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Infraestructura de la Casa de Moneda de Lima
LA CASA DE MONEDA EN EL VIRREINATO DEL PERÚ ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII | 51
el 6 de enero de 1683, autorizó su reapertura definitiva. La Casa de Moneda comenzaría sus labores en diciembre del mismo año.
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La nueva política monetaria del virrey Melchor de Navarra y Rocafull fue abiertamente expansiva, con el fin de favorecer el flujo comercial, hecho que determinó un aumento de las fundiciones y acuñaciones monetarias. Es así que se tuvieron que hacer modificaciones en la infraestructura e instalaciones de la ceca. Primero se arrendó un corralón al lado de la pared del fondo del local para construir dos hornazas más de fabricación de moneda. Debido a que el ensaye de las barras fue en aumento, se tuvo que alquilar una habitación colindante con el local para destinarla como oficina del ensayador.
El segundo local que tuvo la Casa de Moneda del siglo XVII fue estructurado con las habitaciones siguientes:
• Puerta principal de 3 varas de largo y 3 de ancho con escudo esculpido sobre el dintel. • Zaguán techado con acceso lateral destinado a portería. • Patio principal. • Patio del fondo. • Callejón situado en el ala derecha de la casa que conectaba el patio del fondo con el patio principal.
Lado derecho del patio principal:
• Salas del tesoro, ubicadas al lado derecho del primer patio. • Portal de los acuñadores, al lado derecho del primer patio. • Sala del tallador, al lado derecho del primer patio. • Oficina del balanzario.
Lado izquierdo del patio principal:
• Vivienda del tesorero, con oratorio, sala de estar, recámara y acceso privado al patio del fondo.
De derecha a izquierda:
• 6 hornazas. Cada una medía 16 varas de largo por 7½ de ancho. • Sala de fundición. • Pieza del ensayador.
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A pesar de la importancia del nuevo local no se pudo evitar su deterioro por el paso del tiempo y los siniestros, y los terremotos de 1687 y 1690 debilitaron aún más la estructura principal. Este proceso fue irreversible, por lo que se sugirió buscar un nuevo espacio para las instalaciones. El nuevo local se adquirió por compra de las autoridades bajo recomendación del virrey. Se recomendó que estuviera ubicado en el intermedio de la calle que unía la calle de la inquisición con la calle de la plaza de armas, pero la compra no se produjo. Sin embargo, el terremoto de Lima de 1746 terminaría por decidir la compra del inmueble.
El tercer local de la Casa de Moneda se comenzó a construir en noviembre del año 1746 debido a que el terremoto derribó la antigua edificación. Para tal efecto se contrataron cuarenta peones, a quienes se pagó un peso diario. Las edificaciones construidas desde los cimientos en los terrenos comprados habían pertenecido a Francisco Errasquin de Lizarbe, Joseph de Villagómez, el reverendo Pedro Martínez, prior de la Merced, las monjas trinitarias, Salvador de Aramburu, el hospital de Nuestra Señora de la Caridad y la abadesa de La Encarnación.
El nuevo local exigía una infraestructura arquitectónica especial. El nuevo superintendente, Andrés Morales de los Ríos, había proyectado que la hornaza fuera reemplazada por la fielatura, para abandonar de una vez por todas las antiguas monedas macuquinas elaboradas manualmente y reemplazarlas por una moneda nueva de fabricación mecanizada, calificada como moneda de cordoncillo. El artífice de la construcción del tercer local de la Casa de Moneda fue el constructor Salvador de Villa, al cual se le pagaron como sueldo 2800 patacones. Las exigencias de la nueva plana determinaron la compra de inmuebles cercanos a la fábrica para destinarlos a las oficinas de la herrería y de la dirección. Finalmente, en 1758 las obras fueron concluidas.
En total, en el tercer local de la Casa de Moneda de Lima se construyeron 11 ambientes de trabajo:
Oficinas:
1. Oficina de tesorería, con su sala del tesoro 2. Oficina de fundición de plata 3. Oficina de fundición y afinación de oro 4. Oficina de beneficio de tierras 5. Oficina de contaduría 6. Oficina de ensayaduría 7. Oficina de talla 8. Oficina de almacén del guardamateriales
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9. Oficina de talleres artesanales (herrería, carpintería, cerrajería) 10. Oficina de fielatura. Debido a su naturaleza, la oficina de fielatura era muy grande, por lo cual tenía varias salas: - Sala de molinos - Sala de hileras de cortes - Sala de blanquición - Sala de volantes - Sala de reconocimientos y fundición de cizalla 11. Oficina de libranzas
Es un hecho que ante la creciente demanda de moneda, para impulsar el mercado de compras la Casa de Moneda tuvo que ampliar las oficinas de fundición; para tal efecto, en 1772, se compraron 539 varas de terreno al hospital de Nuestra Señora de la Caridad. Esta fue la infraestructura final que tuvo la Casa de Moneda hasta el fin de la época colonial. Una vez adquirido el inmueble se procedió a levantar el plano de las instalaciones y la fábrica, para lo cual se contrató al matemático Luis Godin, al cual se ordenó abonarle el libramiento de 200 pesos (AGNP/CMC/LEG.05/C.011/F.1).
