El Auto fantástico

Aquí, la voz de la comunidad resuena con fuerza, y la participación ciudadana es el motor que impulsa el progreso.
Nuestra comunidad es el tesoro más valioso que adorna este territorio, somos personas resistentes y resilientes, que hemos superado adversidades con determinación y solidaridad.
Nuestro espíritu emprendedor y amor por la comunidad se entrelazan en una sinfonía de unidad y colaboración, demostrando que juntos, como una gran familia, podemos enfrentar cualquier desafío.
Una publicación de la Corporación Enlace 4 NIT 900.277.262-7
Edición 133
Julio - Agosto de 2023
DIRECCIÓN
Isabella Navarrete Barrero
CORRECCIÓN DE ESTILO
Pompilio Peña M.
COMITÉ EDITORIAL
Ana María Bedoya Patiño
Angela Figueroa Jiménez
Brahian Estiven Montoya
Entre calles coloridas, risas contagiosas y una diversidad que se siente en el aire, la Comuna 4 de Medellín se revela como un territorio que encanta y enamora. Aquí, crecer es mucho más que una etapa de la vida, es un proceso que nos impulsa a descubrir la grandeza de nuestra gente, nuestros espacios sociales y el inmenso amor que despierta en quienes la habitamos.
Este territorio está conformado por los barrios Aranjuez, Bermejal Los Álamos, Berlín, Brasilia, Campo Valdés, Las Esmeraldas, La Piñuela, Manrique Central, Miranda, Moravia, Palermo, San Isidro, San Pedro y Sevilla.
En cada barrio encontramos una riqueza cultural y artística invaluable, convirtiéndose en una fuente inagotable de talentos en la música, el deporte y el arte, demostrando que aquí hay mucho por ofrecer al mundo.
Pero más allá de sus talentos, es la convivencia lo que hace de la Comuna 4 un lugar especial. Niños, jóvenes, adultos, mujeres y adultos mayores comparten sus días con respeto y cariño, formando una red comunitaria que brinda apoyo y fortaleza en los momentos difíciles. La solidaridad se vive en cada esquina, y cada gesto de amabilidad refuerza el sentido de comunidad que nos une.
Las calles de la Comuna 4 son escenarios de la vida misma, donde los sueños se mezclan con la realidad y la creatividad encuentra su espacio. Los muros se convierten en lienzos de expresión y la música se escucha en cada esquina.
La cultura y el arte fluyen por sus calles, constituyendo una parte esencial de la identidad comunitaria, como si el corazón de nuestra gente latiera al ritmo de la alegría y la pasión que ponen en todo aquello que hacen.
La religiosidad también ocupa un lugar especial en este territorio, sus iglesias y parroquias transmiten la esperanza y la fe, aquella donde la comunidad encuentra refugio en la espiritualidad y el encuentro con lo divino. Las festividades religiosas son momentos de unión y celebración, donde todos se suman para honrar sus creencias y compartir la fe.
Pero no solo en lo espiritual y cultural se encuentra la esencia de la Comuna 4, sino también en su activismo social. Movimientos que luchan por la equidad, la justicia y la igualdad florecen en su suelo, impulsando cambios significativos en la comunidad y en la ciudad.
Te amo Comuna 4, por cada rincón lleno de vida y esperanza, por cada sonrisa compartida y cada abrazo sincero. Tu encanto y tu carácter resiliente nos inspiran y nos motivan a ser parte activa de tu desarrollo. Cada habitante, desde el más pequeño hasta el más anciano, es un tesoro invaluable que enriquece nuestra comunidad y nos hace sentir orgullosos de pertenecer a este territorio.
Como un rompecabezas perfecto, la Comuna 4 de Medellín nos enseña que la diversidad es el lienzo donde se pinta el progreso y la convivencia. Aquí aprendemos que, en la unidad y el respeto, se encuentran las respuestas a los retos que enfrentamos, y que juntos podemos construir un futuro mejor.
Te amo Comuna 4, porque en ti encontramos la esencia de lo humano, la magia de lo cotidiano y la grandeza de lo sencillo. Cada día tus calles, parques y barrios nos recuerdan que la vida es un regalo y que compartirlo con quienes amamos hace que cada paso valga la pena.
Te amo Comuna 4, así, con el corazón abierto y el espíritu lleno de gratitud, celebramos y exaltamos el amor por este territorio, que es hogar y cuna de sueños. En cada latido, encontramos la melodía de la esperanza y la sinfonía de la vida, y con ello nos declaramos eternamente enamorados de este territorio que nos abraza y nos hace vibrar.
Edilma Guirales
Erica Montoya Sánchez
Giovanni Figueroa Jiménez
Isabella Navarrete Barrero
Jhoan Sebastián Guapacha
Juan Pablo Rodríguez Parra
Liana Mariu Céspedes Giraldo
Luz Mary Berrío Castaño
María Nélida Gaviria
Marleny Oquendo
Natalia Garcés Raba
Nicoll Sofía Sánchez
Sebastián Zapata Molina
Yurany Alzate
FOTOGRAFÍAS
Erica Dahianna Montoya Sánchez
Giovanni Figueroa Jiménez
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Julián Arbeláez
MEDIOS DIGITALES Y REDES SOCIALES
Liana Mariu Céspedes Giraldo
ASESORÍA
Oswaldo Villada Rodas
Secretaría de Comunicaciones
Alcaldía de Medellín
Búscanos
Calles, aceras y zonas verdes en la Comuna 4, que deben ser de uso para toda la ciudadanía, hoy son ocupadas ilegalmente ante la mirada cómplice de todos.
“La conchudez está frente a nosotros y lo acolitamos”, son las palabras de Adiela Berrío, tiene 57 años y habita el sector de San Cayetano desde que tiene memoria. Continúa:
“Los bares, las tiendas y los talleres mecánicos se roban las aceras, entonces nos toca salir a la vía y pelearnos el espacio con los buses”, sentencia.
Adiela no repara solo en el “apropiamiento” del espacio público por parte de algunos comerciantes, asegura que aumentó el ruido hasta la madrugada, la inseguridad, los borrachZZos y el aparcamiento indiscriminado:
“Nos quejamos cuando nuestros derechos son violados, pero somos avaros y nos robamos el espacio de los demás”, concluye.
Y es que preocupa también en los habitantes del territorio el crecimiento del parqueo permanente en las calles, utilizando bolardos fabricados con cemento, tanto por parte de particulares como por empresas que para evadir costos de parqueo permiten que sus conductores se lleven a sus casas los vehículos y camiones.
