MONEDAS, BILLETES Y SOCIEDAD EN EL PERÚ, 1826-1901 | 339
Las deficiencias de esta política son notorias. Lo transitorio es definido como aquello que dura lo necesario, y esto a su vez es definido por la circulación del billete como norma. Además, no se consideró las asimetrías de las relaciones sociales entre el “público”, compuesto también por trabajadores mestizos, afrodescendientes, etc., trabajadores, sirvientes, artesanos y pequeños comerciantes, quienes no solo no contaban con los mismos medios de presión que otros grupos sociales para el cumplimiento de la redención de los billetes, sino que frecuentemente carecían de la información actualizada acerca de la supuesta solidez de las instituciones bancarias. Por último, el propio Gobierno se financiaba por medio de esta laxa política monetaria con el objeto de cubrir las obras públicas. Así, en febrero de 1873 el gobierno de Pardo levantó un préstamo de 6 millones de soles de los bancos del Perú, La Providencia y de Lima. La crisis económica mundial que estalló en 1873 afectó severamente los recursos estatales, razón por la cual el Gobierno mantuvo todo ese año diversas negociaciones con los bancos para conseguir financiamiento. Estos factores fueron sembrando la desconfianza y depreciando el valor de los billetes; se redujo sensiblemente el crédito y la morosidad de los préstamos aumentó peligrosamente.56 En diciembre de 1873 la crisis estalló rápidamente; los depósitos disminuyeron mientras los poseedores de billetes buscaban su redención metálica. Los bancos no podían continuar respaldando los billetes ante la presión del público, que deseaba cambiar los billetes por las reservas que supuestamente los validaban; el respaldo metálico se estaba esfumando, y su solución fue restringir el crédito aumentando las tasas de interés. De acuerdo con estimados citados por Alejandro Salinas, “el comercio exterior había consumido casi por completo los 26.673.293 soles acuñados por la Casa de Moneda de Lima entre 1864 y 1875”.57 El 18 de diciembre de 1873 el Gobierno decidió reconocer en las oficinas públicas a los billetes y reguló la creación de nuevos bancos, fijando el capital mínimo y el porcentaje de emisión autorizado. Surge de este modo la primera intervención directa del Estado, al aceptar respaldar los billetes bancarios a cambio de un préstamo al Gobierno y la adquisición de bonos del Tesoro.58 Las ya débiles arcas fiscales traspasaron metálico y títulos de deuda a los bancos a cambio de billetes bancarios emitidos por los bancos con el objeto de evitar un desastre mayor.59 Una medida complementaria fue que el Gobierno estableció un resello de los billetes para autorizarlos, estableciendo severas penas a los funcionarios 56. Ibíd., p. 164. 57. Salinas 2011b: 333. 58. Alzamora Silva 1932: 42. 59. Alfageme 1992: 25.
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15/08/2019 11:32:00 a.m.