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HOY NO FIO, MAÑANA SI
Para Maldonado esta festividad tradicional le parecía una manifestación interesada, comercial, ficticia e hipócrita, para él, esa fecha no le significaba nada, no lo motivaba, debido a que en todas las Navidades la soledad era su fiel compañera, su nana que lo cuidaba cumplía con su horario normal de trabajo y para esa efemérides, marchaba junto a su familia, quedando Maldonado solitario en casa, allí recibía los presentes de sus padres, regalos muy costosos que le eran llevados por empleados, que no podían hacer presencia porque pasaban muy ocupados y no tenían tiempo para él, todo lo de ellos giraba en torno a los compromisos sociales y actividades comerciales, su nana justificaba la conducta de sus padres argumentándole, su excelente compromiso y dedicación para sostener su emporio económico, inculcándole sobre el trabajo y liderazgo ejemplar, que ejercían sobre su comunidad, aduciéndole además que comprendiera, que gracias al esfuerzo de sus tutores, a su posición económica, era valorado, le insinuaba, que no debería estar triste, sino altamente agradecido, por el esfuerzo y sacrificio, que efectuaban en el día a día, sin desfallecer, consolidando su gran patrimonio, para dejárselo de herencia, ya que era el único hijo. Maldonado escuchaba atentamente sin pronunciar palabra, una gran tristeza lo embargaba, a pesar de estar rodeado de tantas comodidades. El día de la navidad, Maldonado, aprovechando un descuido de su nana, salió a dar una caminata por la Ciudad, en su recorrido que efectuó por el sector comercial, conoció a un niño humilde llamado Luis, lo encontró mirando fijamente, en una vitrina, un par de zapatos, le llamo la atención, lo ensimismado que estaba, casi podía leer en su mirada, el deseo de tenerlos, de sentir ese olor a nuevo, de disfrutarlos corriendo, saltando, la mirada de anhelo que observo en el niño, lo conmovió enormemente, en ese momento Maldonado comprendió, las necesidades apremiantes de sus semejantes necesitados, sintiendo algo en su corazón que antes no había experimentado, Maldonado entablo conversación con Luis y le dijo: ven entremos yo te los voy a regalar; Luis dudaba, estaba apenado de recibirle los Zapatos, pero al mismo tiempo muy contento, la ocasión era única y veía la franqueza y sinceridad conque el niño adinerado se los regalaba.
En agradecimiento, Luis invito a su nuevo amigo, a su humilde Hogar, quien acepto con gusto, cuando entraron a la casa, Maldonado noto, el trato especial y sincero, como la familia de Luis lo recibía, le brindaban gran afecto, en el ambiente se percibía un gran calor humano, Luis era muy feliz, con lo poco que tenía, se percibía en el ambiente lo felices que
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eran, Luis entendió de primera mano, que no es más feliz, el que más tiene y el que más consume, su corazón y su alma se iluminaron.
Corría la tarde de navidad y la familia de Luis agradecidos, por el gesto de nobleza que tuvo Maldonado para con su hijo, decidieron invitarlo a pasar la festividad de la natividad con ellos. Maldonado se sintió tan lleno de amor y bondad que acepto con gusto, al ver que una familia tan humilde y con tan poco, quisieran compartir con él, en esa noche especial, por primera vez Maldonado experimentaba un gran sentimiento de amor y de paz, sintiéndose, feliz y reconfortado, sabiendo que alguien, se interesaba por él, al fin pudo comprender que la época navideña, era para estar en familia; junto a sus seres queridos compartiendo con amor, humildad y respeto, Maldonado había experimentado, al fin, en aquella familia tan humilde, lo que le hacía falta en su vida, un motivo para ser feliz, para compartir todo lo que él tenía en abundancia, con los más necesitados. Ese día Maldonado, compro presentes y ordeno la cena para la noche de navidad, se sentía muy especial, pleno y lo mejor fue, que disfruto haciéndolo, esa noche comieron y celebraron la navidad, en ese humilde hogar, Maldonado encontró lo que tanto esperaba, una verdadera familia, con quien compartir, momentos especiales, como lo era esta fecha extraordinaria.
