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Los Seis Años

Cabralterminó desacreditándoseporcompletocuandosesupo que habíaautorizadonegociacionespara el arriendo delapenÚlsulade Samaná a los Estados Unidos a cambio de una suma de dinero y armamentos con elfin de aplastar alos caudillos. Báezysus seguidores, levantando un nacionalismo de oportunidad, acusaron a Cabral de traición alapatria.

Los SEIS Mas

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Losrojosfinalmente obligaron a Cabral a capitularen enero de 1868 yBáez retornó a la presidencia UD. tiempo después; aunque rechazó la dictadura que le ofrecían sus seguidores, se dispuso a establecerun régimenférreo, que garantizarasupermanencia indefinida. Como se ha expresado, gozaba del apoyo de la mayoría del pueblo, que, como lo pone de relieve SócratesNolasco, enviejasmemorias, creíafirmemente que el caudillosupremo de los rojos garantizaba su bienestar a través de altos precios del tabaco. Esteapoyo semanifestaba através delacasiunanimidad a sufavor que manifestaban los caudillos, los hombres fuertes e influyentes de cadacomarcadel país.

Porsulado, los azulesrepresentaban amediosurbanos que estimabanquehabíaquedoblegaraloscaudillosyestablecerunsistema políticomoderno. Casitodoslosintelectualessehabíanidentificado con los azules, pero laclase de los comerciantes mayoritariamente terminó plegándose anteBáez,convencida de que élgarantizabala estabilidadyera el único político dotado de los conocimientos requeridosparagobernar. Contodo,losazulesteníanvigenciaporque representabanlapropuestadeinstaurarunsistemamoderno.

Tan pronto como fueron desplazados del poder, los azules se dispusieron a derrocar a Báez,y para ello procedieron a aliarse a los liberales haitianos dirigidos por Nissage Saget. Cabral se dirigió a Haitíe iniciólasoperaciones en lafrontera sur, donde contaba con prestigio por haber sido allí el último jefe de la Restauración. Consiguió el apoyo de algunos generales, en especial de los hermanosOgando,ypudoiniciarunaguerraquese sostuvo duran-

te más de cuatro años. En cambio, LuperónyPimentel no pudieron sostener acciones en el Cibao, donde el prestigio de Báez era abrumador.

La guerrilla de los azules en el Surse proclamó la encarnación de la tradición patrióticadominicana, subrayando que laindependencia se hallaba en peligro por las gestiones anexionistas del gobierno rojo. Efectivamente, desde que llegó a lapresidencia, aprovechando el interés expansionista de círculos del gobierno de Washington, Báez había entablado negociaciones para anexar el país a los Estados Unidos. A fines de 1869 se firmó una convención preliminar, tras lo cual se celebró un plebiscito en el que solo hubo 11 votos en contra de la anexión. Obviamente, esta consulta se hizo en condiciones de represión políticaextrema, lo que impedía que las personasse manifestaran espontáneamente. Es seguro quelamayoríadelapoblaciónse mostró de acuerdo conlaanexión, por el simple hecho de que Báez así lo proponía y porque la veía como un medio de salir de las guerrasylapobreza; pero también, conabsolutaseguridad, una porciónnodesdeñable estabaopuesta ala anexión porconsideracionespatrióticas.

Como la guerra dirigida por Cabrallograbacierto apoyo porsu contenido patriótico, el gobierno desató medidas de terror para extirpar a los azules. Las cárceles se llenaron de presos políticosy muchos liberalestuvieron que huirdel paíspara eludir el asesinato ola prisión. En las tareas represivas el gobierno rojo utilizó a maleantes que se dedicaron a aplicar el terror con unaferocidad que no tenía precedentes en elpaísyasesinaron a centenares de personas. Todos esos criminales eran ampliamente conocidos en el Suroeste porsus apodos, como Solito, Baúl, Musié, LlinitoyMandé. Penetrabanfurtivamente detrás de laslíneas de losazules, allende el Yaque del Sur, donde se dedicaban a matarsin compasión.

Dondequieraquelosazulesintentabanrebelarse, elgobiernoaplicaba la represión sanguinaria, como hizo en el Este el general José CamineroenlasoperacionescontralaguerrilladelgeneralrestauradorEusebio Manzueta, quienfue capturadoyfusilado. En el Cibao losazulesno pudieronhacernada, porloqueeldelegadodelgobierno,ManuelAltagraciaCáceres,notuvoquerecurriralterror.

Por diversos motivos, la situación económica del país siguió siendo desesperante, porlo que la suerte de esta cuarta administración de Báezdependía de la obtención de recursos financieros extraordinarios, afin deganar tiempoypoderculminarla anexión a Estados Unidos. Con ese fin, el gobierno designó como agente financiero en Inglaterra a Edward Hartmont, quien recibió autorización para contratar un empréstito. Este banquero judío cometió un fraude extravagante, ya que emitió bonos por más de 400,000 esterlinas y apenas entregó 38,000 al gobierno dominicano.

La pequeñez de la suma percibida no le permitió al gobierno superarsusituaciónde precariedad; ni siquiera los secretarios de Estado cobrabanregularmente sus emolumentos. Báezdio muestra de coherencia, al garantizar un uso correcto de los escasos recursos, yla devoción al Partido Rojo llevaba a que todo el mundo mostrara disposición al sacrificio. La realidad era que con posterioridad ala anexión aEstados Unidos, Báez tenía previstos grandes negocios en unión con funcionarios cercanos al presidente UlyssesGrantyalosaventurerosWilliamCazneauyJosephFabens, los inspiradores de todo lo que se tejía.

ElSenadode losEstadosUnidos rechazó eltratado de anexión en 1871,conloquelacaídade Báezpasó a sercuestión de tiempo. El gobierno dominicano todavía mantuvo esperanzas en las relaciones con los norteamericanos, puesto que se había firmado un tratado preliminar paralelo de arrendamiento de la península de Samanáacambiode anualidades de 150,000dólares, laprimerade lascualesfue pagadaporWashington. Labandera deEstadosUnidos ondeósobrelapenínsuladurante esos años, lo quefue aprovechado por los aventureros para formar una compañía con fines especulativos,laSamanaBayCompany.

El monto del arrendamiento era una suma relativamente alta para la época, pero ello no impidió que se propagara el malestar. Ahorabien, lacuartaadministración de Báezsehabíaconsolidado apesar deladifícil situacióneconómica,algradodequelainsurrecciónenelsurquedócompletamentederrotadaainiciosde1873.Dondequieraquelosazulesintentabansacarlacabeza,eran aplastados.

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