
34 minute read
AMBIENTALISMO NEOLIBERAL o el negocio ambientalista
“La declaración de áreas protegidas sobre los territorios indígenas sin nuestro consentimiento y participación, ha tenido como resultado nuestro despojo y reasentamiento, la violación de nuestros derechos, el desplazamiento de nuestros pueblos, la pérdida de nuestros lugares sagrados y la lenta pero continua pérdida de nuestras culturas, al igual que nuestro empobrecimiento. Es por tanto difícil hablar de los beneficios para los Pueblos Indígenas cuando se declaran áreas protegidas en nuestros territorios de forma unilateral. Primero, se nos despojó en nombre de reyes y emperadores, después en nombre del desarrollo del Estado, y ahora, en nombre de la conservación.
Declaración final de los delegados indígenas en el 5° Congreso Mundial de Parques, celebrado en 2003 en Durban, Sudáfrica
Advertisement
En los últimos 500 años1 de historia documentada, Bacalar ha sido un botín ambicionado por oportunistas e invasores que han llegado a estas tierras tratando de adueñarse de sus recursos naturales y territorios, intentando someter a las poblaciones locales en el proceso. Soy también una apasionada de la historia, donde encontré muchas respuestas para esta investigación y como comparación puedo casi asegurar que no hubo un asentamiento humano, durante la colonia española, que hubiera sufrido tanto acoso como Bacalar, que hubiera sido defendido tantas ocasiones, contra tantos enemigos distintos que parecían tomar turnos para atacar a los locales e intentar hacerse del control del territorio y sus riquezas. Muchos, a nombre de un rey en tierras muy lejanas; muchos movidos solo por su propia codicia o de su necesidad de trascender en la historia; pero como sucedió con los embates de los invasores, piratas, corsarios, baymen, contrabandistas, enemigos, traidores, que una y otra vez arremetieron contra las poblaciones locales en la época de la colonia, estos embates constantes construyeron una resiliencia increíble y una fuerza notable en
1 Fe de erratas: En las primeras versiones anoté 300, pero fue a partir de la llegada de los españoles a esta zona, alrededor de 1511. Así que son poco mas de 500 años.
los habitantes locales, que siempre se negaron a ser subyugados y se opusieron a entregar su patrimonio y sus territorios. Como entonces, en la historia actual, las poblaciones locales se vuelven a levantar contra los modernos piratas, invasores y vende espejitos que ahora toman la forma de organizaciones no gubernamentales institucionalizadas y locales, actores gubernamentales y académicos. Como sucedió durante la colonia española, donde la encomienda por la fe religiosa, se utilizó para que los invasores se hicieran de tierras, control y poder, de los recursos naturales, patrimonio y las poblaciones locales, en el nombre de un dios traído desde Europa, violentando todos los preceptos de humildad, humanidad, compasión, misericordia y justicia que decían proteger con su fe, usándolo solo como una simulación para apoderarse de estas tierras y para enriquecerse; en la actualidad, como si se tratase de una moderna invasión colonial, estos encomenderos ambientales modernos intentan llevar a cabo un despojo espectacular a la vista de todos, en nombre de un nuevo dios, el medio ambiente, en una moderna cruzada de control y sometimiento de los locales, en el nombre de la conservación de la biodiversidad, de la protección ambiental, de la crisis climática, usando todas las estrategias del neoliberalismo, y como en el pasado incumpliendo los preceptos de su fe ambiental, de proteger, ser sustentables, justos, humanos, respetuosos de los locales y sus formas de vida, con ética, transparencia, legalidad, pero sobre todo con la protección de los territorios y sus riquezas naturales sin intereses ocultos y pactos en lo oscurito. La base de todo este libro es el sentido común, el conocimiento ecológico local, la intuición local como base y bajaremos de ahí al conocimiento científico occidentalizado, principalmente el de las ciencias exactas y naturales. ¿Por qué hacerlo al revés de cómo se estila? Es decir ¿Por qué ir del conocimiento de la comunidad a los científicos? Porque los científicos son recientes, el conocimiento local fue la forma de entender la naturaleza y unos a otros por miles de años, hasta hace un par de siglos que los científicos occidentales se autonombraron emperadores del conocimiento y se auto otorgaron la licencia para aparecer como los únicos capaces de bajar el conocimiento y la “sabiduría” de donde quiera que estuviera, al resto de la humanidad, casi como sacerdotes con conexión a lo divino, cuyo conocimiento y acceso era superior al resto de los mortales. Títulos académicos y cargos de gobierno manejados como títulos nobiliarios de la época colonial, al contexto actual.