Los desastres naturales afectaron la infraestructura de la Casa de Moneda, dentro de la cual las oficinas de oro fueron las que tuvieron mayor importancia. Al momento de levantar las instalaciones de la fábrica en el local nuevo asignado, la orden del virrey fue mandar al tesorero de la Casa de Moneda el 25 de enero del año 1747 a efectuar los gastos necesarios para la erección de dichas oficinas, ya que la fundición de plata no podía detenerse, toda vez que los mercaderes de la plata lo solicitaban (AGNP/CMC/LEG.05/C.012/F.10).
Para la fabricación de las hornazas se requirió el trabajo de un maestro mayor, oficiales y peones. El salario promedio que les fue abonado fue de 2 pesos diarios al maestro mayor, a un oficial se le destinó 20 reales y a otros dos oficiales 2 pesos a cada uno, un salario diario equiparable al del maestro. A los peones, cuyo número inicial aumentó a 42 posteriormente, en promedio se les destinó 8 reales a cada uno y a los barredores en número de 2 a 10 reales a cada uno. Al sobrestante se les destinó 10 reales, esto es 1 peso, 2 reales; y a un ayudante, 8 reales diarios. En total fueron abonados semanalmente 264 pesos más 2 reales (AGNP/CMC/LEG.05/C.010/F.2).
Mientras estos gastos se iban en el pago de la mano de obra, los materiales representaban un gasto significativo. La Casa de Moneda tuvo que agenciarse de piedras traídas del río Rímac, ladrillos traídos de la calera perteneciente a la Compañía de Jesús y miles de adobes. Para la fabricación de las hornazas de plata el tiempo utilizado fue de 85 días laborables (desde el 3 de octubre hasta el
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6 de febrero), y se emplearon, aparte de los ladrillos, polvo para el enlucimiento de las hornazas “calabozos”, el plomo para las bazas de piedra y “cosas de pato”, y la brea para el “barniz de los toxinos” (AGNP/CMC/LEG.05/C.010/F.30), cerrojos, chapas, goznes para la puertas y cajones de fierro. En total sumaron los gastos 12.928 pesos y medio real, mientras el cargo fue de 14.000 pesos.
La Casa de Moneda, al ser una empresa destinada a la manufactura de moneda, incidió en la formación de un mercado articulado al sector minero. Este proceso es verificable por la cantidad de cobre consumido para elaborar las ligas necesarias para la amonedación. Al expandirse la demanda de cobre, fue necesario el trato con los arrieros, los cuales fueron el eje central para el transporte de las mercancías desde el interior del país. El cobre no solo era necesario para la liga monetaria, también fue utilizado para la edificación de la fábrica y oficinas (AGMP/CMC/L.07/3-30).
Una parte del cobre era empleada como herramientas de fundición. Las pailas utilizadas en los hornos eran de cobre, las que con el tiempo tendían a desgastarse, por lo que siempre fue necesario su reparación. Junto con el cobre, el estaño también fue un metal utilizado en el taller de la fundición. Los insumos y elementos usados eran almacenados en la oficina del guardamateriales.
Administración y mano de obra
La primera etapa burocrática de los funcionarios de la Casa de Moneda bajo la dirección de los tesoreros estuvo reglamentada por las disposiciones emitidas por los Reyes Católicos en la Pragmática del 13 de junio de 1497. De acuerdo con la normativa, las casas de moneda de todos los reinos eran las únicas instituciones autorizadas para acuñar las monedas de los vasallos del rey.46
El reglamento disponía que los vasallos podían llevar sus barras a las cecas para su fundición y elaboración de las monedas pagando los derechos respectivos: braceaje y señoreaje. Conjuntamente con el tesorero, otros funcionarios determinaban el proceso de la amonedación.
La Casa de Moneda tenía una estructura organizada eficiente, bajo la cual cada empleado cumplía una función específica. De todas las gestiones, las más importantes fueron las concernientes a la tesorería, que estaba encargada del control de la fábrica. En la tesorería se realizaban las principales operaciones. En general, en esta primera etapa la administración fue clasificada en dos niveles: oficiales mayores y oficiales menores.47
La estructura jerárquica fue la siguiente:
46. Lazo 1992, II: 296. 47. Ibíd.
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Cuadro 8 ATRIBUCIONES DE MINISTROS Y EMPLEADOS DE LA CASA DE MONEDA, 1568-1748
N.° Cargo Función 1 Tesorero Director y administrador de la ceca. Conduce la tesorería y la oficina de blanquición. 2 Escribano Registraba todas las actividades de la ceca. Maneja el libro racionero, el libro de remaches, el libro de rieles y monedas negras; certifica las suertes, mermas, cizallas, cartas de pago, libramientos y recibos.
