida de aseguramiento impuesta por el Juzgado 16 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, como presunta responsable de asesinar a su compañera sentimental”4. El asesinato de la mujer, señalado en este registro, corresponde a una mujer lésbica y se inscribe en la categoría de feminicidio íntimo, al ser perpetrado por la compañera sentimental. Se subraya en la noticia la sevicia en el acto mismo, al decir: “mató a su compañera sentimental de 30 puñaladas” ¿Qué afecto o pasión se desencadena en un sujeto, mujer u hombre, para propinar 30 puñaladas a la persona que es su compañera sentimental y hacia la que se supone existe amor? De otro lado, llama la atención la rapidez en la imposición de medida de aseguramiento y orden de prisión a la victimaria. A diferencia de la mayoría de asesinatos cometidos por varones y señalados en este informe, algo ocurrió para que, en este caso específico, 4 FUSAGASUGÁ NOTICIAS. Mujer lesbiana mató a su compañera sentimental de 30 puñaladas en Antioquia. 14 de

enero de 2020. [En línea]. Disponible en: http://fusagasuganoticias.com/word/judicial/mujer-lesbiana-mato-a-su-companera-de-30-punaladas-en-antioquia/

70


la justicia operara de manera inmediata. ¿Qué factores influyeron en ello? La noticia no presenta elementos que permitan precisarlo, pero vale la pena preguntarse si cuando se trata de diligencias donde la presunta victimaria es una mujer, ¿opera la aplicación de todo el peso de la Ley?. Preguntas como la anterior tienen sentido si nos remitimos a hechos como el caso reciente de una mujer policía acusada por el presunto hurto de una crema en una farmacia. La institución señaló que la mujer incurrió en falta gravísima a título de dolo “por apropiarse de pertenencia de particular en beneficio propio” y, por ello, la destituyeron e inhabilitaron por 11 años para ejercer cargos públicos. La acusada es la primera mujer trans en ocupar las filas de la Policía Nacional. Se presume, según cercanos a la mujer, que hubo priorización del caso, tal como lo registró el periódico El Tiempo: “Es claro para los cercanos a la uniformada que este caso fue priorizado -porque la investigación solo se tardó tres meses- mientras que hay investigaciones de mayor importancia y relevancia para la Policía y la sociedad represadas desde 2017”5. Se destaca entonces en ambas noticias la rapidez con la cual opera la justicia al procesar a cada una de las dos mujeres que, en lo demás, es importante anotar, comparten una condición que se desmarca de la heterosexualidad. Cómo no interrogar por la influencia de ello en las resoluciones sancionatorias, como muestra del rechazo social y cultural a todo aquello que no se inscribe en una lógica binaria de la sociedad, en este caso a lo diferente y femenino. 5 EL TIEMPO. Primera policía trans, Andrea Cortés, juzgada por presunto hurto. 3 de octubre de 2021. [En línea]. Disponible en: https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/patrullera-andrea-cortes-investigada-por-la-policia-622523?fbclid=IwAR0j2QAow0VYQflYe44LIYGx_8FmG6Y6yrD9emFjoBnaI0vAwaJk2b9FCPo

71


Es importante destacar las diferencias que se evidencian, en ocasiones, en el tratamiento periodístico al momento de registrar el asesinato de una mujer. Se trata de una joven asesinada en Yarumal y el registro que del mismo hecho hacen dos medios distintos: Uno de los medios señaló el hecho con la siguiente nota: “Consternación en Yarumal por el homicidio de una joven. En hechos que aún son materia de investigación, perdió la vida la joven Katerine Paniagua Tapias, de 21 años de edad. Según el alcalde de Yarumal, Miguel Ángel Peláez, el suceso habría ocurrido dentro de la vivienda de la mujer, donde residía junto a su pareja sentimental”6 Negrillas del original. Se destaca en este registro la doble alusión al hecho: de un lado, el titular señala la consternación por el homicidio de la joven y, de otro, dice que la joven “perdió la vida”, anotando que el suceso habría ocurrido dentro de la vivienda. Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra homicidio denota la “muerte causada a una persona por otra”7 y el verbo “perder”, en una de sus múltiples acepciones, alude a “ponerse a riesgo de perder la vida o sufrir otro grave daño”. Se puede acentuar en ambas definiciones, “ponerse en riesgo” o “sufrir grave daño”, la connotación de una acción que podría derivar de una contingencia, pero lo ocurrido en la noticia que nos ocupa no fue una contingencia, sino el asesinato de una mujer y en su vivienda.

6 SANMARTÍN ROMERO, Juan Guillermo. Consternación en Yarumal por el homicidio de una joven. En: EL TIEMPO. 31 de noviembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/11/30/medellin/1606737235_579987.html 7 Diccionario de la Lengua Española, Edición del Tricentenario, Fundación La Caixa, actualización 2020. Disponible en: https://dle.rae.es/homicidio?m=form

72


El medio de comunicación, al decir en la noticia que “perdió la vida” y articular el hecho al escenario de la vivienda, incurre en acentuar la naturalización y escenarios de las violencias, aun las feminicidas. Otro medio consignó el hecho de la siguiente manera: “A Katherine Paniagua, su pareja la estranguló, según las autoridades. Consternación hay en el municipio de Yarumal, en el norte de Antioquia, con el feminicidio de Katherine Paniagua Tapias, quien habría sido asesinada por su compañero sentimental”8 (negrillas del original). La manera como este medio registra el asesinato contribuye al posicionamiento de este tipo de delitos, según lo establecido en la Ley que tipifica el feminicidio como delito autónomo. Además, al explicar que la mujer habría sido asesinada por su compañero sentimental, permite situarlo en la categoría de feminicidio íntimo. Así fue tratado el hecho gráficamente y en sus titulares por cada uno de los medios señalados:

8 EL TIEMPO. Consternación por feminicidio de universitaria en Yarumal, Antioquia. 30 de noviembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/feminicidio-en-antioquia-katherine-paniagua-la-victima-universitaria-en-yarumal-551966

73


Figura 1. Tratamiento periodístico de un feminicidio en dos medios de comunicación nacionales

Fuente: Caracol Radio y El Tiempo, 2020

Otra característica en el registro de los asesinatos de mujeres está dada por la ambigüedad en la información, acentuada por lo que podría denominarse especulación por parte de quien registra el hecho, como se aprecia en el siguiente caso: El comandante de bomberos de Chigorodó, Johnny Saldarriaga, relató que lo que encontraron fue a una mujer identificada como Zenobia Olguín de entre 28 y 32 años de edad aproximadamente que estaba tendida en el suelo de su vivienda y con una cuerda eléctrica envuelta en el cuello. “Llegamos al lugar y encontramos una persona en el suelo, encontramos un cable de energía al lado y se evidencia en el cuello el maltrato de la misma cuerda…”. El hecho es materia de investigación porque aún no se ha podido establecer lo que ocurrió, pero hay varias hipótesis. Por el momento aseguran que a la casa también llegó la pareja de la víctima, por lo que es investigado para descartar violencia intrafamiliar, aunque existe otra versión y es que se pudo haber quitado la vida9 (Negrillas del texto original). 9

CARACOL RADIO. Investigan la muerte de una mujer en Chigorodó, Antioquia. 22 de junio de 2020. [En línea].

Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/06/22/medellin/1592853917_198770.html

74


En la narrativa de esta noticia, quien reporta presenta dos hipótesis: una orientada a la posibilidad de un suicidio, por la presencia de la cuerda en el cuello; otra hipótesis estaría referida a un caso de violencia intrafamiliar atribuido al hecho de que “a la casa también llegó la pareja de la víctima”. No puede dejarse de anotar el señalamiento especulativo hacia la pareja como presunto responsable, soportado en el hecho de la llegada de este a la casa de la víctima y, articulado a ello, la atribución a un posible hecho de violencia intrafamiliar. De resultar la pareja de la víctima responsable del hecho, este no sería atribuible a un hecho de violencia intrafamiliar, en tanto la Ley la ha diferenciado de la violencia contra la mujer producida por su pareja. Lo cierto es que sobre un hecho que es materia de investigación, se consigna información tejida con palabras y frases elegidas por quien construye la noticia, buscando responder a algún aspecto de la triada periodística: informar, formar y/o entretener. Esa búsqueda puede conducir a situar en segundo plano los efectos que la información emitida produce en la opinión e interpretación de las y los lectores y/o audiencias. En el informe “Un solo mundo, voces múltiples” de la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación, conocido como Informe MacBride, se consignó que: “Algunos observadores pensaron que la influencia de los medios de comunicación era tan fuerte que en efecto podrían decir a sus audiencias cómo deberían pensar y comportarse”10.

10 MACBRIDE, Sean, et al. Un solo mundo. Voces Múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. Informe de la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación/Unesco. México: Fondo de Cultura Económica, 1980, p. 39. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0004/000400/040066sb.pdf

75


Es decir, los medios de comunicación como la prensa, la radio y la televisión, tienen la capacidad de generar opinión y por lo tanto de influir en las actitudes, comportamientos y respuestas de las diversas audiencias. De allí se deriva una responsabilidad ética en el manejo de la información a transmitir, sin olvidar que con ello envían mensajes que pueden reproducir o transformar hechos de discriminación y violencias. Violencia sexual contra las mujeres La Convención Interamericana para prevenir, castigar y erradicar la violencia contra las mujeres, celebrada en Belém do Pará en 1994, y ratificada por el Estado colombiano, afirma que la violencia contra las mujeres es “cualquier acción o conducta basada en su género, que cause daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico”. Desde el 2008 se incorporó en la normatividad colombiana el daño o sufrimiento sexual de las mujeres como un tipo de violencia de género. Según la Ley 1257 de 2008, el daño o sufrimiento sexual hace referencia a: Consecuencias que provienen de la acción consistente en obligar a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales mediante el uso de fuerza, intimidación, coerción, chantaje, soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal. Igualmente, se considerará daño o sufrimiento sexual el hecho de que la persona agresora obligue a la agredida a realizar alguno de estos actos con terceras personas11.

11

COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1257 de 2008. 4 de diciembre de 2008. [En línea]. Disponible en: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=34054

76


En la Ley 1236 de 2008, “Por medio de la cual se modifican algunos artículos del código penal relativos a delitos de abuso sexual”, se definen las penas por los delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales, que es importante recordar para efectos del acceso a la justicia de las mujeres: ● Acceso carnal violento: El que realice acceso carnal con otra persona mediante violencia, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años. ● Acto sexual violento: El que realice en otra persona acto sexual diverso al acceso carnal mediante violencia, incurrirá en prisión de ocho (8) a dieciséis (16) años. ● Acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir: El que realice acceso carnal con persona a la cual haya puesto en incapacidad de resistir o en estado de inconsciencia, o en condiciones de inferioridad síquica que le impidan comprender la relación sexual o dar su consentimiento, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años. Si se ejecuta acto sexual diverso del acceso carnal, la pena será de ocho (8) a dieciséis (16) años. ● Acceso carnal abusivo con menor de catorce años: El que acceda carnalmente a persona menor de catorce (14) años, incurrirá en prisión de doce (12) a veinte (20) años. ● Actos sexuales con menor de catorce años: El que realizare actos sexuales diversos del acceso carnal con persona menor de 14 años o en su presencia, o la induzca a prácticas sexuales, incurrirá en prisión de nueve (9) a trece (13) años. ● Acceso carnal o acto sexual abusivos con incapaz de resistir: El que acceda carnalmente a persona en estado de inconsciencia, o que padezca trastorno mental o que esté en incapacidad de resistir, incurrirá en prisión de doce (12) a 77


veinte (20) años. Si no se realizare el acceso, sino actos sexuales diversos de él, la pena será de ocho (8) a dieciséis (16) años. ● Inducción a la Prostitución: El que con ánimo de lucrarse o para satisfacer los deseos de otro, induzca al comercio carnal o a la Prostitución a otra persona, incurrirá en prisión de diez (10) a veintidós (22) años y multa de sesenta y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes. ● Constreñimiento a la prostitución: El que con ánimo de lucrarse o para satisfacer los deseos de otro, constriña a cualquier persona al comercio camal o a la prostitución. Incurrirá en prisión de nueve (9) a trece (13) años y multa de sesenta y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes. ● Estímulo a la Prostitución de Menores: El que destine, arriende, mantenga, administre o financie casa o establecimiento para la práctica de actos sexuales en que participen menores de edad, incurrirá en prisión de diez (10) a catorce (14) años y multa de sesenta y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes. La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad cuando el responsable sea integrante de la familia de la víctima. ● Pornografía con personas menores de 18 años: El que fotografíe, filme, venda, compre, exhiba o de cualquier manera comercialice material pornográfico en el que participen menores de edad, incurrirá en prisión de diez (10) a catorce (14) años y multa de ciento treinta y tres (133) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes. La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad cuando el responsable sea integrante de la familia de la víctima. Para efectos de determinar los miembros o integrantes de la familia habrá de aplicarse lo dispuesto por el artículo 35 y siguientes del código civil relacionados con el parentesco y los diferentes grados de consanguinidad, afinidad y civil.

78


● Utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con personas menores de 18 años: El que utilice o facilite el correo tradicional, las redes globales de información, o cualquier otro medio de comunicación para obtener contacto sexual con menores de dieciocho (18) años, o para ofrecer servicios sexuales con éstos, incurrirá en pena de prisión de diez (10) a catorce (14) años, y multa de sesenta y seis (66) a setecientos cincuenta (750) salarios mínimos legales mensuales vigentes. Las penas señaladas en el inciso anterior se aumentarán hasta en la mitad (1/2) cuando las conductas se realizaren con menores de catorce (14) años. ● Acoso sexual: La Ley 1257/2008 adicionó al Capítulo Segundo de la Ley 599 de 2000, el siguiente artículo: Artículo 210 Acoso sexual: El que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos, a otra persona, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años12. Años atrás, la Policía Nacional ubicaba en los registros sobre violencias cada una de las tipologías de daño o sufrimiento sexual de los que trata la Ley. A partir del año 2020, esta entidad dispone de un consolidado por municipio, en el que registra el número de presuntos delitos sexuales, sin más clasificación. Este manejo en los registros entreteje el patrón relacionado con la poca estandarización de la información, y dificulta realizar análisis comparativos de un año a otro.