Los científicos y el resto de la tríada han subestimando o discriminando a otro tipo de ciencias como las sociales y muy, muy abajo, considerándolo como algo folclórico o anecdótico sin valor, han dejado el conocimiento local, el cual generalmente se invisibiliza. Los académicos y el gobierno, argumentan que la sabiduría local carece de validez, dado que no parte de un grado académico, porque no se construye en un laboratorio, o porque no siguió el método científico; argumentan que está “sesgado”. Sin embargo, al revisar los casos donde los académicos han servido de respaldo a los argumentos de la tríada, se comprueba fácilmente que los criterios utilizados no solo tienden a simplificar, reducir y suprimir los rasgos particulares de los recursos y territorios, pero están sesgados porque obedecen a su propia especialización o sobre especialización y se ven influidos por sus conflictos de interés, lo que les da una visión miope, a muy corta distancia que no les permite, a su vez, entender escenarios geográfica y temporalmente complejos. Como quien ve por el ojo de una cerradura un paisaje extenso, que ve sólo lo que quiere ver, y además explica lo que ve según le convenga. Podría pensarse que los centros de investigación involucrados poseen suficientes recursos humanos en los que nuestro país ha invertido cantidades exorbitantes de fondos para su preparación, un cuerpo de investigadores con diversos enfoques como para reducir las limitantes que un solo investigador contando la historia, podría poseer; eso sería ideal si no fuera porque estas instituciones están en una permanente carnicería por prestigio, puntos, posiciones, fondos y niveles del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), son campos de guerra de egos, celos profesionales, envidias, desconfianza y rumores maliciosos, un juego sucio permanente por mantener posiciones y privilegios, lo que impide la mayor parte de las veces una colaboración ética, desinteresada y productiva, entre ellos. La marea está cambiando y el conocimiento local está empezando a verse bajo una luz diferente, sobre todo por su naturaleza flexible, integral y abierta, lo que les permite a las poblaciones locales entender todas las dimensiones, el cómo varían los fenómenos, procesos, como se mueven en todas direcciones, a lo largo y ancho del territorio. Para los habitantes locales el conocimiento ecológico local (CEL) es clave. Lo que los pobladores locales y usuarios históricos conocen, ha recibido el creciente reconocimiento y el impulso para su utilización a nivel internacional. En muchos foros se reconoce, entre otras cosas, la amplitud y alcance de la información obtenida, con fundamento. Algo en lo que los académicos de
la tríada han fallado, desde la poca confiabilidad de sus aseveraciones, el corto alcance de sus investigaciones, y el poco o nulo poder predictivo de sus propuestas, debidas a la pobre calidad y cantidad de datos generados. Y a pesar de todo el gobierno, las ONGA (Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas) y los propios académicos de la tríada insisten, en que solo SU ciencia es válida. ¿Por qué es tan importante fortalecer el conocimiento local, los saberes y la ciencia ciudadana? Primero porque la cantidad de datos generados por ellos, los miembros de la tríada, no puede compararse con la cantidad de información obtenida de la observación que realizan individuos o grupos de individuos de las comunidades locales, a lo largo de años, a lo largo de décadas o a través de generaciones, en su cotidianeidad. Esto ubica a los actores locales como verdaderos expertos, personas con experiencia relevante, amplia y profunda sobre un tema, porque tienen el conocimiento de primera mano. En segundo lugar, porque el conocimiento local genera información de la que pueden crearse instrumentos legitimados, porque vienen de la base social de conocimiento común. Pero la verdadera urgencia de posicionar y poner en valor el conocimiento local es porque quién pone la ciencia, y qué ciencia se toma como base, determinará quién tiene el control, el financiamiento y el poder sobre el territorio. Entonces si la ciencia occidental es tan deficiente ¿Por qué solo se ha escuchado la voz de los científicos occidentales hasta ahora? Sucede que todos los instrumentos ambientales, principalmente de política ambiental, fueron creados y organizados por científicos occidentales, burócratas, burócratas-académicos y organizaciones ambientalistas, que se autonombraron como “representantes de la sociedad” o por quienes financian a ambos, para perpetuar los intereses y mantener los beneficios de estos sectores, en una especie de matrimonio tóxico perverso. Una mezcolanza perfecta para el surgimiento y permanencia del ambientalismo neoliberal. Otro factor en común que encontramos en el discurso y mercadotecnia de la tríada, es que su intervención fue solicitada, que todas sus propuestas fueron solicitadas por las comunidades o fueron diseñadas y validadas de manera participativa por la sociedad, que los aprueba y los respalda incondicionalmente, lo cual nunca resultó cierto. Una y otra vez nos topamos con una simulación perversa de participación que es fácilmente desenmascarable. En este modelo de ambientalismo neoliberal, la participación social ya sea para un sitio Ramsar, para un Área Natural Protegida o
para una propuesta de Programa de gestión común (PROTUR), se reduce a un espectáculo bien montado de manipulación o a una triste simulación tokenista.
¿Qué es el tokenismo? Este concepto fue otro de los conceptos que me parece relevante definir. El tokenismo es una práctica muy recurrida por la tríada en cuanto a participación comunitaria concierne, es una simulación donde se muestra a la opinión pública que los grupos al poder (en este caso la tríada) han incorporado a determinadas minorías, grupos en desventaja o en este caso los habitantes locales o usuarios históricos, y que les “permiten” compartir su quehacer, participar al mismo nivel donde su opinión se toma en cuenta e incluso que la opinión comunitaria fundamenta las acciones o decisiones, pero al analizar los procesos y resultados resulta una simulación, una imagen falsa, una justificación sin fundamento o un adorno en un documento.
