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Desmitificando los Estromatolitos

Los estromatolitos de la Laguna de Bacalar han sido, como la chivita, el turismo y la contaminación, otra bandera muy socorrida por la tríada para generarse espacios, credibilidad y adeptos entre la opinión pública para tratar de imponer sus instrumentos en el territorio de Bacalar. Lo que se dice de ellos por este grupo, resulta cuestionable, las medias mentiras nunca son verdades a medias, y eso precisamente sucede con los estromatolitos y con la Laguna de Bacalar. Esta estratagema y discurso se sigue difundiendo e incrementando con la poca capacidad de análisis de los receptores. Las estrategias mediáticas de guerra sucia para crear sus mitos requieren solo que un medio de comunicación reconocido publique para que otros le sigan y nadie cuestione. Hay una cosa que tenemos que entender: todo lo que dicen los “defensores ambientalistas de los estromatolitos” integrantes de la tríada, son verdades a medias, producto de lo que llamaría una visión romantizada de un proceso geológico bastante vulgar, entendido en su definición como algo que: es de lo que más abunda, que no tiene ningún rasgo o característica original o especial, abusando del discurso catastrofista con respecto a algo que no entienden, con una visión estrecha, tendenciosa, con la actitud y la postura de haber descubierto el hilo negro, que los geólogos y los habitantes locales conocen desde hace décadas y los habitantes históricos conocían desde hace generaciones. Pero también hay intereses menos inocentes detrás de la insistencia en casi santificar estas estructuras pétreas y su tapete microbialítico. Es una cuestión de especificación y de contextos, porque un hecho real, cuando es generalizado, se dice a medias y fuera de contexto, puede volverse un mito que bombardea información equivocada y manipulada a conveniencia para ocasionar pánico y urgencia para decretar un instrumento de control legal (llámese Área Natural Protegida, decreto de Hábitat crítico o PROTUR) a fin de “proteger” estas estructuras que, según el mito, son únicas en el mundo.

A partir de las aseveraciones y declaraciones catastrofistas me hice muchas preguntas, investigamos en muy diversas fuentes dado que el mito tenía muchas aristas creadas por sus promotores, poco a poco fueron surgiendo las respuestas de la propia literatura científica y resultaron ser verdades a

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medias (podríamos escribir un libro completo sobre como este grupo de organizaciones e investigadores faltos de ética manipulan la opinión pública). Así que iré punto por punto sobre los argumentos de los “defensores” de los estromatolitos: Fue obligatorio investigar el fundamento de todo lo que se decía por estos grupos, dado que algo que saltó inmediatamente de las interacciones con la tríada y sus seguidores, fue la actitud de cerrarse y de creer ciegamente lo que decían los promotores, basados en un título académico – muchos de ellos tienen doctorado – pero la sobreespecialización también es una desventaja (como quien solo puede mirar los estromatolitos desde las cianobacterias y no en todo el contexto regional de influencia).

También porque estos promotores se han autonombrado “expertos” en todo lo referente a estromatolitos; sin un currículo que lo amparase – su currículo solo ampara una sobre especialización por ejemplo en genética de cianobacterias, o porque se había dedicado a escribir y publicar muchos artículos o libros, para argumentar que los microbialitos de Bacalar eran únicos, los más antiguos y los más grandes. Los seguidores de este mito les creen con la misma pasión ciega con la que se desacredita el conocimiento de los locales, ese conocimiento práctico, sentido común o sabiduría popular, que viene de la observación diaria, de la experimentación cotidiana, la intuición que se crea con la interacción con el recurso por décadas, y algunas veces del conocimiento por el conocimiento heredado a través de generaciones. Como para otras investigaciones realizadas desde el seno de la comunidad, nos interesó retomar todos los puntos manejados por los promotores de los Estromatolitos de Bacalar, que se volvieron casi mitos entre la población, y que los medios de comunicación contribuyeron a acrecentar, creando una bola de nieve de opiniones y facciones. En un documento de este tipo, donde se buscaba encontrar bases objetivas de un fenómeno socio-ambiental para proponer soluciones, había que investigar, aunque fuera de manera breve, el origen de estas hipótesis elevadas al nivel de mitos, que los distintos sectores de la sociedad se habían construido sobre los estromatolitos.

Para empezar, es importante clarificar, las formaciones pétreas promovidas por acumulación de sedimento promovido de manera incidental por microrganismos se denominan Microbialitos. Significa: Piedras formadas por microorganismos. En Bacalar existen al menos dos tipos de

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