12

COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1236 de 2008. 23 de julio de 2008. [En línea]. Disponible en:

https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=31612

79


Las violencias sexuales son delitos que requieren abordajes específicos. Por ejemplo, las acciones de prevención, protección, investigación y judicialización de delitos relacionados con la explotación y comercialización sexual, precisan de la inclusión de normativas adicionales. Tal es el caso del uso de pornografía con menores de edad, delito ante el cual la Ley 679 de 2000 impone sanciones administrativas a los proveedores y distribuidores de contenidos. También se consideran los delitos de explotación y comercialización sexual, en tanto podrían tener delitos conexos como la trata de personas, caso en donde sería necesario activar la destinación al Fondo contra la explotación sexual de menores, adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar13 y la realización de acciones de carácter internacional. Lo que dicen las cifras sobre las violencias sexuales Según los registros de la Policía Nacional, durante el año 2020 se denunciaron 4070 casos de violencia sexual en Antioquia, 646 de ellos fueron delitos sexuales dirigidos a niños y hombres, mientras que 3421 fueron delitos sexuales contra niñas y mujeres, representando el 84 % de los casos reportados. Los reportes más altos de violencias sexuales fueron hacia niñas en 1634 casos, 584 en adolescentes y 1111 casos se registraron en mujeres adultas. Estos datos sin duda, reflejan el grado de vulnerabilidad de las niñas y llama la atención la disminución en el registro de casos en adolescentes, en contraste con el alto número de registros en mujeres adultas. 13 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 679 de 2001. 3 de agosto de 2001. [En línea]. Disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/cyb_col_ley_679_2001.pdf

80


Los datos señalados muestran una diferencia en su comportamiento con respecto a los años 2017, 2018 y 2019, donde las cifras más altas correspondieron a menores de 14 años, seguida del grupo de 14 a 28 años, mientras que las mujeres mayores de 29 años presentaron el menor registro. Los datos no aportan información que permitan esclarecer por qué las mujeres adolescentes, durante el año de pandemia, registran menos denuncias. ¿Vivieron menos hechos de violencias? ¿Tuvieron menos posibilidades de acceso a la ruta? Al estar confinadas en sus hogares, ¿tuvieron menos redes de apoyo? ¿Los hogares fueron escenarios de protección para las adolescentes? De ser así, ¿cómo leer el alto registro de casos en niñas y mujeres adultas violentadas, quienes también se encontraban en confinamiento obligatorio? Los registros de violencia sexual durante el año 2020 disminuyeron considerablemente, al reportarse 3421 frente a 7576 denuncias en 2019. Los municipios que no registraron ninguna denuncia fueron: Abriaquí, Angostura, Tarso, San Francisco y Sabanalarga. En estos dos últimos municipios no se reportaron denuncias en ninguno de los dos años anteriores

81


Gráfica 2. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en las subregiones de Antioquia, 2019-2020 (Policía Nacional)

Fuente: Policía Nacional, 2020.

De acuerdo con la Gráfica 2, el Oriente antioqueño fue la única subregión que reportó un aumento en las denuncias por presunta violencia sexual durante el 2020. Este aumento podría deberse a que las organizaciones de mujeres crearon grupos de apoyo psicosocial y de escucha activa, y al acompañamiento que se activó por parte de otras mujeres que, en ocasiones llevó a que en sus casas acogieran a víctimas de violencia, constituyendo redes de apoyo necesarias para iniciar un proceso de denuncia14.

14

82

Grupo focal con lideresas, Oriente antioqueño, realizado el 27 de julio de 2021.


Mapa 3. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en Antioquia en 2020 (Policía Nacional)

Fuente: Policía Nacional, 2020 Por su parte, el INMLCF registró la información que se consigna en la siguiente gráfica:

83


Gráfica 3. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en las subregiones de Antioquia, 2019-2020 (INMLCF)

Fuente: INMLCF, 2020.

84


Según los datos registrados en la Gráfica 2, durante el 2020 se registraron 1537 denuncias por presuntos delitos sexuales, lo que supone 804 casos menos en comparación con el 2019, año donde el total de registros fue de 2341. Exceptuando la subregión Norte, que presenta un leve aumento en los registros, las demás subregiones registraron una disminución respecto al año 2019. Se destacan las subregiones de Valle de Aburrá, Urabá y Bajo Cauca, donde los registros disminuyeron casi a la mitad respecto al año anterior. No presentaron registros los municipios de Abriaquí, Angelópolis, Caramanta, Sabanalarga, San José de la Montaña, Támesis, Tarso y Vigía del Fuerte, situación que se mantiene desde el 2019, y podría obedecer a la no presencia de sedes del INMLCF en estos territorios, como ya se señaló más arriba. Para una lectura del comportamiento de la violencia sexual por municipios, ver Anexo 3: Cuadro presunto delito sexual por municipios en Antioquia. Los registros del INMLCF son disímiles con respecto a los de la Policía Nacional. Ya se anotó que Medicina Legal no cuenta con centros en todos los municipios, por lo tanto no todos realizan atenciones sexológicas y, de otro lado, la Policía Nacional incluye en sus registros sobre presuntas violencias sexuales, actos que no requieren atención por Medicina Legal, como es la utilización o facilitación de medios de comunicación para ofrecer actividades sexuales con personas menores de 18 años, por lo tanto no son incluidos en esta entidad, lo que puede llevar a diferencias en los registros.

85


Mapa 4. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en Antioquia en 2020 (INMLCF)

Registros Violencia Sexual INML Mapa Antioquia 0 - 0 1 - 46 46 - 140 140 - 1780

Fuente: INMLCF, 2020

86


Conversando con las mujeres sobre la violencia sexual: una problemática que trasciende el contexto de la pandemia En las entrevistas y grupos focales con las mujeres se conversó sobre hechos del contexto. Por ejemplo, se compartió información referida a cómo después del confinamiento, las Nacionales Unidas generaron una alarma por el aumento en la trata con fines de explotación sexual de niñas y adolescentes, y señalaron experiencias como la del ébola, durante la cual muchas niñas y jóvenes que perdieron a sus padres, y por tanto el sustento económico, fueron inmersas en circuitos de explotación sexual como medio de subsistencia15. Dimensionar información sobre las violencias y sus contextos, sirvió de hilo para que las mujeres tejieran palabras e ideas sobre las expresiones de estas en el confinamiento, así nombraron las violencias sexuales y situaron la relación entre explotación sexual y desigualdades económicas, sociales y culturales. Algo de esto se recogió en un grupo focal: ...niñas hipersexualizadas, niñas entre 7 a 11 años, la sociedad lo normaliza y las niñas son incluidas en la red de prostitución: hoteles, conductores, guías turísticos hacen el enlace. Le han contado unos casos de abuso sexual… La Policía de Infancia y Adolescencia fue a hacer una visita, la niña dijo que lo hacía por plata16.

15 PNUD. ONU examina objetivos iniciales sobre recuperación de la crisis del ébola. 29 de enero de 2015. [En línea]. Disponible en: https://www1.undp.org/content/undp/es/home/presscenter/pressreleases/2015/01/29/u-n-shares-initial-ebola-recovery-aims-for-most-affected-countries.html 16 Grupo Focal con lideresas, Suroeste antioqueño, 05 de agosto de 2021

87


De este testimonio se destaca tanto la hipersexualización de las niñas, cada vez a menor edad, como la configuración de redes corporativas que ayudan a la consolidación de delitos como el de la explotación sexual infantil, lo que permite interrogar la sociedad en la que vivimos, una sociedad que mercantiliza el cuerpo y vida de mujeres a lo largo de su ciclo vital y que, en el caso de las niñas, se vuelve cómplice de su devastación, porque la hipersexualización y explotación sexual tienen como uno de sus efectos la devastación, con consecuencias de empuje hacia posiciones de poca valía, de no servir, casi de desecho; posición subjetiva que las hace proclives a perdurables experiencias de violencias. De otro lado, se subraya la naturalización de prácticas de explotación sexual como fuente de recursos, al decir de la niña: “lo hacía por plata”, lo que sin duda dificulta el reconocimiento social de estos actos como delitos que vulneran de manera grave los derechos de niñas, niños y adolescentes. Se reconoce entonces que las violencias sexuales son una problemática que trasciende el contexto de la pandemia y que tiene una anudación de doble vía en la estructura: de un lado, en una estructura social y cultural que las legitima y reproduce, pero también en la estructura subjetiva del sujeto que puede llevarle, de manera inconsciente, a asumirse como objeto dispuesto para el uso y satisfacción del otro. En la conversación con las mujeres en los grupos focales, reflexionaron sobre la dimensión de las violencias sexuales en contextos de extracción minera y economías cíclicas como el cultivo de café, que generan migraciones en diferentes momentos del año y, articulado a ello, incremento de explotación sexual y prostitución de mujeres cada vez más jóvenes.

88


De igual manera, estas violencias se incrementan en territorios con cultivos ilícitos, presencia de actores armados legales e ilegales, y dinámicas de conflicto armado y firma del Acuerdo de Paz. Las mujeres que viven en estrecha proximidad a los asentamientos mineros ilegales, controlados por grupos armados, están expuestas a un mayor riesgo de explotación sexual, prostitución forzada y trata. La violencia sexual relacionada con el conflicto sigue siendo un motor de desplazamiento en Colombia, que afecta desproporcionadamente a las minorías étnicas en zonas rurales remotas, contextos en los que las violencias sexuales adquieren otras connotaciones. Por ejemplo, bajo ciertas condiciones, la violencia sexual se considera como crimen de lesa humanidad. El Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) recomendó que las obligaciones de investigar y sancionar se hacen extensivas a contextos de superación de los conflictos armados, en los que se insiste en la obligación de esclarecer la verdad, atribuir justicia y reparar integralmente a las víctimas de violaciones a los derechos humanos en el marco de procesos de justicia transicional, a través de mecanismos como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). El artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional incluye dentro de los crímenes de lesa humanidad la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización forzada o cualquier forma de violencia sexual de gravedad comparable “que se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque”17. El artículo 8 del mismo Estatuto ha reconocido como crimen de guerra cometer actos de violencia sexual enunciados 17 FORER, Andrea y LÓPEZ DÍAZ, Claudia. Acerca de los crímenes de lesa humanidad y su aplicación en Colombia. Bogotá: GTZ, 2010. [En línea]. Disponible en: https://www.jep.gov.co/Sala-de-Prensa/Documents/Cartilla%20Crimenes%20Lesa%20Humanidad.pdf

89


anteriormente que constituyan una grave violación a los convenios de Ginebra18. A la fecha, en el marco de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) no se ha abierto un macro caso para investigar los crímenes de violencia sexual durante el conflicto armado, hechos que, pese a la firma del Acuerdo de Paz, siguen presentándose en el territorio nacional sin que cuenten con un mecanismo efectivo para su investigación y judicialización, lo que incrementa la impunidad. A ello se suma la gravedad que revierte el hecho de que la JEP solo investigará casos ocurridos antes del 1 de diciembre de 2016, lo que significa que los 286 casos de violencia sexual, ocurridos en el contexto del conflicto armado en los últimos 5 años, serán abordados en el marco de la justicia ordinaria, dificultando la materialización de los artículos 7 y 8 del Estatuto de Roma, señalados anteriormente.

18 Se denomina Convenios de Ginebra a tratados internacionales que contienen un conjunto de normas jurídicas destinadas a limitar la barbarie de la guerra: proteger a las personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en los combates (heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra). https:// www.icrc.org/es/doc/resources/documents/treaty/treaty-gc-4-5tdkyk.htm 90


Violencia intrafamiliar con énfasis en violencia de pareja La pandemia mostró las violencias contra las mujeres como una crisis permanente, constante e ininterrumpida, característica que la torna natural, inmutable y habitual. En todo proceso de desarrollo del ciclo vital de las personas, tanto hombres como mujeres se ven enfrentadas a situaciones de violencia que pueden variar dependiendo tanto del lugar en el que son perpetradas, como también de la etapa de la vida en la cual la persona se encuentre. Cuando se habla de violencia, generalmente, esta se da o tiene una relación directa con la desigualdad y la relación asimétrica de poder entre dos o más miembros de un grupo social. El contexto de confinamiento develó que el espacio cerrado, íntimo, cercano fue el más violento pues, ante la obligatoriedad de la cuarentena, los hogares se convirtieron en escenarios que avivaron las dificultades de convivencia y diálogo, aumentando las tensiones, conflictos y violencias que se configuraron como violencia intrafamiliar y violencia de pareja. Al hablar de violencia intrafamiliar y violencia de pareja es importante partir de reconocer que, si bien existen casos en que la violencia se da de mujeres hacia hombres y de hijos/ as hacia padres/madres, en la gran mayoría de los casos la violencia es generada de hombres hacia mujeres, y de padres/madres a hijos/as19.

19 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Comprender y abordar la violencia contra las mujeres. Violencia

infligida por la pareja. Washington, D.C.: OPS, 2013. [En línea]. Disponible en: https://www.paho.org/hq/ dmdocuments/2014/20184-ViolenciaPareja.pdf.

91


La violencia intrafamiliar, como toda manifestación de violencia, tiene diferentes factores generadores, como los individuales, sociales y culturales, todos asociados con la manera en que las personas son socializadas, el ambiente en el que viven y las condiciones económicas a las que pertenecen, siendo fundamentales para ejercer y recibir violencia: haber sido víctima de violencia intrafamiliar en la infancia, tener una dependencia económica, y haber sido socializado en ambientes con creencias altamente patriarcales y machistas20. Esas creencias que subyacen en las violencias, están arraigadas en la cultura, tal y como lo refirió una de las mujeres entrevistadas: “Generalmente, como te digo, lo principal es la violencia de pareja y el tema de la sospecha, de los celos. Hay un asunto de pronto cultural que es muy complejo…”21. La violencia intrafamiliar y de pareja se inscribe en un entramado cultural, en el que se ponen en juego las relaciones y, según el testimonio anterior, los celos. Podría decirse que en los celos se manifiesta un factor de sospecha, control y dominio, factor que, con frecuencia, se hace presente en las relaciones de pareja y se instaura a nombre del amor. Así mismo, la violencia intrafamiliar se configura en relaciones de desequilibrio de poder, en este caso, de personas que hacen parte de un mismo núcleo familiar: entre cónyuges o parejas que hayan convivido o convivan, y también dirigida hacia niños, niñas y adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad o contra cualquier 20 CONDORI FERNÁNDEZ, Marilú y GUERRERO MARTÍNEZ, Rocío del Pilar. Factores individuales, sociales y culturales que influyen en la violencia basada en género en mujeres de 20 a 64 años. Licenciatura en Obstetricia. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Medicina Humana. 2010. [En línea]. Disponible en: https://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/20.500.12672/2993 21 Entrevista, Nordeste antioqueño, realizada en julio de 2021.

