
3 minute read
Benigànim
BENIGÀNIM Entre el cielo y la tierra
Con aproximadamente 6.000 habitantes, este municipio de la comarca valldalbaidina te ofrece motivos de sobra para visitarlo. Su riqueza histórica, el legado heredado por las diferentes civilizaciones que han pasado por su término y el ancho catálogo de iglesias, conventos y ermitas que se erigen en la localidad convierten a Benigànim en un municipio de paso obligado para cualquiera. Las fiestas en honor a la Beata Inés, el dulce más característico del municipio, el “arrop y talladetes”, y una de las rutas senderistas más populares de la zona, la de las Fonts, son tres motivos que te invitan a visitar Benigànim si todavía no lo has hecho
Advertisement
Fiestas de la Beata Inés: el patrimonio inmaterial que Benigànim ofrece al mundo
Para poder entender la historia de Benigànim hay que hablar de la Beata Inés, quien ha marcado las costumbres de este municipio que la vio nacer. Y es que Benigànim gira en torno a la figura de esta religiosa Agustina, que fue la primera mujer de la Comunidad Valenciana en ser beatificada por el Papa León XIII en 1888. Momento en que Benigànim empezó a festejar este acontecimiento con unas celebraciones que año tras año atraen miles de devotos de diferentes partes de la geografía, que buscan en el municipio los milagros de la beata. Tanto si eres agnóstico, como cristiano o practicante de otras religiones y te interesa saber de Benigànim, está prácticamente obligado a conocer la historia de Josefa Maria de Santa Inés. Esta beniganina de la orden de las Agustinas Descalzas de San Juan de Ribera se convirtió en beata, doscientos años después de su muerte, por su humildad y ferviente caridad. Si quieres disfrutar de la fiesta de la Beata Inés visita Benigánim el 21 de enero y vivirás un acontecimiento único. Además podrás descubrir el Naranjo de la Beata Inés, el Convento de la Purísima, donde destaca la capilla del sepulcro de la beata, y un museo adyacente dedicado a la religiosa.
Senderismo: la ruta de les Fonts
Benigànim une a la perfección la vida urbana con la natural. El medio ambiente es parte fundamental de esta villa y resulta obligatorio pasear por su término para empaparse del espíritu de la localidad. Los fenicios, los cartagineses o el Imperio Romano escogieron Benigànim para asentarse gracias a su excelente situación geográfica. En el término de este municipio se han localizado vestigios de antiguos poblamientos que datan del tercer milenio a.C., por lo que conocer el en torno de Benigànim resulta imprescindible. De todas las rutas posibles, te recomendamos la de les Fonts. Si eres senderista, esta ruta te sumergirá en un recorrido de aproximadamente tres horas, por los diferentes espacios naturales donde descubrirás fuentes como por ejemplo la del Frare, la del Pi, la de Gaspar o la Font de la Solana. Tanto el punto de encuentro como el de llegada de la ruta se encuentra
en el reloj de sol situado en la avenida la Ortisa y además de las fuentes, descubrirás otros elementos patrimoniales de Benigànim como por ejemplo la ermita de Sant Antoni o la Plaza Mayor, y disfrutarás de panorámicas tan valiosas como la del Benicadell, el Montcabrer, la sierra de Aitana o el embalse de Bellús.
Un dulce que no deja indiferente
De origen árabe, el “arrop i talladetes” fue una importante fuente de ingresos para los de Benigànim. Hace muchos años, este dulce se elaboraba de forma artesanal en las casas y después se vendía en ferias y mercados más allá de nuestra comarca. El arrop es un jarabe a base de almíbar con concentrado de mosto de uva o de higo, de sabor muy dulce y aspecto oscuro. Las talladetes son tajadas de calabaza grande que se maceran con agua y cal durante 24 horas para que tomen consistencia. Después, ambos productos se unen para ofrecernos un postre único y tradicional. Incluso hoy en día, el “arrop i talladetes” se utiliza en muchas ocasiones en cocinas que elaboran platos creativos e innovadores.