Esta situación provoca que las calles y las aceras de la comuna ahora sean parqueaderos permanentes, obligando a los buses a subir y bajar las lomas de la comuna, timoneando los obstáculos de forma peligrosa para los peatones, ya desplazados de las aceras.
La problemática de ocupación del espacio público no solo se da en San Cayetano,
La Comuna 4 es tierra de nadie. Entre el jueves y el domingo, largas zonas como las calles 92, 94, La 49 y La 45, así como en el Parque de Aranjuez y a lo largo de la vía que circunda el barrio Moravia, son ocupadas por sillas, mesas, carritos de comidas, mercados, llantas, carros, motos: es la ley de la selva.
Juan Carlos Garro, comerciante de Aranjuez, manifiesta que:
“cuando no hay control ya sea de la policía, que debe poner sanciones, o de la Subsecretaría de Espacio Público que debe también hacer respetar la ley, la gente hace lo que le da la gana, y es un deber del ciudadano ajustarse a la norma”.
Garro, al respecto, añade: “No es que la ocupación del espacio público haya aumentado, lo que sucede es que no se ha hecho absolutamente nada, y si no se hace nada seguirá en aumento”.
Y es que, según Adiela Berrío, ella no es que esté en contra del “rebusque, lo que me choca es que hay comerciantes que se creen dueños de la acera y la calle y son sinvergüenzas cuando uno les reclama”.
Entre las funciones de la Subsecretaría de Espacio Público está controlar estas zonas mediante el diseño e implementación de estrategias de protección y recuperación para la convivencia. Esta dependencia también regula todas las actividades que implican la ocupación
del espacio público, y busca fortalecer las iniciativas institucionales orientadas al aprovechamiento económico y social de estas zonas.
Ahora ¿La tarea sí se está cumpliendo? Para el líder comunal del barrio Berlín II, Germán Pérez, la realidad de esta problemática desborda cualquier tipo de control.
“Y es que no solo son los comerciantes y los talleres de carros, estos espacios los ocupan, incluso los particulares, callados y poco a poco, se apropian del frente de su casa, no dejan caminar al peatón y colocan canecas con cemento para parquear su carro”, manifiesta Pérez, quien añadió que: “Todos somos iguales ante la ley y por eso debemos respetarla”.
La Pupila habló con comerciantes de la calle 92 y de la carrera 49, por donde la
gente pasa esquivando avisos, motos, mesas, sillas, carretillas y chazas, y todos coincidieron con algo: no existe control ni por parte de la policía ni de la Alcaldía.
El dueño de cinco carros de comidas rápidas a lo largo de Moravia, quien pidió que su identidad fuera protegida, manifiesta que
“la situación está tan dura que incluso hay que pelear los puestos en la calle y pagarles vacuna a los pillos; hasta la delincuencia saca su tajada de la ocupación de espacio público. La verdad, aquí el que tiene plata es el que manda”.
Mientras tanto la comunidad clama por acciones del Distrito a través de sus secretarías para garantizar el goce del espacio público por parte de la ciudadanía, pues se avizora que esta problemática seguirá creciendo mientras no se ejerza ningún control.
“Que vengan los ricos a construir y saquen a los pobres sin permitirles decir una palabra, no es justo”.
Por otro lado, Juan Esteban Aristizábal, más conocido como “El Gordo”, manifiesta que:
“estamos entrando en las diferentes discusiones que se están dando a nivel social. No somos el único territorio en disputa, no somos los únicos que estamos poniendo la discusión, pero estamos en comunidad colocando los temas sobre la mesa”.
Esta frase ha sido la consigna de los habitantes de este territorio, quienes exigen protección para los moradores y sus derechos.
Moravia está sufriendo una transformación que, a juicio de algunos de sus pobladores, va a terminar sacando a una parte de la población.
En días pasados, en el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia se llevó a cabo la Comisión Accidental del Concejo de Medellín, un espacio dedicado a dialogar sobre políticas públicas de protección a moradores del barrio Moravia.
Allí líderes comunales, pobladores de los sectores El Bosque, Moravia Oriente y El Oasis y diferentes organizaciones sociales hicieron defensa de su territorio, y le exigieron a la administración ajustes a los proyectos que tienen para estos sectores, pues sienten que los están sacando de su hogar sin darles explicaciones concretas.
en el territorio
Fueron varias las personas que expusieron su punto de vista, mientras enumeraban las afectaciones que han sufrido desde que llegó la propues-
ta de la renovación urbana. Pues las obras ya adelantadas, que restringen el paso y obstaculizan la movilidad vehicular, les ha arrebatado la tranquilidad, ya que temen ser desalojados en cualquier momento.
La comunidad inconforme manifestó que Moravia es su lugar para vivir, trabajar, divertirse y expresarse, razón por la cual rechazan la gentrificación, un término que, a grandes rasgos, busca modernizar un espacio para que lleguen nuevos moradores propietarios.
“Moravia no quiere renovación urbana, quiere seguir en el mejoramiento integral para garantizar la permanencia de sus habitantes”,
afirma Yeison Alexander Henao, líder comunitario que desea un espacio para la gente, donde el arte, la cultura y los procesos sociales no se desvanezcan. Además, sentencia:
Los moravitas están cansados de no ser tomados en cuenta, por ello, durante esta comisión expusieron las estrategias, intereses y planes por medio de un pliego de peticiones que desean se lleven a cabo, para no ser los damnificados, sino los escuchados.
Dentro de sus exigencias se encuentran aspectos como: garantizar su permanencia, titulación de vivienda, aportes a la economía y participación en el ordenamiento territorial del barrio. Muchos de ellos han construido una vida en Moravia, y se resisten a salir derrotados, mientras otros deciden.
Por ello, se encuentran realizando acciones que ratifiquen las razones para permanecer en el barrio. Pero no solo eso, también trajeron a la comisión cuestionamientos de lo ocurrido en ejecuciones pasadas, como lo que ha sucedido con las demoliciones, los desalojos, los comerciantes y el espacio público.
La comunidad propone una articulación institucional-comunitaria, donde el señor de la tienda pueda conservarla, la señora que vive en el sector del Oasis desde hace más de 30 años no deba irse, y donde los niños puedan jugar libremente.
Esta es una propuesta de modificación a la política pública de moradores, en
la que garanticen y enaltezcan los derechos del territorio, la equidad y la vivienda.