92


otra persona que conviva o haya convivido con el agresor/a. Esta violencia, entonces, comprende todas aquellas acciones tendientes a generar daños físicos, psicológicos, sexuales, económicos y de género de uno o varios integrantes del grupo familiar22. Más allá de la violencia intrafamiliar, está la violencia de pareja la cual, según diferentes autores/as23, supera el ámbito familiar, ya que puede darse sin que exista ningún vínculo de los establecidos en la familia, como ocurre en las relaciones de noviazgo, en relaciones itinerantes, en relaciones extramatrimoniales y en relaciones finalizadas o en proceso de finalización. Antioquia cuenta con un total de 6 677 930 habitantes, de los cuales 3 228 014 (48,3 %) son hombres y 3 449 916 (51,7 %) son mujeres. Se estima que el 35 % de ellas han sufrido, por lo menos una vez en su vida, algún tipo de violencia física o sexual por parte de su pareja íntima, lo que equivale a decir, que cerca de 1 207 470 mujeres han padecido algún tipo de violencia contra ellas. Las situaciones de violencia que se dan entre parejas o exparejas están tipificadas en los mismos tipos de violencias ya mencionados, como lo son la sexual, la física, la psicológica, la económica o patrimonial y, a diferencia de las violencias que se dan en otros ámbitos de la vida familiar y social, en las parejas se da la violencia con comportamientos 22 INSTITUTO COLOMBIANO DE BIENESTAR FAMILIAR. Guía Pedagógica para Comisarías de Familia sobre el procedimiento para el abordaje de la violencia intrafamiliar con enfoque de género. Bogotá, 2016. 23 BARRAZA, Cecilia., BENJUMEA, Adriana y CHAPARRO, Liliana. Más que una condena: violencia contra mujeres por parejas y exparejas. En: La Manzana de la Discordia, Vol. 15. Nro. 2, (junio-diciembre, 2020), pp. 119-158. [En línea]. Disponible en: https://manzanadiscordia.univalle.edu.co/index.php/la_manzana_de_la_ discordia/article/view/10505/13206 93


controladores y dominantes los cuales buscan, por ejemplo, “aislar a una persona de sus familiares y amigos, vigilar sus movimientos y restringir su acceso a recursos financieros, empleo, educación o atención médica”, esto con el fin de poder ejercer un dominio total24. Las violencias de pareja, en familias con integrantes diferentes a la pareja, tienen repercusiones negativas en el desarrollo de la vida familiar, incluso, con frecuencia son extendidas a otros de sus integrantes. En la pandemia, estas violencias se incrementaron, afectando de manera importante a niños, niñas y adolescentes. Así lo manifestaron en uno de los grupos focales: …abuso de los menores de edad, o sea de niños, niñas, adolescentes, porque como estaban con toda la familia son un foco para que todos abusaran de nuestros niños, porque los teníamos todo el tiempo en la casa, muchos padres salían a trabajar o algo y dejaban a los niños ahí, entonces se ha incrementado mucho el abuso de niños, niñas y adolescentes en los hogares25. Por lo tanto, en nuestra sociedad, la violencia de pareja constituye una problemática social, junto a todos los otros tipos de violencias contra las mujeres, niños, niñas, adolescentes y adultos mayores. Por ello debe ser abordada y combatida, teniendo en cuenta su origen en las estructuras patriarcales y machistas, que dejan en lugares de desventaja y sumisión a las mujeres y a todas aquellas personas consideradas en condiciones de especial vulnerabilidad.

24 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Op. cit. 25 Grupo focal, Valle de Aburrá, realizado en agosto de 2021

94


Gráfica 4. Violencia intrafamiliar en las subregiones de Antioquia, 2019 y 2020 (INMLCF)

Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF)

Según se desprende de la Gráfica 4, en el año 2020 se registraron 967 casos menos de violencia intrafamiliar con respecto al 2019. Las subregiones que registraron casos inferiores a los 150 fueron Bajo Cauca, Norte, Occidente y Magdalena Medio; en contraste con Valle de Aburrá, donde se registraron 3190 casos.

95


Mapa 5. Violencia intrafamiliar en las subregiones de Antioquia en 2020

Fuente: Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF)

96


En el Mapa 5 puede observarse que se registraron casos de violencia intrafamiliar casi en la totalidad de municipios y subregiones del departamento de Antioquia, lo que, desde luego, hace necesario interrogar por los vínculos que se establecen en el escenario de la familia. Sin duda, resultaría útil ocuparse de los cambios a los que se asiste hoy este ámbito y reconocer, por ejemplo, la transformación de algunas funciones básicas. La familia dejó de ser una unidad productiva en el más amplio sentido. En el contexto latinoamericano sigue siendo un núcleo idealmente depositario de amor y esperanza, con una connotación sagrada de lo que en ella se teje, constituida por el vínculo conyugal de amor, que supone un compromiso estable y duradero, y por la relación filial, donde se desarrollan los vínculos entre padres e hijos, relación que no está exenta de las dificultades que atraviesa el vínculo conyugal. Puede sostenerse, entonces, lo difícil que resultan las relaciones al interior de las familias latinas, el entramado que en ellas subyace y, a juzgar por los registros en Antioquia, con frecuencia los hogares terminan siendo lugares de gran riesgo para sus integrantes. Pese a la disminución en los registros, durante las entrevistas y grupos focales las mujeres señalaron un aumento en la violencia intrafamiliar y de pareja, coincidiendo con datos registrados por las Líneas de atención. Por ejemplo, la Línea 15526 reportó haber recibido 18.864 llamadas por violencia intrafamiliar entre marzo y octubre de 2020, significando un aumento del 116 % frente al 26 La Línea 155 fue creada como parte del Plan Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias, uno de los ejes definidos en el Conpes 161 Equidad para la mujer. Busca atender las desigualdades y solucionar las dificultades que diariamente viven muchas mujeres en el país víctimas de violencia.

97


mismo periodo de 2019, donde se registraron 8900 casos. El 94 % de las llamadas fueron realizadas por mujeres. Tanto en 2019 como en 2020, el 75 % de las llamadas se concentraron en seis entidades territoriales: Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca, Atlántico y Santander; es decir, 3 de cada 4 llamadas se originaron desde estos lugares. Por su parte, la Línea 122 de la Fiscalía reportó que, de 14 821 llamadas recibidas entre el 25 de marzo y el 23 de octubre de 2020, el 76 % correspondieron a situaciones por violencia intrafamiliar. La Línea 123 Mujer Medellín reportó un incremento del 200 % en casos de violencia intrafamiliar, alcanzando la cifra de 44 864 incidentes entre enero y octubre de 2020. Entre el 25 de marzo y el 10 de noviembre de 2020, 4584 llamadas entrantes a la Línea 123 Mujer27 estuvieron relacionadas con violencia de pareja, reflejando un aumento del 53,8 % con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se recibieron 2475 llamadas. En los tejidos hilados por las palabras de las mujeres en las entrevistas y grupos focales, la casa, el hogar y la familia fueron las referencias más recurrentes sobre los lugares donde ocurrieron las violencias, reconociendo además que, dado el confinamiento, las posibilidades de acudir a la ruta institucional para interponer la denuncia fueron menores durante el aislamiento obligatorio decretado por el gobierno nacional. 27 Es uno de los mecanismos de atención a las violencias contra las mujeres que se deriva de las acciones del componente “Vida Libre de Violencias”, programa bandera de la Secretaría de las Mujeres de la Gobernación de Antioquia. 98


La denuncia de violencias en la ruta institucional, recurso al que se acude en situaciones de extrema vulnerabilidad Pese a la existencia de una ruta institucional para atender situaciones específicas de riesgo de violencias contra las mujeres, el confinamiento impuesto como medida preventiva frente al avance de la COVID-19 trajo consigo una disminución en las acciones de los gobiernos locales para garantizar la protección de los derechos de las mujeres, lo que acentuó las dificultades para denunciar las violencias y fortaleció los silencios. Por eso, el tapabocas, dispositivo médico vital en el contexto de la pandemia, se convirtió también en una representación simbólica del impedimento para nombrar las violencias. El gobierno nacional adoptó medidas para la prevención de las violencias de género, que incluyeron servicios de telemedicina, teleorientación, telesalud y un kit de herramientas para el fortalecimiento de las relaciones positivas en el hogar y en el ámbito comunitario, con el fin de identificar y hacer seguimiento a situaciones de riesgo, informar los canales de ayuda y comprender la situación de las comunidades. También dispuso de la línea 192 en el componente de salud mental que, al 10 de julio de 2020, había recibido 7292 llamadas, en las cuales la mayor consulta fue por síndrome de ansiedad, estrés y síntomas depresivos28, sin que se especifiquen las causas detonantes de los mismos.

28 COLOMBIA. MINISTERIO DE SALUD. Boletín de Prensa No. 544 de 2020. Minsalud destacó acciones en atención a la violencia contra la mujer. 30 de julio de 2020. [En línea]. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Minsalud-destaco-acciones-en-atencion-a-la-violencia-contra-la-mujer.aspx

99


En los casos de violencia física y/o violencia sexual, pese a que en clínicas y hospitales los protocolos indican que estos deben ser atendidos como una urgencia, las entidades de salud se encontraban colapsadas por el alto número de pacientes atendidos por COVID-19, lo que pudo influir en que las mujeres no siempre se acercaran en búsqueda de atención médica. La denuncia está en el núcleo de la ruta de atención, es requisito obligado para acceder a medidas de protección, hogares de acogida y, muchas veces, a activación de redes de apoyo e incluso a acciones de acompañamiento por parte de algunas organizaciones de la sociedad civil. No obstante, el camino hacia la misma es complejo y puede ser más largo y tortuoso de lo imaginado. En el proceso de construcción de este informe se indagó con varias mujeres sobre las motivaciones para denunciar o no situaciones de violencia. Estas fueron algunas de sus respuestas con respecto a las motivaciones para la denuncia: …el agotamiento. Dicen que cuando una mujer va y denuncia fue que aguantó mucha madera, mucho juete, mucho, mucho maltrato, porque ya no soporta más, porque siempre va a haber una gota que derrame el vaso y lo rebosa, ¡siempre!29 “La gota que rebosó el vaso”, reza el refrán popular, refiriéndose a no aguantar más. No aguantar más parece ser una razón de peso para que una mujer se enfrente al proceso de denuncia, lo que deriva por lo menos en dos interrogantes: ¿Qué lleva a una mujer a aguantar situaciones de maltrato y violencia? ¿Qué idea o experiencia tiene sobre la denuncia, que prefiere aguantar la situación violenta hasta rebosar el vaso?.

29 100

Grupo focal, Oriente antioqueño, realizado en julio de 2021.


Otra mujer entrevistada refirió la toma de conciencia como motivación para denunciar. Gracias a personas cercanas a la víctima, se adquiere apoyo para darse cuenta de la necesidad de dejar atrás una vida de violencias y se hace posible, en determinado momento, denunciar la situación: …entran en conciencia, ya que en su círculo cercano pueden tener amistades que les empiezan a hacer notar que realmente ese modo de vida no es el mejor y hay que empezar a transformar esa vida para poder empezar a transformar también el entorno en el cual se desenvuelven. Además, conocen que hay leyes que las protegen30. El testimonio anterior da cuenta de la necesidad e importancia de las redes de apoyo para que una mujer tome conciencia sobre la situación de violencia y, tal vez, decida emprender un camino para transformarla, dentro del cual estaría la denuncia y el conocimiento sobre leyes que la protegen. Lo que más sale a relucir en las conversaciones con las mujeres es la persistencia de las dificultades para activar la ruta y recibir una atención adecuada, con o sin pandemia. En diferentes encuentros, relataron que aquellas que se arriesgaron a salir para denunciar, lo hicieron porque se encontraban en una situación de extrema vulnerabilidad. Así se refirieron a ello: Denunciamos como último recurso: nos sentimos tan agobiadas, acorraladas, encerradas, que la salida es denunciar. Se denuncia cuando la violencia es repetida o se ha llegado a un límite. Pero pocas veces se denuncia en los primeros casos de violencias31.

30 Grupo focal, Suroeste antioqueño, realizado el 5 de agosto de 2021 31 Grupo focal, Suroeste antioqueño y Valle de Aburrá, realizados en agosto de 2021 101


Denunciar o no denunciar es sin duda un dilema que enfrentan las mujeres ante situaciones de violencias, y esto se fortaleció en la pandemia. En el testimonio anterior, por ejemplo, llaman la atención dos aspectos: uno según el cual la denuncia es el último recurso al que se acude para salir de la violencia. El otro aspecto se refiere a “llegar a un límite producto de la repetición de la violencia”. Cabe preguntar: ¿Cuál es el límite al que se llega en situaciones de violencia, que lleva a tomar la decisión de denunciar? El mismo testimonio permite señalar el agobio y acorralamiento como estados subjetivos que llevan a ello. No obstante, es importante interrogarse por el hecho de que la denuncia sea el último recurso al que se acude. La administración de justicia contempla la denuncia como recurso para preservar la vida e integridad de las víctimas, pero al parecer no es lo que las mujeres están considerando. Cuando una mujer se acerca a denunciar, ha traspasado el límite del acorralamiento para buscar ayuda y lo hace bajo efectos de agobio, lo que exige una respuesta adecuada, oportuna y comprensiva por parte de quienes le brindan atención en el marco de la ruta, es decir, implica ser capaz de ponerse en posición de escuchar lo que está viviendo y que la llevó, por fin, a denunciar. Denunciar tiene un reverso, la no denuncia. No denunciar situaciones de violencias está amparado en múltiples motivaciones, según se desprende de la palabra de diferentes mujeres en entrevistas individuales o grupos focales: No se denuncia porque eso es normal y tenemos que aguantarlo, ¿cierto? Hay una naturalización de las violencias impresionante en el municipio, bueno, y en general pues en este país32. 32 102

Entrevista, Nordeste antioqueño, realizada en julio de 2021.


