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UNA RUTINA DE
Son las 05:00 de la mañana y me levanto para iniciar este nuevo día. Una noche de descanso merecido y listo para iniciar las labores en esta nueva jornada. Mi gran motivación del día, ir al gimnasio. Me levanto, tomó algunos elementos como el cinturón de seguridad, una toalla, una bebida hidratante, un antibacterial, me pongo la sudadera, tomó las llaves del apartamento y me dirijo al gimnasio.
El gimnasio está a 10 minutos de mi apartamento. Me voy caminando hacia el gimnasio que en el lenguaje popular se le dice “fierrero”. Es un local de 10 metros de frente por 28 m de fondo, lleno de muchas máquinas multifuerza, mancuernas, pesas, bancos de prensa, de piernas, máquinas para dorsales, máquina de remo. Mientras camino, voy pensando cuál será la rutina de este día, qué exactamente voy a trabajar; quizá espalda, piernas, pecho, brazos, en fin, recuerdo la jornada de ayer que fueron dos horas y hoy tengo tiempo también para trabajar dos horas y estoy deleitándome e imaginándome con esas fabulosas horas en la casa del poder, en el Power House.
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Justo llegó a las 05:10 y claro, el gimnasio ya está abierto. Me recibe el instructor y me pregunta la rutina que voy a trabajar hoy, y dirijo la mirada a todas las máquinas y veo que me interesaría trabajar algo de femorales y glúteos, porque podría ser también aductores y cuádriceps, sin embargo, esto sería en la máquina de prensa de piernas pero está también la máquina para hacer tríceps y pectorales que es una máquina muy sencilla la cual tiene solamente apoyo en la espalda y los antebrazos, porque se trabaja con el peso de todo el cuerpo. Veo al fondo, un poco sola, la máquina de peck deck y estoy ya imaginándome cómo hacer una buena rutina de pectorales, o quizá con el multifuerza en la dorsalera para trabajar algo de los músculos de la espalda, aun cuando en un extremo del gimnasio veo la máquina de femorales y me interesaría trabajar algo de curl de piernas, o femorales y glúteos, en fin, algo trabajaré.
Ya son las 05:20 y me voy al locker para dejar mi chaqueta, las llaves, el celular y ahora sí, a comenzar mi rutina. Son las 05:25 y le he pedido el favor al instructor para que me entregue un pre- entrene porque sé que tengo que estar al ciento por ciento e hidratarme durante mi rutina. El gimnasio es un lugar apasionante, por todo lado te das cuenta; hay espejos y esto de alguna manera motiva a quienes estamos ejercitando y al mismo tiempo podemos reflejar nuestra imagen según lo que estamos trabajando. Igualmente, en las paredes hay algunas imágenes que representan el trabajo que se hace con las diferentes máquinas y el tipo de músculo que se va a entrenar y sin querer, de reojo miramos para ver si hemos crecido un poco.
Ahora sí, son las 05:30 y tengo mi bebida hidratante, mi cinturón, mis guantes, la toalla, el gel limpiador y a comenzar. Me pide el instructor que trabaje veinte minutos haciendo cardio y primero me pone a trabajar en una bicicleta elíptica. Luego me indica que al menos diez minutos debo trabajar en una bicicleta estática. Terminando esta rutina, me dan las 06:00 de la mañana. Siento que ya tengo una motivación fuerte porque lo que más me interesa en este momento es iniciar mi trabajo con las máquinas de musculación que me estaban esperando; salgo de la zona de cardio y ahora me dirijo a la zona de máquinas de musculación y veo esa espectacular jaula para comenzar a trabajar sentadillas. Hago un recorrido por diferentes máquinas para trabajar varios músculos del cuerpo.
Son las 06:10 y me ubico en el multifuerza en el que haré ocho series cada una de diez repeticiones. Comenzaré con un peso mínimo de 80 kilos y poco a poco iré subiendo repeticiones hasta llegar a 180 kilos. Son las 06:30 y me dirijo