yo os lo ofrendo con orgullo, ante mi ejército patriota, con gran tributo y pasión, como baluarte en la gran gesta, que iniciaremos hoy. Boyacá Siete de agosto, impronta eterna, nacimiento de una gran nación. Palomo el gran caballo, palomo pura Sangre, Lo más destacable: de una gran raza. Palomo el gran caballo, de pecho amplio y de extremidades grandes, con antebrazos musculosos transitando indomables caminos, con fe y esperanza con Bolívar anda y desanda, los impetuosos Andes. A galope ligero y magnifico brío, soportando sufrimientos ante el inclemente frío. Bolívar corre al gran caballo, por valles y montañas, difundiendo y liderando, su campaña libertaria entonando con su tropa, cánticos triunfales Montando al gran caballo, el libertador se deleita al son de las trompetas y arcos triunfales, liberando naciones, con sus soldados indomables, palomo el gran caballo, de influencia espléndida, inspiración de una gran causa, sin antecedentes en América. En Mulaló dejo su armadura y Como el Pegaso alado el gran palomo galopó, feliz al encuentro de su amo el gran libertador. En el imaginario terrenal. Bolívar aún cabalga. Por senderos infinitos, donde le profesan gran admiración, los gentiles celestiales y hombres terrenales. Ataviado de gala y majestuosidad sin precedentes, recorren día y noche imaginarios ancestrales. En una noche estrellada, de constelaciones multicolores, un pavo real de verde estampa, baja la mirada ante la hermosa alzada del gran brioso corcel, que bajo la luz de la luna y el gran silencio monumental cabalga con su amo
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