De las palabras de esta mujer entrevistada se desprende la naturalización de las violencias como argumento para no denunciar, en tanto no se problematiza aquello que se considera normal. Otra razón expresada en uno de los grupos focales está dada por el temor que genera la presencia y control de actores armados en el territorio: Por los actores armados, porque intimidan. No denuncian por temor a que las maten, se naturaliza la idea de que las personas estén armadas. No son grupos al margen de la ley, sino civiles armados33. El control que diversos actores armados ilegales ejercen en los territorios afecta la dinámica individual, familiar y social y, con frecuencia, termina siendo legitimado por la comunidad. Así mismo, el desconocimiento sobre la ruta de atención es una razón fundamental para no denunciar. En un grupo focal lo señalaron así: Hay desconocimiento de las rutas de atención. A mí me llaman mucho y me preguntan mujeres, o por las redes sociales: “¡Ayúdeme! Dígame dónde tengo que ir, dígame dónde tengo que denunciar”34. La dificultad para denunciar se acentuó durante la pandemia, no solo por el confinamiento, sino también por el desconocimiento de las rutas de atención, poniendo en cuestionamiento el impacto de campañas de difusión, sensibilización y prevención de violencias, adelantadas tanto por entidades gubernamentales como por ONG.

33 34

Ibid. Grupo focal, Oriente antioqueño, realizado en agosto de 2021. 103


Se destaca la presencia de mujeres formadas y dispuestas a acompañar a otras, lo que resulta ser un apoyo fundamental para aquellas que viven y se encuentran en situaciones y contextos de violencias, dando cuenta de la fuerza de la solidaridad y la importancia de comprender lo que se juega en situaciones de violencias para poder ser apoyo para otras. Como correlato de lo anterior, ninguna de las mujeres entrevistadas o que participaron de los grupos focales referenció a instituciones del Estado como los lugares de apoyo en el proceso de denuncia. Por el contrario, señalaron a familiares, amigos, amigas como soporte para dar a conocer la situación y encontrar acompañamiento. Incluso, algunas señalaron la denuncia como un camino hacia la revictimización. Así lo expresaron en uno de los grupos focales: Yo lo llamo una revictimización, porque así sean mujeres que atienden, también revictimizan, porque a veces son violentas, hacen repetir, como que les gusta escuchar eso (…) uno está contando pero no está mejorando, no como cuando nosotras contamos entre las compañeras algo y vamos rebajando esa carga, pero es que no es lo mismo (…), esa es una cosa que fuera de que le causa a una dolor, rabia y uno estarla contando cuantas veces, y si va allá y es un hombre, muchas veces es peor, porque dice “Ay, pero ¿buena caricia?”, o “¿usted cómo estaba vestida?”, “¿usted por qué lo provocó?”35. Se destaca la persistencia de obstáculos que enfrentan muchas mujeres en los procesos de denuncia, que no solo tienen que ver con la dificultad para acceder a la ruta de manera oportuna, sino también con respuestas de servidoras y servidores que, como expresaron en el grupo focal, con frecuencia “revictimizan, violentan, obligan a la repetición de los hechos, no ayudan a mejorar o rebajar la carga, producen dolor y rabia”. 35 104

Grupo focal, Valle de Aburrá, realizado en agosto de 2021.


Lo señalado hasta ahora acentúa una percepción de poca credibilidad frente a la conveniencia y efectividad de la denuncia: “¿Para qué denuncio si no pasa nada?”, como en una suerte de desesperanza aprehendida, donde lo que se fortalece es la impunidad. Así fue hilado a partir de la conversación en los grupos focales: La credibilidad o no en la institucionalidad, sin duda es un asunto que también se considera… yo para qué denuncio si finalmente no pasa nada, ¿cierto? Entonces la impunidad es un asunto que también pone en consideración esa denuncia de las mujeres36. De la palabra de las mujeres que han hecho posible el tejido investigativo para este informe, se infiere la necesidad de fortalecer la formación género-sensitiva de servidoras y servidores públicos involucrados en la ruta de atención a las violencias. Así lo describieron en grupos focales en dos subregiones: Hay funcionarias que dicen: “¡Ay!, pero es que también eso les pasa por perras, es que es muy jodida, a ella le gusta que le peguen”. Hay una compañera funcionaria que, en su fuero personal, en su vida privada, vive situaciones de maltrato y de violencia y aun así no trata bien a las mujeres que atiende en su misma condición. Yo a eso lo llamo falta de sensibilidad de género y de sensibilidad social37. Es vital la cualificación y sensibilización de funcionaria y funcionarios sensibles a los temas de violencias basadas en género, para que no revictimicen, y denunciarlos cuando ello ocurre es importante38. 36 Ibid. 37 Grupo focal, Suroeste antioqueño, realizado en agosto de 2021. 38 Grupo focal, Valle de Aburrá, realizado en agosto de 2021. 105


De los aportes en los grupos focales se han ido tejiendo relatos sobre respuestas de servidoras y servidores públicos en los procesos de recepción y atención a mujeres víctimas de violencias donde se revictimiza, y también respuestas actitudinales relacionadas con concepciones sobre las mujeres que afloran en la atención, por ejemplo, al considerar a las mujeres como “perras”, así como la valoración según la cual “a las mujeres les gusta que les peguen”, ideas que están asociadas tanto a prejuicios de quien realiza la atención, como a la naturalización de las violencias y la desresponsabilización del agresor. Finalmente, es del interés de las instituciones encargadas de este informe señalar otro aspecto necesario de abordar, con el propósito de lograr una vida libre de violencias para las mujeres. Tiene que ver con la posición de la mujer agredida y su relación con el agresor. En uno de los grupos focales surgió como un asunto a comprender y que no debe conducir a desproteger a la mujer agredida. Así lo plantearon: …la mujer siguió con el hombre y a lo último ya no la atendían, a mí me tocó, ella tiene un niño pequeño, ella fue a buscarme a mi casa temblando y el muchachito en shock. Me tocó llamar a la Policía y fueron, porque ella estaba en mi casa, cuando la vieron: “Ay, ¿otra vez?”, entonces es complejo. El día de hoy esa mujer vive con ese hombre que la maltrata, pero el hecho de que siga viviendo con él no quiere decir que no tengamos la responsabilidad social de acompañarla y de ayudarla cada que necesite, pero eso es muy difícil39.

39 Grupo focal, Suroeste antioqueño, realizado en agosto de 2021.

106


Aunque este aspecto no se desarrolla en este informe, es importante señalar las implicaciones que se derivan de la posición de la mujer frente a su relación con el agresor y los actos violentos. En el testimonio se lee que “al día de hoy esa mujer vive con ese hombre que la maltrata”. No se conocen las motivaciones que llevan a esta mujer a mantener una convivencia con un hombre que la maltrata, así con frecuencia se escuche decir a las mujeres que se mantienen en relaciones donde son violentadas porque aman al compañero, porque creen que lo ocurrido no fue tan grave y ellas lo provocaron, porque “él va a cambiar”. Otras razones apuntan a la dependencia económica, a no saber cómo “sacar adelante a los hijos solas”, articulado a expresiones, según las cuales, “no saben hacer nada”. Es oportuno poner la lente en estas variables que articulan dependencia económica con posición subjetiva, en tanto terminan justificando y perpetuando las violencias. Recapitulando algunas razones esgrimidas por las mujeres para que la denuncia sea el último recurso al que acuden en situaciones de violencia o para no denunciar, encontramos la falta de credibilidad en la institucionalidad, la revictimización a la que se enfrentan en diferentes instancias de la ruta de atención, la poca formación génerosensitiva en servidoras y servidores públicos y la impunidad ante los hechos de violencia. Todos estos factores ponen en cuestión el reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos, sus posibilidades para el ejercicio pleno de su ciudadanía y la garantía de su derecho a una vida libre de violencias, pese a vivir en un Estado que dice llamarse social de derecho, y en un departamento que se precia de impulsar como mayor propósito la unión por la vida.

107


Cabe preguntarse entonces ¿cómo forjar una agenda que consolide al departamento de Antioquia como un territorio saludable, seguro, en paz y con equidad40? Con la coexistencia de situaciones como las descritas en este informe, se desprenden varios retos para lograrlo: ● Persistencia de múltiples violencias contra las mujeres, pese al amplio marco jurídico, nacional e internacional para su prevención y sanción. ● Una cultura que al parecer es inamovible de cara a las representaciones de subvaloración sobre las mujeres y lo femenino. ● Naturalización sociocultural de las violencias, instaurada de tal manera que parece indeleble. ● Insistencia en la consideración de los asesinatos de mujeres como hechos desencadenados por relaciones sentimentales que las justifican. ● Prevalencia de silencios (de las víctimas y de la ciudadanía en general) frente a las violencias y la vulneración de los derechos humanos de las mujeres. ● Fragmentación y/o poca rigurosidad en la lectura de los contextos territoriales a la hora de recoger y transmitir datos e información sobre hechos de violencias.

40 Propósito plasmado en el Plan de Desarrollo 2020-2023 Juntos Por la Vida, de la Gobernación de Antioquia. 108


● Instituciones administradoras de justicia y medios de comunicación que continúan haciendo un tratamiento inadecuado de los datos e información sobre los hechos de violencias y vulneración a los derechos humanos y, en consecuencia, de la dignidad de las mujeres. ● Dificultades de apropiación e implementación de mecanismos nacionales y locales para el registro de hechos de violencias en el país y el departamento, por parte de las diferentes entidades encargadas de acopiar, registrar y condensar información. ● Limitaciones de múltiples órdenes: estructurales, institucionales, geográficas, de información y formación, culturales y subjetivas para acceder a las rutas institucionales y lograr una atención adecuada, oportuna y respetuosa de la dignidad de las mujeres. ● Fortalecimiento de una ciudadanía incrédula y desesperanzada con respecto a la presencia y actuación de las entidades gubernamentales. Estas son solo algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de formular políticas, programas, proyectos y acciones orientadas a la prevención y sanción de las violencias contra las mujeres y las dinámicas territoriales que las agencian, máxime en contextos de crisis humanitaria como la vivida en el país a causa de la COVID-19.

109


CAPITULO II. AGENCIAS, RESISTENCIAS Y CREACIONES DE LAS MUJERES FRENTE AL RECRUDECIMIENTO DE LAS VIOLENCIAS EN LA PANDEMIA POR COVID-19 Las mujeres sabias caminan junto a nosotras haciendo de hermana, hija, amante, madre, amiga. Hacen lo que hay que hacer y siguen adelante sin obtener reconocimiento. Las apariencias engañan. ¿Cómo puedes ver sin estar preparada? La mujer sabia no busca reconocimiento, no quiere ser malinterpretada. La mujer sabia sabe sobrevivir. Aparece bajo formas diversas. Si quieres conocerla, comienza ahora. Camina por las calles de la ciudad. Escala las montañas. Lee libros. Habla con las vírgenes. Mira en tu espejo. Está por todas partes. Tao de las mujeres.

110


A lo largo del primer capítulo de este informe se evidenció la sistemática y aguda situación de violencias a la que están sometidas las mujeres en Medellín y las subregiones de Antioquia, así como también la sistemática vulneración a sus derechos humanos. Sin embargo, en medio de este panorama aciago, las mujeres han tejido la sabiduría de la sobrevivencia y se han constituido como agentes de cambio, es decir, como “alguien que actúa y produce cambios”41. A la par de la milenaria situación de desigualdades y vulneración de derechos, las mujeres han trenzado agencias, resistencias y creaciones en medio de un continuum de violencias y exacerbación de las mismas, no solo en contextos de conflicto armado y conflictividad urbana, sino también en contextos de pandemias, como la que vivimos recientemente a causa de la COVID-19. La mujer sabia sabe sobrevivir, aparece bajo formas diversas Ante el rol asignado a las mujeres en el entramado de las representaciones socioculturales del sistema de dominación patriarcal, se reproducen en ellas formas de rechazo, oposición o afrontamiento del orden establecido, lo que las confina a la subordinación, la discriminación y la naturalización de las violencias por su condición biológica y la compleja convergencia de la clase, la etnia, la geografía, entre otros múltiples factores. En medio de este sistema de opresión, la construcción de libertades y derechos encamina el surgimiento de acciones subjetivas, organizativas y políticas las cuales, a veces, con una fuerza sutil pero siempre creativas y necesitadas de mucho coraje, tienen lugar en la 41 SEN, Amartya. Invertir en la infancia: su papel en el desarrollo. Ponencia presentada en las Conferencias Magistrales “Romper el ciclo de la pobreza, invertir en la infancia”. París, 1999, p. 35

111


transgresión de las violencias machistas y sociopolíticas, deslegitimando la dominación y hermanándose en pactos políticos y afectivos con otras para el apoyo cotidiano y/o de movilización social y cultural. Marcela Lagarde42 afirma que todas las mujeres, de una u otra forma, enfrentan la opresión todos los días, solas y aisladas, aunque construyen su emancipación en colectivo, a través de cuatro estrategias que utilizan para enfrentar el poder y el dominio: 1. Asumiendo la naturalidad del dominio y de la opresión. 2. Resistiendo y desobedeciendo el poder. 3. Subvirtiendo el orden familiar, conyugal, laboral y de todo tipo con acciones opuestas y contrarias. 4. Transgrediendo, que es la síntesis de las tres formas anteriores, mediante el establecimiento de un orden propio, no definido por las normas culturales.

Sin lugar a dudas, es inminente la fuerza con la cual irrumpe en la subjetividad de no pocas mujeres la primera forma de enfrentar el poder identificada por Lagarde, según la cual se llega a hacer del dominio y de la opresión formas naturales de asumirse como mujer y de relacionarse con los otros, las otras, lo otro. Es decir, asumir la opresión y el dominio como determinación cultural, tiene efectos en la constitución de las subjetividades y se inscribe en la posición subjetiva milenaria de naturalizar que las mujeres en la relación con la otredad se convenzan, con frecuencia, de ser menos que los varones, incluso, de valer menos que otras mujeres.

