D E M ON I OS E N E L C A M I N O
Capítulo I: La invitación —Solo te digo que quiero llegar y ver un maldito refresco sobre la mesa. —¡Yo no sé quién mierda te manda a llegar a esta hora! Sales de trabajar a las 11 y llegas a las 2 de la mañana. —Trabajo tiempo extra para ganar más. ¿O eres tan burra que no entiendes? —No me vengas con eso de nuevo. Dices eso siempre y nunca se ve el dinero. Seguro te has de ir con una zorra. —Ya me tienes cansado. Un día de estos me encontrarás. 6:30 a. m. mi alarma empieza a sonar como de costumbre, mantengo unas ojeras profundas, nada que una enjuagada de cara y un café muy cargado no pueda arreglar… Aunque sigo teniendo la misma interrogante: ¿quién carajos se levanta a las dos de la madrugada a discutir? Pero, en fin, ese tema no me debería seguir afectando, cada golpe te hace más fuerte, ¿no es así? 15