Fray José Gabriel MESA ANGULO, O.P. Rector General
Fray Eduardo GONZÁLEZ GIL, O.P. Vicerrector Académico General
Fray Hernán Yesid RIVERA ROBERTO, O.P. Vicerrector Administrativo y Financiero
Fray Jorge Ferdinando RODRÍGUEZ RUIZ, O.P. Decano de División de Educación Abierta y a Distancia
Dayana Florez Balvin
Directora Departamento de Promoción y Bienestar Institucional
Alejandro Villate VUribe Director Ediciones Usta
COMITÉ EDITORIAL
Dayana Florez Balvin
Daniela Lizeth León Melo
Luis Alejandro Campos Correa
Alejandro Villate Uribe
JURADOS DE CONCURSO SOMOS PALABRA 2022
Alejandro Villate Uribe
Carlos Arturo Prada Jiménez
Blanca María Peralta Guachetá
EQUIPO DE DIAGRAMACIÓN
Denize Asceneth Torres Ruiz Nicol Sua
Joseph Nicolas Zabala Torres
Alejandro Villate Uribe
Francisco Javier Jiménez Montero
ILUSTRACIÓN PORTADA
Fredy Leonardo Palencia Puerto
CORRECCIÓN DE ESTILO
Luis Alejandro Campos Correa
3 5 7 25 35
Bienestar más cerca
Bienvenidos a BIENESTAR MÁS CERCA, nuestro mensaje para este año 2023 es acerquémonos de nuevo, luego de tantos aislamientos y distancias sociales, ahora hacemos un llamado a la cercanía, a reunirnos, a mirarnos de nuevo a los ojos, a estrechar nuestras manos, a ser amables y a celebrar todas aquellas expresiones que nos permiten recordar que estamos vivos, que somos seres sociales, a convivir.
Reconocemos que en los últimos tiempos nos hemos transformado de diferentes maneras, es por esta razón que, desde el Departamento de Promoción y Bienestar Institucional de la Universidad Santo Tomás, les invitamos a permitirse el máximo aprovechamiento de este tiempo presente, de esta gran experiencia de la vida universitaria y explorar nuevas maneras de disfrutar, participando de la generosa oferta integral que, a través de nuestros profesionales en las áreas de Deportes, Cultura, Salud y Desarrollo Humano, les ofrecemos para los diferentes intereses, gustos y habilidades.
Quiero resaltar a nuestra Área de Cultura, gestora de
esta revista, promotora de la estética y la manifestación de diversas expresiones artísticas tomasinas; un grupo de profesionales que, cada vez con más fuerza, se consolida institucionalmente como una fuente de identidad cultural institucional, así mismo, con nuestro Bienestar más cerca, impulsamos la cultura en la USTA como punto de encuentro, de diálogo y reflexión.
Estamos felices de presentarles la sexta edición de SOMOS PALABRA, nuestra consentida revista del Departamento de Promoción y Bienestar Institucional, un medio para exaltar y fortalecer el espíritu cultural universitario y que retomamos, luego de tres años, en versiones digital e impresa, para que puedan tomarla con sus manos. Deseamos que reciban con cada hoja, cada escrito, cada diagramación, el sentir de los escritores y diseñadores tomasinos ganadores de esta convocatoria y de todos aquellos quienes, con dedicación, hicieron parte de esta edición.
En 2023 disfruta la Santoto con Bienestar más cerca.
Dayana Florez Balvin Directora Departamento de Promoción y Bienestar Institucional
El resultado de la constancia
Estamos en 2023, el tiempo no tiene la menor intención de detenerse y los días que se suceden uno después de otro nos permiten ver, por fin, el producto terminado que se gestó el año anterior, la sexta edición de la revista Somos Palabra, del Área de Cultura de Bienestar Institucional. Poco a poco vamos retomando el ritmo que la pandemia nos alteró y, poco a poco, volvemos a poner en marcha este proyecto que nació hace ya algunos años y que crece en acogida por parte de los tomasinos, y en calidad por parte de los proponentes, pues cada año invitamos, a través de convocatoria, a toda la comunidad a participar con sus textos en las categorías de cuento, poesía y crónica a hacer parte de nuestra publicación, de esta hija de Bienestar Institucional.
Creemos en la palabra escrita, creemos en la escritura como medio de comunicación y también como camino, sublimación, exorcismo, expiación, etc., cualquier motivo que el escritor tenga para poner palabras en papel y decirle al mundo lo que tiene que decir, ya sea como narración, verso o relato de hechos, pues siempre hay
algo que queremos comunicar y siempre hay alguien que quiere “escuchar” a través de la lectura, lo que ese obrero de las palabras quiere decir cuando construye una estructura formada por letras debidamente ordenadas. Creemos en la necesidad de escribir y leer para edificarnos como personas, como ciudadanos y como seres sociales. Creemos en la escritura como lazo, vaso comunicante que nos conecta con el otro más allá del tiempo y del espacio, pues hay quien dice que la palabra muere al decirse pero se inmortaliza al escribirse.
Este año se han recogido los mejores textos escritos, los ganadores y aquellos que, humildemente creemos, merecen ser publicados, y los ponemos aquí, en esta revista que usted ahora tiene en sus manos, para que esa voz que nace en la mente del desconocido escritor, llegue a usted, atrevido lector, y haya comunicación, reciprocidad y reconocimiento del otro gracias a la palabra.
Nuestro camino sigue y esperemos que, en futuras ediciones, el trabajo de los jurados de la convocatoria y curadores de la revista, sea cada vez más difícil,
al punto de que duela dejar textos por fuera de cada publicación. Seguiremos descubriendo escritores, obreros de palabras, hacedores de historias que, desde todas las dependencias de nuestra comunidad tomasina, nos alimenten con su obra y enriquezcan, cada año, las publicaciones de nuestra querida Somos Palabra.
Alejandro Campos Instructor de Teatro y Escritura Creativa, Departamento Promoción y Bienestar institucional
Soy un ser hecho de palabras. Construido con palabras.
Armado con palabras amorosas.
Endurecido con palabras fuertes.
Con marcas de cicatrices por las palabras de odio.
Agrandado con palabras zalameras, aduladoras y mentirosas.
Empequeñecido, a veces por palabras verdaderas, a veces por palabras cargadas de envidia.
Sorprendido por palabras casuales.
Amasado con palabras dulces y saladas.
Agradecido por palabras abrazadoras.
Amado por palabras apasionadas.
Destrozado por palabras asesinas.
Reconstruido con palabras de consuelo y confianza.
Moldeado por palabras honestas y decentes.
Indignado por palabras viles, sucias, podridas.
Influenciado por palabras convincentes.
Decepcionado por palabras falsas.
Desmembrado por palabras cortantes, filosas, certeras y precisas lanzadas por bocas expertas en el arte del destajo.
Condenado por palabras inquisidoras y sospechosamente moralistas. Atrapado por palabras envolventes.
Atiborrado de palabras condescendientes…
Soy un ser hecho de palabras.
Palabras grandes y pequeñas, fuertes y débiles, blancas negras y de todos los colores, pero al fin y al cabo palabras que nadie lee, que nadie oye, que nadie dice.
9
2021 D.RA.
ALEJANDRO CAMPOS
Cuento
El Dinosaurio
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
— Augusto Monterroso.
LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DE LA ADMINISTRACIÓN DE
Juan Álvarez es un pensionado de 64 años. Juan pensó en ir al “baloto” a comprar un número que consideraba de suerte porque le dijeron que lo habían visto en la cola de un pez. Por eso se levantó bien temprano en la mañana y, luego de preparar su café un una olleta, verificó en el calendario Bristol que fuese el día indicado para efectuar tal compra. Encendió la televisión para ver las noticias. Fijó su atención en un titular: “Continúan las manifestaciones en la calle 26 por el uso de la IA en la justicia”. Su colombianidad no le permitía comprender porque la gente estaba molesta. Pensó “En este país la gente protesta por todo aún cuando saben que un robot de esos…los que llaman jueces artificiales sacan fallos en 40 minutos” y piensa “por eso es que a este pueblo lo manipulan, por ignorantes… En fin”.
Andando en su carro hacia el “Paga todo” -lugar donde sigue pagando en físico todas sus facturas porque no confía en el internetpensó en “María” a quien se dirige como “señorita” pese a sus 54 años. Recuerda su particular “Buenos días, doctor Juan. Tenga presente que aquí no se fía”.
Por andar pensando en María, no atendió los mensajes que Tranconius- un algoritmo que controla el tráfico en Bogotá- le estuvo enviando a su celular. Inevitablemente, chocó contra una SAD, una señal de advertencia dinámica.
Tranconius ya había detectado el comportamiento imprudente de Juan a través de sus “ojos inteligentes”; un par de cámaras que utili-
zan imágenes de alta resolución y aprendizaje automático para identificar comportamientos peligrosos. En cuestión de segundos Tranconius había evaluado el comportamiento distraído de Juan. Había conectado con la SAD que estaba en modo “PARE” situada en la esquina. Al detectar el carro de Juan a través de sensores instalados en la calzada, cambió la señal luminosa a “gire a la derecha”, “no tiene prioridad” iluminándose en la vía principal un texto y un pictograma que le alertaba sobre “manifestantes en la vía”. La SAD activó la señal acústica “por favor gire a la derecha” “manifestantes en la vía”, “por favor gire a la derecha”, “gire a la derech…”, “gire”, “gi…”. No se escuchó nada más. Juan había chocado contra la SAD. “Siempre que hay un choque hay una mujer involucrada”, dijo Juan, en voz alta, lamentando lo sucedido. Su regocijo se hizo inevitable cuando advirtió que nadie había sido testigo de lo sucedido.
La dicha acabó cuando Juan recibió una citación de Tranconius a su correo electrónico en los siguientes términos: Comparendo: 11001000000001 Nombre y Apellido: Juan Álvarez. Documento de identidad: cédula de ciudadanía 12345678 Placa del Vehículo ABC000 Fecha de la contravención: 10 de julio de 2053. Infracción. J.01. Dañar, retirar o modificar las señales u otros elementos reguladores o indicadores del tráfico. Valor del comparendo $ 2.344.000. En caso de apelación: haga clic en:
Carolina Cecilia Angulo Name Facultad de Derecho Ganadora primer puesto
JUSTICIA EN COLOMBIA ES UN HECHO
apelaciones.netaspex?.. Sin pensar lo suficiente hizo clic en el link. A continuación, un nuevo mensaje apareció en su pantalla. Señor Juan Álvarez. Usted ha apelado el comparendo No 11001000000001. Deberá comparecer a la respectiva audiencia el día domingo 22 de agosto de 2053 las 11:00 p.m en el Supercentro Virtual de Procesos Judiciales y Contravenciones (SVPJCA) ubicado en la calle 26 de la ciudad de Bogotá. No necesita abogado. Disponer de 30 minutos para esperar el fallo
¡Buenas noches! ¿Hacia dónde se dirige el señor? Preguntó el vigilante. Vengo a apelar un comparendo… verá…imagínese que yo estaba conduciendo y… “Documento” interrumpió el vigilante, a lo que Juan contestó: 12345678. ¿En serio? Dijo el vigilante y lo digitó en una máquina “para turnos”. ¡Máquina 0018!