42 LAGARDE, Marcela, 1990. Los cautiverios de las mujeres: madres, esposas, monjas, putas, presas y locas. Universidad Nacional Autónoma de México. 112


Las características del tejido social de las mujeres, en ocasiones mayoritariamente disperso como estrategia del orden patriarcal, tienen lugar en el capital simbólico que desvaloriza, a partir de la dominación masculina, todo lo vinculado a la feminidad43. Desde luego, históricamente han existido mujeres que se oponen a esta avasalladora discriminación y subvaloración del mandato patriarcal, a través de diversas y creativas formas de resistencia que descubren en su interior, en su subjetividad, y afloran en forma de coraje y dignidad para no dejarse dominar. Algunas veces, estas resistencias avanzan hacia ejercicios de agencia expresiva y movilizadora entre mujeres, creando acciones cotidianas que atraviesan los vínculos interpersonales para sanar, reconciliar y cuidar, o pactos políticos frente a las desigualdades estructurales que denuncian problemáticas invisibles, subvaloradas e inclusive negadas o excluidas. A pesar de las desventajas, las mujeres logran tejer maneras de visibilizar las afectaciones de la dominación, pero también sus contribuciones a la sociedad. Así conquistan avances hacia la desnaturalización de los órdenes patriarcales en los que históricamente se han socializado, son capaces de tejer formas alternativas de relacionarse, de construir y habitar un mundo más humano. En ese orden de ideas, viene bien la frase de Boaventura de Sousa Santos, cuando precisamente está decantando las condiciones para una reconstrucción intercultural de los derechos humanos y enuncia: “tenemos el derecho de ser iguales cuando la 43 BOURDIEU, Pierre. La dominación masculina. Barcelona: Editorial Anagrama, 2000.

113


diferencia nos inferioriza y el derecho de ser diferentes cuando la igualdad pone en peligro nuestra identidad”44. Las capacidades de las mujeres para destejer y tejer han sido desarrolladas por teóricas como Martha Nussbaum bajo el concepto de agencia, descrito como “la capacidad que tienen las personas para convertirse en agentes de cambio de sus propias vidas, que puedan tener voz para perseguir los objetivos que valoran. Deben contar con el respaldo de sus sociedades, brindando oportunidades para alcanzar dichas elecciones y trabajar con otros/as apoyando mutuamente las razones de su valoración”45. La agencia, en esta perspectiva, se entiende como un proceso de subjetivación que integra a los sujetos con la matriz compleja de modos de pensamiento, percepción, sentimiento, afecto y reflexión del colectivo, que en un sentido más amplio hablamos del nivel societal. De esta manera, las mujeres rompen con los mandatos de ser invisibles para, además, transgredir la relación antagónica sujeto/sociedad, convirtiéndola en una relación dialógica donde uno no existe sin la otra. Dicho de otra manera, la agencia puede ser comprendida como una reacción o respuesta activa ante relaciones de poder. En tanto las resistencias comprenden un aspecto subjetivo mediante el cual se busca desnaturalizar las violencias, el trabajo implica desideologizar lo cotidiano, aquello que es aprendido y oponerse mediante rechazo al sistema de opresión o al opresor. La correlación de fuerzas, entonces, deviene en re-crear las condiciones para hermanarse en pactos políticos mediante la organización y la movilización emancipadora. 44 DE SOUSSA SANTOS, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: Ediciones Trilce y Universidad de la República, 2010, p. 87. [En línea]. Disponible en: http://www.boaventuradesousasantos.pt/ media/Descolonizar%20el%20saber_final%20-%20C%C3%B3pia.pdf 45 NUSSBAUM, Martha y SEN, Amartya (compiladoras). La calidad de vida. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 588. 114


En general, las formas de agencia y resistencia utilizadas por las mujeres son diversas y tienen por lo menos dos objetivos: reducir la violencia provocada por el acto violento y lograr algún tipo de modificación en el lugar que ellas ocupan en relación con el agresor o el sistema de opresión. Mucho de ello han hecho y siguen impulsando cientos de mujeres para hacer frente a las situaciones de las que trata el primer capítulo de este informe y, en general, a todas las formas de vulneración a sus derechos humanos. Por ejemplo, en el contexto de la pandemia por la COVID-19 y con el recrudecimiento de afectaciones para las mujeres, su resistencia fue de diversas y admirables maneras, pues históricamente las mujeres han conocido el arte sutil de acompañarse ante los bastos dispositivos para la guerra que ostenta el orden patriarcal. Agencias y resistencias de las mujeres ante el recrudecimiento de las violencias durante la pandemia por la COVID-19 El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de Salud, OMS, ha señalado: La violencia contra la mujer es endémica en todos los países y culturas. Es dañina para millones de mujeres y para sus familiares y se ha visto exacerbada por la pandemia de la COVID-19, (…) y solo podremos hacerle frente si los gobiernos, las comunidades y las personas adoptan medidas y las integran plenamente con el fin de cambiar actitudes perjudiciales, mejorar el acceso a las oportunidades y los servicios para las mujeres y las niñas y fomentar las relaciones saludables y de respeto mutuo46. 46 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. La violencia contra la mujer es omnipresente y devastadora: la sufren una de cada tres mujeres. Boletín de prensa conjunto. 9 de marzo de 2021. Disponible en: https:// www.who.int/es/news/item/09-03-2021-devastatingly-pervasive-1-in-3-women-globally-experience-violence 115


La emergencia sanitaria originada por la COVID-19 generó la toma de medidas de aislamiento preventivo obligatorio y confinamiento durante varios periodos de tiempo en el 2020 en todo el mundo, como parte de la estrategia de salud pública para reducir la tasa de contagios. Dicho confinamiento generó una crisis económica generalizada tras la pérdida de millones de empleos cuyo impacto no es neutral, pues genera afectaciones diferenciadas en mujeres y hombres. Por ejemplo, en Colombia, según datos del DANE, en marzo de 2021 aproximadamente 3 437 000 personas se encontraban en situación de desempleo, frente a marzo de 2020, cuando la cifra era de 2 969 000 personas47. Antes de la pandemia, por lo menos 244 194 mujeres eran trabajadoras por cuenta propia, frente a 272 200 hombres. 169 344 mujeres trabajaban como empleadas domésticas, frente a 3213 hombres. 463 092 mujeres trabajaban en el sector comercio, hoteles y restaurantes, frente a 221 443 hombres. 450 682 mujeres trabajaban en el sector social, frente a 127 986 hombres48. Estas cifras dan una idea de las implicaciones de las medidas de confinamiento obligatorio. Para los sectores de la economía altamente vulnerables durante la crisis, tuvo consecuencias que profundizaron la ya crítica situación de desempleo antes de la pandemia. En el caso de las mujeres, por ejemplo, las han confinado en trabajos no remunerados en el hogar, como labores domésticas y de cuidado, con la consecuencia 47 BLANDÓN RAMÍREZ, Daniela. Desempleo en pandemia: las cifras de Colombia, Chile, Brasil y México tras un año de crisis. En: FRANCE 24. Disponible en: https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20210501-desempleo-pandemia-colombia-chile-brasil-mexico-crisis 48 IDÁRRAGA HERRERA, Paula, et. al. COVID-19 Brechas de género en el mercado laboral. Bogotá: DANE y Universidad Javeriana. Disponible en: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/genero/informes/Informe-participacion-mujer-mercado-laboral-2.pdf 116


inmediata de la dependencia económica que se asocia a un mayor riesgo de sufrir violencia intrafamiliar y violencias física, sexual, económica y psicológica. “La OMS y sus asociados advierten de que esta pandemia ha expuesto todavía más a las mujeres a conductas violentas a causa de medidas como los confinamientos y las interrupciones de los servicios de apoyo vitales”49, como la suspensión en su funcionamiento o activación de escenarios como las Mesas de erradicación de violencias en diferentes municipios. De enero a junio de 2020, 386 mujeres fueron asesinadas y 19 173 fueron víctimas de violencia intrafamiliar en el país. Así pues, el incremento de casos de violencias contra las mujeres encendió las alarmas de organizaciones e instituciones, por lo que el 20 de agosto de 2020, mujeres de los 32 departamentos y más de 500 municipios, propusieron y respaldaron un manifiesto en el que se solicitó la declaración de crisis humanitaria de emergencia nacional por violencia contra las mujeres, ante el aumento de las violencias machistas en medio de la pandemia por la COVID-19. Cuando se habla de la declaración de una emergencia humanitaria, se hace referencia al reconocimiento político de un fenómeno que no solo reaparece, sino que se agrava (como es el caso de la impulsada por las mujeres del país), lo cual da lugar a cuestionamientos importantes a la hora de reflexionar sobre lo que se han llamado “avances” en términos de derechos humanos y derechos de las mujeres. Si la estructura del orden patriarcal establece lugares de subordinación para las mujeres en la jerarquía del ser social; la pandemia por la COVID-19, sin ser una posibilidad transgresora para las condiciones materiales de existencia, agudiza la situación de violación de los 49 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Op. cit.

117


derechos humanos de las mujeres como una variable más del complejo orden patriarcal que, en palabras de Rita Segato50 es norma y proyecto. El Estado no logró prevenir ni atender el aumento de vulneración de derechos Durante la pandemia por la COVID-19, los países que históricamente han sido desiguales padecieron una crisis económica y social sin precedentes, acentuando las brechas sociales, económicas y de género, e inclusive agregando otras con mayor claridad, tales como las geográficas. El modo de vida que hasta entonces sostenía hegemónicamente la humanidad entró en crisis y el Estado no logró prevenir ni atender diversas situaciones que vulneraron los derechos a la ciudadanía en general y, de manera particular, a quienes constituyen más de la mitad de la población, significando el aumento del riesgo y/o pérdida de la vida de miles de mujeres, a juzgar por las cifras. Aunque hasta ahora se han logrado avances en materia de conquista de derechos para las mujeres, niñas y adolescentes, la pandemia develó la incapacidad de las instituciones para la atención temprana y efectiva en los lugares con alto índice de vulnerabilidad, como es el caso de los municipios y territorios más alejados de los centros urbanos principales. Así, se hizo palpable un abandono sistemático en la atención de todo aquello que no se enmarcara en la denominación de “salud pública”. Tanto los dineros que se giraron a los municipios desde la Secretaría Seccional de Salud y Protección Social de Antioquia como los presupuestos ordinarios municipales que cambiaron de destinación en el marco del estado de emergencia, fueron (y son) ejecutados por la Secretaría de Salud o los hospitales municipales según el caso. 50 SEGATO, Rita. Las estructurales elementales de la violencia. Ensayos sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2010. 118


Estos dineros se han usado para la atención de la emergencia sanitaria en contratación de personal del área salud, compra de insumos para el área de la salud, adecuación de hospitales y/o centros de salud, compra de medicamentos, compra de pruebas para la detección de la COVID-19 y fortalecimiento de estrategias para la recepción de denuncias y atención en salud mental. Todo ello es más que necesario para la contención de la pandemia. Sin embargo, se queda corto a la hora de entender las problemáticas que una emergencia como la ocasionada por la pandemia genera en las mujeres. La pandemia no solo es una crisis de salud, también es una crisis de los cuidados, económica, relacional y de convivencia, que conlleva a una mayor vulnerabilidad de las mujeres frente a las violencias de género, evidenciada en las cifras presentadas anteriormente. La pandemia significa un nivel de deterioro superior inclusive al que ya se había empezado a nombrar como “crisis civilizatoria”, entendida como crisis estructural del proyecto capitalista, colonial y patriarcal. ¿La norma hace muy difícil garantizar una atención adecuada y oportuna a las violencias? Con la declaración del estado de emergencia sanitaria por parte del gobierno nacional, los derechos de las mujeres, entre ellos el derecho a una vida libre de violencias, pasaron a segundo plano. La totalidad de municipios del departamento de Antioquia citan casos de violencia de género o violencia intrafamiliar y refieren campañas de prevención o habilitación de canales de denuncia. Ambas estrategias parecen haberse quedado cortas en el escenario de la pandemia (e inclusive en contextos no pandémicos), por las condiciones que atraviesan las mujeres en el entramado de una situación de vulneración y/o de violencia.

119


Las campañas de prevención no han tenido un impacto significativo en la gran mayoría de casos, tampoco los canales de denuncia mitigaron el riesgo. Líneas de atención como el 123 y el 155 no lograron atender casos de algunas mujeres por su alta demanda. Los tiempos de respuesta promedio oscilaban entre una hora y treinta minutos51, conllevando a la no espera por la atención. En algunos municipios habilitaron líneas de atención por WhatsApp, para favorecer la comunicación y el conocimiento de hechos de violencias. Otros, por el contrario, no contaron con rutas que se adaptaran a los cambios generados por el confinamiento, o la población no recibió información sobre las mismas, lo que limitó aún más el acceso para mujeres de corregimientos y veredas apartadas, a lo que se sumaron las dificultades de conectividad y acceso a redes en diferentes territorios. En medio de este panorama, resultan claras las dificultades para una atención adecuada y oportuna. Una de las mujeres entrevistadas se refirió a ello de la siguiente manera: …ninguna atiende de manera eficaz, por eso lo decía ahorita, se chutan la pelota, porque es que la responsabilidad del caso no sé si es que les parece muy complicado, si es que la ley se los está poniendo muy difícil, que para ellos usted va a la policía y se lo chuta [deriva la responsabilidad] al hospital, el hospital te manda para la inspección, a veces ninguno quiere ser el primero que inicie en el proceso y si lo inician se queda iniciado52.

