por Alexis Oliva Por decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el próximo 7 de diciembre vence la medida cautelar por el amparo que interpuso el grupo Clarín contra la vigencia del artículo 161 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522, que establece la “adecuación” de las empresas que excedan los límites para la cantidad de licencias previstos en el artículo 45 (diez licencias de comunicación audiovisual , 24 de radio, o abarquen a más del 35% de la población a nivel nacional; o los límites previstos para el orden local) o no cumplan con las exigencias respecto a la composición societaria. Esto significa que a partir de ese día la ley aprobada el 9 de octubre de 2009 entrará por fin en plena vigencia en el aspecto central del límite a la concentración económica. La cercanía de este plazo hizo recrudecer la campaña con que el conglomerado de medios que pertenece al grupo Clarín, secundado por el diario La Nación y la Aso-
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La comunicación masiva como vehículo de la lucha ideológica
El “7D” con D de demonio
ciación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), entre otros aliados, ataca al gobierno nacional y busca fortalecer a sus opositores. Así, la significación de esa fecha, denominada “7D”, está potenciada por la reacción corporativa del principal holding mediático. Más allá de las reminiscencias al Día D y que desde el gobierno se la asocia con “diversidad” y “democracia”, desde el bando de Clarín se la pretende relacionar
más bien con la palabra “demonio”, en este renovado intento por demonizar a la valiosa conquista popular que es la ley de medios y victimizar a los grupos mediáticos falazmente autodenominados “independientes”. “Si el 7 de diciembre el poder central avanza ilegalmente contra los medios del Grupo Clarín, estaríamos ante una lisa y llana confiscación para silenciar a uno de los pocos medios independientes”, clamó el