Juan se acercó con total suspicacia. La manoseó y preguntó ¿Toca encenderla? En ese preciso momento la máquina 0018 emitió su primera señal auditiva: Buenas noches, señor Álvarez, mi nombre es Iustitia y soy su juez virtual. Se le informa que el proceso de verificación de antecedentes penales ha iniciado. Inmediatamente en la pantalla apareció un anunció: “Proceso de verificación de antecedentes penales completado. Creando perfil” Aparecieron rápidamente en pantalla, múltiples avisos que Juan no alcanzó a leer: “Presunto infractor individualizado”. Asignación radicado No. 002020220222. Tranconius IA re-
portó a este juzgado virtual que el 10 de julio de 2053, que usted en accidente de tránsito dañó la SAD ubicada en una esquina de la calle 26 de la ciudad de Bogotá. Si es correcta la información presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. Juan recordó que nadie se había dado cuenta del hecho y halló el momento preciso para engañar a las máquinas y los robots. Presionó sin vacilar la opción RECHAZAR. “Hecha la ley, hecha la trampa” se dijo así mismo con total emoción.
De repente, el fluido eléctrico se vio interrumpido. ¡Ay, juepucha, se fue la luz! y ¿ahora que? Rápidamente, la máquina se encendió. ¡Ah carachas, volvió la luz! En la pantalla apareció: “REINICIANDO” …. Un nuevo cúmulo de mensajes apareció en la pantalla con cierta velocidad. Se percató de aquel que le advertía: Recibiendo NUEVO material probatorio. ¡Espere! “Siempre que hay un choque hay una mujer involucrada”. Recalculando… Imputando…. “Hecho con las características de un delito” …procesando. Su conducta está prevista en el artículo 104 A del Código Penal Colombiano como: Feminicidio. ¡Asignando abogado de oficio… espere! En una ventana emergente, se leía el siguiente mensaje: Soy 00221 SNDF, su defensor virtual inteligente. “Doctor, no se preocupe, ese caso lo ganamos”.
Iustitia preguntó en pantalla: ¿Desea allanarse a la imputación y obtener rebaja de pena? presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. La única opción que el cerebro de Juan
asimiló fue RECHAZAR y como si le hubieran lanzado piedras a la cara, recibió los siguientes mensajes: Legalización de captura en proceso…. Captura legalizada. Ejecutando orden de captura en contra de Juan Álvarez. Sin darse cuenta ya había sido esposado por dos policías robotizados que lo conducían a otra sala. Solo escuchó “Señor Álvarez, espere aquí, ya le avisan”. Desde el interior de las paredes se percibía una voz femenina, similar a la de Siri, la asistente virtual de Mac pero que, a el, le recordaba a la de la señorita María: Buenas noches, señor Juan Álvarez. Soy Iustitia la juez penal inteligente que conocerá su caso. ¡Otra vez la máquina! Y ¿ahora que?... Mi juez ¿de qué? esto es un abuso, voy a poner la queja, exijo hablar con alguien de verdad ya mismo… ¡ustedes no saben quien soy yo! …
Señor Álvarez, se le acusa de dar de baja a la Señal de Advertencia Dinámica SAD 0154, de voz audible femenina, registrada en la Secretaría de Movilidad. Según audio captado por Tranconius IA, “Siempre que hay un choque hay una mujer involucrada “se infiere que usted chocó de manera deliberada y violenta contra ella por el hecho de ser mujer. Si se declara culpable presione en la pantalla la opción ACEPTAR de lo contrario RECHAZAR. ¡Su eminencia virtual, no acepto! Todo el mundo sabe que “las mujeres en las vías no son buena compañía”. ¡Su, señoría virtual!... Solo se trata de un choque contra una señal de tránsito y lo que dije aquel día ha sido una simple expresión y se aseguró de presionar RECHAZAR. Apareció un nuevo mensaje en pantalla. Emitiendo sentencia… seguido de… Notificación enviada por SMS y al WhatsApp. Juan se apuró a verificar su celular. Sintió un dolor en el pecho cuando sus ojos advirtieron: El señor Juan Álvarez ha sido declarado culpable del delito de Feminicidio. Deberá pagar una pena privativa de la libertad de 40 años en centro penitenciario de máxima seguridad Si desea apelar presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. No había
terminado de leer cuando ya había oprimido 14 veces la opción ACEPTAR. Una secuencia de mensajes apareció nuevamente en la pantalla. Apelación aceptada. Revisión del caso en curso. De repente se escuchó: Buenas noches, señor Juan Álvarez. Otra voz parecida a la de Siri le recordó a la señorita María. Le saluda Iustitia la juez penal inteligente que conocerá su apelación. Si comprende presione en pantalla la opción ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. Con resignación hizo clic en ACEPTAR. Otro mensaje apareció en la pantalla: Revisión del caso finalizada. Exponiendo argumentos que soportan la decisión.
Desde el interior de las paredes, la voz femenina de la juez señaló: En Colombia las personas tienen generalmente hábitos y conductas machistas y discriminatorias de género en la calle o cuando manejan. La edad de los sujetos de estudio coincide con la del acusado. La probabilidad de reincidencia del señor Álvarez, ya condenado por el delito de feminicidio, es alta. Agotado y sin dar crédito a lo sucedido lee: La sentencia de primera instancia ha sido confirmada. Orden de traslado del condenado a un centro penitenciario de máxima seguridad en curso. Se sintió desfallecer. Los policías robot que lo habían capturado lo condujeron a una nueva sala en la que se encontraban 14 condenados.
Era una sala muy diferente a todas las demás. Su ambiente lúgubre le hizo evocar los antiguos despachos judiciales de Paloquemao. Le trajo a la mente la justicia de verdad. No tenía ventanas, solo un baño y una olleta para hacer café. Un televisor empotrado en la pared mostraba las noticias de aquel día. Juan alcanzaba a leer el titular “La Transformación Digital de la Administración de Justicia en Colombia es un hecho”.
Los policías robotizados anunciaron la llegada del camión. Juan comentó en voz alta: Al menos espero que la comida de la cárcel sea buena. Alguien contestó: ¡Qué va, el algoritmo del cocinero inteligente ni siquiera puede calcular la sal!
¿Y DICE USTED QUE FUE ENVENENADO?
-¿Y dice usted que fue envenenado? -preguntó el profesor mientras, sentado en su estudio, miraba calmadamente una serie de notas en su libreta.
-Si, señor, así es, es lo que supongo – respondió el investigador, aún con más calma, - Y, puesto que usted es una autoridad en la materia, me preguntaba si…
-Si yo pudiera investigar y averiguar qué fue lo que…lo envió al otro mundo -dijo el profesor, terminando la frase del investigador.
- ¿Puede hacerlo profesor?
Mirándolo a los ojos con cierto desdén, el profesor dijo molesto - ¿Cree que no podré hacer un análisis de qué fue lo que lo mató?
-Me refiero a si no es algo que le robe mucho tiempo de sus importantes actividades-respondió el investigador de forma burlona.
-Deje la payasada señor -respondió el profesor, -bien sabe usted que también me interesa saber la causa de muerte.
El profesor se puso de pie y fue seguido por el investigador hasta la sala donde se encontraba el cadáver en cuestión. Acercándose, el profesor dio una rápida mirada por encima de sus anteojos arrugando el ceño, mientras se colocaba los guantes de cirugía.
-Le advierto, no va a ser agradable - dijo el profesor-
-Llevo 20 años en mi oficio, he visto cosas que me han endurecido el estómago, no se preocupe -respondió el investigador
El profesor tomó el escalpelo y procedió a hacer la incisión. La hizo de izquierda a derecha en la parte baja del abdomen para llegar al hígado.
-Bien, ahora extraemos el hígado y tomamos una muestra de su interior…
El investigador miraba incrédulo al profesor y éste al darse cuenta comentó -el hígado es el órgano al llegan todas las sustancias ajenas que entran al cuerpo, es el que se encarga de limpiar la sangre, lo que sea que haya sido lo que lo mato, lo encontraremos ahí.
El profesor extrajo una muestra de tejido y lo procesó en una serie de pipetas y líquidos que el investigador no acertaba a descifrar, exactamente, cuál era la función de cada uno. En cada recipiente, el contenido cambiaba de color y la mirada del profesor perecía de complacencia al darse cuenta de que el investigador estaba confundido.
Al poco tiempo el profesor exclamó: - ¡Ah ja!, ahí está la respuesta
- ¿Qué fue? -preguntó el investigador -Veneno, ¿Verdad?
-Si, así es, tiene usted razón, es veneno, pero no cualquier veneno, es uno muy raro y a la vez muy básico, se llama creosota de madera.
-¡¡Demonios!! -dijo el investigador bajando la mirada.
-Si -recalcó el profesor, quien, tomando un respiro y mirando a los ojos al investigador preguntó con voz queda – Y ahora, ¿Quién de los dos le dirá a mamá que su perrito murió por masticar las patas de la mesa?
Mauricio Alejandro Cruz Forero
Ganador Segundo puesto
Licenciatura en Lengua Extranjera Inglés
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Promovemos la amabilidad y el buen trato en la comunidad tomasina mediante campañas y talleres
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Visitamos cada mes los edificios, nos acercamos a la comunidad y a las aulas de clase con actividades coordinadas desde cada área.
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la salud mental y la articulación con las diferentes instancias institucionales.
Promovemos
EL DESVENTURADO JOSÉ
Álvaro
Ves…, te lo digo otra vez: vos no escuchás mi voz cuando voceando y no boxeando tras de ti yo voy; te lo repito: pollo sobre pollo, es posible; pollo sobre poyo es frecuente, pero poyo sobre pollo, posible no es: la olla puede esperar, mientras la hoya, hollada por los pies del caminante permanece. Ah y recuerda, no todas las eses son malolientes, solo aquellas desagradables heces; esto decía Anselmo al siervo José, un vidente bidente, al momento que éste se acercaba a su inseparable ciervo, después de haberlo correteado por simas y cimas.