La ley, la norma, ¿se los pone muy difícil?, interroga la mujer del testimonio y parece que ningún actor institucional quiere ser el primero en activar la ruta, es la valoración que logra hacerse la entrevistada ante una supuesta falta de asunción de responsabilidad por parte de las entidades receptoras de los casos. Con frecuencia, las mujeres refieren 51 Grupo focal con lideresas, Norte de Antioquia, realizado el 12 de agosto del 2021. 52 Entrevista, Bajo Cauca, 2021 120


no haber encontrado una respuesta efectiva, tampoco el acompañamiento por parte de la institucionalidad, dificultad que se acentuó durante la pandemia, haciendo crítica la situación. En algunos lugares se interrumpió la prestación del servicio por parte de entidades de orden municipal, como inspecciones de policía, Policía de Infancia y Adolescencia y Fiscalía. A esto se suma que las Mesas de Erradicación de Violencias dejaron de sesionar y las Comisarías de Familia, aunque seguían atendiendo, no tenían todo el personal ni condiciones para hacer frente a la situación. Una de las mujeres entrevistadas manifestó lo siguiente: La comisaría, aunque prestaba atención, estaba depurando atenciones atrasadas, aun cuando cuenta con ruta de atención a mujeres víctimas de la violencia53. Las comisarías y sus equipos de trabajo cumplen un papel de suma importancia en la ruta de atención a violencias. En junio de 2020, la Comisión Legal de la Mujer del Senado realizó una audiencia pública con el fin de conocer el desempeño de las comisarías y la capacitación de funcionarios y funcionarias para la atención de casos54. En el año en curso se aprobó la Ley 2126 de 2021 que reforma las comisarías, ley que es necesario conocer, apropiar y difundir, en tanto tiene como una de sus funciones “Brindar atención especializada conforme a los principios rectores de la presente ley y demás parámetros constitucionales y convencionales en materia de derechos humanos y erradicación de las violencias en el contexto familiar, en especial las violencias por 53 Ibid. 54 COLOMBIA. SENADO DE LA REPÚBLICA. Las mujeres asumen el impacto más alto de la pandemia, el de las violencias y el socioeconómico. 2020. [En Línea]. Disponible en: https://www.senado.gov.co/index. php/prensa/lista-de-noticias/1333-las-mujeres-asumen-el-impacto-mas-alto-de-la-pandemia-el-de-las-violencias-y-el-socioeconomico 121


razones de género y la violencia contra niños, niñas y adolescentes, y personas adultas mayores”55. Además, rige su actuación bajo los principios de acción sin daño. Otro factor que afecta el acceso a una adecuada atención, y por lo tanto a los procesos de denuncia, está relacionado con una alta rotación de funcionarias y funcionarios públicos e insuficiente formación género-sensitiva. Una de las quejas recurrentes en el tema de atención a víctimas es la falta de idoneidad de funcionarias y funcionarios, lo que acentúa su desconexión con la realidad de las mujeres afectadas por violencias. Así mismo, se suma la poca articulación por parte del personal de las entidades estatales que operan las rutas. Pareciera que el adecuado y oportuno funcionamiento de las mismas dependiera más de las voluntades de los gobernantes de turno que de las orientaciones procedentes de una clara normativa nacional. La posibilidad de nombrar los obstáculos de las mujeres para acceder a la atención y a la restitución de sus derechos como violencia institucional, no estaría desconociendo que el orden social se legitima y reproduce a partir de las mismas instituciones que funda para su control.

55 COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 2126 de 2021. 4 de agosto de 2021. [En línea]. Disponible en: https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202126%20DEL%204%20DE%20AGOSTO%20DE%202021.pdf 122


Tejiendo experiencias y significados desde y para las mujeres en el confinamiento obligatorio por la COVID- 19 Otra situación recurrente que se presentó en el tiempo de confinamiento fueron las afectaciones a la salud mental, que generaron un incremento en la demanda de atención, desbordando la capacidad de los municipios para ofrecer atención adecuada y oportuna. A diversas estrategias creadas para ofrecer atención, se sumó la contratación en varios municipios de personal de salud que incluyó profesionales para la atención psicosocial de la población. No obstante, en los grupos focales las mujeres manifestaron sentirse desprotegidas por lo precario de la atención e hicieron alusión a estar ante una situación donde opera la expresión popular “sálvese quien pueda”56, para manifestar cómo se sentían en materia de atención a la salud mental en su municipio. Las mujeres afrontaron situaciones difíciles, el confinamiento y cuarentena significó una mayor precarización de sus condiciones materiales de vida, recarga de las tareas domésticas y de cuidado, mayor riesgo y situaciones de violencias. Sin duda, la pandemia y las medidas de confinamiento obligatorio afectaron a toda la población. Sin embargo, para las familias de escasos recursos la situación fue peor y dentro de ellas para las mujeres. Sumado a la ya muy difícil situación económica, muchas mujeres enfrentaron otras situaciones que afectaron su salud mental. Así lo narró una de las mujeres entrevistadas: …es que no me aguanto a este hombre todo el día diciéndome que no estoy bien arreglada, en un encierro de estos bien horrible y psicológicamente fue muy duro para todas, y tener también ahí a un hombre todo el día poniendo más problema, a mí me parece que ese encierro fue muy duro57. 56 Entrevistas Occidente antioqueño, realizada en julio de 2021. 57 Entrevista lideresa, Norte de Antioquia, realizada en agosto de 2021. 123


No estar bien arreglada, según el testimonio anterior, fue un reproche realizado por un hombre que “todo el día ponía más problema”. Más problema del que ya significaba el encierro y al que se le sumaba tener que estar arreglada, generando una presión psicológica que no pasa desapercibida al analizar algunos alcances del confinamiento. En Antioquia, los subsidios que se entregaron por parte del gobierno nacional, al parecer, no tuvieron enfoque diferencial ni de género. Si bien muchas mujeres recibieron subsidios, lo hicieron por pertenecer a programas, proyectos o estrategias previas a la pandemia o por inscribirse a ellos en el marco de la misma, anotando en ello la dificultad de muchas para acceder a la inscripción debido a falta de información o precarias condiciones tecnológicas para lograr el registro y beneficio ofrecido. Es decir, cientos de mujeres de las zonas urbanas más marginales y de las veredas más alejadas quedaron por fuera de cualquier beneficio otorgado por los gobiernos locales y nacional, poniendo en evidencia la precarización del Estado colombiano para atender emergencias nacionales como la ocasionada por la pandemia de la COVID-19. Una de las mujeres entrevistadas se refirió así a la situación: Esta situación de cuarentena ha sido difícil (…) económicamente he estado muy preocupada, el hijo que vive conmigo trabajaba vendiendo dulces y ahora no ha podido salir, una hija, que no vive aquí, estaba trabajando, había empezado cuando la cuarentena y le cancelaron el contrato, todo eso psicológicamente es pesado, me afecta mucho, y operada no puedo salir a realizar el reciclaje (…) una señora vino y me dijo que como yo estaba necesitada pusiera un trapo rojo que significaba que necesitaba alimentos, entonces hice eso, y otra gente también empezó a hacer eso. Pensé que de verdad era una ayuda, que sí me iban a dar alimentos, y como el alcalde hizo recolección de mercados, según decían en la televisión, pero no llegó nada58. 58 Entrevista a mujer en el Valle de Aburrá, realizada en junio de 2020. 124


Aunque los gobiernos locales y nacional acopiaron y entregaron ayudas, muchas familias no lograron acceder a ellas y quedaron abandonadas a sus funcionamientos. Se propone el término “funcionamiento” en el sentido propuesto por Amartya Sen, quien hace referencia a “las diversas cosas que una persona puede valorar hacer o ser”59. En la cuarentena se puso en juego el funcionamiento de vecinas, vecinos y ONG, que decidieron ser solidarios y hacer gestiones para aportar a su bienestar y al de otras personas. Así se refirió a esta actitud una de las entrevistadas: “La gente es solidaria, los que me conocen llegan, que vea vecina le traje una bolsa de leche… También la ayuda de ONG que trabajan con nosotras fue de gran ayuda. Y entonces así reunía y compartía con vecinas que tampoco tenían”60. A la par que crecía la capacidad de resistencia y la solidaridad, también se profundizaron valoraciones ciudadanas de incredulidad en el Estado: Si ahora volvieran a sacar el trapo rojo61, ya no lo sacaría, porque no creo en esas ayudas. El desconsuelo y la rabia enferman, hace que uno pierde la fe en el gobierno, en los grandes líderes. No se sabe cómo es que reparten los recursos, las ayudas. Uno parece pidiendo limosna, poner el trapo rojo es como pedir limosna y que los grandes se burlen, no atienden a las necesidades, eso da desesperanza (…) Al gobierno yo le diría que mire a las personas realmente necesitadas y repartan los recursos, que no hablen tanto, sino que atiendan a las personas que lo necesitan62.

59 SEN, Amartya, Op. cit. 60 Entrevista a mujer en el Valle de Aburrá, realizada en junio de 2020. 61 Fue una estrategia que surgió durante la cuarentena como indicador de que las familias estaban confinadas en sus casas sin comida. Fue un SOS para poder acceder a los alimentos. 62 Entrevista a mujer en el Valle de Aburrá, realizada en junio de 2020. 125


Atención a las necesidades de quienes lo precisan, es una demanda de muchas mujeres buscando acceso a derechos. Búsqueda en la que las habita la desesperanza y se sienten pidiendo limosna, según se lee en las palabras de esta mujer entrevistada. La pretensión de las mujeres de acceder a derechos termina siendo un factor de “desconsuelo y rabia que enferma” y ello ocurrió no solo durante la crisis desencadenada por la pandemia, sino que es un asunto cotidiano en la búsqueda de las mujeres por ser reconocidas como sujetas de derecho, en la búsqueda del derecho a vivir sin violencias. Si bien las violencias contra las mujeres no son una pandemia, sino que son perpetradas por alguien con rostro y nombre, por la magnitud y extensión de las mismas en los hogares y a lo largo y ancho del territorio nacional, podría interrogarse por la capacidad o voluntad del Estado para atender, prevenir y sancionar un fenómeno creciente, sistemático y estructural como este. Agencias y resistencias que fortalecieron la sabiduría de las mujeres y tejieron posibilidades entre ellas y para ellas La pandemia ha dejado ver la precariedad de un Estado social de derecho, en contraposición a las poderosas acciones de la sociedad civil, la resistencia colectiva de las mujeres y su capacidad de agencia. El poder de agencia y creación de las mujeres radica en tener prácticas solidarias entre sus grupos. Las redes de apoyo de las mujeres, esas que tejen y sostienen, agrupan, cuidan y protegen, logran lo impensable en las sociedades, pues las une algo más que una teoría o una ideología, las une una realidad continuamente desfavorable y violenta.

126


Mientras que la vulneración de los derechos de las mujeres evidencia las estructuras de poder que sostienen las relaciones sociales basadas en el uso de la violencia, las mujeres y sus creaciones feministas buscan que las relaciones sociales estén cimentadas en el cuidado y la sororidad. Por ejemplo, en algunos municipios del Oriente antioqueño, desarrollaron estrategias para apoyar a familias urbanas, como lo relataron en el grupo focal: Jóvenes de la agrupación Conciencia Colectiva (…) reunieron unos fondos para comprar semillas para que las familias tuvieran una huerta urbana y tuvieran pues como la accesibilidad a ciertas hortalizas en sus casas (…) hicieron las huertas solidarias, en este momento todavía se está implementando esa acción63. Solidaridad y cuidado, prácticas cotidianas con las que las mujeres encontraron maneras de hacer para subsistir y aportar a otras durante la pandemia y confinamiento; maneras de hacer, de producir y comercializar que aun en el aislamiento ayudaron a mantener lazos, a generar ingresos y a garantizar la alimentación, como se desprende del testimonio anterior. En el confinamiento también se fortalecieron maneras de comercializar lo producido en las huertas caseras, en una dinámica al estilo de un circuito solidario donde el producto les generaba ingresos que invertían en la alimentación de la familia, mientas que otras disponían de recursos para apoyarlas a través de la compra de sus productos. El siguiente testimonio aporta en este sentido:

63 Grupo focal con lideresas, Oriente antioqueño, 27 de julio de 2021. 127


Doña Dora se dedicó en pandemia a la huerta, hasta nombres le puso: María pandemia, COVID. Entonces ella sacaba fríjol, maní, cilantro, yo le mandaba la plata y ella me hacía llegar las cosas64. Esa búsqueda por garantizar alimentos para la familia y “hacer llegar las cosas” fueron algunas de las acciones que parecen cotidianas, pero que en el confinamiento y aislamiento social cobraron valor y se fortalecieron en tanto acciones de resistencia entre mujeres. Acciones de solidaridad entre mujeres que fueron fundamentales para el sostenimiento y la seguridad alimentaria de muchas familias en diferentes veredas y corregimientos: Se crearon grupos de apoyo y se daba de lo que sobraba. Por ejemplo, yo tengo dos libritas de arroz, me sobra una y hacía unos paquetes que llevaba a las personas que no tenían cómo sostenerse. Hicimos con la concejala, una campaña muy bonita, que fue recoger productos de higiene y aseo para las mujeres (toallas higiénicas, pañitos, protectores, pastillas anticonceptivas), hicimos unas jornadas de entrega en los barrios y en las veredas como donde había más vulneración -las más vulnerables- porque nadie piensa en eso, en el mercado ¿quién hecha unas toallas higiénicas o anticonceptivos?65. Dirigir la mirada y centrar el apoyo hacia mujeres con mayor vulnerabilidad da cuenta no solo del conocimiento y lectura contextual que las mujeres tienen sobre su territorio, sino que sugiere la vulnerabilidad y violencia económica que, con o sin pandemia, constituye el diario vivir de muchas de ellas y sus familias en los diferentes territorios del departamento. Esa vulnerabilidad, en muchas ocasiones, es la razón para juntarse con otras y tejer lazos de apoyo y solidaridad. 64 Grupo focal con líderesas, Norte de Antioquia, realizado el 12 de agosto del 2021. 65 Grupo focal con mujeres, Oriente antioqueño, realizada el 27 de julio de 2021. 128