No nos referimos a la simulación de incorporar Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas (ONGA) que sí son parte de la tríada, como representantes autonombrados de la sociedad; más bien me refiero a los casos donde integran a actores sociales reales para la foto, para poder validar su actuar. Cuando se analiza la forma en la que se les hace participar resulta más como una infantilización, dándoles los instrumentos ya creados, sometiéndolos a aceptar sin oponerse o anulándolos, invisibilizándolos o incluso humillándolos si tratan de protestar, hacerse escuchar y valer su opinión, cuando la opinión social es contraria a los intereses de la tríada, como sucedió con el PROTUR, como siempre les sucede a los participantes ajenos al grupo de poder. Para los sectores académicos de las ciencias naturales y los burócratas en México, el conocimiento local se ve como un asunto folklórico, algunas veces como un obstáculo para los “esfuerzos” de la conservación o del desarrollo, como un recurso para obtener y utilizar a su favor, un dato de referencia que hay que mejorar, o a lo más como un discurso para fundamentar intereses ajenos a la propia comunidad, en un supuesto proceso participativo para “mejorar” su gestión ambiental. En el peor de los casos se utiliza como información que se plagia o se patenta, lo cual es un delito que se ha pasado por alto infinidad de ocasiones. Lo que implica serios conflictos de intereses en su actuación.
Entendamos la expresión «conflicto de interés» (CI) como aquellas situaciones en las que el juicio profesional sobre un interés primario y la
validez de una investigación, puede estar influida por un interés secundario, típicamente un beneficio económico, o de orden académico, como el deseo de reconocimiento profesional o la presión por publicar. En gobierno puede ser interés económico o de seguir una orden de algún actor de mayor jerarquía o poder y en las ONGA puede ser obedecer los intereses particulares de los socios, los financiadores o el gobierno, en lo oscurito. Aunque el interés secundario no tiene por qué ser ilegítimo, lo cuestionable es el peso relativo de estos intereses respecto del interés primordial. Basamos el análisis en los datos de beneficios y en la historia personal e institucional y las relaciones con otros actores, como sugirió Víctor Toledo en su artículo “El ambientalismo neoliberal sale del closet”. Como conflicto de intereses aparentemente no relacionado podríamos ejemplificar un individuo o grupo de individuos que por ejemplo necesitan conservar los incentivos perversos, que logran al “producir” mucha investigación – aunque no resuelva problemáticas o solo contribuya a engrosar un currículo-, para poder mantener su nivel y privilegios dentro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y la consecuente compensación adicional a su sueldo que puede ofrecer su institución académica, adicional a su salario institucional. Estos académicos deben asegurar su “productividad”, la “relevancia” de sus temas de trabajo, su “liderazgo” en su área de investigación, producir “recursos humanos” de calidad, lo cual en algunos casos los obliga a realizar acciones poco éticas o permitir el sesgo en sus investigaciones, como veremos con más detalle, más adelante.
Lo cuestionable y perverso son los criterios o indicadores de productividad del SNI – medida en artículos científicos en revistas extranjeras que hacen que la literatura científica mexicana esté escrita en inglés, inaccesible para las poblaciones locales que podrían requerir de la información obtenida, muchas veces con su participación e inversión. Los investigadores compiten muchas veces con falta de ética por comprobar la relevancia de lo que investigan, inflando o forzando sus resultados, como encontramos en muchos de los artículos publicados por algunos miembros académicos del grupo promotor ambientalista. Demostrar “liderazgo” –que de igual modo miden en número de publicaciones, cantidad de financiamiento, numero de tesistas o tamaño de sus laboratorios-; otro indicador es “producción de recursos humanos”, que se mide por número de posgrados que forman, los cuales terminan
adoctrinados a la misma visión improductiva, auto centrada y mezquina de ciencia que NO está disponible para la sociedad, ensimismados en sus propios currículos, ajenos a la responsabilidad de contribuir a solucionar problemas reales o comprometerse con el resto de la sociedad no académica, a quien ven como seres humanos inferiores. Otro muy serio conflicto de intereses puede ser un investigador o una institución que está buscando un beneficio económico considerable al patentar biotecnología a partir del material genético de la biodiversidad existente. Aún con la modificación a la ley de Ciencia y Tecnología en 2015, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto para permitir la inclusión de capital privado al apoyo público para generar tecnología y poder patentar descubrimientos a favor financiero (hasta en un 70%) para los investigadores, en el caso de material genético, sigue siendo bioprospección o biopiratería. Es denostable que el objetivo de la gran mayoría de la academia en México, se limite a ser miembro del SNI para asegurarse el incentivo financiero y prestigio de por vida, y de tener como ideal lograr una categoría SNI emérito para asegurarse un pago de por vida, por sobre cualquier cosa. Lo que es sin duda un incentivo perverso. En Bacalar un conflicto adicional de los miembros de la tríada, es la promesa de que van a beneficiarse por su cercanía con los grupos que van a “controlar” el área o su posición económica privilegiada (con capital en dólares o euros). Tal y como sucedió en Cuatrociénegas en la década de los noventas, para 2019 nos percatamos que la Dra. Luisa Falcón y sus colaboradores no habían dejado de insistir en su propuesta, y se habían dedicado a promocionar la urgencia de crear una reserva de estromatolitos y criminalizar ante la opinión pública a los habitantes y prestadores de servicios locales que, según ellos, estaban dañando irremediablemente la Laguna con sus actividades y a quienes, según sus declaraciones, había que detener. Hay que entender que, en el discurso de la tríada, el término conservación es igual a negocio. Si bien la conservación convencionalmente se interpreta como "salvar al mundo" de los excesos humanos del capitalismo, en realidad funciona para reservar la naturaleza al capitalismo, al mismo tiempo que crea posibilidades económicas más amplias para la expansión de quien pueda pagarlo.
