MOSAICO
BIBLIOTERAPIA LA LECTURA CON FINES TERAPEÚTICOS Teresa Castellano Cuesta
S
i echamos la vista atrás, veremos cómo ya, en la antigüedad clásica, los griegos colocaban en la entrada de las bibliotecas un texto en el que se podía leer: "La biblioteca es un lugar para la curación del alma". Luego, durante la I Guerra Mundial, médicos y bibliotecarios de un hospital de Alabama (Estados Unidos) empezaron a utilizar libros como método curativo para aliviar a los soldados que volvían de la batalla, aunque el verdadero origen de la biblioterapia está documentado en EEUU, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se utilizó la lectura para ayudar a la curación de los soldados que tenían largos períodos de internación y rehabilitación, dándose cuenta de que la lectura resultaba muy beneficiosa en momentos de enorme tristeza y dolor. A medida que quedaba demostrada la eficacia de los libros en el proceso de recuperación de las lesiones sufridas por los soldados, empiezan a surgir grupos «biblioterapéuticos» relacionados con el ámbito psiquiátrico. Los libros entretenían y ayudaban a los pacientes proporcionándoles un estado de bienestar. Así empezó lo que se dio en llamar biblioterapia, cuando la lectura se emplea con un fin terapéutico, curativo; para ello se usan tanto libros de autoayuda, como de ficción y literatura clásica en general. Se trata, pues, de una disciplina que utiliza, como técnica terapéutica, el hecho de poner a las personas en conexión con los libros, asumiendo que la lectura tiene propiedades sanadoras. A veces, también se combina con la terapia a través de la escritura. En este proceso se tiene que dar
REVISTA DE FERIA Y FIESTAS POPULARES 2020
la implicación de profesionales sanitarios y la colaboración de bibliotecarios y docentes. La lectura, está más que comprobado, es una terapia para la mente. Leer un libro te lleva a recrear aventuras, revivir experiencias o adentrarte en un mundo de fantasía que durante un tiempo te hace aislarte del mundo real, de sus problemas, agobios y pesadumbres; incluso alguna vez hemos topado con un libro que, en un determinado momento, “nos salvó”. Podríamos decir que la «biblioterapia» es, pues, una herramienta que puede servir para la mejora de la salud integral de las personas, ya que la lectura nos ayuda a entendernos, a elaborar estrategias para encarar diversas situaciones en nuestra vida, a tener un concepto más positivo de nosotros mismos y a encontrar incluso más sentido a la vida. En los últimos cuarenta años, se han elaborado estudios que demuestran que la «biblioterapia» es efectiva en trastornos de ansiedad o de depresión, tan frecuentes en la sociedad actual. Según cuenta el psiquiatra José Sifonte, cuando sus enfermos le solicitan libros de superación o de autoayuda, se quedan sorprendidos por sus recomendaciones; en lugar de sugerirles títulos que suponen novedades en las librerías, les sugiere obras generales como novelas, biografías y literatura clásica. Y es que
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