Las mujeres, fruto del trabajo que han desarrollado durante años en colectivo, conocían sobre la situación difícil de sus pares antes de la pandemia y supusieron que estas se recrudecerían en el confinamiento, por lo que se las arreglaron para llegar, conversar, acompañar, apoyar, informar sobre ayudas, inscribir a otras en programas. De a una, y sin haberlo planeado previamente, fueron tejiendo acciones psicosociales de acompañamiento y apoyo: Estos grupos entre mujeres que están en todos los municipios se convirtieron en unos espacios de escucha dentro de la pandemia para las mujeres. Ahí las mujeres llevaban como todos sus sentires, las otras las escuchaban, les daban palabras de aliento66. Los espacios para la escucha fueron una estrategia no solo incentivada por la institucionalidad para atender las afectaciones de salud mental, sino también una manera en que las mujeres tejieron apoyo y acompañamiento a otras, aun en medio del confinamiento y el distanciamiento social. El siguiente testimonio es muestra de ello: Cuando alguna mujer estaba diagnosticada con COVID, otras iban a las ventanas a visitarla y ahí le hablaban, la acompañaba para que no se sintieran sola67. Sentirse solas es algo de lo que se quejan las personas con frecuencia y, de manera particular, las mujeres. En el confinamiento este sentimiento se acentuó: sola para afrontar las implicaciones de la pandemia, sola para asumir las tareas domésticas y de cuidado y, en muchos casos, sola para asumir la manutención de la familia. Sola por el aislamiento preventivo, sola cuando se le diagnosticó positivo para COVID-19, pero otras mujeres, las vecinas, las de la organización, se las arreglaron para acercarse a las ventanas y desde allí acompañar. 66 Ibid. 67 Ibid. 129


Los procesos organizativos de las mujeres en diversos municipios han logrado consolidar un tejido que permite tener lecturas y ampliar las reflexiones en torno a las realidades de las mujeres antes y durante el confinamiento en territorios apartados. En entrevista realizada a algunas mujeres, se les preguntó por la motivación para juntarse y esta fue una de sus respuestas: Tiene mucho que ver, inicialmente, con lo económico, la autonomía económica es el eje que mueve, digamos, ese querer juntarse con otras para resolver también situaciones materiales, y de encontrarse con otras empiezan también a trabajar, a suceder otras cosas68. De la cita anterior se subrayan dos elementos: de un lado, la búsqueda de autonomía económica como eje que mueve el querer juntarse de muchas mujeres, anotando que, según el testimonio, la autonomía económica se orienta a resolver situaciones materiales. De otro lado, se destaca cómo el encuentro con otras permite “trabajar otras cosas”. Aunque en la entrevista no se desarrolla más la idea, está claro que las respuestas de muchas mujeres durante la pandemia, según se señaló anteriormente, podrían inscribirse en esas otras cosas que empiezan a suceder cuando se encuentran y que se tradujeron en maneras de tejer acompañamiento y solidaridad. La solidaridad fue, en muchos casos, el único apoyo que recibieron algunas mujeres que, aunque se inscribieron y buscaron ayuda del gobierno, se quedaron esperando. Así se recogió en uno de los grupos focales: Del gobierno nada, los servicios siguen llegando, tengo deudas y eso afecta psicológicamente, tanto pensar en las necesidades y en las deudas, en esta 68 Entrevista a lideresa, Nordeste antioqueño, realizad el 22 de julio del 2021.

130


incapacidad (…) cuando encuestaron quitaron el trapo rojo y esperaron la ayuda, pero por acá no ha llegado nada, la gente sigue esperando. Yo no, ya no espero nada69. No esperar nada termina siendo una posición en la que se sitúan muchas mujeres ante el fracaso de las gestiones realizadas para acceder a sus derechos, no solo durante la pandemia sino en la cotidianidad de la vida, dificultando sin duda no solo las posibilidades de satisfacción de necesidades básicas, sino también las motivaciones y fuerzas para organizarse y sostener la lucha por la defensa de sus derechos. La pandemia debilitó la dinámica organizativa y dificultó el encuentro y construcción colectiva de la mayoría de organizaciones aunque, por otro lado, la creatividad, resistencias y agencia se pusieron a prueba y los procesos y experiencias de las mujeres organizadas cobraron mayor sentido e importancia al aportar una mirada particular que sin duda amplía la construcción cartográfica del territorio, según se conoció en un grupo focal: Yo quiero decir una cosa, pero no sé si quede suficientemente clara la situación de las mujeres en el Oriente, es que aquí uno trabaja no simplemente por la reivindicación de las mujeres, sino por la construcción de un territorio con mirada de mujer, aquí la mirada es territorial no sectorial y se sabe que, si tenemos la mirada territorial con mirada de mujer, ahí está la reivindicación (...) no sé si se han dado cuenta que hay una mirada que es muy territorial70. La palabra de esta mujer da cuenta del aporte que hacen a la construcción del territorio, pues este, en tanto construcción social, cultural y política, se teje incluyendo a las mujeres, 69 Entrevista a mujer de procesos formativos en el Valle de Aburrá, realizada en junio de 2020. 70 Grupo focal con lideresas, Oriente antioqueño, 2021. 131


teniendo en cuenta su mirada, su palabra reivindicadora de derechos y sus aportes y, aunque pasen por momentos de desesperanza, con frecuencia superan la reivindicación sectorial en favor de la construcción colectiva del territorio. De igual manera, se señala como resistencia y agencia el papel de las mujeres en la radio. Cómo no subrayar lo que significa llegar a un pueblo escondido en la majestuosidad de las montañas, pueblos con techos envejecidos y en sus calles y parques una mixtura que da cuenta de la urbe, la ruralidad y el campo. Allí, cada semana, aun en medio de la pandemia, la radio anunció el programa de las mujeres. Allí estaban ellas, hablando de tantos temas que les conciernen, y no para magnificarlas, denigrarlas, cosificarlas, sino para darles un lugar en tanto ciudadanas sujetas de derechos. Sin duda, la audiencia no siempre imagina o reconoce lo que hay detrás de esas valientes mujeres que, sin ser periodistas o comunicadoras, ni investigadoras, leen, investigan, se informan y se forman para construir semana a semana un guion en el que ordenan un tema que les interesa transmitir con la firme convicción de ser aliadas y voces por los derechos de las mujeres. Durante la cuarentena y el confinamiento, mujeres en diferentes municipios lograron mantener su presencia en la radio. Artesanalmente y bajo la dinámica de ensayo y error, se ingeniaron llamadas y audios, construyeron complicidades con el personal técnico en las emisoras y así mantuvieron su voz, animando a sus audiencias, invitando al cuidado, alertando sobre posibles riesgos derivados del confinamiento, informando sobre líneas de atención para situaciones de agresión y violencias, reflexionando sobre las recargas y redistribución del trabajo doméstico y el trabajo de cuidado. Es esperanzador y realmente conmovedor vivenciar lo que hacen y significan las mujeres

132


y lideresas en cada territorio. Compartir la cotidianidad en un encuentro, acompañarlas en su gestión, atestiguar cómo tejen su quehacer, los nudos y enredos que hacen y deshacen, la combinación obligada entre sus roles como madres, esposas, amas de casa y lideresas. Todo ello, necesariamente obliga a reafirmar lo valioso y necesario de la resistencia, agencia y creaciones de las mujeres en cada territorio.

133


CONCLUSIONES Lograr un punto de pausa en el tejido de un texto orientado a mostrar algo de lo que constituye la vulneración a los derechos humanos de las mujeres, así como sus agencias, resistencias y creaciones frente al recrudecimiento de las violencias en la pandemia por COVID-19, se hace necesario en aras de lograr situar también la posibilidad de conversar y pedagogizar sobre lo hasta aquí elaborado. Se espera dar continuidad a la investigación de lo que se abre y se deja incompleto en este esfuerzo de acopio y análisis de información. Tal vez esta misma incompletud sea motor de nuevas puntadas, de otros tejidos y formas que aporten a un mundo donde “cerrar el grifo” de las violencias sea compromiso de todas y todos. De este esfuerzo de tejido colectivo se reitera la complejidad para el análisis que implica la falta de uniformidad en la manera de nombrar y clasificar las violencias contra las mujeres en los registros de las entidades públicas; el silencio, ocultamiento e invisibilización sobre las violencias en el orden social y frente a denuncias en las instancias estatales; el uso ético de los datos y el tratamiento de la problemática, aspectos que llevan una vez más a visibilizar el entretejido de las narrativas, imaginarios y acciones político-públicas para avanzar en la erradicación de las dinámicas que constriñen la dignidad en la vida y cuerpos de las mujeres. Se reconoce una normatividad necesaria para el reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos y protección de su integridad. No obstante, se insiste en señalar las brechas entre la aprobación y reglamentación de la norma y su implementación,

134


apropiación y cumplimiento por parte de servidoras y servidores públicos encargados de cada instancia con responsabilidad en la ruta de prevención, atención y sanción a las violencias. Se subrayan los esfuerzos en la creación de sistemas de información, pero también la dificultad en los mismos para garantizar la incorporación del enfoque de género y la estandarización de variables que permitan mejorar la cantidad y calidad de la información registrada, el análisis y atención diferencial y efectiva de las violencias, y el seguimiento a las acciones implementadas por las distintas instituciones. Se enfatiza en la necesidad de agenciar formas éticas y responsables para asumir los procesos territoriales de forma colaborativa, en un sistema unificado de información que permita dar cuenta del estado real e integral de las violencias contra las mujeres en consonancia con la normatividad. El trenzado en la construcción de este informe continúa mostrando la necesidad de ampliar la cobertura permanente de la sensibilización, formación y acompañamiento al personal de las entidades estatales y operadores de justicia, orientando en ello la apropiación de la normatividad vigente, con énfasis en las responsabilidades y obligaciones de los cargos particulares, así como la implementación de los enfoques de género, diferencial y de derechos humanos, que construya sensibilidades y empatías para el fomento del trato digno y humanizado a las mujeres víctimas de violencias y sus familias.

135


En este tejido se ha hilado la insistencia sobre situar en el entramado subyacente en las violencias los efectos de una sociedad aún patriarcal, sus representaciones sobre las mujeres, la disparidad en las relaciones de poder, los riesgos que suponen para las mujeres los vínculos familiares y afectivos en una doble dimensión: porque el mayor número de asesinatos de mujeres se dan en el contexto de las relaciones íntimas, de cercanía y confianza, y porque los vínculos que establecen con ciertos actores las expone a líneas de fuego y/o relaciones donde apropiarse del cuerpo y vida de las mujeres termina siendo una manera de ejercer control y dominio. Para las organizaciones responsables de este informe, moverse por la urdimbre de las violencias les ha permitido afirmarse en la preocupación ante una cultura que acentúa, legitima, reproduce y perpetúa la discriminación y las violencias donde, como se ha expresado en algunos apartados anteriores, sentir tristeza, consternación y hasta indignación es natural e importante, pero no suficiente para poner límites a la devastación y destrucción de la vida y la dignidad de quienes constituyen más de la mitad de la población. De igual manera, se subraya la necesidad de fortalecer la relación y espacios de trabajo con los medios de comunicación, de modo tal que crezca en ellos la comprensión de los diversos elementos que se tejen en las violencias contra las mujeres y, por lo tanto, la admisión de que su abordaje no resulta simple si se quiere asumir la responsabilidad ética que supone ser productor y transmisor de mensajes con impacto masivo, permanente y constante. Es decir, pasar del registro de cada asesinato bajo el influjo de una noticia para cautivar audiencias y fortalecer la información, a la generación de sanción social frente a las violencias y a una sociedad que las naturaliza.

136


De la palabra de las mujeres que hacen tejido solidario, organizativo, redes de apoyo, agencias y creaciones, se infiere la esperanza de lograr respuestas humanizantes y transformadoras frente a la creciente incredulidad en la institucionalidad y sus acciones en materia de protección y defensa de los derechos humanos. Finalmente, las agencias y creaciones de las mujeres revelaron la potencia y articulación con la sociedad civil en un diálogo continuo que busca interpelar al Estado y a sus entidades gubernamentales para que expandan las capacidades de generar respuestas efectivas, corresponsables entre las distintas dependencias e instituciones para el fortalecimiento e integración de los mecanismos de prevención y protección estipulados en la Constitución y las leyes, y dinamizar el cumplimiento del derechos de las mujeres a una vida libre de violencias.

137


BIBLIOGRAFÍA BARRAZA, Cecilia, BENJUMEA, Adriana y CHAPARRO, Liliana. Más que una condena: violencia contra mujeres por parejas y exparejas. En: La Manzana de la Discordia, Vol. 15. Nro. 2, (junio-diciembre, 2020), pp. 119-158. [En línea]. Disponible en: https://manzanadiscordia. univalle.edu.co/index.php/la_manzana_de_la_discordia/article/view/10505/13206 BLANDÓN RAMÍREZ, Daniela. Desempleo en pandemia: las cifras de Colombia, Chile, Brasil y México tras un año de crisis. En: FRANCE 24. Disponible en: https://www.france24.com/ es/programas/econom%C3%ADa/20210501-desempleo-pandemia-colombia-chile-brasilmexico-crisis BOURDIEU, Pierre. La dominación masculina. Barcelona: Editorial Anagrama, 2000. CAPUTI, Jane. The Age of Sex Crime. Ohio: Bowling Green State University Popular Press, 1987. CARACOL RADIO. En Andes se reportaron dos feminicidios en menos de 24 horas. 11 de diciembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/12/12/ medellin/1607728740_351700.html __________. Investigan la muerte de una mujer en Chigorodó, Antioquia. 22 de junio de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/06/22/medellin/1592853917_198770. html __________. Otra mujer asesinada a manos de su pareja sentimental en el Suroeste. 16 de diciembre de 2020. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/12/17/ medellin/1608171303_712757.html __________. Una pareja intervino en una pelea y terminó asesinada en Barbosa. 14 de septiembre de 2020. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/09/15/ medellin/1600137341_608376.html