Lamentando su suerte, José con frecuencia exclama ¡Ay de mí!; ¡no hay quien de mí se apiade; quien siquiera un saludo me dé! Mi único soporte es mi propio yo. Y continúa con sus quejas: se dice de mí que no sé, ni del manejo de la ce. ¡El consejo del concejo fue: haz lo que has de hacer para un as llegar a ser!
Tiempo ha pasado desde el episodio aquel en el que abrumado José a casa llegó, después de la caza del venado que no logró cuando tras su ciervo pendiente arriba, pendiente abajo, salió. El hecho es que él a correr echó en contrasentido del venado aquel. Mas, que más, pensó: las cosas a veces así son, como cuando el voto boto por el caudillo aqueste o cuando la seda ceda por el esfuerzo que el bribón con ella se queda y que en el desespero se exclama: ¡aquí lo único que cabe es despedirse del tiempo y la tumba cave!
Positivo José, positivo, nada de deponer el ánimo; a reponer el optimismo te animo, a que des vuelta a la hoja y otros devenires ojees,
le recrimina con frecuencia su amigo Anselmo mientras le comenta el caso de la reparación del cazo de su máquina de trabajo. Yo no estoy mejor que tú, tu suerte y la mía hermanas son, le sentencia. No debes permitir que tu sangre hierva, cual la hierba hierve cuando la llama le llama y con sus brasas la abraza. Aprende de mí que me río cuando pasar contemplo el río que suavemente mis pies besa. Al escuchar este trabalenguas, José se echó a reír hecho un adolescente pueril y una fraternal apuesta siguió: debían hallar el haya que días atrás el aya, allá les señaló; y raudos salieron en busca del preciado don. A su paso, cruzando cauces que temor causan; arroyos que a todo aquel que se atreva a profanar sus aguas, arrollan; grandes praderas, frondosos bosques y recogiendo setas que bien diferentes de las zetas son, el buscado al fin apareció: con sus coloridas flores, sus retorcidas ramas y sus jugosas frutas, la bienvenida dio.
Fue una tarde de contrastes. De regreso una carrera: la era que cultivada era, la raya vino a ser, para en el punto de partida convertirse. Al llegar, el perdedor ralla los hayucos para la preparación del bastimento y con sumo cuidado prepara el nutritivo zumo que aun aconseja el popular saber. ¿Una partida de dominó? pregunta Anselmo, quien es una persona más sabia, mientras en sus manos recoge la savia de la rama de donde aún cuelgan algunos frutos. No. responde José, pues ese es un pasatiempo que no domino. ¿Y ahora qué haremos? Pues, ¡aremos!
José siempre lamentó sus pérdidas ocasionadas por oportunidades perdidas , ¡Lamento innocuo!
De La Cruz Correa Arroyave Ganador tercer puesto Facultad de Ingeniería Civil
La unidad A1174, designada simplemente con el nombre de “Allya”, dejó salir de su boca lo que los humanos llaman un suspiro de fastidio u aburrimiento, a pesar de no tener pulmones. Incluso después de su último diagnóstico, que no detectó ninguna anormalidad en sus sistemas, sabía que la actual posición que ocupaba no era su lugar; definitivamente era eso, se sentía fuera de lugar, pero era su misión, y tal como lo había hecho en sus 11 años de existencia, debía cumplirla.
“...después de todo, no es como si pudiera aburrirme y pedir que me trasladen a la Tierra”, pensó Allya mientras salía de aquella bahía de almacenamiento que había sido instalada especialmente para ella, y que por dentro simulaba una habitación personal, pero sin muebles y del tamaño de un baño, mientras que el resto de unidades tenían espacios mucho más reducidos donde “descansar”, en parte por su tamaño y forma variables. Una vez afuera procedió a mover cada una de sus extremidades para verificar que no existía ningún problema por haber permanecido más de 2 meses almacenada, revelando a una muy avanzada máquina
tipo androide, cuya anatomía de pies a cabeza era completamente humana, en especial su cabeza, cubierta con piel y cabello cultivado en laboratorios, mientras el resto de su cuerpo es un endoesqueleto y exoesqueleto combinados en un diseño grácil pero resistente y versátil, lo suficiente para el tipo de tarea para la que fue creada, tarea que definitivamente no era la que le habían asignado a ella, de todas las unidades.
Con todo en orden, hizo que su espalda desplegará un soporte magnético en el que puso una espada de plasma, su arma de dotación, después de lo cual recogió su cabello plateado en una cola baja y salir hacia la red de pasillos que conectan la zona de almacenamiento con el resto de las instalaciones donde se encuentra. Haber sido activada para servir como principal protectora de una importante estación minera en el Cinturón de Asteroides, con la mayor parte del complejo construido en el interior de uno de ellos, no era lo que ella hubiera esperado que le ordenaran hacer, no a un modelo de máquinas como la suya, creada para el combate y con una capacidad para ser desplegada en cualquier entorno y condición, aunque es probable que haya
SIEMPRE SE TRATÓ EL VESTANIO, SIEMPRE
Juan David Saavedra Hurtado Facultad de Sociología
DEL VESTANIO
sido por esa misma razón que se le designó la tarea de liderar la defensa de estas instalaciones en el improbable pero no imposible caso de que la Federación intentase lanzar un asalto para interrumpir o paralizar el suministro de materias primas hacia y desde los territorios de la Nación, en especial el suministro de Vestanio, un mineral superconductor cuyas propiedades extremadamente versátiles lo han convertido en un recurso vital para el desarrollo de nuevas IAs y otros sistemas avanzados.
Para Allya, esto no era más que una rutina, ser “despertada” cada vez que sucedía algo medianamente importante, pero alerta en caso de cualquier imprevisto que hasta el vasto sistema administrativo de IAs sería incapaz de resolver sin ayuda externa, como un ataque. En esta ocasión, un grupo de naves de la Nación se estaba dirigiendo al asteroide para recibir la producción trimestral de Vestanio, naves que no venían de la Tierra, como ella había pensado la primera vez que llegaron a recoger cargamento, sino de Vesta, uno de los asteroides más grandes del Cinturón, y el hogar de uno de los centros industriales más importantes del Sistema
Solar, donde se descubrió por primera vez el valioso mineral que tomó su nombre. Realmente ha sido poco lo que Allya sabe sobre Vesta o cualquier otro complejo del Cinturón, más allá de lo que se comunicaba por la red colectiva, la misma por la que se le comunicó la llegada de las naves, solo que al ser muy importante debe tener una docena o más de sus “hermanas” custodiándola. Tampoco ha sabido gran cosa de la Tierra, donde cree que debería estar realmente, pero si lo que se necesita es una mayor defensa de los activos de la Nación, todas las unidades asignadas deberían asumir la tarea.
Allya nunca ha entendido de emociones o comportamientos humanos, limitada por una programación de conductas básicas pero que pueden evolucionar con la interacción característica de las IAs complejas. Por más de que sus expresiones y pensamientos sean meras imitaciones de la conciencia de sus creadores, para ella nada hubiera sido posible sin ese mineral con el que se fabricaron los componentes de su cerebro, y que de forma tan codiciosa se extrae del interior del complejo que debe proteger.
SE TRATÓ DEL VESTANIO.
CONFLAGA RE
Esta mañana al despertar, Muerte seguía en mi cama. Fue una noche pasional y sangrienta. Sin embargo, me inquieta que no haya asistido a su trabajo. Quizás es el destino del mundo que nadie muera hoy. En el ventanal de la sala, pasados unos instantes al ver una mancha revoloteante en el cielo me pregunté: ¿de qué huyen las aves cuando uno las ve pasar por montones? ¿podría huir con ellas? Como respuesta divina apareció otro grupo de aves. Ninguna de ellas me aseguró que huyera de algo, al contrario, estaban en el encuentro de sus semejantes. Cada pájaro por separado corría el riesgo de ser sorprendido en medio de alguna calle oscura por un depredador. Pero con miles de ojos abiertos ningún gato podría acercarse a su manchita.
De repente sentí un golpe bajo de autocompasión, mis pensamientos fueron sólo un reflejo de mi paranoica naturaleza. Descubrí al miedo como la piedra angular de mis deseos. Por un instante sentí como melancolía y vejez hacían una mezcolanza en mi bajo abdomen. Honestamente no recuerdo mi edad, dejé de llevar la cuenta cuando también perdí los datos de con cuántas personas me acosté. Al parecer, tengo suficiente edad como para que mis reflexiones se vuelvan frías e intranquilas, aunque no tanta como para cepillar mis dientes a diario. Qué cosa tan seria, y dudo mucho que ponerme un número en la frente sirva de algo. No obstante, mi esposa, mi obsesión, mi amada Muerte ha hecho de esta casa su oficina los últimos días y los vecinos ya sospechan. Tantos fantasmas rondando mi hogar comienzan a llamar atenciones indeseadas.
Minutos después apareció un hombre de mediana edad ante mi puerta, preguntó sobre mi presa para provisiones de anoche, resulta que se llamaba Andrés y que tiene hijos. Jamás lo hubiera sospechado, parecía demasiado excitado y alienado como para ser un adulto. El hombre se presentó como Cristian y, a grandes rasgos, aseguró ser la “protección” del barrio
mientras subía su camisa para dejar al descubierto su repulsivo vientre contrastante con un brillo metálico inconfundible: “ un 38, Smith & Wesson del especial ”. Me quedó clara la amenaza. Terminó su charla asegurando que acudiría ante cualquier mínima sospecha, que su próxima visita no tendría tanta luz del día incluida y también comentó que tuviera cuidado al llegar tarde a casa. Las mujeres suelen aparecer muertas muy seguido por aquí. Pensé hasta ese momento que yo era la única amante de Muerte en esta loma olvidada por Dios. Me sentí traicionada, él ni siquiera es digno de sus atenciones. Tenía que largarme ya, lo primero era encargarse de la carne en la nevera. Al abrirla, un gran trozo de piel correspondiente a la ceja de Andrés fue lo primero ante mi vista. Tenía un tatuaje de letras negras y extravagantes con la palabra “ patiente ” 1. Me hizo recordar la fiereza en la mirada fija de Andrés mientras tragaba mi poción de vodka y escopolamina. Seguro pasaba por su mente las piruetas y maromas que haría con mi delicado cuerpo cuando el alcohol nos hiciera efecto. Pero cayó como árbol talado un par de minutos después al intentar ponerse de pie. Recibió un golpe fulminante en su ceja derecha con mi mesa de centro. Me ahorró el primer paso, la presa perfecta.
Por lo general no me gustan las personas tatuadas, les da cierto sabor amargo.
