3 minute read

El Ràfol de Salem

EL RÀFOL DE SALEM El alfarero de arcilla

De su escuela salió la actual Consejera de Justicia de la Generalitat Valenciana y ex portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo. En su niñez, Salomé, ganadora de Eurovisión con ‘Vivo cantando’ corrió por sus calles. Ráfol de Salem puede que no sea un pueblo muy grande, pero si con gran encanto. La industria ladrillera y de jarras y la agricultura han sido los medios de supervivencia de esta localidad que combina el aprecio por la naturaleza con la devoción a sus santos, Sant Blai y el Divino Salvador. Pero para orientar tu visita, te destacamos sus rasgos más relevantes: su poeta Salvador Jàfer y Sanxis, la antigua almazara y el ascenso a la cumbre del Benicadell. Son solo tres de los muchos motivos para visitar Ráfol de Salem.

Advertisement

Una nueva vida para un nuevo tiempo

Hasta los años 80, los rafolinos llevaban sus olivas para elaborar el oro líquido en la Almàssera El Salvador. Una cooperativa fundada en los años 50 por unos cuántos cosecheros a la que poco a poco fueron llevando sus olivas vecinos y vecinas de otras localidades El trabajo artesanal que allí se llevaba a cabo, herencia de los romanos y de los árabes, se vio amenazado con la llegada de la modernización de los sistemas de obtención del aceite. Así, la cooperativa se vio obligada a cerrar sus puertas dejando atrás los métodos tradicionales que a lo largo de décadas habían proveído a los rafolins y a buena parte de los municipios de su alrededor del elemento primordial de la dieta mediterránea. No obstante a día de hoy puedes visitar El Salvador, puesto que aunque cerró sus puertas como almazara, recientemente ha sido transformado en el Museo del Aceite del municipio, en un restaurante y un hostal rural. Una nueva vida para un tiempo nuevo. Un lugar lleno de historia y tradición que ahora se abre a la ciudadanía para contarnos cómo, no hace tanto, nuestros antepasados elaboraban con sus manos su propio aceite.

Un tesoro natural: de la ermita al cielo

Su privilegiada ubicación a los pies del imponente Benicadell, convierte a Ràfol de Salem en un municipio muy atractivo para realizar senderismo y rutas por la montaña. Desde la ermita de Sant Blai del Ràfol nace una senda para ascender hasta la cumbre del Benicadell. No es una ruta sencilla pero te aseguramos que vale la pena por la riqueza natural que te encontrarás mientras realizas la ascensión. La ermita de Sant Blai es la primera edificación cristiana que se realizó en el pueblo en 1640 y tiene hoy una vivienda adosada donde podrás alojarte en grupo. Además, hay un paraje donde hacer paellas y podrás recuperar fuerzas después del ascenso al Benicadell. La subida, por la umbría de la serreta del Ràfol, te ofrece una visión magnífica de este tesoro que es la montaña.

Salvador Jàfer y Sanxis, el poeta ‘indolente y contemplativo’

El amor, la muerte, la soledad, la naturaleza, las relaciones humanas o las cosas misteriosas forman parte del largo listado de temas que Salvador Jàfer y Sanxis ha proyectado a través de su poesía. Este filólogo rafolí que empezó a publicar su obra en 1973, es hoy uno de los poetas más importantes de la Vall d’Albaida,miembro de la generación de jóvenes poetas valencianos del 70.

Un grupo reconocido en el País Valenciano, en el que Salvador Jàfer destacó por ser finalista del premio de poesía Vicent Andrés Estellés con l’esmorteïda estela de la platja. A lo largo de su trayectoria, el poeta del Ràfol, que se autodefine como ‘indolente y contemplativo’, ha publicado libros como por ejemplo El sol de migjorn, El foc m’esguarda, L’estrela de la platja, Lívius Diamant, Els cçadors salvatges, Navegant obscur, Orquídia. Poemes independents i El desert, entre otros.