Al respecto, Juan Esteban expresó que: “en Moravia nos hemos resistido a ser el laboratorio barato de todas las guerras generadas, pero acá seguimos. Porque lo que para los funcionarios puede ser un mal día en Moravia, para nosotros es nuestra historia”, dijo en su intervención en la Comisión Accidental del Concejo de Medellín el pasado 18 de julio.
No obstante, los moravitas reconocen que esta no será la última comisión para defender su hogar. Al final de la jornada hubo opiniones divididas, al igual que una firma de acuerdos, donde entregaron a la administración un pliego popular de peticiones, conscientes de la presión que deben ejercer para obtener resultados.
Por ahora, conservan la satisfacción de empezar a tener una mentalidad distinta, involucrarse en los acuerdos, negarse a permanecer con los brazos cruzados y alzar la voz para exigir lo que merecen.
Porque, aunque queda un camino largo por recorrer, hay algo que la comunidad no olvidará hasta ver un cambio:
“Moravia no se alquila, no se vende, ¡Moravia se defiende!”.▲Un mensaje contundente es lo que quieren difundir para no salir de su hogar. ▲Los habitantes del barrio Moravia exigen la permanencia en el territorio entregando a la administración un pliego de peticiones.
Desde hace 10 años, Deisy Peña y Mónica Rentería han estado al frente de la Fundación Pelitos World Fun, un proyecto dedicado a la causa del rescate y protección de los animales. Esta iniciativa comenzó en Aranjuez, proporcionando a perros y gatos cuidados como baño, alimentación, vacuna y esterilización, para luego buscarles un hogar responsable.
Pero este deseo, comenzó años atrás en Mónica, quien desde niña ha sentido una conexión y amor por las mascotas:
“La motivación para iniciar este camino fue ver cómo nacían tantos animales; no paraban los perros en las calles y la Alcaldía se demoraba en tomar acción con los procesos de esterilización. Por eso decidimos ayudar desde este punto”.
Por su parte, Deisy ha sido una apasionada defensora desde los 12 años:
“Siento que eso viene del corazón. No soy muy afín a los niños o a los viejitos; ellos pueden hablar. Los animales no pueden decir que tienen hambre, que no quieren tener más bebés. Entonces la razón principal es saber que no se pueden comunicar, decir qué les duele, si tienen hambre o necesitan ayuda”.
La labor de la Fundación se centra en asegurar el bienestar de perros y gatos maltratados, abandonados, o que viven en condiciones de vulnerabilidad, alejándolos de los peligros y agresiones de las calles, brindándoles alimentación y un hogar.
Esta iniciativa les ha permitido conocer de cerca la situación de 891 animales entre perros y gatos, a quienes cariñosamente llaman “peludos”, ofreciéndoles una segunda oportunidad de vida y sensibilizando a la comunidad sobre la tenencia responsable de mascotas.
▲Deisy y Mónica trabajan por el bienestar de los animales, no solo en la Comuna 4, sino en diferentes partes de la ciudad.
Sus jornadas de esterilización y adopción las desarrollan en Aranjuez, y también las han realizado en otros sectores de la ciudad.
Actualmente, protegen a 140 perros y gatos. De estos, 40 se encuentran en hogares de paso en Medellín, mientras que los demás están alojados en una finca en el Carmen de Viboral.
Cuando hablan de hogar de paso, las rescatistas aclaran que, aunque algunas familias brindan sus casas para cuidar al animalito por una semana o un mes, mientras se encuentra un adoptante son ellas las encargadas del alimento, los medicamentos, y todo lo que este requiera.
Su trabajo no solo se ha quedado en los límites de la Comuna 4, pues el compromiso de estas dos mujeres ha trascendido a otros sitios de la ciudad y del país.
La fundación realiza jornadas de esterilización a bajo costo por lo menos dos veces al mes. De cada operación sobra un dinero que es utilizado para apoyar otras mascotas en situación de calle.
“Esta labor no deja plata; es puro amor por ellos. Nosotras, por ejemplo, recibimos mamás embarazadas o con cachorros, las cuales podemos esterilizar y devolver. A sus bebés les buscamos hogar. También hay un límite porque no tenemos la forma de ayudarlos a todos. Eso sí, si hay un animal vulnerado, siempre le abrimos las puertas”, cuenta Deisy.
Asegurar el bienestar de cada animal luego de ser rescatado es como finaliza el proceso de la fundación, pues ellas los rescatan y velan por su bienestar, para luego entregarlos a familias que les brinden amor y protección.
“La adopción responsable nos permite brindarles una segunda oportunidad de vida, fomentando así una sociedad más compasiva y consciente de la importancia de proteger y cuidar a nuestros fieles compañeros”, concluye Mónica.
Para adoptar un animal a través de la Fundación Pelitos World Fun, lo primero es llenar un formulario, que es evaluado y posteriormente se realiza visita domiciliaria:
“Esto es un contrato legal como cualquier otro; no se puede abandonar, no se puede entregar el animal a otra persona, y pedimos un aporte voluntario de 60 o 70 mil pesos para cubrir los gastos que se les han hecho a las mascotas”.
A continuación, encontrará los datos de esta fundación, en caso que desee apoyar esta labor a través de la adopción, esterilización o alimento.
▲El amor que sienten por los perros y gatos, ha fortalecido con ellos su amistad y cariño.
▲La inocencia y la pureza que transmiten los animales, es lo que motiva a Deisy a continuar luchando por su bienestar y protección.
Pelitos World Fun
Calle 90 # 52 -47
(cerca a Comfama de Aranjuez)
304 578 0478
@pelitosworldfun
La Fundación Pelitos World Fun realiza jornadas de esterilización a bajo costo y apadrina animales de familias vulnerables.
Moravia se llenó de pensiones y cada cuarto cuesta hasta 550 mil pesos, una cifra “exorbitante” que desplaza otras necesidades, como la comida y los servicios.
Las mujeres solas se encuentran entre la espada y la pared: o pagan el arriendo o comen.
Desde hace diez años, Rosa Noreña duerme en el mismo cuarto, que es también su casa. Mide dos por dos metros, y se encuentra al final de un lúgubre pasillo, en el segundo piso de una pensión en Moravia. No cuenta con baño, pero sí con una cama con espuma, un clóset, una nevera y una mesa en la cual cocina. En este mundo convive con las muñecas que ha rescatado en su vida de recicladora.