3 Balanzario (maestro de balanza) Pesaba las pastas, rieles y monedas.
4 Ensayador Develaba y determinaba la fineza de las pastas entregadas en la ceca y del reensaye. 5 Fundidor Dirige la fundición. 6 Capataces Dirigen la hornaza. Debían emplear un mayordomo —pagándoles de su sueldo su salario— y comprar los útiles de la oficina. 7 Mayordomo Depende del capataz en la hornaza. 8 Acuñadores (monederos) Oficial menor; su trabajo consistía en sellar los cospeles con las improntas del anverso y reverso. Troquelaban monedas blanqueadas. Abonaban las “lises”.
9 Tallador (entallador) Grababa las improntas en las pilas y troqueles. Fabricaba los punzones. Su cargo era de tipo propietario.
10 Guardamayor del cuño
Encargado del resguardo de los cuños; los recogía de manos de los monederos para entregárselos al día siguiente. Fueron dos guardas. 11 Alcalde Con jurisdicción judicial civil y criminal sobre oficiales y obreros. 12 Portero Tomaba nota de los ingresantes a la ceca y autorizados. 13 Merino Acordaba con los hornaceros el resguardo y captura de los esclavos fugitivos. 14 Herrero Encargado de fundir pilas y trojeles.
Fuente: Lazo 1992, II: 211.
La segunda etapa burocrática de la Casa de Moneda de Lima se caracterizó por una mayor profesionalización de sus empleados y por su carácter privatizador. Esta tendencia fue evidente desde el año 1748 hasta 1821.
Las reales cédulas del 9 de julio de 1728 y 16 de julio de 1730 configuraron la nueva estructura, cuyos alcances comprendían tanto a España como a América. La profesionalización de su administración recayó no solo en los nuevos títulos con que fueron nominados, sino también en el conocimiento de la nueva técnica de acuñación. La modernización de la manufactura de la moneda consistió en reemplazar el antiguo sistema de martillo y tijera por la mecanización de la producción. A tal efecto se adquirió la maquinaria que facilitara el proceso de amonedación. De acuerdo con los estudios de Lazo, la principal innovación en la manufactura fue la incorporación de los molinos, tórculos y volantes. Para
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financiar el proceso se estableció el derecho de real de aumento, para que la talla de la moneda de plata fuera de 68 unidades y no de 67, como solía fabricarse.48
La principal innovación fue la estatización de toda la actividad monetaria, suprimiendo a los mercaderes de la plata y asumiendo el rey todas las acciones necesarias en el proceso de acuñación. De allí en adelante el rey compraría las barras de oro y plata reducidos a la ley de 22 quilates y 11 dineros de curso legal y asumiría los costos de la amonedación. En el campo laboral, las últimas innovaciones fueron los cargos de contador y guardamateriales, y se suprimieron los puestos de alcalde y capataz. La nueva estructura clasificó a los empleados en tres categorías: ministros de la moneda, oficiales mayores y oficiales subalternos de los mayores.
La gestión burocrática en el interior de la Casa de Moneda tenía que ser muy eficiente, tratándose de una empresa del rey dedicada a la manufactura de moneda acuñada. La política de las autoridades en ese aspecto fue mantener una administración que tuviese los emolumentos conforme a su estatus institucional. En el mes de enero se abonaron al juez superintendente la suma de 500 pesos, al contador 350 pesos, al tesorero interino 416 pesos con 5 reales y al fundidor Joachin Negrón 250 pesos. En total, en dicho mes por sueldos devengados se pagó la suma de 4052 pesos con 3 reales y ½ (AGNP/CM-11/ 4-71.1). Comparando los sueldos de los funcionarios con el salario percibido por los trabajadores manuales, no existe una desproporción salarial. Un oficial, incluso un peón dedicado a la construcción, percibía entre 8 y 10 reales al día, y por lo común un indígena ganaba 4 reales diarios. Los sueldos en mención corresponden al año 1752.
Dada la condición colonial, las autoridades de la Casa siempre estuvieron identificadas con la autoridad real. Cuadros y escudos adornaban la casa, estando incorporada siempre la imagen de la corona española como símbolo de la ceca. La elaboración de medallas con el busto del rey y las matrices fabricadas a tal fin fueron hechas de manera recurrente. La relación con el monarca siempre fue estrecha. Así, en un cajoncito remitido por el rey a la Casa se hallaron ocho matrices con solo sus retratos “del tamaño de cuatro suertes de doblones, dos de cada suerte, otros cuatro retratos con sus letras y grafías para elaborar los doblones” (AGNP/CM-11/ 4-69. 1v).
La crisis de la Casa de Moneda en el contexto de la independencia
Abierta la coyuntura de la emancipación, los empleados de la Casa de Moneda de Lima, emulando lo que hacían otras instituciones virreinales, aportaron
48. Ibíd., p. 233.