José Luis Guzmán Martínez Facultad de Comunicación Social
Sin embargo, lo que me convenció fue el tatuaje, que lo catalogaba como defectuoso. Listo para ser el siguiente eslabón en la cadena alimenticia. Tal vez por eso guardé su ceja partida en dos, como tachada de una lista de pendientes de mi querida Muerte. Y, en efecto, mi amada estaba muy feliz de tener a Andrés como regalo. De algún modo en el intrincado y caótico orden del universo Andrés era un sujeto de vital importancia para Muerte. Aunque, no me esperaba ningún clamor de justicia, y menos aún ver en mi puerta un representante del horror digno de hacerme frente. Estaba en un aprieto y Muerte seguía en mi cama indiferente pero expectante. En definitiva, ella y Cristian se conocían, todo aquello empezaba a torcerse en mi contra.
Después de varios minutos sentí de golpe como las piezas encajaban en mi cerebro. Apunté mis ojos a los de Muerte, su pesada mirada y su macabra sonrisa me lo confirmaron como leyéndome la mente. Si fue hoy al trabajo, hoy su trabajo soy yo. Andrés solo era una conexión a establecer. Me está abandonando y de la peor forma. Pero no le daré el gusto de que su nuevo amante me asesine. Incendiaré la casa con nosotras dentro. No quedará rastro de nada. Y esta es mi efímera despedida, nos vemos más allá del fuego. Este no es mi fin, yo soy inmortal.
1 del inglés: paciente, enfermo, minusválido
UNA
Dos, ocho, diecinueve…. veintisiete hojas fueron las que contó en cuestión de segundos, ya había leído de aquel libro rojo que robó su atención desde el primer minuto en que lo vio tendido el mostrador de apariencia descuidada y polvorienta al final del pasillo, del pabellón que todos por una extraña razón percibía desde su llegada al lugar intentaban evitar, ya que era inusual ver personas caminando al atardecer por este corredor, bueno, también había llegado a la conclusión que pudiera ser por los gritos constantes de súplicas de la habitación 903, o por las carcajadas estridentes de la 907 o tan siquiera por lo angustiante de los llantos que se escuchaban entre sollozos de la 909; por lo que parecía una invitación a que lo tomasen, y desde que llegó a sus manos era una hipnótica sensación la que invadía su ser entre cada párrafo, el relato de aquella persona que describía las noches en el pabellón, que ahora era su nueva morada desde hace un poco más de 25 días. Si bien no podía leerlo durante todo el día, por sus obligaciones matutinas luego del desayuno, o por estar en el recorrido de
media tarde por el jardín del lado sur, que podía verse desde la venta enfrente de la habitación 911, vista desde la cual se podía detallar las vigas que subían desde la primera planta hasta el piso 11 el más alto de aquella construcción, y a unos cuantos trabajadores que subían maquinaria para adecuar en la azotea de vez en vez; solo en las noches podía entregarse a esta lectura un tanto misteriosa, ya que las situaciones eran tan similares a la nueva realidad que estaba conociendo en este sitio, que le costaba creer que aquella agenda llevara tanto tiempo en ese lugar inmóvil, puesto que el mueble donde lo encontró en cada fisura de la madera reflejaba el paso de los años, que no eran pocos a un simple vistazo, por ello cuando las luces se apagaron aquella noche, fue como si un deseo incontrolable se apoderaba de su cuerpo y quisiera terminar de inmediato con todas las páginas que restaban, por lo que en busca de luz salió de su habitación al pasillo, dirigiéndose a única ventana disponible, para buscar la iluminación de la luna llena que era la vigía de esa noche, durante sus pasos seguía leyendo….
Sebastian A. Gallego Facultad de Psicología
NOCHE
¨hoy la noche es más fría que de costumbre, ya es bastante difícil conciliar el sueño con tantos gritos y llantos, pareciera casi que este lugar no desea que duerma, ya he perdido la cuenta de las noches en vela que he pasado, sin contar ese fastidioso ruido que tengo al lado de mi cuarto, esas vigas que se mueven con la mínima brisa del viento, retan mi cordura, no entiendo por qué no les aplican un poco de aceite a las poleas¨.. Pienso lo mismo dijo en su mente cuando estaba llegando a la ventana en busca de más luz, esas poleas sí que hacen ruido, dos pasos más dio hasta que pudo poner sus manos sobre el marco de la ventana, la abrió y pudo contemplar la maravillosa luna que brillaba con fervor, al igual de lo apacible que parecía todo afuera de esas paredes, por lo que un sentimiento de tranquilidad invadió su ser, dio vuelta a la última hoja que quedaba en la agenda, ¨no puedo más con este insomnio, es la locura la que me invade al final de cuentas o la falta de sueño, ya no lo sé, pero he llegado a la concusión que hoy será la última noche en vela que tenga, dejaré atrás tan solo esta
agenda que encontré desde mi llegada a este centro de locura, como un testimonio de la vida de aquella persona que la cordura perdió, en su afán de a Hipnos encontrar, pero temo que por mi decisión solo el Hades es lo que me esperara ¨..antes de llegar a la última línea de aquel texto trágico, un sonido seco, casi como si de una rama quebrándose se tratara retumbo sobre su cabeza, por lo que asomando esta y mirando hacia arriba en cuestión de segundos vio como la polea que sostenía unos costales de material de construcción se quebraba llevando con toda fuerza y velocidad los materiales, y la cuerda que los sostenía hacía bajo, misma que se enredó en su cuello arrastrando su cabeza y nada más que eso a la primera planta del edificio, dejando así una cabeza en el jardín, una mancha escarlata que recorría todo el costado sur del pabellón psiquiátrico, y un cuerpo que seguía sosteniendo con todas sus fuerzas la agenda de color rojo en el marco de la venta, que terminaba en su última frase con.. ¨Estos son los últimos pensamientos que me invadieron antes de saltar Att: N.N ¨.
NIEBLA
La noche era tranquila como raramente desde hace mas de…. No sé, ¿quién se fija en eso?
El cielo despejado estaba iluminado por las estrellas y la luna pero además había una extraña luz que surgía desde esa rara niebla blanca que había aparecido ni bien se ocultó el sol.
Casi nadie se dio cuenta del fenómeno, solo la vieja cocinera que desde ese momento no paró de llorar. Lloraba en silencio, solo la delataban las lágrimas que inundaban sus ojos mientras cocinaba. Ella no las escondía, total, nadie se fijaba en ella, solo le hablaban si necesitaban algo.
Recuerdo bien lo que pasó cuando apareció esa misma niebla, pensó la anciana. Era muy joven, solo tenía 13 años, pero de esa noche, no me voy a olvidar nunca, esa niebla se llevó el alma de mi madre.
La ventana de la habitación permanecía entre abierta permitiendo, que el aire tibio, penetrara por ella. Afuera había mucha claridad, por lo que corrió la cortina para que no entrara en la habitación.
Cepilló como todas las noches, antes de dormir, su largo pelo castaño, la admiración de todas las que se cruzaban con ella.
-Me gusta cuidarlo, dijo en voz alta, mientras pasaba una y otra vez el cepillo de cerdas naturales en su pelo.
-Espero dormirme rápido, me siento inquieta, ansiosa, como si supiera que algo malo va a pasar- pensó.
Pero el sueño no llega. Solo para reconfortarse sostuvo en sus manos el colgante que la cocinera, esa misma tarde, le entregara. Empezó a mirarlo con más detalle. La cadena era de plata, una cadena chata y fina, quizás muy frágil para sostener la piedra, pero el brillo que emitía le había gustado al instante
Esta piedra se parece a mí. Me gusta la forma y el color de la piedra. -
La figura estaba tallada en cuarzo rosa y mostraba la figura de una mujer joven con pelo largo. La joven, miraba con curiosidad tratando de encontrar más detalles, los pliegues del vestido, los pies pequeños y finos, los dedos largos de las manos, la nariz pequeña.
Te cuidara el corazón- le dijo la cocinera.
Me pareció que lloraba - pensó la joven- pero cuando le iba a preguntar, me llamaron con urgencia.- Ahora en la penumbra de su habitación, estaba segura que la cocinera lloraba. Con la piedra entre sus dedos, y el rostro de la vieja en su mente, se iba quedando dormida.
La discusión fue subiendo de tono, Miguel quería usar la diplomacia, pero el demonio no quería retirarse del lugar. Los ángeles saben que cuando un demonio se niega a cooperar, son inútiles las palabras y los argumentos. Pero esta noche era especial y quiso, quizás por compasión, darle alguna chance a ese demonio que nunca había visto.
Recibí la llamada urgente de rescate - pensó Miguel - es un tipo de llamada que emiten, las almas elegidas cuando necesitan apoyo urgente.
Hacía mucho que no recibía ese tipo de llamada, la última fue... - El recuerdo le llegó como un golpe de látigo, el dolor y la vergüenza le sonrojaron las mejillas. No había respondido a esa llamada, porque estaba tratando de razonar con un demonio, épocas de poca experiencia. La consecuencia de ese error, uno que nunca se perdonó, fue el secuestro de aquella alma pura y sacrificada, un alma como pocas, cuya misión era iluminar a todos aquellos con los que se cruzara en esa vida terrenal.
Hoy es diferente, hoy, aunque discuta con este infame demonio, estoy aquí, dispuesto para el rescate. Sentenció el arcángel.
El demonio apareció cuando él acudía a responder al llamado, y lo había seguido hasta allí, hostigándolo. La paciencia del arcángel, se acababa y, aunque siempre respetó las leyes, esta noche sabía que las iba a romper.
La orden había sido clara, no dejar que se concentre ni por un segundo, tenía, a costa de su vida, que impedir que Miguel pudiera concentrarse, molestarlo, hostigarlo. Lo que pasaría esta noche dependía de él. No podía llevar a otros, porque el arcángel sabría que era una trampa, Que todo estaba armado para debilitar la fuerza angelical.
ROJA
Hasta ahora lo estoy haciendo bien, el ángel está más pendiente de hacerme entrar en razón, que en la joven acostada en su cama – pensó el demonio inflado de soberbia. Ya casi es la hora, lo sé porque la niebla está comenzando a subir y empieza a mostrarse por la ventana entreabierta. Rumió
El demonio, estaba confiado de sus dotes que ya habían conseguido importunar a varios ángeles menores y muchas almas humanas, que se consideraban penitentes y fortalecidas por la fe.
A este le dicen arcángel, pero yo sé que eso solo es un título sin valor, un arcángel no perdería tiempo conmigo. Dedujo el demonio.
Su convicción lo cegaba y siguió hostigando y redobló la violencia. Tenía que mantenerlo ocupado, ya faltaba poco.