Rosa tiene 66 años y representa a cientos de mujeres en Moravia que viven hacinadas y solas, o son madres solteras con hijos, y enfrentan la presión de pagar, por
un diminuto espacio, hasta 550 mil pesos de arriendo y 50 mil más por la luz. Rosa cuenta con el apoyo económico de su familia, pues el trabajo con el reciclaje y los desechos la enfermaron del corazón, el azúcar y la presión, afirma.
Hace 20 años, cuando Rosa llegó al barrio, desplazada de Granada, Antioquia, comenzó a pagar 80 mil pesos por un cuarto. Ella cuenta que, antes de la pandemia, era posible hallar una pieza en el barrio por 350 mil pesos. Sin embargo, afirma que actualmente es imposible; el arriendo, incluso de casas, ha sufrido una inflación de hasta un 40 por ciento.
Ángela María Tapias, consejera comunal de planeación de la Comuna 4 representando el sector de las mujeres, asegura que la subida de los arriendos está generando una problemática delicada. Las mujeres, muchas de ellas solas y con hijos, al no tener con qué pagar la pieza, acuden a los préstamos llamados “gota a gota” o “paga diarios” abusivos, venden su cuerpo, mendigan o roban. Esto, ante la imposibilidad de un empleo estable.
“Es triste ver mujeres con la autoestima baja y humilladas. Ellas trabajan vendiendo tinto, o confites, galletas, cigarrillos o en el reciclaje. Y esos oficios no alcanzan para nada. El arriendo por las nubes, los servicios también, más la comida, el gas, la ropa, los pasajes. Literal: muchas mujeres en Moravia viven desesperadas”, apunta Ángela María.
Luz Stella Franco, líder y habitante de Moravia desde hace 40 años, asegura que una recicladora se gana al día, máximo, 25 mil pesos; una tintera, hasta 30 mil, una vendedora de confites, si mucho, 20 mil. “Ellas y sus hijos comen desayuno, no almuerzan, y cenan huevo con arroz y aguapanela. Durante el día los niños solo beben agua”, asegura.
No solo los diminutos cuartos están caros, los arriendos de los apartamentos y las casas, casi todas en obra negra, no bajan de 800 mil pesos. Rubén Ortiz, quien arrienda una casa que consta de un cuarto, sala, baño, cocina y un balcón, menos de 30 metros cuadrados, asegura que la tenía arrendada por 550 mil pesos y ahora cuesta 830 mil.
“El costo de vida está muy caro, la luz, el agua, el internet, la comida, entonces me tocó subir el arriendo y tengo una hija en la universidad. Muchos jóvenes de barrios cercanos o migrantes se vienen a vivir a Moravia por su centralidad y eso produce una subida de los precios. Por eso el barrio se llenó de pensiones”, asegura Rubén.
Ángela María añade que, siendo Moravia considerado un barrio de estrato bajo, con estrechas vías de acceso, malos olores, ruidos en abundancia y un espacio público ocupado por vendedores informales, los arriendos son absurdos.
“Y este es un fenómeno que se aprecia desde el barrio San Isidro hasta Sevilla, y desde Campo Valdés hasta Moravia, El Oasis y El Bosque. Y las personas más afectadas son las mujeres adultas y las ancianas, a las que cada vez les queda más difícil conseguir la plata, en medio de la angustia”, reconoce Ángela, una angustia a la que nadie parece importar.
El pasado 23 de abril, el alcalde Daniel Quintero en su cuenta de Twitter escribió que los arriendos en Medellín habían aumentado por tres factores:
1. Por reducción del desempleo: llegó a un dígito, y más jóvenes buscan independencia.
2. Por turismo y nómadas digitales: Medellín es la tercera mejor ciudad para visitar en el mundo.
3. Y porque el Aeropuerto Olaya Herrera obliga a construir en la montaña y limita construir en altura en la mitad de la ciudad.
Esta ola de asalariados estaría desplazando a quienes no tienen un salario fijo, y los dueños de viviendas, pensiones e inmobiliarias aprovechan la demanda para elevar los precios de los arriendos, en condiciones imposibles de cumplir para una mujer que sobrevive vendiendo tintos.
Luz Stella Franco añade un factor más: el abuso de algunos arrendadores.
“Hacen falta políticas públicas para apoyar a las mujeres y a los adultos mayores, pues o pagan el arriendo, o no comen. A esto se suma la exposición de sus hijos a la delincuencia y las drogas, ya que las mujeres deben irse a trabajar, y los niños
▼Es común encontrar avisos de arriendos en los postes de luz o fachadas de las casas.
quedan encerrados en una pieza, en la calle, o al cuidado de una vecina, ya que incluso no encuentran guarderías de todo el día”.
La violencia intrafamiliar también es una consecuencia de las carencias económicas, asegura Luz Stella.
“Hay mujeres que sostienen la casa y además son abusadas y golpeadas por sus parejas. Esta problemática sacude a Moravia frente a los ojos de todos, pero con el permiso de todos”, indica Luz.
Rosa Noreña no sabe si estará otros diez años en ese cuarto, acompañada por sus muñecas. Recorre el laberinto de su barrio y ayuda a otras que, como ella, ven cómo el costo de vida sube y sube, y nadie hace nada.
▲En los anuncios, se encuentran todo tipo de especificaciones a la hora de tener en cuenta arrendar el espacio.
Su primer kilómetro
No son muchos los afortunados que hicieron ronronear el hoy carro de “El Tigre”, como es conocido Carlos Arturo Rojas en el barrio, antes de que fuera suyo. Este modelo, con motor en línea, potencia de velocista y 1600 cm³, fue sacado del concesionario en 1980 por Jorge Olmedo, un jugador de fútbol que luego se convirtió en director técnico de equipos como el Deportivo Cali y el Deportivo Independiente Medellín.
La vida de Jorge Olmedo se vio abrumada por la crisis provocada por su problema con el alcohol. En este contexto turbulento, en 1981, surgió la figura de la segunda dueña del carro: la madre de Mariano Jaramillo, un cercano amigo de “El Tigre”. Mariano, rememorando la ocasión en la que el Subaru llegó a su hogar, relata:
“En la familia nos enteramos a través de alguien cercano al club que Olmedo estaba vendiendo su carro, y mi madre cerró el trato sin dudarlo ni un momento”.