“…El capitalismo bien puede ser el enemigo de la naturaleza, pero conservar la naturaleza, paradójicamente, también parece haberse convertido en la mejor amiga del capitalismo…” (Kovel, 2002). Para poder entender el neoliberalismo ambiental practicado por la tríada, necesito que entendamos el neoliberalismo como política económica. El neoliberalismo económico se extendió en México a partir de la década de los 1970 - 1980 mientras permeaba en la mayoría de los países, a nivel mundial. En nuestro país fue el régimen de Carlos Salinas de Gortari (1988 a 1994) el que lo impulsó a todos los sectores, lo que “curiosamente” coincidió con la aparición y el despliegue del ambientalismo, que gradualmente se levantó como uno de sus pilares más notables y menos relacionados. Al respecto Víctor Toledo expone que:
“… Al final, el ambientalismo fue cooptado, edulcorado y neutralizado por el despliegue del neoliberalismo. La consagración del discurso ambiental que tomó unas cuatro décadas se fue gradualmente desvaneciendo. Hoy, casi sin excepción, las posiciones de gobiernos, empresas, academias y organismos internacionales giran en torno a que la solución a la crisis ecológica mundial, sólo es posible mediante el mercado, las tecnologías y los arreglos institucionales. Para ello fueron introducidos conceptos aparentemente científicos como desarrollo sustentable, crecimiento y economía verdes, y capital natural, pero que en el fondo buscan ocultar la mercantilización de la naturaleza…” Toledo, siendo entonces secretario de la SEMARNAT en 2020, tuvo la honestidad – o la candidez - de reconocer que si bien la SEMARNAT había sido creada con “ …gran vigor y calidad científica, una legislación poderosa y dio lugar a instrumentos administrativos para la regulación ambiental en 1994, al igual que en el resto del mundo, la eficacia de la SEMARNAP(T) se debilitó por las políticas neoliberales de los siguientes sexenios…” Esta declaración me dio una buena idea para orientar la investigación con el reconocimiento público de Toledo como secretario de la SEMARNAT, de los ecocidios que habían venido cometiendo los promotores del neoliberalismo ambiental, en México:
1. La llegada de funcionarios inexpertos y sin escrúpulos a los puestos claves;
2. La entrega de casi la mitad del país a mineras para la extracción de oro, plata, hierro, zinc, cobre, incluyendo mil 900 concesiones en ¡68 por ciento de las áreas naturales protegidas!; 3. La imparable contaminación industrial de los principales ríos del centro y norte del país que han dado lugar a infiernos ambientales por el alto número de enfermos de cáncer y otros males; 4. La total inacción ante el uso de más de 80 plaguicidas tóxicos encabezados por el glifosato; 5. La toma de posición jurídica de la Semarnat del lado de las grandes corporaciones biotecnológicas y agroindustriales (Monsanto, Syngenta,
Bayer, Dow, Dupont) en el caso del maíz y la soya transgénicos; 6. La sobrexplotación, uso ilegal y fraudulento de los mantos acuíferos por grandes productores agropecuarios, las mineras, las cerveceras y las refresqueras; 7. La entrega obscena de playas y costas a los megaproyectos turísticos; 8. La indolencia de la política conservacionista que protegió flora y fauna en 30 millones de hectáreas, pero se olvidó de las 3 mil 697 comunidades que lo hicieron posible, 84 por ciento de las cuales hoy sufren ¡altos grados de marginación!; 9. El sospechoso rezago de trámites y pérdida de documentos en la
Profepa; 10. El desdén por solucionar los conflictos ambientales (560 develados por mil 30 registros periodísticos); 11. La total ausencia de solidaridad con los 157 mexicanos asesinados, hasta 2020, por defender el ambiente, quienes habían sido completamente ignorados Muchos de los crímenes listados arriba se resumen en tres elementos compartidos por los integrantes de la tríada: Conflicto de intereses, Corrupción y Simulación; algo que los promotores del área natural protegida de Bacalar tuvieron en común. Todo esto encubierto con un aparato bien aceitado de simulación y urgencia por “conservar y proteger”, validado por una opinión pública que se dejó envolver con el sentimentalismo y las verdades a medias, sin analizar de fondo las razones de los impulsores para promover y forzar, casi de manera obsesiva, su cruzada proteccionista simulada. Las fórmulas del movimiento ambientalista neoliberal se basan en afirmar que la solución es combatir al capitalismo voraz con mecanismos
capitalistas, que tienen otro tipo de voracidad. En el ambientalismo neoliberal se dice que no hay otra forma de salvar a la naturaleza más que con acciones donde se le dé el control a uno de ellos, porque los dueños o los actores locales son ineptos, y ellos a su vez pues deben ver que los sitios generen potencial de ganancias o de lo contrario no hay incentivos para que los actores racionales conserven. Y entonces crean las instancias y se financian entre ellos para en una aparente acción desinteresada apropiarse del discurso y controlar los esfuerzos de conservación para su beneficio o de sus financiadores (el gran capital). Porque por beneficiarios nunca se refieren a los locales, sino a ellos y sus grupos afines.