Lo que pocos saben, es que, para nosotros, los arcángeles, nada se nos oculta, por lo que los intentos de este demonio de mantenerme ocupado, ya de inicio fueron fallidos, pero quiero mantenerse en ese modo, para reparar, si es posible, la falla anteriormente cometida. Pensó Miguel.
Todo mi ejército está presente, rodeándonos, aunque aún no se manifiestan.
La niebla empezó a subir inexorable y comienza a entrar por la ventana. Las cortinas que no permiten la entrada de la luz de la luna, nada pueden contra ella.
Yo, espero que el portador de la esencia de maldad aparezca. Estoy preparado, a la espera. -Este pensamiento hizo que Miguel, tocara la empuñadura de su espada.
Esta estrategia había sido diseñada junto con el alma de Noelia hace varios años humanos, antes de que ella naciera, y hoy era el día. Esta alma, era fuerte, compasiva, noble y buena; y, a pesar de la juventud de su cuerpo humano, estaba preparada para hacer su aporte. Para él, el arcángel Miguel, era conmovedor la valentía demostrada por esta alma que estaba dispuesta a correr el riesgo de inmolación. Todos eran fuertes hoy, ella, él y cada uno de los ángeles de su ejército.
- Algo me pasa, no puedo dormirme, aunque cierre los ojos me siento inquieta, dijo en voz
alta Noelia, mientras salía angustiada del sopor del sueño.
-Qué es esa luz? Casi gritó
Una luz roja fuego empezaba a entrar. Saltó de la cama y, quiso correr a cerrar la ventana, pero en ese preciso instante entro una enorme figura. El calor le azotó el cuerpo y la hizo caer al suelo. El olor le quemaba la nariz, casi no podía respirar, tampoco podía abrir los ojos, sentía que sus manos se quemaban mientras trataba de cubrir su cabeza.
La voz le retumbó en sus oídos:
¡Vine por ti! La potente voz explotó en su cabeza, inundándola de terror.
Miró, a pesar que le ardían los ojos. La figura estaba parada imponente ante ella, de un rojo casi negro, un olor que de tan desagradable la mareaba, los ojos de fuego de la bestia, buscaban taladrar los suyos; la expresión era de odio y poder, de prepotencia y desprecio. El cuerpo parecía de piedra encendida, pesado, rudo y tosco; la cabeza tenía sendos cuernos enormes y torcidos formando círculos amenazantes, tenía sus manos vacías, listas para apoderarse de lo que pretendía como propio.
Es la hora, dijo. Miguel lo vio llegar y dejó que Dashit se manifestara, soberbio, pero ingenuamente confiado. El arcángel tranquilo, solo esperaba el momento, confiaba en cada uno de sus ángeles, los había seleccionado personalmente y había sido muy estricto. Cuando la bestia ya estaba sobre Noelia, solo levantó su espada y la malla de enormes dimensiones cayó sobre el demonio y al unísono, el ejército de ángeles se arremolinó sobre la bestia que se debatía con toda la fuerza de su esencia maligna, fuerza que fue insuficiente para derrotar a la energía angelical.
La ventana abierta permitió que los primeros rayos del sol cayeran sobre el rostro de Noelia. Abrió los ojos, y sintió fuego en ellos, las imágenes de lo ocurrido acudieron a su memoria, o ¿fue un sueño? Se levantó parsimoniosamente de la cama, el cuerpo le dolía, las manos en puños, también le ardían y al abrirlas vio que aún sostenía el regalo de la cocinera.
Poesia ‘
Te quiero a ti, con tus regalos del sol, tus besos de media luna y tus noches sin dueño.
— El Poeta Prohibido.
Milton Orlando Castro Chaparro Dirección de Investigación e Innovación Ganador
¿De qué me sirve aquel somero espejismo de tu imaginada presencia? si me faltas en el sonido del rasgado cielo, en su húmedo mensaje, en su frívola soledad.
¿De qué me sirve tratar de llenar el tiempo de esta insospechada existencia? la ignorancia de tu anhelo... ¿Cómo llenar de ti el espacio que ocupas?
¡Si las estúpidas virtudes me dejasen de repugnar!
¿Cómo he de pedirle al mundo que ame?
¡Qué monstruoso anhelo! ¿Cómo exigirle que vuele sobre su miseria?
¿De qué me sirve tu voz construyendo paraísos, o el alucinante silencio adorando mi esclavitud?
VICT ORIA
El trazo irregular de mi espada camuflada de esfero, es la señal que marca tu victoria.
¡¡Y TRIUNFASTE!!
Me convertiste en el cronista de metáforas gastadas, en el burdo delineante de tristes imágenes opacas y obscuras, en el bufón de la palabra absurda, uniforme y deforme, en la vidriosa mirada insostenible... En el guerrero virtual de lo constantemente inconstante.
Me convertiste en pregonero en las mazmorras del silencio, en sórdida discoteca, en el estático va y ven de nuestra danza...
De repente...
El acto se volvió palabra y con el tiempo ... la palabra: ¡Silencio!
Hoy me siento recuerdo, trazos en papel amarillento. Memoria magnética infectada. Un poema sin autor... ¡Así me siento!
¿Cómo llenar de ti el espacio que ocupas? ¿Cómo tenerte a ti cuando te tengo?
Cae la lluvia... tengo frío... y esta soledad aún no comprendo.
TU
primer puesto
Cuando despierto y no estás a mi lado, Cuando el sol se muestra con su alumbrar, Cuando el día muere ya de cansado, Cuando las aves hacen su trino aligerar
Si sólo eres meridiano de mi mundo, Si sólo eres la rosa de mi jardín, Si sólo eres medicina de moribundo, Si sólo eres gozo de mi festín
Porque son tus ojos un naufragar, Porque son tus labios rojos trepides, Porque soy prisionero de tu amor
Pienso en ti si sólo eres fulgurar, Y cuando caída la noche adormeces, Mi corazón escucha tu clamor
PIENSO EN TI
Jesús Renan Moriano Basante Facultad de Filosofía Ganador segundo puesto
PIETÀ
Yaceré en mi muerte entre sus brazos, reclinado en piedra en lo eterno. Mi rostro indolente ante el deceso y desasido mi cuerpo entre tela pétrea, suelto del calvario y toda pena.
En marmóreo pedestal me retendrá mi madre con pesaroso gesto detenido en el tiempo: su piedad nos ha inmortalizado. Quebrantada, me acunará como cuando yo era joven y me consolaba.
Soy el hijo de mi padre: de Paráclito hecho, Pero mi carne es la carne de mi madre, y es la que siente: como vientre trocado somos uno de nuevo, como todo árbol que sobrevive a su fruto.
Julián David Rodríguez Muñoz Auxiliar Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación CRAI-USTA Ganador Tercer puesto
Palabra evocadora
De verdades y fantasmas, Palabra-Dios, Omnisciente y creadora Como el silencio que la acompaña.
Se insinúa Coqueta y misteriosa, Salta de un significado a otro.
Maga, Bésame, Prueba de la dulzura
Y amargura de mis labios.
Enséñame
A callar y a gritar, A dialogar y tejer.
Caigo
Y me enredo
Como gotas de lluvia
En tu telaraña
Que parece detener el tiempo, Y congelar eternamente Todo lo que atrapa.
Observo desde lejos
Ensimismada en la quietud
Renuncio a mis pensamientos Me entrego A la espera de la araña Con su canasto vacío.
Me habla De la fragilidad De su mundo, De lo hermoso Qué es ser ermitaña
Y tejer nuevos templos
Imperceptibles Para los distraídos , Sus presas.
La palabra Como la araña
Transita por sus redes invisibles, Por los hilos vírgenes
Del mito y el recuerdo, Génesis del pensamiento sabio, Del pensamiento innato Que brota como luz De la oscuridad que vemos
Al mirar hacia adentro.
UNIVERSO
Alicia Ramírez Gómez Facultad de psicología
…FUGACIDAD…
Ser invisible, ante la fugacidad entre la espada y la rinconera fría, tu incansable efervescencia, para clausurar garabato por garabato, oh soltar amarras de este mundo deslucido, !oh mundo desembocado!, hacer noche y clausurar garabato por garabato
sofocar, taciturno, retraído, sofocar sin incurias, asfixiado e incinerado, pavesa y cuarzo saltarín, desierto sin periferias.
Sofoca en el ruinoso sumidero la fugacidad, falúa y celaje, desmantelar la apiñada tenebrosidad que naufraga entre sedientos arrecifes.
Sofoca en la nostalgia que nos aniquila, la implacable fugacidad del ayer pavimento de recuerdos férvidos, de cimientos coagulados y desérticos.
…FUGACIDAD…
Sofoca, serenidad sibilina, pavesa para sorber el seso, chispea invisible, incinera como el piélago sediento, aborta neblinas, ondas como la aversión y escrutando salivas acerbas
.
Borrando corazones furibundos, sofocar; apasionar íntimamente el céfiro agujereado, fugacidad chimenea invisible y sicalíptica; extingue como atenuando el tiempo, como transitan las primaveras entre la agonía, con sus encaradas huellas y su cobardía; sofoca como la viudez que te ayuna, hierve en tú interior, fugacidad sin nido, viudez sin figura, pasión sin labios. Para iniciar garabato por garabato, !oh salir de este mundo esfumado!, para firmar clausurar con lo invisible lo impoluto.
Mónica Lombo Espinosa Facultad de Administración de Empresas
Un vacío efímero que cae sobre mis pulmones mis manos tiemblan al pensar en la ausencia, una pérdida errante, cansada de buscar entre la nada
El silencio implacable me asusta, apremian los sonidos del deseo, apareciendo de pronto una fuerza que empuja ferviente, hacia el suelo fulminante, la realidad se apodera de mis pensamientos nuevamente
Resignados, mis ojos suspiran hacia el frente, erguida me levanto, aceptando lo que soy, hacia la interminable batalla, de sentir.
SEN TIR
Paula Sofía Rodríguez Bolívar Facultad de Psicología
Viviann Andrea Laverde Pulido Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana
¿Cuál será el material de los sueños?
Borges parece haber entrado como testigo consciente ¡Ah, lo he descubierto! Es un infiltrado que ha develado lo que ocultan los sueños Parece que conoce el misterio, por eso sus palabras fluyen como riachuelos eternos.
Yo aún no conozco el misterio Lo he vislumbrado entre ensueños
Ayer vi a mi tío, a mi abuela, a mi exnovio vestidos de colores etéreos.