Desde aquel momento, el auto de carreras que parecía sacado de una película y que hace 40 años solo estaba al alcance de unos pocos por el precio de un millón quinientos mil pesos, comenzó a formar parte de la vida de Mariano y su familia. Con él, recorrieron las calles de Campo Valdés sin problemas, atrayendo miradas, haciendo mandados y siempre confiados en el rendimiento del motor japonés.
Después de que la madre de Mariano disfrutara del vehículo durante 11 años, Mariano lo adquirió y lo hizo correr por toda la ciudad. Lo que más le asombraba era que, desde su fabricación, el auto solo había requerido una reparación leve en el motor.
Ese auto tan completo, que le había dado tantas satisfacciones y acompañado en viajes memorables, entre ellos uno a Coveñas, en agosto de 2019 cumplió su kilometraje en la vida de Mariano.
“Yo ya estaba en una tónica distinta, no tenía donde guardarlo. Pero Carlos Arturo siempre había querido el carro, admiraba cada parte porque es un aficionado de las cosas antiguas”, comenta.
Fue entonces cuando Carlos Arturo comenzó a escuchar con más frecuencia, afuera de su casa, la frase: “Ey, Tigre, mirá pues tu carro”. Esta era la expresión que “Pulgoso”, empleado de su amigo Mariano, le dirigía mientras paseaba el Subaru frente a su casa para tentarlo.
Carlos Arturo Rojas, conocido como “El Tigre”, ha trabajado con la Alcaldía de Medellín por al menos 40 años y se encuentra actualmente adscrito a la Secretaría de Seguridad y Convivencia. Durante su trayectoria fue agente civil armado, en cumplimiento de sus funciones cargó muertos, atrapó ladrones y hasta tomó parte en persecuciones para proteger a jueces.
“Mi Pirinola” y Carlos Arturo se han vuelto famosos, llamando la atención de artistas como Blessd y Ryan Castro, quienes han grabado videos promocionales de sus canciones con este Subaru 1980.▲En el interior de “Mi Pirinola” están los controles de la mayoría funciones del auto, acompañados de dos tigres de peluche.
Para este hombre, ese Subaru color azul modelo 1980 era el encargado de quitarle el sueño. “Yo lo miraba y lo miraba; cada vez que pasaba me antojaba más”, relata con gran emoción y orgullo. Esta obsesión llevó a Carlos Arturo a ahorrar el dinero necesario y, finalmente, en agosto de 2019, pagó en efectivo a su amigo los dos millones quinientos mil pesos que costaba el auto.
En la actualidad, el carro no está registrado a nombre de Carlos Arturo, sino a nombre de Romario, uno de sus cuatro hijos. No obstante, la única persona que puede conducirlo es su hija María Camila, pues según “El Tigre”, “ella es quien tiene la fuerza y el carácter necesarios para encender ese motor y hacerlo rugir como debe ser”.
Este auto roba miradas en la Comuna 4, pues ha sido personalizado con aspectos que reflejan la identidad del mismo Carlos Arturo. El Subaru conserva su corte y color original, aunque es lo único que se mantiene.
“Mi Pirinola” es el nombre del carro, y tiene en el capó la lámina inmensa de un tigre rugiendo, como recordatorio constante de su apodo, que adquirió tras atrapar por accidente a un joven ladrón en una cañada hace ya muchos años.
Sobre el techo del Subaru hay unos cachos inmensos bien pulidos y una sirena que simula sonidos diferentes: la bulla de
fiesta de una chiva, la alarma atronadora de un vehículo y el alarido de un carro de bomberos. Además, tiene las banderas de Colombia, Antioquia, Deportivo Independiente Medellín y del Atlético Nacional.
Del lado izquierdo trasero, el carro tiene pegados un pico, una pala, un sombrero y un machete, como homenaje a las épocas en las que “El Tigre”, siendo trabajador de la Alcaldía, recogía los muertos que dejaba la violencia en los años 80.
Del maletero cuelga una mano de plástico sangrante y encima una gran calavera, acompañada de manos esqueléticas. Como es un carro paisa, no le falta el poncho y el sombrero, que evocan las raíces de Carlos Arturo en Cisneros, pueblo antioqueño que lo vio nacer.
En su interior hay diferentes botones que activan los sonidos y las luces, un ventilador pequeño y un tigrecito de peluche. La palanca de velocidades está cubierta de brillos, mientras que su tapicería es parecida a la de un carro de carreras. Tanto adentro como afuera, hay imanes con frases y dichos paisas.
“Este carro tan loco, así personalizado no lo tengo sino yo. Cuando empecé a colocarle todas estas cuestiones estaba contando quién es “El Tigre”. He ido a muchos pueblos exhibiéndolo y la gente se queda asombrada mirándolo”, afirma.
Este particular carro y Carlos Arturo se han vuelto famosos, llamando la atención de artistas como Blessd y Ryan Castro, quienes han grabado videos promocionales de sus canciones con este Subaru 1980.
Como buen amante y apasionado de las cosas antiguas y peculiares, “El Tigre” recorre las calles de Campo Valdés en “Mi Pirinola”, tocando el pito, sonriéndole a la gente, mostrándose auténtico, mientras toma con rudeza el volante de su auto, cuyo rugido hace vibrar los vidrios de las ventanas por dónde pasa. Solo en un pequeño rincón de la Comuna 4 es posible encontrar aquel auto que, al verlo, no deja más opción que exclamar ¡fantástico!
YURANY ALZATE yuraalzate75@gmail.com
En el 2002 fue reconocida como una institución oficial de la ciudad autorizada para impartir educación formal y de calidad.
En octubre celebrarán con la comunidad estudiantil los 30 años del colegio.
La historia de la Institución Educativa Alfonso Mora Naranjo comenzó en 1993. La creciente necesidad de más cupos escolares en la Comuna 4 para niños, niñas y adolescentes que llegaban con sus familias a vivir en el territorio, permitió la creación del Liceo Alfonso Mora Naranjo en el barrio Campo Valdés.
La iniciativa fue liderada por María Cecilia Vieira Jaramillo, jefe de núcleo, quien eligió el nombre en honor al profesor Alfonso Mora Naranjo, un educador inspirador y apasionado
que dedicó su vida a la enseñanza y al desarrollo de jóvenes talentos.
Este colegio, que ahora cumple 30 años brindando educación de calidad, inició como una sede del IDEM José María Bravo Márquez. Contaba con apenas seis aulas para más de 600 estudiantes y no disponía de biblioteca, laboratorios ni sala de sistemas. Sin embargo, la filosofía institucional del Liceo, basada en una tríada de valores: “Virtud, esfuerzo y ciencia”, guió su camino hacia el desarrollo cognitivo, social, artístico, tecnológico y comunitario.
