Los pueblosdedelalaVall Valld’Albaida d’Albaida| Més | Másdede100 100motius motivos visitar Els pobles perpor visitar
ONTINYENT La capital de la Vall Blanca Con más de 35.500 habitantes, Ontinyent es el municipio más grande de la Vall d’Albaida. Industrial, emprendedora, luchadora, llena de casitas, amante del Cristo de la Agonía y de la Purísima Concepción, del Bou en Corda, de la coca de fira, del Pou Clar, de Sant Esteve... Ontinyent tiene razones de sobra para visitarla, pero a tu criterio dejamos que elijas las que prefieras para hacer de tu parada en la capital de la Vall d’Albaida toda una experiencia. Para ayudarte a escoger te destacamos tres: el barrio medieval de la Vila, las composiciones musicales dedicadas a las fiestas de Moros y Cristianos y el arroz al horno. Son solos tres motivos para visitar Ontinyent que te ayudarán a descubrir muchos más por ti mismo, si es que todavía no lo has hecho.
Dejarse llevar por la historia del primer casco urbano de la localidad Es el barrio con más encanto de la capital de la Vall d’Albaida y solo por eso tu visita a la Vila es obligatoria si vas a Ontinyent. Pasear por las calles del que fue el primer casco urbano de Ontinyent es sinónimo de historia. Originado en la época islámica (s. XI- XII), el barrio de la Vila, declarado desde 1974 Conjunto Histórico Artístico Nacional, esconde por sus estrechas calles tesoros dignos de ser descubiertos y otros que caracterizan la singularidad de este núcleo. La iglesia de Santa Maria
-donde reside la patrona de la localidad, la Purísima Concepción-, el Portal de Sant Roc, el Campanario más alto de la Comunidad Valenciana o el Palacio de la Vila -que alberga en su interior el Museo Textil Valenciano y el Museo de los Gigantes y Cabezudos- son algunos de los lugares de interés que podrás descubrir en tu recorrido por el barrio medieval. Si bien andar por el conjunto de calles que dan vida a este pintoresco espacio de Ontinyent, es imprescindible, también lo es conocer algunas de las maravillas patrimoniales que rodean la Vila. Una de las más emblemáticas es, sin duda, el Pont