Algunos de los mecanismos neoliberales incluyen la compra de tierra para cederla a la conservación, las áreas naturales privadas, la incorporación de tierras privadas o sociales a áreas naturales protegidas o mecanismos similares, por decisión unilateral (Estado – Organizaciones No Gubernamentales Ambientalistas - Académicos) para ponerla bajo control o propiedad del Estado (Estado a la orden de los grandes capitales) o de terceros; la creación de fondos y fideicomisos privados para la conservación; el establecimiento de productos financieros -bonos, créditos- exclusivos para la conservación, manejados por terceros, la disminución de la presencia del Estado en la práctica de la conservación, así como su alianza con ONGA, empresas privadas, instituciones multilaterales o grupos dentro de las mismas comunidades, con intereses particulares que se abanderan por el “bien común”, y que son solo la visión propia de un grupo cercano y privilegiado siguiendo sus propios intereses.
Del mismo modo, los financiamientos para la “conservación” o el “desarrollo sustentable” terminan siendo una lista interminable de proyectos para académicos y ONGA, quienes se autodenominan representantes y defensores del resto de la sociedad, como sociedad civil organizada, y que se les da el derecho de “administrar” y “aplicar ” los fondos desde su visión de conservación, que se limita a investigación y más investigación; de desarrollo sustentable, limitado a talleres, organizar grupos vulnerables que desarrollen actividades económicas “aceptables” como artesanías o guianza; o para una larga procesión de consultorías y capacitaciones interminables, todo financiado por instancias nacionales o internacionales que la mayoría de las veces fueron creadas por los mismos miembros de la tríada, a escala internacional.
Todo esto en torno a la difusión masiva del mensaje de urgencia y desinterés para justificar tomar el control y despojar de su gobernanza a las poblaciones locales. El mensaje se resume así: Los grupos locales de las comunidades son incapaces de saber lo que “es mejor para ellos y el medio ambiente”, lo que justifica la necesidad de tomar el control desde afuera y ponerlos como espectadores o actores pasivos. Perpetuando la visión colonialista del encomendero, un nuevo colonialismo, con encomenderos ambientalistas, que luego la ponen a disposición de quienes puedan pagar por la conservación, bajo un modelo de “desarrollo sustentable”, o una “economía verde” como incentivo.
Para lograr todo esto existe otro elemento clave: La opinión pública. Requieren de la opinión pública para ejercer presión; por ello los grupos de académicos, burócratas o tecnócratas involucrados invierten gran cantidad de recursos en publicitar su discurso y así generar posturas polarizadoras, basados en la criminalización de un sector de la población, generalmente productores, restadores de servicios o habitantes locales. Con los medios de comunicación hambrientos por noticias sensacionalistas o amarillistas, promueven notas catastrofistas que permean el discurso público, crean mitos y generan complicidades para hacer que los actores locales o propietarios sean criminalizados y vistos como causantes del deterioro de los espacios silvestres, y de este modo echar leña al fuego para crear pánico a fin de justificar sus propuestas de manera urgente y a como dé lugar. Estas complicidades no paran después de obtener el control del territorio, pues una vez que tienen el control, los mismos actores de la tríada cambian el juego para promover lo contrario a nuevos usuarios del territorio, generalmente los grandes capitales, y los consumidores (normalmente turistas o inversionistas) en forma de disponibilidad o acceso de espacios “silvestres” “conservados” de un “contacto más cercano e intimidad con la naturaleza”, con un beneficio económico, directo o indirecto, para el promotor y /o controlador del recurso o sitio “conservado”, que generalmente son los propios miembros de la tríada, que se presentan como guardianes ambientales o servidores públicos cumpliendo con sus obligaciones, pero recibiendo jugosos beneficios legales o ilegales, mientras perpetúan esta imagen pública de cruzados salvando el mundo. Utilizando dos simples citas colectadas durante la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente en 2009, donde México era sede mundial para
dicha celebración, se expone cómo algunos sectores de la población visualizan el ambientalismo, desde la filosofía neoliberal. El evento se realizó en el antiguo sitio ceremonial maya de Xcaret, convertido en parque de diversiones. Entre los invitados, además de todo el gabinete del entonces presidente Felipe Calderón, académicos e investigadores, hubo empresarios destacados. Con esta imagen, la postura del ambientalismo neoliberal se ejemplifica claramente
