Ilustrativa imagen, obtenida en el portal de Argos Froyanes, sobre el escenario que puede dibujarse a veces en aguas de la CCRVMA
Anzuelos y redes en
aguas antárticas No fue fácil el año pasado y tampoco lo será este año, pero el kril y la merluza negra son un anzuelo irresistible y siempre hay candidatos para probar suerte en las aguas de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA). Como lo detalla la página web del organismo (www.ccamlr,org) y para la campaña que arrancó en diciembre pasado, once países notificaron la presencia de 37 pesqueros, la mayoría más familiarizados con los muelles de Montevideo, Uruguay, que con sus puertos de origen. Por cierto, hay doce meses de trabajo en el medio, y la magnitud final de la flota será un dato cierto el 30 de noviembre, con el arqueo del esfuerzo que tuvo la campaña. 54
En los números, y respecto a la 2019/20, la campaña pesquera en aguas antárticas tiene 12 candidatos menos, y el recuento de banderas muestra la ausencia de Uruguay, Rusia y Francia, pero si se afina la lectura el fallo no es tan terminante. Lo es, si, en el caso del „Palmer‰, el palangrero ruso que, por sus tropelías, calentó ánimos „virtuales‰ en la última reunión de la CCRVMA, en octubre de 2020. Definitivamente, no daba para postularlo otra vez. Uruguay tampoco apareció en la lista, y eso parece dejar fuera a „Altamar‰, presente en 2019/20 y con certificación MSC como stockholder de la merluza negra que se captura en las Georgias. Pero está vinculado al grupo noruego Ervik, un abonado del archipiélago y con suficiente flota como para ocuparse de la cuota del uruguayo. Como se sabe, Argentina y el Reino Unido se disputan la soberanía de Georgias y su entorno marítimo, pero dentro de la convención hay