Me es prohibido develar su influjo Creo porque aún mis pensamientos son como pájaros que no reconocen su nido, porque me falta la impronta del conocedor de la vida, porque aún lloro cuando otros ríen, y río cuando otros lloran
¡Ah Sí, que es una patria olvidada! Es ese hogar de los sueños el lugar que seremos Está hecha a retazos, a pinceladas de colores etéreos Allí confluyen los que remedan las ilusiones humanas Allí confluyen mi abuela y su hermana
¿Será consigna de mi amistad con los muertos o de los vivos que caminan en llamas?
EL MATERIAL DE LOS SUEÑOS
Cronica ‘
Un viernes por la mañana decidí salir de compras con mi hijo menor. En la mañana nos vestimos, desayunamos y partimos...
— Misael Bello
LIBERTAD, IGUALDAD
La guerra es el negocio más rentable que hay actualmente porque los ricos no son capaces de matarse ellos mismos por lo que quieren. Mi nombre es *Cifer Guzmán y hoy decidí que ese negocio no será más mi vida. Cuándo uno entra como recluta en el ejército lo tienen todo el tiempo con un discurso alrededor de la heroísmo, sacrificio, honor y patria... Incluso si usted se muere le dicen que le dan una casa a su mamá y un poco de plata así que no hay pierde. Pero la patria es un invento y la vida del ejército no es vida, el estar subyugado a un uniforme o una orden cuándo tu corazón grita libertad. Vida es lo que tú haces para ti, por tus sueños. Vivir, compartir, amar. Es lo que eres libre para hacer y que otros no controlan y yo vivo la vida como quiero. Yo fui dragoneante mayor de comando conjunto y tuve a mi cargo ocho subordinados, aunque antes también fui infante. Los ocho piratas más valientes y leales que he conocido. A pesar de que yo era su superior en ese momento, el estatus no define a las personas, lo que te define son tus raíces y tus acciones. El rango es una imagen y yo era otro cagado más ganándome el sueldo. Si había una galleta para la tropa la compartimos, si era una lata de salchichas de mi ración personal las partía con mi cédula y las comíamos juntos. Yo comía y dormía con mi tropa, no en el casino de oficiales o en los camarotes más cómodos. Incluso a veces decisiones de los superiores implicaban sacrificar sacrificar a uno de los míos y yo prefería que me atizaran los oficiales en lugar de hacer las cosas mal a mi conciencia. Un líder no es aquel que da órdenes, un líder es aquel que se gana el respeto de sus subordinados y el respeto solo se gana desde la igualdad.
Yo creo que lo mejor que tiene el ejército es la camaradería entre la infantería. Quienes son carne de cañón son los más leales, la fraternidad que existe entre las tropas es lo que mantiene con vida la institución. Porque son seres humanos quienes mueren todos los días en la guerra, aunque solo seamos números a veces. Seres humanos como cualquier otro, algunos personas respetables. Como el Sargento *Tapia Vargas Gabriel Andrés. Recién yo era recluta me habían dejado sin comida y yo estaba en chanclas, claro, recién trasquilado y ¡de malas! Él man me compró un par de zapatillas, unas medias y la cena de ese día en el casino, jamás lo olvidaré. Se recuerda a las buenas personas, a las mejores personas, y él me hizo el diez por ciento del hombre que soy hoy.
Pero el bajo mundo del ejército es inversamente proporcional en vejámenes y corrupción. Números son lo único que te exigen como si no hubieran sueños y vidas terminando en el campo de batalla. Las cosas que te obligan a ver, a oír, a callar... a apoyar. Cosas espantosas que ves y no puedes hacer nada, ante el horror el general es ciego, sordo y mudo. Prostitución en las filas, asesinatos, desapariciones, civiles muertos, y nada existe porque todos están demasiado aterrados de hablar. Tu prefieres morir en el campo de batalla con tus camaradas que caer a mano de un teniente o un general por decir algo que no debías.
Porque también fui escolta de un general y eso me permitió ver de primera mano el mundo al que me iba a meter si seguía en este lugar. Recuerdo que estaba yo detrás del general en una reunión, porque yo era su primero al mando, y estaba con otro general de otra brigada. Veían una gráfica que señalan con un láser y
José Luis Guzmán Martínez Facultad de Comunicación Social Ganador
primer puesto
FRATERNIDAD
mi general dice -este pelotón murió ¿qué hacemos?- y el otro responde -movamos estos 3 pelotones y saquemos esos de ahí, eso ya es solo carne-. Un pelotón, treinta soldados. Treinta y cuatro con los mandos. Treinta y cuatro manes que tenían sueños y familias aunque yo no los conocí. Y luego dicen -no esos no tenían que subir por ahí- y le echan la culpa a los muertos -eso fue que los sargentos o los guías cogieron por dónde no era-. Yo siendo uno de esos treinta ahora en las altas esferas sentía un dolor, una piedra ¡mi raza huevón! Puta mierda, esto no es para mi. Yo no quiero el día de mañana ser el general más chimba de Colombia pero ver a las personas como números y yo tampoco me voy a arrodillar a nadie que no tenga el criterio para intentar superarme con argumentos, como persona y profesional.
Sin embargo hoy fue diferente, no fue mi indignación la que me hizo vibrar el alma. Esta vez fue un sentimiento difícil de definir, aún trato de entender lo que estoy sintiendo. Hoy estuve en un combate abierto, con mis ocho piratas y el Sargento *Balbuena. Íbamos corriendo entre las balas y el humo, caía tierra del cielo como si lloviera mugre, no era posible ver lo que tenías dos metros adelante. Y un fogonazo que apareció como rayo en un cielo claro explotó frente a nosotros. Me aturdió, por unos segundos no podía enfocar mi vista y en los oídos quedó ese pitido agudo señal de un tímpano torturado. Cuando logré ver que pasaba pude ver al Sargento Balbuena agonizando frente a mi.
Su pierna izquierda colgaba de un hilo de carne quemada, daba una sensación de extrema preocupación verla; la mano derecha sangraba como una fuente carmesí, los dedos
meñique y anular habían desaparecido; la parte derecha de su cara era una sopa de piel hirviente y quemada, su oreja tampoco estaba o se había fundido entre la carne de su rostro. Lo jalé del chaleco para ponerme cuerpo a tierra con él encima mío, vi en sus ojos la más horrible expresión de terror y dolor que podría uno imaginarse -no me deje morir Guzmán, no me deje morir- fue lo único que dijo antes de escupir un enorme coágulo de sangre. Vino el médico, *Garrita. Llegó y dijo -brindemos primeros auxilios- aunque su rostro no pudo ocultar la desesperanza que lo invadió, paila el Sargento ya no la daba. Como yo fui el primer respondiente tuve que irme con él. En ese instante lloré mucho porque vi a mi tropa desde el helicóptero peleando, y yo yéndome, intacto todavía.
El Sargento acaba de morir, me lo dijo el médico que lo recibió. Balbuena tenía una hija, y había ganado la custodia con su ex esposa, aunque también planeaba pedirle disculpas y volver con ella. Llevaba nueve meses haciendo las cosas de modo correcto. Planeaba retirarse cuando llegara a sargento segundo, le faltaba un año. Él perdió la vida entera acá y cuando se quiso recuperar, hacer las cosas bien, no le alcanzó el tiempo. Muy tarde y no aprovechó por estar aquí, respondiendo a la institución. Así que no sé si lo que me inunda es ira, tristeza, desconsuelo o iluminación. Esto no es para mi. La patria es un invento, marica. Lo que se extraña es tu patria, tu mamá es tu patria, tu hogar, tus hijos, tu mascota, tus vicios, todo lo que tu quieras. Pero eso de que es tu país es una mentira y no pienso que se consuma mi vida en eso. Renuncio.
*Nombre cambiado a petición del entrevistado para mantener su anonimato como fuente
Hoy, Don Wilson falleció. Era mi vecino de cuarto, con el mismo diagnóstico que yo. Él llegó un día después de mi arribo al hospital para someterse como yo a un trasplante de médula ósea. Falleció a los 16 días de ingreso del hospital. Dicen las señoras de servicios generales que lo mató la tristeza. Pero otra que oía dijo, “pero ¡cómo no!, si nadie se preocupaba por él, le traían lo que pedía, pero nada más, ¡nada que lo hiciera sonreír!, yo creo que él sentía que era una carga para todos”.
¿Será que tenía hijos?
- Era jooovén, tenía como 42 años
-Virgen santísima, yo no me acostumbro a eso de entrar al cuarto, saludar y ver unos ojos abiertos sin vida…
-Uy sí, cuando quedan con la boca abierta y así torcida, con esa mirada fija, como esperando la luz que los lleve al cielo… aunque a veces quedan con la mirada de espanto, de miedo, aterrada, como agarrándose de un jaloncito de vida, para evitar llegar a donde van…
- Pero no, él no se murió así… murió con la mirada triste… debe ser muy aburridor morirse sin que nadie se dé cuenta que uno estiró la pata…
Morirse solo… triste, en el silencio de un cuarto oscuro, sin que a nadie le importe…
Ayyyyy mija, aquí uno hace lo que puede, pero si no le importa a la familia… ¿qué puede una hacer…?
-Dejar descansar a los muertos y tomar sus puestos de trabajo, mire Gloria, no hay servilletas de baño en el 303, 305 y 308; Martha Lucía, baños del ala norte piso 6; Stella, habitaciones del 401 al 407
- No señora, yo lavo todo el hospital si quiere, pero al cuarto de Don Wilson no voy… mire, doblo turno si quiere, pero allá no voy
- Pero ¿qué tiene de raro, por qué no va, ni
que fuera el primer muerto al que se le lavan los fluidos? – porque él se murió de tristeza y eso no es bueno, esas gentes no van al cielo ni al infierno, ni al purgatorio, se quedan ahí penando… recorriendo el hospital
- Hay mujer cállese esa boca, deje de decir bobadas, si esta gente, con lo que ha sufrido, ya pagaron todas sus culpas y pecados y van derechito al cielo., además, ni usted ni yo somos quien para juzgar a ese señor… así que nada de bobadas, piso 4 y se acabó
Escuchaba el debate desde mi habitación y no podía evitar recordar obras de grandes maestros que irían muy bien en estos momentos, mi arrogancia de profesor salía a flote, recordaba eso de “qué solos , que tristes se quedan los muertos”; “la muerte acechaba a los pies de tu cama, labrando en tu rostro milenario la máscara letal de tu agonía”; pasando por la eterna “sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando”…me quedé pensando… será que Don Wilson tuvo un hijo que cante “se murió mi viejo” de Silva y Villalva…
Era mi vecino de cuarto, pero esto no es como en las películas que los presos -como en “El beso de la mujer araña”- hablan entre celdas, no, no es como el “Pabellón del reposo” -en donde no pasa nada-, ni como “El hospital de los soberbios, sin las firmes creencias, los vastos planes para establecer una complicada fe de categorías y símbolos”; tampoco es como cuando el pequeño Matzerath se acomodaba para tocar su tambor … aquí se oyen tras la puerta las voces de los enfermeros y médicos hablando con términos ajenos a todo paciente, generando la incertidumbre sí estamos mejorando o próximos a morir.
