¿Quiénes se benefician en las ANP? “…Para los mayas, el paisaje en el que viven, el k'aax (bosque), tiene una ecología moral. Es el lugar donde se sienten "como en casa en el mundo", donde están situados en un compromiso diario con su entorno. También es donde su historia, identidad, creencias espirituales, comunión con otras especies, y en última instancia su supervivencia, están arraigadas. El límite étnico que hicieron conmigo, aunque pueda parecer gracioso o incluso trivial, es un marcador de su identidad como un grupo vinculado a un territorio. Mientras continúan haciendo un sustento en el bosque, una industria de la naturaleza, liderada por gringos, debate lo que deben y no deben hacer con su tierra. Algunos de estos fuereños incluyen burócratas gubernamentales, ONG ambientales, empresarios privados, biólogos de conservación, administradores de reservas de la biosfera e incluso antropólogos…” (Martínez-Reyes, 2016). Tal vez la respuesta a esta pregunta reside en el origen del modelo de Reservas más prominente en México: La reserva de la biosfera. Este modelo fue elaborado en 1974 por un grupo de trabajo del programa del Hombre y la Biosfera (Man and Biosphere – MAB). Desde su fundación y hasta la fecha el programa MAB promueve el establecimiento de Reservas de la Biósfera; en su esencia es un programa científico intergubernamental que, desde el principio, tiene por finalidad establecer una base acreditada para mejorar la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Resaltamos que tiene una base científica e involucra a numerosos actores, pero su enfoque es academicista, desde las ciencias exactas y naturales, combina investigación, educación y capacitación, incluye sitios de demostración y produce información para varias circunscripciones, pero las ciencias sociales que se dedican a trabajar con los conceptos de patrimonio, interacción humana y todo lo referente a las poblaciones humanas, no se incluye en el programa MAB, irónicamente. A la fecha hay 16 Reservas de la Biósfera en nuestro país, al menos las primeras inscritas: Mapimí (1977), La Michilía (1977), Montes Azules (1979), Sian Ka’an (1986) y El Cielo (1986) se le atribuyen al precursor de las reservas de la biósfera en México: el entomólogo mexicano Gonzalo Halffter, fundador del Instituto Nacional de Ecología en 1975. Halffter estableció las primeras dos reservas de la biósfera en México, con el apoyo del Gobernador de Durango, el Dr. Héctor Mayagoitia, un químico 112