“…Hay que hacer más rentable la conservación y el uso sustentable de estos recursos naturales [...], el cuidado del medio ambiente será, en un futuro próximo, un sector económico muy importante y gran generador de empleos. Carlos Slim, empresario…” “…No es sorprendente que varias empresas en economías desarrolladas hayan incrementado sustancialmente su valor de mercado, en la medida en que han hecho plenamente compatibles el crecimiento propio de sus negocios y el desarrollo armónico del medio ambiente [...]; cuidar hoy nuestra casa común con la vista puesta en el bienestar de las futuras generaciones es la mejor inversión que podemos hacer [Agustín Carstens, secretario de Hacienda] (Presidencia de la República, 2009) …” La mayoría de los instrumentos ambientales neoliberales, como las ANP, hacen promesas incumplibles ya que como diríamos en México, “Prometer no empobrece”. Se crean programas de manejo, si acaso se logran crear, con objetivos ambiciosos sin evaluar las condiciones, retos y capacidades de las propias agencias y otros actores de la tríada, objetivos y compromisos listados y promovidos de manera teórica, que difícilmente reflejan o se ajustan a la realidad actual de los sitios o las poblaciones en el sitio, en el contexto local o regional, e incluso al nacional. Siguiendo las acciones y compromisos que se les exigen desde el exterior, muchas veces desde las tríadas internacionales que vigilan la permanencia de todos los instrumentos proteccionistas que fueron creados en la complicidad academicista / burocrática del conservacionismo neoliberal a escala global. La relación entre los académicos y el resto de la tríada para beneficiarse mutuamente queda clara la declaración expresada a manera de presentación de un libro sobre investigación en las áreas naturales protegidas, por el desaparecido Gonzalo Halffter, un académico, burócrata de alto nivel, de la época de la hegemonía del PRI, considerado entre los miembros de la tríada como el creador del modelo mexicano de reservas de la biósfera. Halffter deja claro que:
• Uno de los objetivos declarados de las áreas naturales protegidas (ANP), en especial de las reservas de la biosfera, era prestar apoyo
logístico para el desarrollo de programas de investigación, de educación y capacitación. • Que en los países desarrollados el principal vínculo que se daba entre la investigación científica y las ANP era el de un florecimiento de artículos y publicaciones científicas una vez que una ANP ha sido creada. • Que en México la relación entre la investigación científica y las áreas naturales protegidas (ANP) se establecía en etapa mucho más primordiales de las ANP. • Que las primeras reservas de la biosfera de México habían surgido del trabajo y tesón de investigadores científicos mexicanos laborando en instituciones de educación superior o en centros de investigación. • Que la administración de las ANP en México había sido complicada, porque se necesitaba mucho dinero, gente y leyes para gestionar elementos biológicos y ecosistemas diversos. • Que el fortalecimiento y a pesar de la incierta autonomía la
CONANP estaban rindiendo frutos en cuanto al número y extensión territorial para la conservación de los diferentes ecosistemas. • Que lo que más hacía falta era dinero, pues todavía “algunas de las
ANP mexicanas carecían de vigilancia suficiente y permanente” • ¿La solución? Un esquema de concesión a ONG con renombre y experiencia en el tema de conservación y los pobladores de estas áreas, que por ley se involucren directamente en la vigilancia, mantenimiento, conservación y distribución de los ingresos por los servicios ambientales de esta zona.
Este listado tiene todos los elementos de la estrategia de la tríada, que ya expliqué anteriormente. El texto demuestra la visión de los académicos de las ciencias naturales precisamente, de pluma de uno de sus promotores académicos más importantes, sobre el papel de la CONANP y de los pobladores locales, pero sobre todo de medir el éxito de la conservación por el número y extensión territorial de las ANP, pero sobre todo de darle el control a las ONG.
Tan atrás como el siglo XVII al XIX, algunos de los filósofos “naturalistas” provenientes de clases privilegiadas, compartían la visión clasista. La visión de pertenecer a clases superiores para quienes los indios y la propiedad comunal representaban una amenaza para la conservación. En el siglo XIX,
Leopoldo Río de la Loza manifestaba que los indígenas de los pueblos propietarios de bosques, habían cortado y cortaban a su antojo los árboles, sin sujeción a la ordenanza antigua de bosques y sin observar siquiera el método que aconsejaba la razón en beneficio propio, sistema que había tratado de imponerse “infructuosamente” por los invasores españoles, luego por las clases políticas y sociales privilegiadas de la época independiente. Algunos investigadores sociales expresan que desde esa época los filósofos y científicos estaban preocupados por las terribles consecuencias de la deforestación, pero más que argumentos basados en datos científicos, su postura reflejaba la molestia por la situación, para ellos inaceptable, de que los indígenas pudieran transitar por veredas recónditas o enteramente desconocidas, y explotaran a su libre voluntad la “riqueza pública” sin que hubieran podido ser civilizados para poner fin a esa práctica para los gentiles y científicos de época, tan abusiva… porque no les daba beneficios a ellos. Desde entonces se notaba el compromiso que tenían con un modelo basado en el fomento a la propiedad privada; no mucho ha cambiado en 200 años.
