G 60
DICDillORES DOMINICANOS DEL SIGLO XIX
LA FORMACIÓN DEL INTRÉPIDO
MAMBÍ
No es demasiado lo que se sabe acerca de la niñez de quien terminó siendo el hombre que acumuló mayor poder personal en la decimonónica República Dominicana, a pesar de que se le han consagrado muchos libros. A lo largo de su vida, Heureaux se mostró indiferente hacia el pasado, y cuando lo evocó fue con fines políticos, y aun así de manera lacónica. Prefirió siempre alardear en presente. Aunque no tenía empacho en reconocer hechos de su pasado que afeaban su imagen, prefería que se hablara de eso lo menos posible. De ahí sobrevino una actitud de indiferencia ante familiares y amigos que formaba parte de la fría consideración de todo lo que acontecía a su alrededor. Evidencia de esta actitud fue el episodio de la muerte de su madre: estando en el apogeo del poder omnímodo, se le avisó que su madre se encontraba moribunda, y sorprendió a los acompañantes al decirles que no iría a Puerto Plata para verla, explicando que sí lo hubiera hecho si hubiera sido médico. Esta distancia respecto a la madre fue producto de no haber crecido en el hogar de la familia, sino que fue recogido por una tal mademoiselle Rose, extranjera humilde pero que lo ayudó a adquirir hábitos de urbanidad, como su obsesión con el aseo y el buen vestir. Adicionalmente, en los primeros años de su vida no fue reconocido por su padre, y fue bautizado como Hilarión Lebert, por el apellido de la madre. Cuando su padre lo reconoció, le cambió el apellido y el nombre, pasando Hilarión Lebert a llamarse Ulises Heureaux cuando estaba bastante crecido. Al cabo de cierto tiempo, todos le conocían por su apodo, como era común en la época: de acuerdo a los giros idiomáticos comúnmente empleados, Ulises pasó a Lilises que, a su vez, fue abreviado a Lilís, aún más reducido por otros al seco y despectivo Lilí. Como era frecuente en los medios urbanos de la época, el futuro tirano era vástago de dos extranjeros. Nació en Puerto Plata el 21 de octubre de 1845, un año después de proclamada la República. Su madre, Josefa Lebert, era nativa de Saint-Thomas, y su padre, D'Assas Heureaux, hijo de un francés, fue uno de los tantos