Roberto Cassa - Dictadores Dominicanos del Siglo XIX

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AGN ULISES HEUREAUX.

EL TIRANO PERFECTO

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-Pepito, ¿cómo está hoy el café? -Siéntese, General, le aviso a Fefita para que le traiga su taza. -No te apure... Ahora estás hablando con Lilís, tu amigo. Necesito cien pesos prestados. Tú sabes... mañana tengo que llevarle unos perfumes a la francesa y otras caballaitas. -Claro. Sabes que puedes contar siempre conmigo. -Dejaré entrar todas las mercancías que te lleguen este mes. La vez pasada saliste ganando. DE PRESIDENTE A TIRANO

En 1882 Luperón propuso a Heureaux para la presidencia, en reconocimiento explícito de su papel clave en el mantenimiento del orden. En carta a Pedro F. Bonó, en la que todavía intentaba convencerlo de que aceptara la presidencia, y ante la velada advertencia de Bonó acerca de los peligros que entrañaba la personalidad del discípulo, Luperón ponderó las cualidades de este último. Usted me habla de Lilises: me alegro. Es mi discípulo, es el único que puede reemplazarme en todo sentido. Téngale Ud. y todo Macorís completa confianza; yo lo he preparado ya para respetar el querer de Macorís y para amar como yo a sus compatriotas. Solamente tenemos hoy en el Partido tres hombres que pueden gobernar el país: Ud., Lílíses y el general Benito Monción. Si Ud. aceptara la presidencia, Lilises y Monción le servirían como lo hacen hoy con el Padre. Si Ud. no acepta, fíjense en Lilises... Como ya era habitual, considerando el país asegurado bajo la presidencia del hijo-discípulo, elUder azul marchó a Europa. A diferencia de las ocasiones anteriores, esta vez el país quedaba bajo pleno control de este último. Heureaux, como era de rigor,desarrolló un gobierno discreto, procurando mantenerlo lo más posible


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Roberto Cassa - Dictadores Dominicanos del Siglo XIX by Yunior Andrés Castillo Silverio, MDI, DER, IID. - Issuu