Los años 1997 y 1998 marcaron un hito en el crecimiento de la I. E. Alfonso Mora Naranjo, debido a que se le adicionó la jornada nocturna del Centro Oficial de Adultos Antonio José de Sucre. Así mismo, comenzó una jornada diurna de media técnica académica. Esto permitió que en 1999 se graduara la primera promoción de estudiantes.
El compromiso del plantel educativo con los alumnos fue fundamental en este proceso. Para María Gemma Muñoz esto significó mucho porque según cuenta:
“Desde que ingresé, gestioné para abrir la media técnica, quería que los estudiantes pudieran terminar sus estudios en el Alfonso Mora Naranjo y no en otros colegios. Esto se logró gracias a que conté con el respaldo de padres de familia, docentes y una comunidad muy dispuesta”.
En 2002, mediante la Resolución N°16204 expedida por el Gobierno Departamental, el colegio fue oficialmente reconocido como una Institución Educativa autorizada para impartir educación de calidad en los niveles de preescolar, básica primaria, secundaria media técnica y nocturna.
Adicionalmente se le anexó la escuela Santa María Goretti, consolidando aún más la oferta educativa y siendo este un logro importante en el crecimiento y desarrollo de la Institución.
Este reconocimiento fue el fruto del trabajo constante, la disciplina, el amor y la dedicación de un equipo liderado por su rectora, que, apoyada por un equipo de docentes, se interesaron en el desarrollo personal y académico de la comunidad educativa.
Para Juan José David Bedoya, estudiante del grado 11°:
“Esta ha sido la primera institución en la que realmente mis ganas de estudiar se impulsaron, ya que me acogieron y su ambiente ha sido muy chévere. Podría decir que el compañerismo y la convivencia que hay entre un alumno y su profesor va más allá de ser solo conocidos”.
Festejar y reconocer el compromiso que ha tenido el plantel educativo con la comunidad en los ámbitos académico, personal y cultural son los factores que destaca Cecilia Montoya Rojas, docente desde hace 29 años. Ella afirma:
“El colegio y su recurso humano han crecido considerablemente. Los profesores tienen las características necesarias para cumplir con las necesidades de los estudiantes y sus familias. Hay estabilidad y un buen ambiente para el aprendizaje”.
César David Oliveros, quien también fue docente, expresó:
“En el Alfonso Mora Naranjo sentía estar junto a una gran familia, la relación era muy humana y con mucha empatía. Iniciar fue difícil y muy pesado el trabajo, debido al número de estudiantes. A veces pasaban de 50 y no cabían en el salón y tocaba trabajar con la mitad del grupo un rato y luego con el otro. El amor que le tengo a ese colegio es muy grande”.
La celebración de los 30 años de la Institución Educativa Alfonso Mora Naranjo se realizará después del receso estudiantil de octubre. Cuando ingresen a clases dando inicio a la semana de convivencia y con ella a la programación de la festividad.
La rectora María Gema afirma que este año la institución:
“Continuará comprometida con la misión de formar ciudadanos íntegros, preparados para enfrentar los desafíos del futuro y contribuir de manera positiva a la sociedad”.
La grandeza de la sociedad se mide por cómo cuida y aporta al crecimiento personal, académico y cultural de las niñas, niños y adolescentes. La Institución Educativa Alfonso Mora Naranjo ha cumplido con esa responsabilidad durante sus 30 años de existencia.
En palabras de la rectora:
“El Alfonso Mora Naranjo ha impulsado el cambio y la esperanza en el barrio Campo Valdés. No se debe olvidar su importancia, y es necesario continuar trabajando para garantizar que cada niño tenga acceso a una educación que le permita volar alto y alcanzar sus sueños”.
Este mensaje resume no solo la trayectoria histórica de la Institución, sino también el legado perdurable de su compromiso y dedicación a la comunidad. Después de 30 años, sigue siendo un faro de esperanza y educación, preparando a las nuevas generaciones para un futuro brillante.
Con orgullo, esta Institución Educativa lleva el nombre de Alfonso Mora Naranjo, un prócer distinguido en el área de la educación, nacido en Angostura, Antioquia, en el año de 1898. Fue conocido por ser profesor universitario, literato y administrador de varias entidades educativas públicas y privadas, además de ser el fundador en 1935 de la emblemática Revista de la Universidad de Antioquia.
Cuentan entre sus anécdotas que, el 9 de abril de 1948, tras la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, el señor Mora Naranjo impidió personalmente la quema de la biblioteca de la Universidad de Antioquia. Enfrentándose a una turba enardecida y parado en la puerta que daba acceso a ella, les recordó que la universidad era para los hijos de los obreros y de los pobres, es decir, para sus propios hijos, y que, al destruirla, eran ellos los perjudicados. ¡Y se salvó la biblioteca!
En cuanto a las convocatorias de estímulos indican que esta estrategia permite reconocer las virtudes de cada una de las organizaciones, tejiendo lazos de alianza muy efectivos.
Si bien la Mesa cuenta con integrantes que llevan algún tiempo haciendo parte de ella, también incorpora a los más nuevos, permitiendo reconocer en el proyecto de los demás aquellas fortalezas de las que quizás el proyecto propio carezca. Esto genera una sensación de confianza en la gente y se queda tranquila. Sin embargo, enfatizan en que todos tienen que presentarse y trabajar en igualdad de condiciones.
La gestión de sus representantes ha sido eficaz, pues pasaron de tener inversiones de recursos del Programa de PDL Y PP de cero pesos en años anteriores a lograr la aprobación de inversiones superiores a los mil millones de pesos. “Pepe” indicó al respecto:
GIOVANNI FIGUEROA J. gifigueroa@gmail.comEste proceso tiene su génesis en 2017, cuando en el marco de la implementación del Plan de Desarrollo Local, surgieron tensiones en el sector cultural de la Comuna 4. Varios integrantes de este sector empezaron a cuestionar el proceso de toma de decisiones en el Consejo Zonal de Cultura, donde no se sentían representados.
La tensión aumentó por la inconformidad con el método de trabajo de los representantes en el Consejo Comunal de Planeación de la Comuna 4 (CCPC4), malestar que se convirtió en el detonante que llevó a un grupo de líderes culturales, encabezados por David Betancur, más conocido como “Pepe”, y al historiador Fernando Cuartas, a tomar una decisión trascendental.
