historias peronistas
Obregón Cano
en los barrios y las provocaciones policiales
por
L
legamos al peronismo antes de los veinte años desde la vertiente revolucionaria. La que se había fogueado en la resistencia, percibiendo ya desde entonces que este movimiento tenía expresiones diferentes según los momentos históricos vividos. A los diez años de gobierno justicialista que terminaron violentamente con el golpe de 1955, le siguieron los años duros de la resistencia con gran protagonismo de la clase trabajadora. En esa resistencia, el peronismo se fue enriqueciendo con las experiencias de otros procesos latinoamericanos contemporáneos. Y John William Cooke lo fue explicitando en sus escritos: el peronismo era el hecho maldito del país burgués. Otra manera de expresar lo que había dicho Evita: “El peronismo será revolucionario o no será”. Así fueron apareciendo diversas conductas de los principales dirigentes de en-
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luis miguel baronetto
tonces. Desde su exilio en Madrid Perón integró las distintas, variadas y a veces contradictorias “líneas” del peronismo, tanto a nivel sindical como político. Las definiciones que mayor impulso tomaron se grabaron en la película “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder”. Una larga entrevista a Perón realizada en Puerta de Hierro por Pino Solanas y Octavio Getino en 1971. Allí quedó explicitado el socialismo que proponía y su concepción de “guerra popular, permanente y prolongada”, con la que fomentó las distintas herramientas –políticas, sociales, sindicales y militares– para acosar a los regímenes dictatoriales y proscriptivos, hasta obligar la salida política que culminó con las elecciones del 11 de marzo de 1973. La Córdoba del 69 nos recibió con la resistencia a la dictadura de Onganía. Acompañamos en las calles a sindicalistas como
Atilio López, Agustín Tosco y Elpidio Torres. Trabajadores y estudiantes juntos para rechazar las políticas antipopulares, a lo que los peronistas sumábamos el reclamo del retorno del líder en el exilio. Lanzado por Lanusse en mayo de 1971 el GAN (Gran Acuerdo Nacional), la actividad política partidaria se fue abriendo paso. En Villa El Libertador nos afiliamos al Partido Justicialista, realizamos las primeras pintadas de paredes y los viejos peronistas salieron de sus casas para inaugurar la primera Unidad Básica, después de años de silenciamiento y persecución. Nos enfilamos en la corriente que mantenía la hegemonía institucional y ganó las internas en junio de 1972 para elegir la fórmula a gobernador y vice: Obregón Cano y Atilio López. En la segunda mitad de 1972 se intensificó la campaña “Luche y Vuelve” que promo-