En esta rica experiencia de vida el infante Maldonado, comprendió lo equivocados que estaban sus padres, entendía que la escala de prioridades en su opulento hogar estaba errada, ya que en su caso, sus padres únicamente, se preocupaban por ellos, eran muy egoístas, y dedicaban gran parte de su vida, a adquirir bienes, poder y éxito, buscando el máximo bienestar, descuidando lo más valioso en su hogar que para Maldonado era sin lugar a dudas el amor paternal, anhelaba que sus padres fueran su guía y ejemplo, consideraba que el acompañamiento, era indispensable en su formación, al comparar con lo que observaba, comprendía, que los sentimientos de amor, no existían en su palacete de oro, pero si abundaban en la familia humilde, que visitaba, veía como Luis se relacionaba con sus padres, en ese ambiente familiar, notaba como el buen ejemplo, el amor. Las palabras de cariño fluían como un gran caudal de amor, concebía para su bien que el auténtico legado empezaba en vida, esa noche Maldonado pernoctó en esa casa iluminada de amor, al otro día muy de mañana partió, no sin antes agradecerles que lo hubieran hecho partícipe de tan hermosa velada.
Maldonado llego a su hogar, preocupado por las explicaciones que debía dar, pensaba en las recriminaciones, de que iba a ser objeto, pero para su sorpresa, su nana y sus padres no se habían enterado de su ausencia, estos habían pensado, que se encontraba en su aposento, se llegó el medio día y fue cuando se encontró con sus padres, quienes lo miraron despectivamente insinuándole secamente que debía levantarse más temprano, Maldonado, sonrió y recordó los bellos momentos que había pasado la noche anterior, pensó que su vida no debería continuar así y de una manera decidida, se enfrentó con sus padres y de una manera enérgica, pero respetuosa se hizo sentir, les dijo tenemos que hablar, acto seguido, les hizo saber de su experiencia de vida, que había tenido, les expreso sobre, sus anhelos, sus frustraciones y sus tristezas, fue tanto su sinceridad y fortaleza espiritual que mostró, que sus padres, se derrumbaron a sus pies pidiéndole perdón.
El cambio fue total, a partir de ese momento, una gran luz ilumino su hogar, las prioridades cambiaron y sus padres se volvieron grandes filántropos, el entendimiento, fue total, los padres de Maldonado se hicieron grandes amigos de la familia de Luis, ayudándoles con trabajos, lo cual les mejoro notoriamente su nivel de vida, las tertulias familiares fueron el común denominador, hoy han pasado muchos años y Maldonado ya muy adulto, sigue compartiendo con su amigo Luis las festividades navideñas, siempre recuerda con nostalgia sus vicisitudes de vida, al recordar su nuevo legado, el glorioso, el que con su convicción logro enderezar, en sus divagaciones, le vienen a la mente, aquellas largas horas compartidas con su padre, sus horas de conversación y también sus horas de silencio, en las que no hacía falta hablar, porque estaban, acompañándose, disfrutando de la música, de la lectura, recuerda con nostalgia y con gratitud su amor y su apoyo incondicional.
De su gran experiencia de vida, les cuenta a sus nuevos discípulos, que, de lo vivido, aprendió a tener paciencia, a reflexionar antes de actuar, a pensar en el bienestar de los seres queridos, y de sus semejantes, también a amar la naturaleza, recuerda con lágrimas en sus ojos, tantos y tantos momentos de su niñez y juventud, que le marcaron para siempre, su forma de ver la vida, de disfrutar las pequeñas cosas y de afrontar con decisión los problemas y dificultades. Le agradece a Dios y a sus amados padres, los bienes materiales que le dejaron, pero, más aún, sus enseñanzas y su gran legado.
Hoy el viejo Maldonado, persona muy prospera, se dedica a ayudar a familias necesitadas, se siente satisfecho y fortalecido espiritualmente, cuenta como en un día de navidad ocurrió el