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El plan con el que EPM mitiga los riesgos de accidentes en las líneas de energía

En ocasiones es necesario podar o talar árboles cerca de las redes eléctricas para evitar tragedias. La recomendación siempre es reportar cuando crea que hay un riesgo y dejar el trabajo en manos de los expertos.

Parece una contradicción, pero a veces talar un árbol o podar una rama puede salvar una vida y evitar una tragedia. Principalmente si se trata de vegetación frondosa que está cerca de las redes de energía.

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Esta máxima es relevante, sobre todo, si se tiene en cuenta la magnitud del siguiente dato: EPM tiene 102 mil kilómetros lineales de redes de energía.

Por eso, la empresa de servicios públicos ejecuta un plan de manejo forestal de árboles que representan un riesgo para las redes de energía, lo que puede provocar accidentes en los que personas o animales terminen electrocutados o generar daños que impliquen la suspensión del servicio y afecten a miles de usuarios.

Luis Eduardo Valencia, jefe de gestión ambiental y social del negocio de Transmisión y distribución de energía de EPM, detalla que estos planes de manejo forestal son realizados por expertos y siempre cumplen con todos los requisitos de las autoridades ambientales. Se realizan con el objetivo superior de evitar tragedias:

“La seguridad aquí es clave y los planes de manejo forestal (tala y poda) son actividades preventivas que se enfocan en minimizar casi que por completo el riesgo eléctrico para las comunidades, la fauna y la flora cuando la vegetación se acerca demasiado al conductor o a las líneas”, explica.

Por eso no debe resultar extraño encontrar en los barrios o zonas rurales a cuadrillas de EPM en actividades de poda o tala en cercanías de redes eléctricas. El vocero amplía la explicación: la poda es la esencia del mantenimiento porque implica garantizar que las redes estén despejadas mientras que la tala, por su parte, se realiza cuando hay un riesgo latente hacia la infraestructura o hacia la vida de las personas o de la fauna.

¿Hay restauración?

Además de necesitar permiso de la autoridad ambiental, las talas siempre traen consigo, por norma, un compromiso de restauración ecológica: árbol que se derriba, árbol que se repone.

EPM informó que solo el negocio de Transmisión y distribución de energía tiene, a la fecha, 596 hectáreas de restauración ecológica y 1.622 hectáreas de bosques en conservación en los departamentos donde hace presencia con proyectos: Antioquia, Córdoba, Cundinamarca y Santander.

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