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Enfoque de género en el registro de los datos: un tejido aún por hilvanar

De acuerdo con los mapas 1 y 2, las zonas que no presentaron registro de asesinatos de mujeres, tanto por la Policía Nacional como por Medicina Legal, corresponden a municipios periféricos como Arboletes, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Murindó y Vigía del Fuerte en el Urabá; Caracolí, y Maceo, Puerto Berrío, Puerto Nare y Puerto Triunfo en el Magdalena Medio. Puede pensarse la confluencia de la ausencia de registros con la ubicación geográfica, como variables a considerar en una cartografía de violencias en el territorio, donde el no registro de casos, en efecto, puede corresponder a cero asesinatos de mujeres, pero también a la derivación de los casos a otros municipios con competencia de circuito judicial1 .

Enfoque de género en el registro de los datos: un tejido aún por hilvanar

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Se subraya la necesidad de incorporar el enfoque de género en la atención a las violencias. Marcela Lagarde plantea que el enfoque de género se inscribe en el paradigma históricocrítico, en una síntesis entre la teoría de género y la perspectiva de género derivada de la concepción humanista del mundo y de la vida. Uno de sus fines primordiales es la deconstrucción de un orden social y cultural cimentado en la desigualdad, la injusticia y una valoración diferenciada de las personas en razón de su sexo.

Servirse del enfoque de género para el registro de los datos ayuda a estandarizar información que dé cuenta de las violencias basadas en género. Ya se ha señalado en este informe la dificultad en el registro de los datos, tal y como se evidencia en la información entregada por el INMLCF y la Policía Nacional.

1 Por ejemplo, Puerto Berrío, es Circuito Judicial que acoge a los municipios de Caracolí, Maceo y Puerto Nare en el Magdalena Medio. Los municipios de la subregión de Urabá, señalados en el párrafo, pertenecen al Circuito Judicial de Turbo.

Es innegable que la ausencia de transversalización del enfoque de género o de formación género-sensitiva en las y los servidores públicos, pone en riesgo un adecuado tratamiento de los casos que se recepcionan, genera revictimización y hace que las mujeres pasen de una entidad a otra, sin que se les garantice la atención. Referido al enfoque de género en la atención de violencias, en uno de los grupos focales, señalaron lo siguiente: Hace falta el enfoque de género, porque en estos cargos colocan a personas para pagar favores políticos, sin tener en cuenta los perfiles requeridos. (…) cambian mucho de funcionarios y llegan desconectados en los procesos y en cómo se debería intervenir2 .

Sin duda, implementar un enfoque de género es una necesidad para la toma de decisiones en cada una de las instancias de atención a las violencias, aportando con ello a la investigación de los casos, a la disminución de la impunidad, a la sanción a los victimarios, y a la reparación integral con garantías de no repetición.

En cuanto a sistemas de información, el país cuenta con el SIVIGILA, Sistema de Vigilancia en Salud Pública, el cual tiene como responsabilidad el proceso de observación y análisis objetivo, sistemático y constante de los eventos en salud, salud mental y lesiones de causa externa. Al ser las violencias un asunto de salud pública que genera afectaciones en la salud mental y ser las entidades de salud parte de la ruta de atención, estas deben remitir al SIVIGILA un registro de los casos atendidos. No obstante, al parecer, se presentan dificultades en el diligenciamiento de los formatos para el reporte, según información recogida en una entrevista realizada en el marco de la construcción de este informe: Tenemos un problema enorme con el tema de los datos y (…) es de salud pública, el SIVIGILA es el que más hemos estado conversando desde la Mesa para que todos reporten ahí, pero ahí también hay unas dificultades porque eso hay que llenar una

2 Grupo focal, Suroeste antioqueño, realizado el 5 de agosto de 2021.