Más adelante, justo después de la segunda guerra mundial, la conservación a ultranza surgió, como la mayoría de las invasiones colonizadoras, desde Europa. Con la intervención de algunos académicos sobresalientes de las ciencias naturales en México, que sentaron los precedentes de los “modelos de conservación”; para ellos, los sistemas humanos eran un problema y/o se omitían y/o o se hacían a un lado y/o se anulaban. No sólo se trataba de un problema de clasismo, era también un problema de formación profesional, la conservación, diseñada desde las ciencias naturales aprobaba y continúa aprobando solo eso: La naturaleza; en sus ecuaciones el factor humano no se comprende. Biólogos, ecólogos, químicos, oceanólogos, genetistas construyeron todo el modelo de conservación desde los años 70 en México y esos investigadores, además de tener la visión de la cerradura de la puerta, pertenecían a la clase política hegemónica que gobernaba para entonces el país desde 1917. Las instituciones en nuestro país dedicadas a salvaguardar y conservar el entorno natural fueron creadas a lo largo del período de surgimiento y consolidación de la política neoliberal económica (a partir de la década de 1970 a 1980), durante procesos en los cuales el país requería financiamiento porque adquirió deuda externa y las instancias internacionales que lo proporcionaban comenzaron a condicionar el apoyo
para empujar a los países subdesarrollados a que se volvieran “sustentables” –traducción: que se dejaran recolonizar de nuevo-, para que siguieran las prerrogativas de los grupos de científicos a nivel internacional, que fue como el neoliberalismo se fue metiendo en todo. Grupos científicos que estaban a la orden del capital, grupos que fueron creando todos los instrumentos para los cuales, a través del discurso ambiental se podía obtener territorios completos, limitar las poblaciones locales, realizar bioprospección disfrazada de gestión del conocimiento de la biodiversidad, para poder monetizar primero los recursos biodiversos, después los valores intangibles cómo son los servicios ambientales y últimamente los recursos genéticos. Dado que esta unión entre la ecología y la economía neoliberal proviene de una construcción principalmente desarrollada por científicos de ciencias exactas y naturales, es muy difícil, casi imposible, encontrar en estas áreas análisis objetivos, críticas o denuncias de impactos negativos o de las consecuencias desastrosas de estos instrumentos para las comunidades humanas, y en consecuencia, para la propia naturaleza; porque los instrumentos ambientales se evalúan desde la visión inculcada y dirigida únicamente a los aspectos bióticos del sistema y posteriormente del beneficio que pueden representar en la “economía verde”.
Este discurso ha privilegiado única y exclusivamente la idea ficticia de la naturaleza silvestre, intacta o salvaje, haciendo a un lado la interacción y el papel clave que las poblaciones humanas han tenido a lo largo de años con los recursos y su entorno. La tríada no considera que el medio ambiente sea un sistema cambiante, en constante proceso de desarrollo y cambio, influido por factores que escapan incluso del escenario local, como lo demuestra la geografía histórica e incluso la investigación arqueológica y paleontológica en la cuenca de la Laguna de Bacalar.
En el caso de Bacalar, los ambientalistas neoliberales disfrazados de ciudadanos preocupados por el sistema lagunar y su futuro son, en su mayoría, arribistas recién llegados al territorio, funcionarios de gobierno y gente que desde su privilegio no duda en señalar y buscar culpables para poder justificar sus intereses, manipular discursos a conveniencia para ganarse adeptos entre la población más vulnerable, que cree que lo que se dice es verdadero e incuestionable solo porque quien lo dice tiene un cargo político o un título académico. Se sienten ofendidos porque el territorio y las actividades económicas de lugares como Bacalar estén en manos de
“salvajes”, de “indios”, como miran por encima del hombro a los ejidatarios y prestadores de servicios locales; y no por ellos, gente civilizada, gente “bien” que podría sacarle mayor provecho y conservarían mejor el lugar, desde sus ínfulas clasistas de primermundismo, región cuatro. Se apoyan con esa parte de la población que no cuestiona y que se aferra a un discurso, sin entender razones, desde el sentimentalismo y el chantaje, y que en el más puro estilo del sometido cree ciegamente lo que les han aleccionado, inculcado y difundido los modernos comenderos y sacerdotes de la “madre Tierra”, los “poseedores de la verdad ambiental absoluta” que vienen de fuera; es un caso muy interesante de trastorno de dependencia grupal por manipulación restrictiva, como si fuera una secta. La Tabla abajo, presenta un listado de las iniciativas de declaratorias o instrumentos similares que han ido surgiendo de diferentes grupos en Bacalar de los que vamos a ir hablando. Cómo puede notarse, las propuestas siempre han sido promovidas, respaldadas y gestionadas entre científicos, instancias de gobierno o individuos de instancias de gobierno, y ultimadamente organizaciones no gubernamentales: la tríada. Aprovechando cada una de las diversas etapas de intentona de instrumentos de política ambiental proteccionista sobre Bacalar, situación que viene sucediendo desde el 2011 en la zona, promovidos por esos grupos ambientales neoliberales, iremos delineando y aprovechando para no solamente hablar de lo que sucede, de los intereses y del proceso de cada uno de ellos, pero además aprovecharemos para analizar el trasfondo y los grupos que fueron construyendo cada uno de estos instrumentos: La convención de humedales de Ramsar, las Áreas Naturales Protegidas, el Hábitat Crítico, el registro de especies en riesgo o peligro de extinción, entre otros.
Es resumen, veremos como todos los actores mencionados en la tabla y sus propuestas de instrumento ejemplifican el funcionamiento del ambientalismo neoliberal, y mostraremos cómo lo hacen para que pase desapercibido, porque como dice Durand (2014):
El ambientalismo neoliberal ya no trata de vender la naturaleza para salvarla, sino de salvarla para negociar con ella.
Iniciativas de declaratorias del ambientalismo neoliberal para tener el control del cuerpo de agua Laguna de Bacalar.
