COLOSO Ayer y hoy
Las cocinerías
L
as cocinerías hoy son el corazón de Coloso, allí está latente el espíritu de superación, la capacidad de trabajo y en especial la fuerza de las mujeres, su coraje para vencer la adversidad y generar un mejor futuro para su familia. Fueron naciendo en forma improvisada, espontáneamente acorde a las posibilidades y la urgencia de las necesidades. Desde las primeras conchas de locos rellenas de ceviche, pasando por cajones de tomates cubiertos con un modesto mantel a manera de mesita de exposición para ofertar los mariscos frescos, ésos que los hombres apozaban durante la semana para atraer al antofagastino los sábados y domingos. Desde que el reconocido Leandro Müller transportaba mariscos para su comercialización, en su moto de antaño; la gastronomía se ha instalado en Coloso y aún tiene mucho por crecer. Una de las primeras mujeres que comenzó a incursionar en este campo fue Violeta Guerra, como ella relata: “Los sábados y domingos, vendía mariscos, empecé a hacer ceviche y
lo vendía en concha de loco y con cuchara de cholga. El 87 ya habíamos inaugurado ‘Nuevo Amanecer’, era famosa por las empanadas y el pastel de jaiba, fue difícil; pero Floreal nos ayudó con los permisos y el alumbrado eléctrico. Yo estoy muy agradecida del señor Recabarren”. Violeta Guerra supo invertir sus primeras ganancias y lo cuenta con orgullo. “Compré un motor Yamaha, un refrigerador, un equipo de disco”, así comenzó a crecer su negocio, cocinería que hoy maneja su hija Graciela Marín y que se precia de ser una de las precursoras de la cocina en Coloso. Valeska Jorquera, también heredera del esfuerzo de su madre, hoy es la flamante propietaria de ‘La Brisa Marina’. Ella inició lo que sería el trabajo de toda una vida apoyando el emprendimiento de su mamá, Violeta Vargas: “Mi mami se dedicaba a vender los mariscos que mi papá le traía, ponían cajones de esos de tomate, los cubrían con manteles. Y ahí vendían todos los mariscos porque no había puestos, y esto era desierto, los que tenían auto solamente venían para Coloso”.
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