En un acto de desafío a lo que ellos denominaron “el poder territorial”, estos líderes junto a otros artistas conformaron la Mesa de Cultura de la Comuna 4 – Aranjuez.
Esta instancia de representación surge con el objetivo de luchar por una representación más equitativa y un apoyo más efectivo al arte y la cultura en el territorio.
Los espacios de participación tienen un gran impacto en la medida que sus esfuerzos se ven reflejados en logros y conquistas para su sector. Es por esta razón por la que “Pepe” afirma, en relación con los resultados de la Mesa que:
“El principal logro ha sido el reconocimiento territorial de que somos un proceso bueno, hacer que se quite el velo y el mito de que todo lo cultural y todo lo de presupuesto público es a dedo, que se entrega solamente los amigos de mis amigos, que todo tiene una coima y que todo es ya una tajada”.
Reconocen que en un principio había desconfianza entre las redes, colectivos, grupos y corporaciones, porque afirman son competitivos entre ellos por recursos, contratos y beneficios. No obstante, se han esforzado por implementar un método transparente de acceso y gestión de los recursos.
Actualmente la Mesa basa sus ejecutorias en el mérito, el trabajo y el esfuerzo de sus integrantes. Se reconoce la planeación y se inculca la mejora continua.
“Esa exigencia hace que mejoremos y que lo que hagamos se vea especialmente brillante y diferente al resto de las comunas; se tiene continuidad y los productos artísticos mejoran, y así los recursos no se pierden” señala “Pepe”, quien afirma contundentemente: “En ese momento estamos a un nivel de trabajo espectacular”.
“Los recursos son limitados, pues si por nosotros fuera, le echaríamos diez mil millones de pesos a Cultura y aun así no bastaría”.
Johana Palacios, directora ejecutiva de la Corporación Fantasía Argentina Tango, resalta la importancia de la Mesa de Cultura expresando que:
“Nosotros desde hace tiempo entendemos la importancia de asistir a este tipo de espacios, participar, ejercer nuestros derechos y también aportar. En estos espacios consultivos, nos damos cuenta de lo que viene para la comuna”.
Sobre lo que significa para su sector hacer parte de la Mesa, afirma que:
“El mundo del tango también desde hace tiempo entiende la importancia de estos procesos de participación ciudadana. Nosotros desde ahí, hemos tenido mucha incidencia en la comuna, en todos los procesos que precisamente abre y ofrece la Mesa de Cultura”.
La Mesa de Cultura de la Comuna 4, está estructurada como uno de los espacios de deliberación comunitaria más completos del territorio.
• Consejero principal y suplente.
• Un representante de la Junta Administradora Local (acompañamiento).
• Representantes de las tres (3) redes culturales de la Comuna 4 que se encuentran reconocidas ante la Secretaría de Cultura Ciudadana (Red Cultural, Dance 4 y Red Cultural Comunidad Underground).
• Representantes de las corporaciones, fundaciones y entidades que trabajan en el sector en calidad de operadores o proveedores, proponentes o de escuelas.
• Colectivos, grupos o entidades no legalizadas, pero reconocidas en el territorio (grupos conformados).
• Artistas, gestores y promotores culturales de memoria y patrimonio.
• Habitantes de la Comuna 4.
Actualmente la Mesa de Cultura de la Comuna 4, trabaja de manera articulada con aproximadamente 130 organizaciones, además de artistas individuales y poblaciones indirectamente vinculadas a organizaciones, por lo que se puede llegar a una representación aproximada de entre 300 y 400 personas.
La Mesa de Cultura de la Comuna 4, está comprometida con la gestión de recursos para todos los actores culturales del territorio y su gestión hace que vaya en camino a convertirse en uno de los órganos asociativos y comunitarios de mayor impacto en el territorio, gracias a su nivel de trabajo.
ISABELLA NAVARRETE
isabella.navarrete1105@gmail.com
La Biblioteca Juan Zuleta Ferrer de Campo Valdés, que ha estado recibiendo visitantes desde 1986, no es un simple recinto de libros que viajan entre estantes. Es un tesoro que guarda conocimientos, descubrimientos y experiencias, o como lo llama Carlos Andrés Arroyave, “esa magia” que posee la Biblioteca.
Con una impresionante colección que abarca literatura clásica, fantasía, ciencia ficción, terror, poesía, biografías y ejemplares académicos, este espacio permite a sus visitantes abrir la mente a diversas interpretaciones del mundo y la realidad. Además, siempre está al día con la prensa local, nacional e internacional, y posee una importante colección de cómics y novelas gráficas.
La biblioteca, un lugar mágico para sus lectores, ofrece a sus afiliados servicios de préstamo, reserva y renovación de material. Si el libro deseado se encuentra en otra biblioteca, a través del programa Libro sin Fronteras, el usuario podrá obtenerlo.
Para el entretenimiento familiar, la biblioteca ofrece durante la semana talleres de ajedrez, crochet y pintura en tela, además de espacios como La Hora del Cuento, y el Club de Lectura los viernes. Los sábados, es infaltable la película a las 2:00 p.m.
Con zonas diseñadas para todas las edades, esta casa de cultura cuenta con un auditorio, un salón al aire libre, una sala general y una sala infantil, fomentando
así la lectura en los más pequeños. Para el público mayor tiene disponible ocho computadores equipados con internet de acceso libre y alta velocidad, así como impresoras y fotocopiadoras.
Sobre los servicios prestados a los usuarios, Gloria Patricia Cataño, el área administrativa, afirma que es: “un espacio donde el usuario siempre se puede sentir cómodo”.
Carrera 49A #80 – 46
“Las razones para visitar la biblioteca son el conocimiento y el intercambio de ideas que debe tener una comunidad, porque la magia está en la diversidad”
En ocasiones es necesario podar o talar árboles cerca de las redes eléctricas para evitar tragedias. La recomendación siempre es reportar cuando crea que hay un riesgo y dejar el trabajo en manos de los expertos.
Parece una contradicción, pero a veces talar un árbol o podar una rama puede salvar una vida y evitar una tragedia. Principalmente si se trata de vegetación frondosa que está cerca de las redes de energía.
Esta máxima es relevante, sobre todo, si se tiene en cuenta la magnitud del siguiente dato: EPM tiene 102 mil kilómetros lineales de redes de energía.
