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33º Certamen de Poesía “Juan Cervera” 2020 - 1er premio: José Luis García Herrera

33º Certamen de Poesía “Juan Cervera” CONCURSOS Y CERTÁMENES

CANCIÓN DEL MAR QUE NUNCA DUERME José Luis García Herrera - Primer premio Sólo la noche es el paraíso:duermen los hombres Manuel Rivas

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El mar no duerme. Permanece siempre despierto a la espera de un caminante, lejano y nocturno, que respire el salitre áspero de la soledad como respiran soledad las huellas de las olas.

El mar no duerme. Su eterna voz regresa siempre a la orilla donde embarrancan las barcas del adiós, donde las mujeres lloran las horas de la ausencia, donde las redes recogen la luz de las estrellas.

El mar no duerme. Siempre acompaña el dolor de quienes arrojan dentro de una botella un mensaje a la esperanza, un canto de ilusión por reencontrar la felicidad perdida en el camino.

El mar no duerme. Anhela siempre el abrazo del hombre que regresa al lugar de los orígenes: desnudo de rencor en la bahía de los ojos, amante de las pequeñas cosas que nos hacen distintos.

El mar no duerme. Desconfía de las almas negras y desea que manos amigas -leales, valerosasrompan contra las rocas severas del destino la condena trazada por la ley de las fronteras. El mar no duerme. Responde siempre a la llamada de aquellos que necesitan mar para lavar derrotas, para sincerarse frente a un espejo de ecos borrosos donde nadie oculta a nadie su marea de fondo.

El mar no duerme. Siempre enciende la llama de una hoguera en la playa del amor perdido, de la pasión borrada por el viento ruin de la rutina, por la mano del tiempo sobre la ceniza del frío.

El mar no duerme. Con su rumor de pasos lentos vela la casa de todos nuestros sueños y nos defiende -con puños de sal, con garras de tormentade las mareas que la vida nos trae y nos lleva.

El mar no duerme. Siempre agradecerá que alguien se siente entre las rocas a escuchar su lamento y escriba la triste historia para que jamás se olviden las lágrimas negras caídas sobre Costa da Morte.

El mar no duerme. Su ritmo marca los latidos del hombre que le abre su corazón y quisiera ser mar cuando le llegue la hora de la muerte. El mar no traiciona, ni huye. Permanece.