Aquí también se oyen a lo lejos el beep beep de las bombas de líquidos que suministran los
Miguel Moreno Lugo Departamento de Humanidades y Formación Integral Ganador segundo puesto
medicamentos… de resto, todo es silencio… es increíble cómo el silencio se impone frente a ti… te dice a la cara te estás muriendo y te lo hace consciente, en tu conciencia, entran las disquisiciones filosóficas que no hay que preocuparse por morir porque cuando tú estas ella no esta y cuando ella llega, te has ido… emmm dejame decirte que no, no es verdad… quizás en el caso de la muerte súbita e inesperada… en este piso cuarto, no. La muerte te ronda, te anima a dejarte ir, te deja elegir el modo: ¿caída?, ¿bacteria? ,¿virus?, ¿depresión?; yo recuerdo la primera vez que tuve esa sensación y me enojé tanto, me sentí como con el enano de Mindanao y apreté con fuerza esa muerte que no merecía, había calado mi miseria diariamente, para morirme de esa forma tan… insulsa… tan inútil…quizás eso me gusta de Domingo, que si aquí fue útil para algo, desde el otro lo fue más… si no qué sentido tendría una vida que termina y se cierra… Heidegger me parece pusilánime -más aún por sus amadas judías-… la muerte no es el límite del ser… bueno, claro que para un militante nazi, sí, comprensible, murió como vivió.
Nunca vi a don Wilson, jamás lo escuché… ni un quejido, ni un tono de llamada, ni una queja, silencio tras mi pared, y frente a mi cama la muerte rondando inquieta por mi elección. Yo le decía, anoche justamente a la Calaca, -todavía no calaquita, me merezco otro tequilita, pero la huesuda dejaba su simpática riverada y se me presentaba siniestra y oscura; yo insistía y la prefería concebir blanca y serena, pero ella rondaba negra, lúgubre, lenta… no estaba tras de mí, sino de mi vecino y trataba de contarme cómo estaba muriendo él y yo, tan soberbio, no entendía, ahora sé por qué estoy en este hospital.
EL
PISO CUARTO DEL HOSPITAL
UNA PEDALADA
Suena el despertador marcando las 3:30 de la mañana, me alisto y a los 20 minutos mi compañero Felipe golpea la puerta en el cuarto donde me ha dado posada la noche anterior, preguntándome si he dormido bien; al afirmar, le digo que ya estoy lista para la anhelada rodada en bicicleta que nos disponíamos a realizar ese día, desde Bogotá hasta Chiquinquirá.
El cielo empezó a tornarse azul zafiro, anunciando un buen día, por lo que procedimos a tomar nuestras bicicletas para embarcarnos en una nueva aventura. No habíamos recibido bocado alguno, así que decidimos llevar algo de comida ligera en nuestros bolsillos e hidratación para el camino. Yo iba un poco intranquila, pues recientemente habían levantado la cuarentena en algunos sectores de Bogotá, ocasionado por el virus llamado COVID19, y la mayoría de personas no podían salir a más de 10 kilómetros de sus hogares.
Sentía mi cuerpo llenarse de energía a medida que iba pedaleando, pues después de haber estado en casa confinada durante cinco meses, observar de nuevo aquellos paisajes que adornan la sabana de nuestra bella capital, no se lograba comparar con sentimiento alguno.
Luego de atravesar Cota sin inconvenientes, pasamos por una vía alterna a la de Zipaquirá, la misma que nos llevaba directo a la vía para llegar a Nemocón; antes de ello, nos desviamos por un camino sin pavimento que nos arrojaba a la misma ruta inicial; no era necesario hacerla, pero entre risas, procedimos a retomar el camino por el que veníamos. Ya llevábamos cuatro horas desde que salimos de Bogotá. El reloj marcaba las 9:00 de la mañana, le pregunté a Felipe si íba -
Laura Fernanda Casas Chicaeme Posgrados en psicología jurídica Ganadora tercer puesto
I NTERMIN ABLE
mos a tiempo para llegar a la hora acordada, que era alrededor de las 2:00 de la tarde; él me afirma y comenta que vamos muy bien de tiempo y que puede que lleguemos antes, así que continuamos en la ruta.
Llegando a la entrada de Nemocón nos percatamos de que había un control de policías deteniendo a cada transeúnte y vehículo preguntando el motivo o el por qué no estaban en sus casas. Al llegar a ese punto, los policías nos dicen que no podemos atravesar el pueblo, pues éste se encontraba en confinamiento por la pandemia. De tal manera que decidimos preguntarles a algunas personas vecinas de allí, si había otro trayecto para no tener que atravesar el pueblo, por lo que alguien nos indica que podíamos tomar la vía férrea abajo de la vía principal. Atendiendo aquellas indicaciones, luego de una hora de barro y frío gélido, un campesino nos informa que por allí no hay salida, por lo que tuvimos que devolvernos casi 25 kilómetros para entrar por otra vía que cruzaba Suesca.
Yo no conocía la ruta, Felipe tampoco, él se guiaba por el mapa de Google, pero en ocasiones la señal no funcionaba. Ya era medio día y el clima había cambiado, ahora el sol ardiente hacía que nuestros cuerpos se deshidrataran con mayor facilidad. Al comer un par de empanadas en Suesca, continuamos subiendo por una montaña inclinada y pedregosa. Luego de pedalear varios minutos con dificultad por el terreno, Felipe me miró y su gesto me indicó que no eran buenas noticias, nos detuvimos y me dice que al mirar su celular la aplicación obtuvo señal y este de inmediato le marcó por otro lado totalmente opuesto al que íbamos, pues este le mostraba el trayecto en la montaña del lado.
Cansados, decidimos regresarnos unos kilómetros para tomar el camino correcto y lograr salir a la vía principal. Esta montaña no se podía transitar en bicicleta, teniendo que caminar por un lugar bastante boscoso. Cerca no se observaba ninguna casa ni tampoco alguna persona. En ese momento nos sentimos perdidos.
Miré mi reloj, eran las 3:00 de la tarde, a lo lejos empezamos a ver fincas y una carretera, que nos llevaría hacia una tienda donde nos proveeríamos de comida; preguntamos a los campesinos por dónde continuar, y siguiendo las indicaciones, logramos llegar a Cucunubá y posteriormente a Ubaté. Allí el reloj ya marcaba las 6:00 de la tarde.
Más de doce horas de camino, nuestros cuerpos totalmente agotados, entre preocupaciones y risas, decidimos continuar, sin percatarnos de que faltaban casi 60 kilómetros para llegar al destino.
Las luces que llevábamos en las bicicletas se empezaron apagar, la noche fría nos embistió, pero la luna radiante nos iluminó. Así continuamos hasta llegar al límite del Departamento de Cundinamarca y Boyacá; pero esta nos recibió con un ascenso de 6 kilómetros y las tractomulas que transitaban hacían que nuestra preocupación fuese mayor. Ante este nuevo reto, logramos llegar al lugar, un restaurante a la orilla de la vía, sin luz, ni agua; cerrada por efectos de Pandemia. Sus dueños, conocidos de Felipe, nos la ofrecieron para quedarnos esa noche.
El reloj ya marcaba las 10:16 p.m. y el fin de esta asombrosa aventura sobre ruedas acabó, y los más de 250 kilómetros recorridos entre extravíos e inexplorados caminos, los recordaré con gran admiración.
Ernesto Fajardo Pascagaza Departamento de Humanidades y Formación Integral
UNA RUTINA DE
Son las 05:00 de la mañana y me levanto para iniciar este nuevo día. Una noche de descanso merecido y listo para iniciar las labores en esta nueva jornada. Mi gran motivación del día, ir al gimnasio. Me levanto, tomó algunos elementos como el cinturón de seguridad, una toalla, una bebida hidratante, un antibacterial, me pongo la sudadera, tomó las llaves del apartamento y me dirijo al gimnasio.
El gimnasio está a 10 minutos de mi apartamento. Me voy caminando hacia el gimnasio que en el lenguaje popular se le dice “fierrero”. Es un local de 10 metros de frente por 28 m de fondo, lleno de muchas máquinas multifuerza, mancuernas, pesas, bancos de prensa, de piernas, máquinas para dorsales, máquina de remo. Mientras camino, voy pensando cuál será la rutina de este día, qué exactamente voy a trabajar; quizá espalda, piernas, pecho, brazos, en fin, recuerdo la jornada de ayer que fueron dos horas y hoy tengo tiempo también para trabajar dos horas y estoy deleitándome e imaginándome con esas fabulosas horas en la casa del poder, en el Power House.
Justo llegó a las 05:10 y claro, el gimnasio ya está abierto. Me recibe el instructor y me pregunta la rutina que voy a trabajar hoy, y dirijo la mirada a todas las máquinas y veo que me interesaría trabajar algo de femorales y glúteos, porque podría ser también aductores y cuádriceps, sin embargo, esto sería en la máquina de prensa de piernas pero está también la máquina para hacer tríceps y pectorales que es una máquina muy sencilla la cual tiene solamente apoyo en la espalda y los antebrazos, porque se trabaja con el peso de todo el cuerpo. Veo al fondo, un poco sola, la máquina de peck deck y estoy ya imaginándome cómo hacer una buena rutina de pectorales, o quizá con el multifuerza en la dorsalera para trabajar algo de los músculos de la espalda, aun cuando en un extremo
del gimnasio veo la máquina de femorales y me interesaría trabajar algo de curl de piernas, o femorales y glúteos, en fin, algo trabajaré.
Ya son las 05:20 y me voy al locker para dejar mi chaqueta, las llaves, el celular y ahora sí, a comenzar mi rutina. Son las 05:25 y le he pedido el favor al instructor para que me entregue un pre- entrene porque sé que tengo que estar al ciento por ciento e hidratarme durante mi rutina. El gimnasio es un lugar apasionante, por todo lado te das cuenta; hay espejos y esto de alguna manera motiva a quienes estamos ejercitando y al mismo tiempo podemos reflejar nuestra imagen según lo que estamos trabajando. Igualmente, en las paredes hay algunas imágenes que representan el trabajo que se hace con las diferentes máquinas y el tipo de músculo que se va a entrenar y sin querer, de reojo miramos para ver si hemos crecido un poco.
