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Moravia no se alquila, no se vende, ¡Moravia se defiende!
“Que vengan los ricos a construir y saquen a los pobres sin permitirles decir una palabra, no es justo”.
Por otro lado, Juan Esteban Aristizábal, más conocido como “El Gordo”, manifiesta que:
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“estamos entrando en las diferentes discusiones que se están dando a nivel social. No somos el único territorio en disputa, no somos los únicos que estamos poniendo la discusión, pero estamos en comunidad colocando los temas sobre la mesa”.
Un plan de mejora
ISABELLA NAVARRETE B. isabella.navarrete1105@gmail.com
Esta frase ha sido la consigna de los habitantes de este territorio, quienes exigen protección para los moradores y sus derechos.
Moravia está sufriendo una transformación que, a juicio de algunos de sus pobladores, va a terminar sacando a una parte de la población.
En días pasados, en el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia se llevó a cabo la Comisión Accidental del Concejo de Medellín, un espacio dedicado a dialogar sobre políticas públicas de protección a moradores del barrio Moravia.
Allí líderes comunales, pobladores de los sectores El Bosque, Moravia Oriente y El Oasis y diferentes organizaciones sociales hicieron defensa de su territorio, y le exigieron a la administración ajustes a los proyectos que tienen para estos sectores, pues sienten que los están sacando de su hogar sin darles explicaciones concretas.
Permanencia
en el territorio
Fueron varias las personas que expusieron su punto de vista, mientras enumeraban las afectaciones que han sufrido desde que llegó la propues- ta de la renovación urbana. Pues las obras ya adelantadas, que restringen el paso y obstaculizan la movilidad vehicular, les ha arrebatado la tranquilidad, ya que temen ser desalojados en cualquier momento.
La comunidad inconforme manifestó que Moravia es su lugar para vivir, trabajar, divertirse y expresarse, razón por la cual rechazan la gentrificación, un término que, a grandes rasgos, busca modernizar un espacio para que lleguen nuevos moradores propietarios.
“Moravia no quiere renovación urbana, quiere seguir en el mejoramiento integral para garantizar la permanencia de sus habitantes”, afirma Yeison Alexander Henao, líder comunitario que desea un espacio para la gente, donde el arte, la cultura y los procesos sociales no se desvanezcan. Además, sentencia:
Los moravitas están cansados de no ser tomados en cuenta, por ello, durante esta comisión expusieron las estrategias, intereses y planes por medio de un pliego de peticiones que desean se lleven a cabo, para no ser los damnificados, sino los escuchados.
Dentro de sus exigencias se encuentran aspectos como: garantizar su permanencia, titulación de vivienda, aportes a la economía y participación en el ordenamiento territorial del barrio. Muchos de ellos han construido una vida en Moravia, y se resisten a salir derrotados, mientras otros deciden.
Por ello, se encuentran realizando acciones que ratifiquen las razones para permanecer en el barrio. Pero no solo eso, también trajeron a la comisión cuestionamientos de lo ocurrido en ejecuciones pasadas, como lo que ha sucedido con las demoliciones, los desalojos, los comerciantes y el espacio público.
Resistencia y resiliencia
La comunidad propone una articulación institucional-comunitaria, donde el señor de la tienda pueda conservarla, la señora que vive en el sector del Oasis desde hace más de 30 años no deba irse, y donde los niños puedan jugar libremente.
Esta es una propuesta de modificación a la política pública de moradores, en la que garanticen y enaltezcan los derechos del territorio, la equidad y la vivienda.
Al respecto, Juan Esteban expresó que: “en Moravia nos hemos resistido a ser el laboratorio barato de todas las guerras generadas, pero acá seguimos. Porque lo que para los funcionarios puede ser un mal día en Moravia, para nosotros es nuestra historia”, dijo en su intervención en la Comisión Accidental del Concejo de Medellín el pasado 18 de julio.
No obstante, los moravitas reconocen que esta no será la última comisión para defender su hogar. Al final de la jornada hubo opiniones divididas, al igual que una firma de acuerdos, donde entregaron a la administración un pliego popular de peticiones, conscientes de la presión que deben ejercer para obtener resultados.
Por ahora, conservan la satisfacción de empezar a tener una mentalidad distinta, involucrarse en los acuerdos, negarse a permanecer con los brazos cruzados y alzar la voz para exigir lo que merecen.
Porque, aunque queda un camino largo por recorrer, hay algo que la comunidad no olvidará hasta ver un cambio: