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Benissoda
BENISSODA Siguiendo la remor del agua
Este municipio tiene el encanto de las poblaciones pequeñas, pero con un valor añadido: tener un pasado que la ha llevado a ser cómo es en la actualidad y unos recursos naturales singulares donde el agua está muy presente. En este sentido, gracias a la población musulmana que se mantuvo después de la conquista, heredó un sistema de riego de gran riqueza. Además, los benissodanos aman la tradición, como pone de manifiesto con el Museo Etnológico de la Vall d’Albaida, que junto con la ruta de ‘Els caminos de l’aigua’ y el reloj de sol de Joan Olivares y Rafael Amorós constituyen tres motivos para visitar Benissoda, si es que todavía no has estado.
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Un sistema de riego de gran valor
El agua es sinónimo de vida y según esta premisa, Benissoda tiene una gran riqueza natural. Si visitas la población podrás seguir la remor del agua y dirigir tus pasos por el itinerario ‘Els camins de l’aigua’ que te llevará a lugares únicos. Lavaderos, fuentes, balsas, nacimientos, pozos, parajes... todo conduce en este municipio a disfrutar de la naturaleza y del agua. El punto de partida se encuentra en el lavadero de Dalt, un espacio que nos recuerda estampas del pasado, cuando el vecindario lavaba su ropa mientras se ponía al día de las
novedades de la población. Un lavadero que precisamente recibe su nombre de la balsa de Dalt, que se encuentra un poco más arriba. Allí, se encuentra una infraestructura que recoge el agua de la fuente del Olivo y la distribuye hasta el lavadero, pero también para regar la huerta. Es en este punto cuando te darás cuenta del sentido de este itinerario: conocer los caminos viejos de huerta y las infraestructuras hidráulicas heredadas de los musulmanes que nos han llegado hasta hoy. Y es en el nacimiento de la fuente de l’Olivera, históricamente de
abundante caudal, donde encontramos el partidor de las aguas y l’alcavor Vell con una veintena de metros de longitud. Podrás seguir paseando por el pozo de la Sitja, antiguamente el punto de reunión de los regantes y llegar al paraje del Pinaret. En sus alrededores las fuentes proliferan, por eso el entorno de Benissoda te resultará de gran atractivo si quieres disfrutar del reencuentro con la naturaleza.
En la plaza de las Moreras: el reloj de sol, el orgullo de los benissodanos
El reloj de sol que encontrarás en la plaza de las Moreras es una pieza artística y gnómica de este municipio. Esta obra de dos personajes destacados de la Vall d’Albaida, el otosí Joan Olivares y el albaidí Rafael Amorós, es al mismo tiempo reloj solar y calendario, formado por tres cubos. Una verdadera obra de arte que deja patente la medida de los tiempos que usaban nuestros antepasados.
Un espacio donde permanecen vivas las tradiciones de los antepasados
Nunca podemos llegar a saber quién somos si no conocemos la historia de las generaciones anteriores. Por eso visitar el Museo Etnológico de la Vall d’Albaida no es tan solo un viaje en el tiempo, es una manera de obtener las claves para interpretar nuestro presente y entender como puede ser nuestro futuro. Todo ello hace que este museo pionero en su materia, haga un recorrido por varios ámbitos presentes en nuestra tierra blanca. Toda la actividad socioeconómica que rodea las transacciones comerciales tiene su ventana en el museo ubicado en Benissoda. Entre ellas no falta el comercio de la nieve, tan importante en la comarca tiempo atrás, o una muestra de los utensilios que nuestros antepasados empleaban para transformar las materias primas en objetos que les hacían la vida más fácil. También tiene presencia la fiesta, siempre ligada a los ciclos de la naturaleza, o el agua, el líquido vital que tanta importancia ha tenido y continúa teniendo en nuestro entorno. Un compendio de pequeñas historias con las que revivirás toda la historia más reciente.
