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La versión de algunos familiares del Capitán de la Ana Cecilia

El Doctor Vinicio Nava Urribarrí, a pesar de no ser un protagonista directo vivió muy de cerca tan lamentable suceso. Los aportes obtenidos en dos conversaciones sostenidas con él sobre el tema han sido valiosas para poder reconstruir o aclarar algunos de los hechos causantes del naufragio. La importancia de sus aportes radica en el hecho de que entre el Capitán de la motonave y su persona existen lazos familiares. Por otra parte, su experiencia como marino (Capitán (C) de la Marina Mercante y Dr. en Derecho con tesis en Derecho Marítimo), le permite hablar con propiedad sobre las posibles causas reales de la tragedia. Una de las cosas más interesantes que me refirió consiste en que luego de la tragedia, pasado cierto tiempo, pudo tener una conversación sobre el tema directamente con Arturo Soto, el propio Capitán de la nave y a quien familiarmente mencionaba como “Arturito”. En su relato Arturo Soto le comentó que la única culpa directa que pudo haber tenido él en el suceso era la de haber llegado media hora retardado para la partida de la piragua, pero que ese retrazo en la hora de salida no infería para nada en la tragedia en sí. En relación a esa tardanza, el Dr. Vinicio Nava me refirió que Arturo Soto le comentó que para ese mismo día (8 de agosto de 1937) se estaba estrenando en el Teatro Baralt la producción cinematográfica mexicana “Allá en el Rancho Grande”. En aquel entonces el largometraje era esperado con furor por toda la población, porque venía precedido de un gran éxito y ningún marabino quería perderse el estreno. Entre esas personas se encontraba Arturo Soto quien quería verla acompañado de su novia, pero le preocupaba que de asistir al estreno de la película llegaría un poco tarde a su compromiso como Capitán de la nave. El segundo de abordo también se encontraba en la misma situación, pero a la final convenció a Arturo para que los dos asistieran con sus respectivas novias, asegurándole que no llegarían tarde a cumplir con sus labores si inmediatamente a la salida de la función enviaban a sus novias para su casa en un taxi. A Arturo le pareció muy acertada la idea y de esa manera procedieron,

La gran tragedia del lago

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pero con la mala suerte de que al momento de culminar la película les fue muy difícil conseguir un taxi. Transcurrido cierto tiempo, lograron por fin conseguir el taxi, y al ver que sus novias iban camino a sus hogares procedieron a cubrir corriendo la distancia que existía desde el Teatro Baralt hasta el muelle donde se encontraba anclada la piragua la cual era relativamente corta. A pesar del inconveniente llegaron sin embargo al sitio apenas con un retraso de media hora. A su llegada “Arturito” pudo observar que la “Ana Cecilia” tenía un exceso de pasajeros de más de cien personas.(Nava, 2001: conversación) La lista no coincidía con el número de pasajeros y aunado a esto estaba la ausencia de un celador que impusiera su autoridad no dejando partir a la motonave hasta tanto no se desembarcara a todas aquellas personas que no aparecían en la lista. Algunos pasajeros presintiendo la desgracia decidieron a última hora quedarse en Maracaibo para zarpar por la mañana. A pesar de las circunstancias, el Capitán de la nave decidió partir arengado por algunos pasajeros que iban tomando licor y contando con su experiencia como marinero y capitán de naves. Sin embargo ocurrió lo inevitable. (Nava, ídem).