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JUSTICIA EN COLOMBIA ES UN HECHO
apelaciones.netaspex?.. Sin pensar lo suficiente hizo clic en el link. A continuación, un nuevo mensaje apareció en su pantalla. Señor Juan Álvarez. Usted ha apelado el comparendo No 11001000000001. Deberá comparecer a la respectiva audiencia el día domingo 22 de agosto de 2053 las 11:00 p.m en el Supercentro Virtual de Procesos Judiciales y Contravenciones (SVPJCA) ubicado en la calle 26 de la ciudad de Bogotá. No necesita abogado. Disponer de 30 minutos para esperar el fallo
¡Buenas noches! ¿Hacia dónde se dirige el señor? Preguntó el vigilante. Vengo a apelar un comparendo… verá…imagínese que yo estaba conduciendo y… “Documento” interrumpió el vigilante, a lo que Juan contestó: 12345678. ¿En serio? Dijo el vigilante y lo digitó en una máquina “para turnos”. ¡Máquina 0018!
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Juan se acercó con total suspicacia. La manoseó y preguntó ¿Toca encenderla? En ese preciso momento la máquina 0018 emitió su primera señal auditiva: Buenas noches, señor Álvarez, mi nombre es Iustitia y soy su juez virtual. Se le informa que el proceso de verificación de antecedentes penales ha iniciado. Inmediatamente en la pantalla apareció un anunció: “Proceso de verificación de antecedentes penales completado. Creando perfil” Aparecieron rápidamente en pantalla, múltiples avisos que Juan no alcanzó a leer: “Presunto infractor individualizado”. Asignación radicado No. 002020220222. Tranconius IA re- portó a este juzgado virtual que el 10 de julio de 2053, que usted en accidente de tránsito dañó la SAD ubicada en una esquina de la calle 26 de la ciudad de Bogotá. Si es correcta la información presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. Juan recordó que nadie se había dado cuenta del hecho y halló el momento preciso para engañar a las máquinas y los robots. Presionó sin vacilar la opción RECHAZAR. “Hecha la ley, hecha la trampa” se dijo así mismo con total emoción.
De repente, el fluido eléctrico se vio interrumpido. ¡Ay, juepucha, se fue la luz! y ¿ahora que? Rápidamente, la máquina se encendió. ¡Ah carachas, volvió la luz! En la pantalla apareció: “REINICIANDO” …. Un nuevo cúmulo de mensajes apareció en la pantalla con cierta velocidad. Se percató de aquel que le advertía: Recibiendo NUEVO material probatorio. ¡Espere! “Siempre que hay un choque hay una mujer involucrada”. Recalculando… Imputando…. “Hecho con las características de un delito” …procesando. Su conducta está prevista en el artículo 104 A del Código Penal Colombiano como: Feminicidio. ¡Asignando abogado de oficio… espere! En una ventana emergente, se leía el siguiente mensaje: Soy 00221 SNDF, su defensor virtual inteligente. “Doctor, no se preocupe, ese caso lo ganamos”.
Iustitia preguntó en pantalla: ¿Desea allanarse a la imputación y obtener rebaja de pena? presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. La única opción que el cerebro de Juan asimiló fue RECHAZAR y como si le hubieran lanzado piedras a la cara, recibió los siguientes mensajes: Legalización de captura en proceso…. Captura legalizada. Ejecutando orden de captura en contra de Juan Álvarez. Sin darse cuenta ya había sido esposado por dos policías robotizados que lo conducían a otra sala. Solo escuchó “Señor Álvarez, espere aquí, ya le avisan”. Desde el interior de las paredes se percibía una voz femenina, similar a la de Siri, la asistente virtual de Mac pero que, a el, le recordaba a la de la señorita María: Buenas noches, señor Juan Álvarez. Soy Iustitia la juez penal inteligente que conocerá su caso. ¡Otra vez la máquina! Y ¿ahora que?... Mi juez ¿de qué? esto es un abuso, voy a poner la queja, exijo hablar con alguien de verdad ya mismo… ¡ustedes no saben quien soy yo! …
Señor Álvarez, se le acusa de dar de baja a la Señal de Advertencia Dinámica SAD 0154, de voz audible femenina, registrada en la Secretaría de Movilidad. Según audio captado por Tranconius IA, “Siempre que hay un choque hay una mujer involucrada “se infiere que usted chocó de manera deliberada y violenta contra ella por el hecho de ser mujer. Si se declara culpable presione en la pantalla la opción ACEPTAR de lo contrario RECHAZAR. ¡Su eminencia virtual, no acepto! Todo el mundo sabe que “las mujeres en las vías no son buena compañía”. ¡Su, señoría virtual!... Solo se trata de un choque contra una señal de tránsito y lo que dije aquel día ha sido una simple expresión y se aseguró de presionar RECHAZAR. Apareció un nuevo mensaje en pantalla. Emitiendo sentencia… seguido de… Notificación enviada por SMS y al WhatsApp. Juan se apuró a verificar su celular. Sintió un dolor en el pecho cuando sus ojos advirtieron: El señor Juan Álvarez ha sido declarado culpable del delito de Feminicidio. Deberá pagar una pena privativa de la libertad de 40 años en centro penitenciario de máxima seguridad Si desea apelar presione ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. No había terminado de leer cuando ya había oprimido 14 veces la opción ACEPTAR. Una secuencia de mensajes apareció nuevamente en la pantalla. Apelación aceptada. Revisión del caso en curso. De repente se escuchó: Buenas noches, señor Juan Álvarez. Otra voz parecida a la de Siri le recordó a la señorita María. Le saluda Iustitia la juez penal inteligente que conocerá su apelación. Si comprende presione en pantalla la opción ACEPTAR, de lo contrario RECHAZAR. Con resignación hizo clic en ACEPTAR. Otro mensaje apareció en la pantalla: Revisión del caso finalizada. Exponiendo argumentos que soportan la decisión.
Desde el interior de las paredes, la voz femenina de la juez señaló: En Colombia las personas tienen generalmente hábitos y conductas machistas y discriminatorias de género en la calle o cuando manejan. La edad de los sujetos de estudio coincide con la del acusado. La probabilidad de reincidencia del señor Álvarez, ya condenado por el delito de feminicidio, es alta. Agotado y sin dar crédito a lo sucedido lee: La sentencia de primera instancia ha sido confirmada. Orden de traslado del condenado a un centro penitenciario de máxima seguridad en curso. Se sintió desfallecer. Los policías robot que lo habían capturado lo condujeron a una nueva sala en la que se encontraban 14 condenados.

Era una sala muy diferente a todas las demás. Su ambiente lúgubre le hizo evocar los antiguos despachos judiciales de Paloquemao. Le trajo a la mente la justicia de verdad. No tenía ventanas, solo un baño y una olleta para hacer café. Un televisor empotrado en la pared mostraba las noticias de aquel día. Juan alcanzaba a leer el titular “La Transformación Digital de la Administración de Justicia en Colombia es un hecho”.
Los policías robotizados anunciaron la llegada del camión. Juan comentó en voz alta: Al menos espero que la comida de la cárcel sea buena. Alguien contestó: ¡Qué va, el algoritmo del cocinero inteligente ni siquiera puede calcular la sal!