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EL MUNDO DEL AZAR
estudia para mejorar en el espacio y en el tiempo en este pequeño lapso de vida que tenemos.
EL GOBERNADOR EXTRAVIADO.
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n un lejano batallón de infantería, la temporada de reclutamiento había terminado, los sargentos le daban, parte al coronel de sus misiones y orgullosamente se ufanaban de haber cumplido, con el reclutamiento del nuevo personal, que debíaE cumplir con su servicio obligatorio, el cual reemplazaría al actual, ya en proceso de baja.
El Sargento mayor de infantería José maría Cordero, ordenaba a los nuevos reclutas formar una fila, para proceder a censarlos y asignarles las misiones propias de los roles castrenses, como los vio muy adormecidos, ordeno darle tres vueltas al campo de paradas, asignado a los desfiles militares, dando como instrucciones que los cinco primeros en llegar, serian excluidos de las extenuantes jornadas de instrucción y por el contrario serían los escogidos para atender en la recepción al cuerpo de oficiales de alto rango que visitaría el batallón al día siguiente, con ocasión del consejo anual de seguridad, evento en el que asistirían las altas elites civiles, y eclesiásticas, que componían la dirigencia institucional de ese cantón. En este ejercicio el sargento Cordero, separo a los primeros cinco cadetes, los cuales se le presentaron en el orden estricto de llegada siendo los reclutas: Jorge Miguel Ternera, Andrés Antonio Llamas, Manuel Ignacio Garza, Enrique Del Cristo Vaca, Sebastián Jacinto Lobo, como les había prometido a los favorecidos, el día señalado les ordeno vestirse con el traje de gala, utilizado para ocasiones especiales, una vez estuvieron listos, se trasladaron con el sargento mayor huertas, al sitio de la recepción, muy bien presentados, con su correspondiente traje de ceremonias, el sargento huertas en la recepción le dio parte de su misión al capitán Francisco Verdugo, quien les informo de la importancia de la visita, ya que en este ejercicio protocolario, se mostraría inicialmente, el profesionalismo, la disciplina y mística del batallón anfitrión. Una hora antes de la llegada, se efectuaron los ensayos previos, repasados varias veces para la puesta a punto de la tan importante reunión. De acuerdo a la programación, a las diez de la mañana arribo el grueso de la comitiva, el sargento cordero, junto con sus hombres, esperaba atento las instrucciones de su inmediato superior, el capitán Rafael Javier Toro. El recibimiento fue impecable por parte de los encargados de la recepción, la marcha, el toque de cornetas, la uniformidad fue todo un espectáculo, la comitiva había quedado muy impresionada, y efectuaba comentarios muy positivos, los cuales generaban sendas felicitaciones al señor comandante del batallón coronel Jesús Eduardo León Tafur quien no cabía de la dicha por tan prestigiosos elogios. El día transcurrió normalmente, las actividades programadas se sucedieron en un gran ambiente de cordialidad, al finalizar la tarde se dio una rueda de prensa, donde se dieron a conocer los resultados de la reunión anual de
seguridad, a esta rueda de prensa asistieron los principales medios de comunicación hablados y escritos, en la noche hubo una cena, efectuada en honor de los honorables visitantes, velada que culmino en una fiesta donde la champaña, el whisky se agotaron en un santiamén. El primero que no aguanto la intensidad del día, fue el señor Gobernador, quien solicito al señor general que le prestara un sitio donde reposar, ordenando, el señor brigadier que lo acomodaran en la sala contigua al despacho del señor coronel León, la velada continuo hasta altas horas de la madrugada, a esa hora el brigadier general ordeno una reunión en el despacho de la jefatura del batallón, para finiquitar los procedimientos de traslado de las altas personalidades civiles que se encontraban en las instalaciones militares. Una vez allí el coronel León, ordeno a sus hombres presentársele al señor general, uno a uno se presentaron, iniciando el capitán Rafael Javier Toro, acto seguido lo hizo el sargento llamas y finalmente los soldados Jorge Miguel Ternera, Andrés Antonio Conejo, Manuel Ignacio Garza, Enrique Del Cristo Vaca, Sebastián Jacinto Lobo, el señor general tomo atenta nota de cada uno de los nombres del personal comprometido en las actividades protocolarias, para hacerles llegar una nota de felicitación, como reconocimiento al profesionalismo y mística demostrados en los diferentes actos que habían sido programados, los cuales los invitados especiales no dejaban de reconocer. El general una vez tomo nota procedió a leerlos en voz alta, para corroborar si lo que había escrito correspondía con lo consignado, cuando iba a empezar a leer la nota recordatoria, el señor Gobernador, que estaba descansando en la oficina contigua a la jefatura, despertaba desorientado sin recordar donde se encontraba. El general mientras tanto leía los nombres de acuerdo al orden de rango del personal pronunciándolo fuerte y dirigiendo sus miradas a cada uno de los presentes, quienes con un saludo militar le correspondían en señal de afirmación los apellidos de León, Toro, llamas, Vaca, ternera, Lobo, sonaban fuertemente a esa hora de la madrugada, el señor gobernador agudizo su sentido del oído y de inmediato pensó que se encontraba en la sede del zoológico municipal, el cual iba a ser inaugurado por él. Desubicado y tembloroso, miro a su alrededor, buscando su maletín auxiliar, una vez lo ubico, procedió a extraer el discurso, que había planificado para esa ocasión especial, se puso de pie, trastabillo y todavía inmerso en los brazos del dios Baco se dirigió donde había escuchado las voces, paso por frente de la oficialidad, saludo de mano a los allí presentes y procedió a leer el discurso que llevaba en mano. Bajo la mirada estupefacta de los allí presentes;
“Señores y señoras integrantes de la Junta Directiva del zoológico municipal, autoridades ambientalistas, directivos universitarios, académicos, estudiantes, invitados especiales. Es para mí un momento de gran satisfacción y orgullo participar” … Iba a continuar leyendo,
cuando fue interrumpido muy respetuosamente por el señor general, quien lo condujo a la oficina aledaña, enterándolo del lugar donde se encontraba y haciéndole saber de su actitud errada que minutos antes había tenido. El Gobernador muy apenado se disculpó con la oficialidad, pero el incidente bochornoso no pasó inadvertido, por parte de los medios de comunicación que cubrían el evento, los cuales se dieron cuenta de inmediato, ya que todas las personas asistentes a la velada iban de salida y se enteraron de los pormenores de los hechos sucedidos, equivocación que fue divulgada al otro día por la prensa escrita apareciendo en primera página del periódico local el titular: “Gobernador clausura batallón y en su lugar inaugura zoológico”.
EL DON DE LA INMORTALIDAD.