Año
2011
Institución proponente
Instituto de Ecología de la UNAM
Líder de propuesta Dra. Luisa I. Falcón Tipo de propuesta Designación de sitio RAMSAR Superficie (ha) 5,893 Argumentos Creación de una reserva de estromatolitos en la Laguna de Bacalar Resultado No aprobado
Año
2014
Institución proponente
APIQROO
Líder de propuesta SCT Tipo de propuesta Reglamento y pagos de concesiones Superficie (ha) Cuerpo lagunar Argumentos Se le concesionó la administración del cuerpo de agua Resultado Decretado
Año
2014
Institución proponente
Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR
Líder de propuesta Dra. Luisa I. Falcón Tipo de propuesta Designación de sitio RAMSAR Superficie (ha) 22,255 Argumentos Sistema de estromatolitos y conexión con Laguna Chile verde Resultado No aprobado
Año
2014
Institución proponente
Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR
Líder de propuesta Dra. Luisa I. Falcón Tipo de propuesta Designación de sitio RAMSAR Superficie (ha) 22,255 Argumentos Sistema de estromatolitos y conexión con Laguna Chile verde Resultado No aprobado
Año
2014
Institución proponente
Instituto de Ecología de la UNAM, ECOSUR y Secretaria de Medio Ambiente de Quintana Roo, CONANP Líder de propuesta Dra. Luisa Falcón Tipo de propuesta RAMSAR: Corredor Transversal Costero Bacalar y Bahía de Chetumal Superficie (ha) 97,591
Argumentos Creación de un corredor transversal además de la propuesta Resultado No aprobado
Año
2017
Institución proponente
Amigos de Sian Ka’an, AC, Diputados federales del PVEM, SEMARNAT, CONANP y Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo Líder de propuesta Dra. Luisa Falcón Tipo de propuesta Área Natural Protegida Superficie (ha) 219,000 Argumentos Área de Protección de Flora y Fauna Bacalar (APFFB) Resultado Rechazado
Año
2019
Institución proponente
Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Turismo, municipio de Bacalar, GEO Alternativa SC, Agua Clara, AC Líder de propuesta Biol. Alfredo Arellano. MC Silvana Ibarra Tipo de propuesta Programa de gestión turística con estructura de Programa de Manejo de ANP Superficie (ha) Cuerpo Lagunar Argumentos PROTUR, Programa de Gestión común para el uso turístico en la Laguna de Bacalar Resultado Suspendido
Año
2019
Institución proponente
Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo ECOSUR, diputados locales del PVEM, Francisco Remolina, SELBA, AC Líder de propuesta Biol. Alfredo Arellano y Dr. Alberto de Jesús Navarrete (ECOSUR) Tipo de propuesta Decreto de caracol Chivita (Pomacea flagellata) como especie en peligro de extinción Superficie (ha) Cuerpo Lagunar Argumentos Base para declaratoria de Hábitat crítico ANP Resultado En proceso
Año
2020
Institución proponente
Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial del Estado de Quintana Roo, Municipio de Bacalar. Líder de propuesta Lic. Efraín Villanueva Arcos. Tipo de propuesta Programa Municipal de Desarrollo Territorial, Ecológico y de Desarrollo Urbano. Bacalar Superficie (ha) Municipio de Bacalar Argumentos Integración de todos los instrumentos existentes e intento de cubrir los vacíos regulatorios existentes Resultado En proceso
Año Institución proponente
2020 Secretaria de Medio Ambiente del Estado de Quintana Roo y Secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial del Estado de Quintana Roo, Municipio de Othón P. Blanco. Dirección General de Desarrollo Urbano y medio ambiente. Municipio de Othón P. Blanco
Líder de propuesta Otoniel Segovia. Tipo de propuesta Programa Municipal de Desarrollo Territorial, Ecológico y de Desarrollo Urbano. Othón P. Blanco Superficie (ha) Municipio de Othón P. Blanco Argumentos Integración de todos los instrumentos existentes e intento de cubrir los vacíos regulatorios existentes Resultado En proceso
Año
2019
Institución proponente
Instituto de Ecología de la UNAM, Agua Clara, ECOSUR, SEMARNAT, Secretaria de medio ambiente del Estado de Quintana Roo y Ayuntamiento de Bacalar. Municipio de Bacalar Líder de propuesta Luisa Falcón y Francisco Remolina Tipo de propuesta Día del estromatolito para propuesta de Hábitat crítico
Superficie (ha) Cuerpo lagunar Argumentos Base para declaratoria de Hábitat crítico ANP Resultado Instaurada la fecha por cabildo municipal.
Año
2021
Institución proponente
Secretaria de medio ambiente del Estado de Quintana Roo, IBANQROO, Ayuntamiento de Bacalar, Agua Clara, AC
Líder de propuesta Lic. Efraín Villanueva, Rafael Robles de Benito
Tipo de propuesta ANP Superficie (ha) Cuerpo Lagunar Argumentos Área Natural protegida Laguna de Bacalar Resultado Retomada por SEMA
Año
2021
Institución proponente
Consejo Ciudadano y Científico (IEUNAM, ECOSUR, SEMA, IBANQROO, Agua Clara, SELBA, Ayuntamiento de Bacalar, Geoalternativa, y otros grupos locales Líder de propuesta Dra. Luisa Falcón Tipo de propuesta Sitio RAMSAR Superficie (ha) Cuerpo Lagunar y humedales alrededor Argumentos Área natural protegida / sitio RAMSAR Resultado Retomada por ella y el Consejo Ciudadano y científico
20