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El espacio público, un bien al que todos le ‘echan garra’

POMPILIO PEÑA pompiliooo@gmail.com

Calles, aceras y zonas verdes en la Comuna 4, que deben ser de uso para toda la ciudadanía, hoy son ocupadas ilegalmente ante la mirada cómplice de todos.

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“La conchudez está frente a nosotros y lo acolitamos”, son las palabras de Adiela Berrío, tiene 57 años y habita el sector de San Cayetano desde que tiene memoria. Continúa:

“Los bares, las tiendas y los talleres mecánicos se roban las aceras, entonces nos toca salir a la vía y pelearnos el espacio con los buses”, sentencia.

Adiela no repara solo en el “apropiamiento” del espacio público por parte de algunos comerciantes, asegura que aumentó el ruido hasta la madrugada, la inseguridad, los borrachZZos y el aparcamiento indiscriminado:

“Nos quejamos cuando nuestros derechos son violados, pero somos avaros y nos robamos el espacio de los demás”, concluye.

Calles como parqueaderos

Y es que preocupa también en los habitantes del territorio el crecimiento del parqueo permanente en las calles, utilizando bolardos fabricados con cemento, tanto por parte de particulares como por empresas que para evadir costos de parqueo permiten que sus conductores se lleven a sus casas los vehículos y camiones.

Esta situación provoca que las calles y las aceras de la comuna ahora sean parqueaderos permanentes, obligando a los buses a subir y bajar las lomas de la comuna, timoneando los obstáculos de forma peligrosa para los peatones, ya desplazados de las aceras.

Ocupaciones “sinvergüenzas”

La problemática de ocupación del espacio público no solo se da en San Cayetano,

La Comuna 4 es tierra de nadie. Entre el jueves y el domingo, largas zonas como las calles 92, 94, La 49 y La 45, así como en el Parque de Aranjuez y a lo largo de la vía que circunda el barrio Moravia, son ocupadas por sillas, mesas, carritos de comidas, mercados, llantas, carros, motos: es la ley de la selva.

Juan Carlos Garro, comerciante de Aranjuez, manifiesta que:

“cuando no hay control ya sea de la policía, que debe poner sanciones, o de la Subsecretaría de Espacio Público que debe también hacer respetar la ley, la gente hace lo que le da la gana, y es un deber del ciudadano ajustarse a la norma”.

Garro, al respecto, añade: “No es que la ocupación del espacio público haya aumentado, lo que sucede es que no se ha hecho absolutamente nada, y si no se hace nada seguirá en aumento”.

Y es que, según Adiela Berrío, ella no es que esté en contra del “rebusque, lo que me choca es que hay comerciantes que se creen dueños de la acera y la calle y son sinvergüenzas cuando uno les reclama”.

¿De quién es el espacio público?

Entre las funciones de la Subsecretaría de Espacio Público está controlar estas zonas mediante el diseño e implementación de estrategias de protección y recuperación para la convivencia. Esta dependencia también regula todas las actividades que implican la ocupación del espacio público, y busca fortalecer las iniciativas institucionales orientadas al aprovechamiento económico y social de estas zonas.

Ahora ¿La tarea sí se está cumpliendo? Para el líder comunal del barrio Berlín II, Germán Pérez, la realidad de esta problemática desborda cualquier tipo de control.

“Y es que no solo son los comerciantes y los talleres de carros, estos espacios los ocupan, incluso los particulares, callados y poco a poco, se apropian del frente de su casa, no dejan caminar al peatón y colocan canecas con cemento para parquear su carro”, manifiesta Pérez, quien añadió que: “Todos somos iguales ante la ley y por eso debemos respetarla”.

La Pupila habló con comerciantes de la calle 92 y de la carrera 49, por donde la gente pasa esquivando avisos, motos, mesas, sillas, carretillas y chazas, y todos coincidieron con algo: no existe control ni por parte de la policía ni de la Alcaldía.

El dueño de cinco carros de comidas rápidas a lo largo de Moravia, quien pidió que su identidad fuera protegida, manifiesta que

“la situación está tan dura que incluso hay que pelear los puestos en la calle y pagarles vacuna a los pillos; hasta la delincuencia saca su tajada de la ocupación de espacio público. La verdad, aquí el que tiene plata es el que manda”.

Mientras tanto la comunidad clama por acciones del Distrito a través de sus secretarías para garantizar el goce del espacio público por parte de la ciudadanía, pues se avizora que esta problemática seguirá creciendo mientras no se ejerza ningún control.

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