138


__________. Una profesora de pintura fue asesinada a machete en Turbo, Antioquia. 8 de mayo de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/emisora/2020/05/09/ medellin/1588991199_144486.html CARCEDO, Ana. Feminicidio en Costa Rica 1990-1999. Consejo Directivo de Violencia Intrafamiliar del Sector Salud. San José: Instituto Nacional de las Mujeres, 2000, p.19. CHAPARRO MENDIVELSO, Jeffer. Sobre la ética y la geografía. Scripta Nova. En: Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Vol. XVI, Nº 418 (74). [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, (nov., 2012). Disponible en: http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-418/sn-418-74.htm COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1236 de 2008. 23 de julio de 2008. [En línea]. Disponible en: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=31612 __________. Ley 1257 de 2008. 4 de diciembre de 2008. [En línea]. Disponible en: https://www. funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=34054 __________. Ley 1761 de 2015. 6 de julio de 2015. [En línea]. Disponible en: http://wp.presidencia. gov.co/sitios/normativa/leyes/Documents/LEY%201761%20DEL%2006%20DE%20JULIO%20 DE%202015.pdf?TSPD_101_R0=0883a32c4dab2000e260be61bf56ebfcb1667b1be6978891 __________. Ley 2126 de 2021. 4 de agosto de 2021. [En línea]. Disponible en: https://dapre. presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202126%20DEL%204%20DE%20AGOSTO%20 DE%202021.pdf __________. Ley 679 de 2001. 3 de agosto de 2001. [En línea]. Disponible en: http://www.oas.org/ juridico/spanish/cyb_col_ley_679_2001.pdf COLOMBIA. MINISTERIO DE SALUD. Boletín de Prensa No. 544 de 2020. Minsalud destacó acciones en atención a la violencia contra la mujer. 30 de julio de 2020. [En línea]. Disponible en: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Minsalud-destaco-acciones-en-atencion-a-laviolencia-contra-la-mujer.aspx

139


COLOMBIA. SENADO DE LA REPÚBLICA. Las mujeres asumen el impacto más alto de la pandemia, el de las violencias y el socioeconómico. 2020. [En Línea]. Disponible en: https://www. senado.gov.co/index.php/prensa/lista-de-noticias/1333-las-mujeres-asumen-el-impactomas-alto-de-la-pandemia-el-de-las-violencias-y-el-socioeconomico CONDORI FERNÁNDEZ, Marilú y GUERRERO MARTÍNEZ, Rocío del Pilar. Factores individuales, sociales y culturales que influyen en la violencia basada en género en mujeres de 20 a 64 años. Licenciatura en Obstetricia. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Medicina Humana. 2010. [En línea]. Disponible en: https://cybertesis.unmsm.edu.pe/ handle/20.500.12672/2993 CONEVAR, Cecilia e ISAC, Rosa. La cruel expresión de la violencia patriarcal: dieciséis años de femicidios en Santiago del Estero (2002-2017). Buenos Aires: Clacso, 2021, p.78. CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER. Tercera medición del estudio sobre tolerancia social e institucional de las violencias contra las mujeres. Bogotá: USAID, 2021, p. 16. CORPORACIÓN PARA LA VIDA MUJERES QUE CREAN Y CORPORACIÓN VAMOS MUJER. XVIII Informe sobre la situación de vulneración de los derechos de las mujeres en Antioquia. Medellín, 2020, p. 19. CORPORACIÓN PARA LA VIDA MUJERES QUE CREAN. Diagnóstico sobre la situación de las mujeres que hacen parte de los procesos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, desde la vivencia y la afectación que les genera el Estado de Emergencia en razón del COVID-19. [Texto sin publicar]. Medellín: Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2020, p. 29. DE MARINIS, Natalia (2020). Feminicidios de mujeres indígenas en clave interseccional: análisis a partir de un trabajo de documentación colaborativa con mujeres nahuas organizadas en Zongolica, Veracruz. En: ABYA-YALA. Revista sobre acesso á justiça e direitos nas Américas, Vol. 4, Nro. 1, 2020, pp. 62-94.

140


DE SOUSSA SANTOS, Boaventura. Descolonizar el saber, reinventar el poder. Montevideo: Ediciones Trilce y Universidad de la República, 2010, p. 87. [En línea]. Disponible en: http:// www.boaventuradesousasantos.pt/media/Descolonizar%20el%20saber_final%20-%20 C%C3%B3pia.pdf DELGADO BALLESTEROS, Gabriela. Conocerte en la acción y el intercambio. La investigación: acción participativa. En: Investigación feminista. Epistemología, metodología y representaciones sociales. México: UNAM, 2012, p. 15. EL TIEMPO. Consternación por feminicidio de universitaria en Yarumal, Antioquia. 30 de noviembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/ feminicidio-en-antioquia-katherine-paniagua-la-victima-universitaria-en-yarumal-551966 __________. Primera policía trans, Andrea Cortés, juzgada por presunto hurto. 3 de octubre de 2021. [En línea]. Disponible en: https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/patrulleraandrea-cortes-investigada-por-la-policia-622523?fbclid=IwAR0j2QAow0VYQflYe44LIYGx_8 FmG6Y6yrD9emFjoBnaI0vAwaJk2b9FCPo EL UNIVERSAL. Feminicidios en comunidades indígenas: las muertes que nadie ve, registra ni atiende. 24 de marzo de 2021. Disponible en: https://oaxaca.eluniversal.com.mx/sociedad/ feminicidios-en-comunidades-indigenas-muertes-de-mujeres-que-nadie-ve-registra-niatiende FACIO, Alda Los derechos de las mujeres son derechos humanos. [En línea]. 2010. Disponible en: https://www.corteidh.or.cr/tablas/r31195.pdf FORER, Andrea y LÓPEZ DÍAZ, Claudia. Acerca de los crímenes de lesa humanidad y su aplicación en Colombia. Bogotá: GTZ, 2010. [En línea]. Disponible en: https://www.jep.gov.co/Salade-Prensa/Documents/Cartilla%20Crimenes%20Lesa%20Humanidad.pdf FUSAGASUGÁ NOTICIAS. Mujer lesbiana mató a su compañera sentimental de 30 puñaladas en Antioquia. 14 de enero de 2020. [En línea]. Disponible en: http://fusagasuganoticias.com/ word/judicial/mujer-lesbiana-mato-a-su-companera-de-30-punaladas-en-antioquia/

141


GOLDBERG, Beverly. Feminicidio: Causa principal de muerte de mujeres venezolanas en Colombia. En: OPEN DEMOCRACY. 27 enero 2020. [En línea]. Disponible en: https:// www.opendemocracy.net/es/democraciaabierta-es/feminicidio-la-causa-principal-demuertes-de-mujeres-venezolanas-en-colombia/ ICBF. Guía Pedagógica para Comisarías de Familia sobre el procedimiento para el abordaje de la violencia intrafamiliar con enfoque de género. Bogotá, 2016. IDÁRRAGA HERRERA, Paula, et. al. COVID-19 Brechas de género en el mercado laboral. Bogotá: DANE y Universidad Javeriana. Disponible en: https://www.dane.gov.co/files/ investigaciones/genero/informes/Informe-participacion-mujer-mercado-laboral-2.pdf LA SILLA ROTA. Las Mujeres migrantes son violentadas, asesinadas y nadie las ve. 31 de marzo de 2020. [En línea]. Disponible en: https://lasillarota.com/lacaderadeeva/las-mujeresmigrantes-son-violentadas-y-asesinadas-y-nadie-las-ve/376274 LAN, Diana y ROCHA, Heder. Metodologías feministas para el mapeo de geografías oprimidas en Argentina. Universidade Estadual do Sudoeste da Bahia, 2020. Disponible en: https:// ri.conicet.gov.ar/handle/11336/130783 LÓPEZ, Gloria. Mujeres Migrantes: más denuncias, más feminicidios, menos protección. En: AMECOPRESS,18 de julio de 2021. [En línea]. Disponible en: https://amecopress.net/Mujeresmigrantes-mas-denuncias-mas-feminicidios-menos-proteccion LUGONES, María. Colonialidad y Género. Tabula Rasa Nro.9 Bogotá July/Dec. 2007. Bogotá: 2007, p. 37. Disponible en http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S1794-24892008000200006. MACBRIDE, Sean, et al. Un solo mundo. Voces Múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. Informe de la Comisión Internacional para el Estudio de los Problemas de la Comunicación/Unesco. México: Fondo de Cultura Económica, 1980, p. 39. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0004/000400/040066sb.pdf

142


MERCADO, Luisa y FORERO. Javier. Van más de 80 lideresas asesinadas en 7 años. En: EL TIEMPO, sección Política, 26 de septiembre de 2020. Disponible en: https://www.eltiempo.com/ politica/proceso-de-paz/van-mas-de-80-lideresas-asesinadas-en-colombia-en-sieteanos-540138 MESECVI. Declaración sobre el femicidio aprobada en la 4 reunión del Comité de Expertas/os (CEVI), celebrada el 15 de agosto de 2008. MI ORIENTE. Mujer fue asesinada en zona rural de El Carmen de Viboral. 9 de octubre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://mioriente.com/altiplano/mujer-fue-asesinada-en-zona-ruralde-el-carmen-de-viboral.html MÚNERA MEDINA, Luz María. Diagnóstico sobre la situación de las mujeres que hacen parte de los procesos de la Corporación para la Vida Mujeres que Crean, desde la vivencia y la afectación que les genera el Estado de Emergencia en razón del COVID-19. [Texto sin publicar]. Medellín: Corporación para la Vida Mujeres que Crean, 2020, p. 38. NUSSBAUM, Martha y SEN, Amartya (compiladoras). La calidad de vida. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 588. OBSERVATORIO DE ASUNTOS DE GÉNERO DE LA GOBERNACIÓN DE ANTIOQUIA. Síntesis Perfil de Género, 2020. ONU MUJERES, PNUD y TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. Violencia contra las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos. [En línea]. México, 2014. Disponible en: https://mexico.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2012/5/violenciacontra-mujeres-en-politica OMS. Comprender y abordar la violencia contra las mujeres. Violencia infligida por la pareja. Washington, D.C.: OPS, 2013. [En línea]. Disponible en: https://www.paho.org/hq/ dmdocuments/2014/20184-ViolenciaPareja.pdf.

143


__________. La violencia contra la mujer es omnipresente y devastadora: la sufren una de cada tres mujeres. Boletín de prensa conjunto. 9 de marzo de 2021. Disponible en: https://www.who. int/es/news/item/09-03-2021-devastatingly-pervasive-1-in-3-women-globally-experienceviolence PNUD. ONU examina objetivos iniciales sobre recuperación de la crisis del ébola. 29 de enero de 2015. [En línea]. Disponible en: https://www1.undp.org/content/undp/es/home/ presscenter/pressreleases/2015/01/29/u-n-shares-initial-ebola-recovery-aims-for-mostaffected-countries.html SANMARTÍN ROMERO, Juan Guillermo. Consternación en Yarumal por el homicidio de una joven. En: EL TIEMPO. 31 de noviembre de 2020. [En línea]. Disponible en: https://caracol.com.co/ emisora/2020/11/30/medellin/1606737235_579987.html SEGATO, Rita Laura. Las estructuras elementales de la violencia. Buenos Aires: Prometeo, 2010, p. 108. __________. Las estructurales elementales de la violencia. Ensayos sobre género entre la antropología, el psicoanálisis y los derechos humanos. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2010. SEN, Amartya. Invertir en la infancia: su papel en el desarrollo. Ponencia presentada en las Conferencias Magistrales “Romper el ciclo de la pobreza, invertir en la infancia”. París, 1999, p. 35

144


ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1. Normatividad y categorías de los tipos de violencias en los registros oficiales.....16 Tabla 2. Tipologías de Feminicidios............................................................................................35 Tabla 3. Mujeres asesinadas en Antioquia, 2019 y 2020..........................................................38 Tabla 4. Mujeres asesinadas en Antioquia por subregiones, 2019-2020...............................42 Tabla 5. Rastreo de prensa de asesinatos de mujeres en municipios con casos reportados por el INMLCF y la Policía Nacional...........................................................................................47 ÍNDICE DE GRÁFICAS Gráfica 1. Mujeres asesinadas en Antioquia por subregiones, 2019 y 2020.........................39 Gráfica 2. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en las subregiones de Antioquia, 2019-2020 (Policía Nacional)......................................................................................................................................82 Gráfica 3. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en las subregiones de Antioquia, 2019-2020 (INMLCF).......................................................................................................................................84 Gráfica 4. Violencia intrafamiliar en las subregiones de Antioquia, 2019 y 2020................95

145


ÍNDICE DE MAPAS Mapa 1. Municipios con mayor registro de mujeres asesinadas en 2020............................40 Mapa 2. Mujeres asesinadas en Antioquia en 2020...............................................................43 Mapa 3. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en Antioquia en 2020 (Policía Nacional)......................................................................................................................................83 Mapa 4. Registros por presunto delito sexual contra mujeres en Antioquia en 2020 (INMLCF).......................................................................................................................................86 Mapa 5. Violencia intrafamiliar en las subregiones de Antioquia en 2020..........................96 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Tratamiento periodístico de un feminicidio en dos medios de comunicación nacionales....................................................................................................................................74

146


147


Realizan: Apoyan:

148


Articles inside

Agencias y resistencias que fortalecieron la sabiduría de las mujeres y tejieron posibilidades entre ellas y para ellas

10min
pages 126-133

CONCLUSIONES

4min
pages 134-137

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

6min
pages 138-143

¿La norma hace muy difícil garantizar una atención adecuada y oportuna a las violencias

10min
pages 119-125

El Estado no logró prevenir ni atender el aumento de vulneración de derechos

1min
page 118

obligatorio por la COVID- 19

3min
pages 112-114

Agencias y resistencias de las mujeres ante el recrudecimiento de las violencias durante la pandemia por la COVID-19

4min
pages 115-117

CAPITULO II. AGENCIAS, RESISTENCIAS Y CREACIONES DE LAS MUJERES FRENTE AL RECRUDECIMIENTO DE LAS VIOLENCIAS EN LA PANDEMIA POR COVID-19

1min
page 110

La mujer sabia sabe sobrevivir, aparece bajo formas diversas

1min
page 111

La denuncia de violencias en la ruta institucional, recurso al que se acude en situaciones de extrema vulnerabilidad

14min
pages 99-109

Violencia intrafamiliar con énfasis en violencia de pareja

9min
pages 91-98

Trenzando información para caracterizar los feminicidios

31min
pages 46-75

EL ARTE DE TEJER: METODOLOGÍA

9min
pages 7-14

Lo que dicen las cifras sobre las violencias sexuales

4min
pages 80-86

Patrones de análisis

12min
pages 15-22

Enfoque de género en el registro de los datos: un tejido aún por hilvanar

3min
pages 44-45

Feminicidios y asesinatos de mujeres

24min
pages 23-37

Conversando con las mujeres sobre la violencia sexual: una problemática que trasciende el contexto de la pandemia

5min
pages 87-90

Violencia sexual contra las mujeres

5min
pages 76-79
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.