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Agencias y resistencias de las mujeres ante el recrudecimiento de las violencias durante la pandemia por la COVID-19

En general, las formas de agencia y resistencia utilizadas por las mujeres son diversas y tienen por lo menos dos objetivos: reducir la violencia provocada por el acto violento y lograr algún tipo de modificación en el lugar que ellas ocupan en relación con el agresor o el sistema de opresión.

Mucho de ello han hecho y siguen impulsando cientos de mujeres para hacer frente a las situaciones de las que trata el primer capítulo de este informe y, en general, a todas las formas de vulneración a sus derechos humanos. Por ejemplo, en el contexto de la pandemia por la COVID-19 y con el recrudecimiento de afectaciones para las mujeres, su resistencia fue de diversas y admirables maneras, pues históricamente las mujeres han conocido el arte sutil de acompañarse ante los bastos dispositivos para la guerra que ostenta el orden patriarcal.

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Agencias y resistencias de las mujeres ante el recrudecimiento de las violencias durante la pandemia por la COVID-19

El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de Salud, OMS, ha señalado: La violencia contra la mujer es endémica en todos los países y culturas. Es dañina para millones de mujeres y para sus familiares y se ha visto exacerbada por la pandemia de la COVID-19, (…) y solo podremos hacerle frente si los gobiernos, las comunidades y las personas adoptan medidas y las integran plenamente con el fin de cambiar actitudes perjudiciales, mejorar el acceso a las oportunidades y los servicios para las mujeres y las niñas y fomentar las relaciones saludables y de respeto mutuo46 .

46 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. La violencia contra la mujer es omnipresente y devastadora: la sufren una de cada tres mujeres. Boletín de prensa conjunto. 9 de marzo de 2021. Disponible en: https:// www.who.int/es/news/item/09-03-2021-devastatingly-pervasive-1-in-3-women-globally-experience-violence

La emergencia sanitaria originada por la COVID-19 generó la toma de medidas de aislamiento preventivo obligatorio y confinamiento durante varios periodos de tiempo en el 2020 en todo el mundo, como parte de la estrategia de salud pública para reducir la tasa de contagios. Dicho confinamiento generó una crisis económica generalizada tras la pérdida de millones de empleos cuyo impacto no es neutral, pues genera afectaciones diferenciadas en mujeres y hombres.

Por ejemplo, en Colombia, según datos del DANE, en marzo de 2021 aproximadamente 3 437 000 personas se encontraban en situación de desempleo, frente a marzo de 2020, cuando la cifra era de 2 969 000 personas47 .

Antes de la pandemia, por lo menos 244 194 mujeres eran trabajadoras por cuenta propia, frente a 272 200 hombres. 169 344 mujeres trabajaban como empleadas domésticas, frente a 3213 hombres. 463 092 mujeres trabajaban en el sector comercio, hoteles y restaurantes, frente a 221 443 hombres. 450 682 mujeres trabajaban en el sector social, frente a 127 986 hombres48 .

Estas cifras dan una idea de las implicaciones de las medidas de confinamiento obligatorio. Para los sectores de la economía altamente vulnerables durante la crisis, tuvo consecuencias que profundizaron la ya crítica situación de desempleo antes de la pandemia. En el caso de las mujeres, por ejemplo, las han confinado en trabajos no remunerados en el hogar, como labores domésticas y de cuidado, con la consecuencia

47 BLANDÓN RAMÍREZ, Daniela. Desempleo en pandemia: las cifras de Colombia, Chile, Brasil y México tras un año de crisis. En: FRANCE 24. Disponible en: https://www.france24.com/es/programas/econom%C3%ADa/20210501-desempleo-pandemia-colombia-chile-brasil-mexico-crisis 48 IDÁRRAGA HERRERA, Paula, et. al. COVID-19 Brechas de género en el mercado laboral. Bogotá: DANE y Universidad Javeriana. Disponible en: https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/genero/informes/Informe-participacion-mujer-mercado-laboral-2.pdf

inmediata de la dependencia económica que se asocia a un mayor riesgo de sufrir violencia intrafamiliar y violencias física, sexual, económica y psicológica.

“La OMS y sus asociados advierten de que esta pandemia ha expuesto todavía más a las mujeres a conductas violentas a causa de medidas como los confinamientos y las interrupciones de los servicios de apoyo vitales”49, como la suspensión en su funcionamiento o activación de escenarios como las Mesas de erradicación de violencias en diferentes municipios.

De enero a junio de 2020, 386 mujeres fueron asesinadas y 19 173 fueron víctimas de violencia intrafamiliar en el país. Así pues, el incremento de casos de violencias contra las mujeres encendió las alarmas de organizaciones e instituciones, por lo que el 20 de agosto de 2020, mujeres de los 32 departamentos y más de 500 municipios, propusieron y respaldaron un manifiesto en el que se solicitó la declaración de crisis humanitaria de emergencia nacional por violencia contra las mujeres, ante el aumento de las violencias machistas en medio de la pandemia por la COVID-19.

Cuando se habla de la declaración de una emergencia humanitaria, se hace referencia al reconocimiento político de un fenómeno que no solo reaparece, sino que se agrava (como es el caso de la impulsada por las mujeres del país), lo cual da lugar a cuestionamientos importantes a la hora de reflexionar sobre lo que se han llamado “avances” en términos de derechos humanos y derechos de las mujeres.

Si la estructura del orden patriarcal establece lugares de subordinación para las mujeres en la jerarquía del ser social; la pandemia por la COVID-19, sin ser una posibilidad transgresora para las condiciones materiales de existencia, agudiza la situación de violación de los

49 ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. Op. cit.