Por eso, la empresa de servicios públicos ejecuta un plan de manejo forestal de árboles que representan un riesgo para las redes de energía, lo que puede provocar accidentes en los que personas o animales terminen electrocutados o generar daños que impliquen la suspensión del servicio y afecten a miles de usuarios.
Luis Eduardo Valencia, jefe de gestión ambiental y social del negocio de Transmisión y distribución de energía de EPM, detalla que estos planes de manejo forestal son realizados por expertos y siempre cumplen con todos los requisitos de las autoridades ambientales. Se realizan con el objetivo superior de evitar tragedias:
“La seguridad aquí es clave y los planes de manejo forestal (tala y poda) son actividades preventivas que se enfocan en minimizar casi
que por completo el riesgo eléctrico para las comunidades, la fauna y la flora cuando la vegetación se acerca demasiado al conductor o a las líneas”, explica.
Por eso no debe resultar extraño encontrar en los barrios o zonas rurales a cuadrillas de EPM en actividades de poda o tala en cercanías de redes eléctricas. El vocero amplía la explicación: la poda es la esencia del mantenimiento porque implica garantizar que las redes estén despejadas mientras que la tala, por su parte, se realiza cuando hay un riesgo latente hacia la infraestructura o hacia la vida de las personas o de la fauna.
Además de necesitar permiso de la autoridad ambiental, las talas siempre traen consigo, por norma, un compromiso de restauración ecológica: árbol que se derriba, árbol que se repone.
EPM informó que solo el negocio de Transmisión y distribución de energía tiene, a la fecha, 596 hectáreas de restauración ecológica y 1.622 hectáreas de bosques en conservación en los departamentos donde hace presencia con proyectos: Antioquia, Córdoba, Cundinamarca y Santander.
YURANY ALZATE yuraalzate75@gmail.com
María Gemma Muñoz, la actual rectora de la Institución Educativa Alfonso Mora Naranjo, tenía solo 17 años cuando inició su carrera como docente. En la década de los 80, la energía de su juventud y su amor por la enseñanza la transformaron en una maestra destacada en su pueblo natal, Betulia, ubicado en el suroeste antioqueño.
Cuenta que la pedagogía, más que formarla como profesional, le ayudó a comprender la desigualdad en el acceso a la educación. Así creció su sensibilidad hacia las condiciones de vida de los niños y jóvenes, reconociendo cómo estas circunstancias pueden condicionar su aprendizaje.
Quienes la conocen resaltan su capacidad de escucha. Durante los 14 años que dedicó a enseñar en Betulia, se convirtió en una confidente para las madres, a quienes les ofrecía consejos para afrontar la violencia intrafamiliar, y cuidó como si fueran suyos a cientos de niños campesinos que caminaban por horas hasta llegar a la escuela.
Durante su tiempo como docente se formó como administradora de empresas y administradora educativa. Posteriormente, amplió su preparación con dos especializaciones, una en innovación curricular y otra en gerencia educativa. Su objetivo, alcanzar la excelencia en su trabajo, lo que para ella tiene un significado profundo: ser la mejor para los niños a quienes educa.
Gemma quería saber cómo era la enseñanza y la vida en otras ciudades, por eso cuando fue trasladada a la Institución Educativa Marco Fidel Suárez, en el municipio de Bello, con valentía aceptó el reto.
En los años 90, enseñó lengua castellana, ortografía y lectura en la Institución Educativa Antonio Mesa Naranjo en La Milagrosa. Allí, durante nueve años, recorrió los pasillos, deteniéndose solo para ofrecer abrazos.
Luego decidió postularse como rectora y fue seleccionada para liderar la Institución Educativa Alfonso Mora Naranjo.
“Pasé el concurso con buen puntaje y me dijeron que sería la rectora. Llegué a una institución pintada de color verde militar, sin laboratorio, sin biblioteca. Pregunté cómo era el barrio y nadie me hablaba. Sentí un ambiente hostil, aun así, acepté”, comenta María Gemma.
Siempre llega al colegio con una sonrisa, se detiene en la entrada, saluda, escucha las inquietudes de los padres de familia, charla con los profesores, da instrucciones, revisa documentos, prepara presupuestos, ella nunca se detiene.
Se enorgullece de dialogar con los estudiantes que por algún motivo son sancionados. Los escucha, comprende y pacta acuerdos de convivencia. Para ella los gritos y el miedo no son herramientas de la educación.
“Las juventudes de hoy no son iguales a las de hace 20 años, por esa razón, uno tiene que evolucionar e innovar en las maneras de enseñar para que los estudiantes puedan tener confianza”, afirma.
Agrega además que:
“En los 41 años que llevo como educadora, he comprendido que enseñar no es un acto unilateral, sino una experiencia compartida. Cada estudiante es único, con sus propios talentos y habilidades. Esto me ayudó a entender que mi enfoque pedagógico debía satisfacer las necesidades individuales”.
La Rectora asegura que su desempeño se debe también a la sinergia con los demás docentes. Cada uno tiene su método de enseñanza, sus logros y dificultades. Un colegio debe ser un circuito equilibrado entre alumnos, docentes, empleados y coordinadores, por eso vive alerta, pero feliz.
“Pienso que debemos ser flexibles y velar porque el docente se sienta bien y en armonía en la institución, si ellos se sienten bien, trabajan bien con los estudiantes y se logran cosas maravillosas”, afirma.
Esta incansable Rectora continúa luchando por la excelencia académica:
“Quiero que cuando me vaya, los muchachos no olviden lo importante que es tener un diploma, así sea solo de bachiller. Quisiera que todos estuvieran estudiando, y no en las calles sin hacer nada. Ese es mi sueño, mi reto personal”.
María Gemma Muñoz, rectora del colegio Alfonso Mora Naranjo, ha servido en este cargo durante 29 años. A tan solo tres años de su jubilación, ya ha dejado una huella imborrable, forjando un destino en el que ha invertido su corazón y su alma, utilizando como herramientas simples tizas, lápices y escuadras. Su legado es algo de lo que podrá enorgullecerse el resto de su vida.
Su deseo es que todos los jóvenes de la Comuna 4 tengan acceso al bachillerato.▲María Gemma Muñoz, lleva 41 años al servicio de la educación. ▲Su compromiso con la comunidad académica permitió ganarse el amor, cariño y respeto de quienes tienen la fortuna de conocerla.
Inaugurada el 22 de diciembre de 2011, es un referente de la Comuna 4 y la ciudad.