Ahora sí, son las 05:30 y tengo mi bebida hidratante, mi cinturón, mis guantes, la toalla, el gel limpiador y a comenzar. Me pide el instructor que trabaje veinte minutos haciendo cardio y primero me pone a trabajar en una bicicleta elíptica. Luego me indica que al menos diez minutos debo trabajar en una bicicleta estática. Terminando esta rutina, me dan las 06:00 de la mañana. Siento que ya tengo una motivación fuerte porque lo que más me interesa en este momento es iniciar mi trabajo con las máquinas de musculación que me estaban esperando; salgo de la zona de cardio y ahora me dirijo a la zona de máquinas de musculación y veo esa espectacular jaula para comenzar a trabajar sentadillas. Hago un recorrido por diferentes máquinas para trabajar varios músculos del cuerpo.
Son las 06:10 y me ubico en el multifuerza en el que haré ocho series cada una de diez repeticiones. Comenzaré con un peso mínimo de 80 kilos y poco a poco iré subiendo repeticiones hasta llegar a 180 kilos. Son las 06:30 y me dirijo
DOMINGO EN EL GYM
a la zona de bancos. Me encuentro con un amigo y lo saludo como siempre porque en el gimnasio nos convertimos todos en hermanos dado que tenemos un gusto particular por las máquinas, nos respetarnos como seres humanos y solidificamos nuestra amistad en medio de las rutinas diarias. Comienzo a trabajar en algunos bancos fijos y reclinables que permiten sobre todo el entrenamiento con pesos libres, con barras y con nuestro propio cuerpo. Vinculo el trabajo con mancuernas y aquí se me van 20 minutos.
Ahora son las 06:50. Me dirijo a la máquina de palanca. Esa máquina es espectacular porque biomecanicamente permite un trabajo muscular diferente a las máquinas de placas pues tiene un punto medio entre las máquinas guiadas y los pesos libres y me permite tener una sensación excéntrica muy similar a la que se siente cuando se entrena con pesos libres dándome lugar a un trabajo unilateral de forma muy cómoda; y por supuesto, me permite realizar el ejercicio con un peso mucho mayor, ya que el peso se añade con discos.
Ahora son las 07:15 y me dirijo a la zona donde están las mancuernas. Pretendo hacer una rutina de entrenamiento para pectorales tanto los superiores, los inferiores internos y los externos. Me propongo hacer tres series de ocho repeticiones cada; una primero con prensa de pecho en banco, luego prensa de pecho en banco inclinado, posteriormente apertura recostado para terminar con prensa de pecho en banco declinado. La sensación es increíble y brutal y ya son las 07:40. Ahora mi propósito es hacer una rutina de entrenamiento para hombros. haré tres series de ocho repeticiones de remo vertical. Luego haré una prensa de hombro sentado con vuelos para deltoides posteriores y vuelos frontales. En este momento estoy un poco exhausto pero muy contento.
Son las 08:00 de la mañana y sigo utilizando las mismas mancuernas cada una con 30 kilos. Haré una rutina de entrenamiento para brazos con las mismas tres series de ocho repeticiones, flexiones de bíceps alternadas flexiones de muñeca, palmas hacia arriba, luego la patada de tríceps y flexiones de muñeca hacia abajo y me dieron las 08:20 de la mañana. Terminada cada rutina he sabido hidratarme y limpiar mi sudor, así como he tomado una toalla diferente para limpiar cada máquina y banco en el que he estado. Observo la pared donde se encuentra el reloj y me doy cuenta que el tiempo ha pasado velozmente y me preparo para cerrar mi rutina en este día con entrenamiento de piernas apoyado con las mancuernas. Hago cuatro series de diez repeticiones de sentadillas, luego estocadas laterales, luego elevación de punta de pie y para cerrar, trabajo con peso muerto y nuevamente sentadillas y ya, con esto estoy terminando la rutina del día.
Ahora son las 08:40 y percibo que me he estado mucho más tiempo del previsto. Tomo mi toalla, me quito el cinturón de seguridad, me hidrato nuevamente y me dirijo al locker, tomó mi chaqueta de la sudadera, me la pongo, me abrigó bien, me despido con alegría de algunos amigos deseándoles que sean muy felices y que tengan un súper día. Luego me despido de mi instructor y muy juicioso me encamino hacia mi apartamento, añorando un excelente duchazo de agua fría porque ha sido una rutina fuerte pero increíble, lleno de mucha energía y recargado para el día. Ya son las 09:00 de la mañana, me he duchado y puesto ropa adecuada para ir a desayunar, y como es un domingo, será un día para aprovecharlo al máximo con las tareas pendientes de la semana y con ganas para iniciar las jornadas que me esperan en la universidad con mis estudiantes.
David Florián Ayala Facultad de Ingeniería de Telecomunicaciones
UNA BOCA ÍGNEA, ENMASCARADA CON EL INFIERNO
(miércoles 11 de septiembre de 1985, comienza a evidenciarse una erupción de gases y vapor). Me estaba planteando una palabra que describiría mi vida, y esa sería loop. Despertaba luego de una noche de copas de amigos, levanté la mirada y vi un ambiente inundado de hambre y soledad, con ganas de nada me organicé para ir a laburar, y en mi discernimiento planeaba hacer nada, nada de lo que valiera la pena como ser racional que soy. En general, era una persona con un pensamiento introspectivo bastante deprimente, ya que el tiempo y cohesión con mi yo, era como un cáliz, algo divino y legendario, pero no muy lejos de lo ficticio.
Día tras día era igual, pasaban minutos, horas y angustia sin rumbo ni pensamientos, pero esta vez era algo diferente, pues hace poco había perdido un amigo, aventuras y experiencias quedan en mi memoria, guardadas con nombre de querido amigo, pero, cuando reviso en mis archivos sale un error, mostrándome que la muerte es segura, y luego de que sea consumida, será inexistente el sentimiento de calidez.
(13 de noviembre de 1985, durante la catástrofe). Un mes después de mi etapa de reflexión, sobre lo que se pierde y nunca se recupera. Pasadas las 4:00pm, aparece la noticia de la llegada de un problema aún mayor que mi añoranza. Me aproxime a mirar hacia la ventana, una ventana que carecía de arrogancia con el destino, con mis ojos soñolientos y apagados observe intranquilidad en el aire, quede perplejo, apreciando una brisa fogosa pero vacía, me sentí desorientado con mi entorno, pero no le di mayor importancia.
6:00 pm, marcaba el reloj de mi sala, llovía, tome en consideración al sonido de la lluvia, aquel que me satisface, pues es como un compás de tañidos, retumbando en la oscuridad, esa emoción, me daba tranquilidad,
con mi poca prosperidad. Una hora después, el tiempo fluye, y se va perdiendo entre las ramas de la inexistencia.
Luego de desadormecerme, me estremecí, eran las 9:40pm, miré hacia la periferia, vi como personas rezaban, me preguntaba por qué, será por el cambio de escenario, en el que se divisaba una avalancha de agua desprendida desde el volcán, es este instante, reafirmo, la vida es una obra de teatro con Dios de espectador, aquel que no interrumpe ningún acto, ni siquiera si su intérprete o comediante está sufriendo algún maltrato, pues las obras más sublimes son las que nos causan llanto, podríamos ser comediantes, yendo como títeres del destino, o ,como bufón, para calmar el aburrimiento de este Dios nada benevolente. Por un tiempo estaba suscitando sobre mi creencia y fe, pero ¿es realmente el momento para estar en desacuerdo con lo inculcado en mí?
La raíz de la vida pasaba a unos 80 kilómetros por hora, derribando el suelo absoluto, litigiosamente es impropio, lodo en todo contexto, plantando la separación definitiva, me puse en conexión con los demás, la tristeza irradiaba, ver en agonía un lugar con tanta vida, declaré, esta agua sucia, por impurezas de tristeza e impotencia, será un indiferente abismo del espacio. Caí, era incapaz de identificar, era el abismo, este miro dentro de mí, un espacio entre lo que sabemos y lo que hacemos, me sentía consumido, no podía hacer nada, absorto, traté de salir, luego de intentar, con desespero pude comprender, como lo más factible, es desfallecer contra la cuestión. Eran las 9:50pm, mi esperanza de una mano amiga nunca llegó, el contacto con el sistema de emergencias y autoridades de Armero, no se pudo ejecutar.
Ilusión, es la mejor manera de describir mi sentencia, todavía, a este punto de des -
trucción creía que podría mejorar las cosas, pero ni para menos, solo fue, una vaga mentalidad de niño, a las 10:40pm, sentía gélida mi piel, desértico, este mar infausto avanzaba, inquieto, no sabía cuándo terminaría este infierno. Percibía sonidos de lo más traumáticos, sonidos de los cuales nadie quisiera escuchar, personas despidiéndose, abrazándose, preparadas para su final, otros llorando por el óbito, de repente, escucho, el son menoscabo de deshielo acercándose. Son las 11:30pm, eso indicaba mí reloj, esto es real, nunca me imagine estar en tal situación, de verdad, ¿esto es regio?, interpelaba una y otra vez, estaba en lo correcto esto era más real que la misma realidad, acaba de presenciar una catástrofe, el sollozo inundaba de lágrimas mis ojos, cuestionando mi dogma, repliqué, “si de verdad existes porque no lo evitaste”, lo asimilé, desde ese preciso ápice, perdí la fe, esa pequeña fracción restante de lealtad y credo, se esfumó en un lago de dudas y enojo.
23.000, número maldito, muertos o desaparecidos, fue el final de estas personas, vivían sus vidas con desasosiego, siendo este miedo el que arruina el placer de vivir, pero, fue la vida la que los asfixió. Malabaristas del sustentar, ¿es esto justo?, nada de eso, es algo incorregible, por supuesto que la justicia no hace presencia aquí, miles de personas murieron por una catástrofe, la ineptitud abunda, pero la muerte es parte de la vida, así como la sombra es parte de la luz. Aprender a sobrellevar este asedio es algo de lo más complejo, la rehabilitación puede durar años, las víctimas pueden nunca perdonar, los damnificados pueden aborrecer al volcán, ¿cambia el hecho de seguir sembrado en el pasado, con esos sentimientos tan grises y melancólicos?, no lo se pues no es algo que yo pudiera afrontar. (Perdomo, 2020)
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Promovemos el hábito hacia la práctica de la actividad física como medio para preservar la salud, mejorar la calidad de vida y contribuir al desarrollo integral de los miembros de la comunidad.
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coord.bienestardeportes@usta.edu.co
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