2019 Texto y fotografías: Jorge Serio
CONSEJO DIRECTIVO
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BAITNA
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n grupo integrado por treinta y seis personas de distintas edades y comandado por el presidente de Centro Libanés, Tufic Neme Martínez, nos dimos cita en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, el pasado veintisiete de septiembre, para emprender un viaje a la tierra de nuestras raíces que prometía estar lleno de buenos momentos y experiencias inolvidables. Antes de llegar a nuestra tierra, Líbano, hicimos una escala en la bella ciudad de Londres para empezar a acostumbrarnos al horario y llegar a Beirut con las pilas bien recargadas. Durante nuestra estancia pudimos disfrutar de la excelente gastronomía, arquitectura, calles, historia y un sinfín de características que hacen de la ciudad única en el mundo. Después de tres maravillosos días por el inigualable Londres, continuamos nuestro viaje para llegar al destino y motivo primordial del viaje, Beirut, Líbano. Al bajarnos del avión a más de uno nos pasó por el cuerpo ese sentimiento y sensación difícil de explicar, con la que sientes algo extraño que corre por tus venas y estás perfectamente consciente de que has llegado a la tierra donde se encuentran tus raíces, a la tierra que sin duda es de donde has extraído tus costumbres, a la tierra la que, sin vivir ahí, sientes que perteneces. Al salir del aeropuerto ya nos esperaban un grupo de personas comandado por Sami Maroum, quien tenían el firme propósito de hacer de nuestro paso por Líbano una experiencia inolvidable, por lo que no dudó en pedirle a Nancy Elkhoury que le ayudara a guiar al grupo, logrando a través de su carisma, amabilidad y alegría, que cada uno de nosotros nos lleváramos en nuestro corazón cada rincón y cada momento vivido durante el viaje. Nos hospedamos en un hotel ubicado en el corazón del Beirut, rodeado de restaurantes, centros comerciales,
centros nocturnos, edificios modernos, pero sobre todo de la gran historia que envuelve a esa maravillosa tierra donde puedes apreciar y sentir desde el primer momento sus usos y costumbres, impregnados en cada rincón de esa, nuestra tierra. A lo largo de cada día pudimos conocer, aprender y disfrutar de esa bella tierra. Para empezar, comenzamos por un tour por la ciudad con el que pudimos apreciar las distintas áreas de la capital de Líbano sus grandes construc-