COLOSO Ayer y hoy
La soledad Coloso, caminé por tus arenas, bajo la magia del silencio. Convoqué a las estrellas y agradecí a la tierra y a los mares, mientras me fue atrapando el ritmo acompasado de tu marea. Coloso, me permití extraviarme en ti, exploré tus pendientes abruptas, tus cóncavos y tus planicies, mientras el terracota de tus pigmentos se impregnó en mi piel y en mis pensamientos, mientras la soledad curtió mi alma, el sol dibujó la historia en mi rostro y el mar estampó la libertad en mi mirada. Pamela Ramírez Figueroa, 2016.
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