Iván José Salazar Zaíd
Otro caso muy particular, fue el que se presentó con seis hermanos (2 varones y 4 hembras), de una víctima de 15 años de edad, identificado como obrero por el cual reclamaron ayuda económica. Todos estos hermanos según la información que aportan los documentos que componen el expediente del difunto eran jóvenes, sin ningún impedimento físico que no les permitiera trabajar para ganarse la vida, sin embargo fueron beneficiados por la Junta Oficial y el Ejecutivo Federal. Para colmo, el expediente abierto a la víctima no contaba con ningún documento que avalara el reclamo y su dependencia económica del fallecido, de manera que se pudiera justificar esa ayuda económica que hacía un total general de seis mil seiscientos treinta y siete con veinte cts. (Bs. 6.637,20), que para ese entonces era una cantidad considerable de dinero. En ese sentido, el Sr. Abraham Iguarán, me participó que en conversación sostenida con sus abuelos y tíos, estos le informaron que en ese entonces si hubo malversación de los fondos destinados para los familiares dependientes económicamente de las víctimas del naufragio.
Ante el dolor por la pérdida de los familiares pudo más la avaricia El conocimiento por parte de los familiares sobre el otorgamiento de una ayuda económica o donación por parte del Ejecutivo del Estado y de la Junta Oficial, trajo como consecuencia un brote de avaricia que reposaba en el subconsciente de algunas deudos. Esta situación está manifiesta en cierta correspondencia que estos dirigían a las autoridades en procura de la referida ayuda y que reposan en el fondo documental del Acervo Histórico. De esa manera pudimos detectar muchos casos, como por ejemplo el de madres que informaban a las autoridades sobre el desconocimiento de la relación de pareja que mantenían sus hijos para salir como único beneficiario evitando de que fuese dividida la ayuda entre ella y la compañera o esposa de su hijo y viceversa.
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