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Selección de Poemas. Juan Cervera Sanchís Giménez y Rueda

CANTO Y CANTO He cantado y he vivido y ando esperando mi muerte, como el que espera a un amigo, a eso del anochecer, para irse hasta ver amanecer. He cantado y he bebido, porque cantar es beber el vino de la poesía y el vinagre del querer; que yo he querido y me han querido y he dejado y me han dejado de querer y he vivido y he bebido y todavía sigo en pie esperando lo que espero, pero cantando y soñando, como si hoy fuera ayer y mañana no existiera y todo, realidad de realidades, estuviera por nacer.

CANTAR Navegando a la deriva me encontré con un cantar en la isla del amor a donde fui a naufragar y en donde amar era amar y, mi sombra con tu sombra, locas de felicidad, nuevamente reencarnaban en un abrazo ideal. El verde de las palmeras y el hondo azul de la mar, entre barquitos de velas, no cesaban de soñar. Sueños de sueños tus sueños y mis sueños y una única realidad, tu realidad y la mía vivas por siempre y unidas por siempre en la libertad, que ha sido y será por siempre y siempre y siempre cantar.

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CANTO A MIS ABUELAS Tú cántale a quien tú quieras, yo estoy hecho a la antigua de las vanguardias del alma y los cielos celestes del corazón, y le canto a mis abuelas. A la madre de mi madre y a la madre de mi padre le canto y le canto yo, aunque cuando yo nací ya habían muerto las dos; pero yo siempre sentí que las dos vivían en mí y siempre en mí han de vivir. ¡Sí!, ¡sí! Yo le canto a mis abuelas. Yo, porque yo soy así, y así me moriré, le canto y le canto, sí, a mis amadas abuelas, a golpes vivos de amor, pues son poesía las abuelas, y una bella bendición, y son y siempre serán, las abuelas, madre mía y padre mío, maravilloso y divino amor de Dios.

SI ME MURIERA - Fado Si me muriera de amor yo nunca me moriría, porque el que muere de amor no muere, porque no mueren el amor y la poesía. Lisboa, Lisboa, sueño de sueños. Sueño de sueños es Lisboa y yo voy cantando un fado andalusí por Sevilla, un fado, guitarra y mío y tuyo y muy mzexicano. Cantando un fado yo voy entre lágrimas azules y mil mañanas sin hoys. Nunca más y jamás nunca cantará nadie jamás Un fado como este fado que esta noche canto yo por las calles de Lisboa, soñando con La Giralda y las calles de Sevilla y pensando en ti y en México y en un volcán de caricias, con El Ajusco en el alma y el Paseo de la Reforma y su Ángel en mi mirada. Si me muriera de amor yo nunca me moría, porque el que muere de amor no muere, porque no mueren el amor y la poesía.

MIENTRAS Mientras no muera la copla, mientras podamos cantar, la vida tendrá sentido y tendrá sentido amar; mientras la copla no muera nuestros sueños vivirán en el aire de una copla, ¡para qué queremos más!, pues quien vive en una copla vive por siempre jamás. Andalucía es una copla y México es un cantar y tú y yo somos dos ríos, dos ríos y una sola mar.

COPLA ESPAÑOLA Como la copla española, como la España profunda, en guerra consigo misma y herida de sentimientos, te cantaré yo una copla como cantaba mi abuelo, con el corazón desnudo y el alma ciega de sueños, que nunca se cumplirían. Como la copla española, fieramente malherida, que queriendo y sin querer y, en constante agonía, muere y vuelve a renacer en los labios de la vida, te cantaré yo una copla bajo las estrellas niñas, y la luna soñadora del cielo de Andalucía.