LIBRO: EL CONOCIMIENTO DEL TRASTORNO DEPRESIVO











Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un duración suficiente como para interferir en la funcionalidad y, en ocasiones, por una disminución del interés o del placer despertado por las actividades Se desconoce la causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios en las concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina y factores psicosociales El diagnóstico se basa en la anamnesis En el tratamiento se utilizan fármacos, psicoterapia o ambos y en ocasiones terapia electroconvulsiva o estimulación magnética transcraneal rápida (rEMT).
Desmoralización y pena
El término depresión se utiliza a menudo para describir un estado de ánimo bajo o de desánimo que es consecuencia de decepciones (p ej , crisis financieras, catástrofes naturales, enfermedades graves) o pérdidas (p ej , el fallecimiento de un ser querido). Sin embargo, los términos más adecuados para estos estados de ánimo son la desmoralización y la pena Los sentimientos negativos de desmoralización y dolor, a diferencia de los de la depresión, hacen lo siguiente:
Ocurren en oleadas que tienden a estar ligadas a pensamientos o recordatorios del evento incitante Se resuelven cuando las circunstancias o los eventos mejoran Se pueden intercalar con períodos de emoción positiva y humor
No están acompañados por sentimientos generalizados de inutilidad y autodesprecio
El estado de ánimo deprimido dura habitualmente días en lugar de semanas o meses, y los pensamientos suicidas y la pérdida prolongada de la funcionalidad son mucho menos probables
Sin embargo, los eventos y los factores de estrés que inducen la desmoralización y la pena también pueden precipitar un episodio depresivo mayor, particularmente en personas vulnerables (p ej , aquellas con antecedentes o antecedentes familiares de depresión mayor) En un número pequeño pero significativo de pacientes, el duelo puede volverse persistente e incapacitante Esta condición se denomina trastorno de duelo prolongado y puede requerir tratamiento específico.
El término depresión se utiliza especialmente para referirse a cualquiera de los trastornos depresivos En la quinta edición del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5), se clasifican algunos tipos de trastornos según los síntomas específicos:
Trastorno depresivo mayor (a menudo denominado depresión)
Trastorno depresivo persistente (distimia)
Otro trastorno depresivo especificado o no especificado
Otros son clasificados por la etiología:
Trastorno disfórico premenstrual
Trastorno depresivo debido a otra enfermedad
Trastorno depresivo inducido por sustancias/fármacos
Los trastornos depresivos pueden presentarse a cualquier edad, pero es típico su desarrollo a mediados de la adolescencia, en la tercera y la cuarta década de la vida (véase también Trastornos depresivos en niños y adolescentes) Hasta el 30% de los pacientes refieren síntomas depresivos en los centros de atención primaria, pero < 10% tendrá una depresión mayor
La tristeza del latín tristitia, es la cualidad de estar triste, lo que significa estar afligido o apesudumbrado; mientras que la depresión, del latín depressío, onis en terminos psicologicos, se trta de un sindrome caracterizado por una tristeza profunda pero que ademas incluye la inhibición de las funciones psiquicas, a veces con trastornos neurovegetativos, siendo entonces cuando se requiere de un tratamiento farmacologico , además del psicológico
Tus emociones no deben ser paralizadoras. No deberían defenderse. No deberían impedirte ser todo lo que puedes ser.
Se desconoce la causa exacta de los trastornos depresivos, pero contribuyen factores genéticos y ambientales
La herencia da cuenta del 50% de la etiología (menos en la denominada depresión de inicio tardío) Por lo tanto, la depresión es más frecuente entre los familiares de primer grado de los pacientes con este cuadro; la concordancia entre gemelos idénticos es alta Además, los factores genéticos probablemente influyen en el desarrollo de las respuestas depresivas a los eventos adversos.
Otras teorías se enfocan en los cambios en las concentraciones de los neurotransmisores, que incluyen la regulación anormal de la neurotransmisión colinérgica, catecolaminérgica (noradrenérgica o dopaminérgica), glutamatérgica, y serotoninérgica (5-hidroxitriptamina) (1) La desregulación neuroendocrina puede ser un factor, y se destacan 3 ejes en particular: hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, hipotálmohipófisis-tiroides y hipotálamo-hipófisishormona de crecimiento
También pueden estar implicados factores psicosociales. Las situaciones de estrés mayor de la vida cotidiana, en especial las separaciones y las pérdidas, preceden habitualmente a los episodios de depresión mayor; sin embargo, estos acontecimientos no suelen provocar depresión intensa de larga duración, excepto en personas predispuestas a padecer un trastorno del estado de ánimo.
Las personan que han tenido un episodio de depresión mayor tienen un riesgo más alto de sufrir otros episodios en el futuro. Las personas menos flexibles y/o con tendencia a la ansiedad muestran una mayor propensión a desarrollar un trastorno depresivo. Estas personas en general carecen de las habilidades sociales necesarias para ajustarse a las presiones de la vida La presencia de otros trastornos mentales aumenta los riesgos de trastorno depresivo mayor
En algunas oportunidades, la depresión es producto de un evento negativo en la vida de quien la padece, como la muerte de un ser querido o la pérdida de un empleo o de la salud.
También, puede ser resultado de sucesos traumáticos en la vida de la persona que hicieron que sus bases emocionales, psíquicas y físicas se tambalearan
A nivel físico, la depresión consiste en la disminución de las hormonas encargadas de hacernos sentir bienestar: la serotonina y la dopamina
Cuando el nivel de serotonina baja, la actividad del hipotálamoparte del cerebro encargado de regular los ciclos de hambre, sueño y las respuestas a las emociones- se descontrola, por eso se alteran el apetito y la persona suele dormir mucho o por el contrario, muy poco
A su vez, la depresión afecta también el hipocampo -la región del cerebro encargada del procesamiento de la memoria, el aprendizaje y la generación de nuevas neuronas-
Es por esto, que las personas deprimidas tienden a tener problemas con la memoria y suelen tener miedo a enfrentar situaciones cotidianas, como por ejemplo ir a estudiar o trabajar, ya que como sus neuronas no se renuevan su capacidad para disminuir las sensaciones de miedo se reduce
Además, se produce una desconexión entre la amígdala -parte del cerebro que se encarga de controlar el miedo- y las zonas del cerebro que manejan las emociones, por lo que la percepción del sujeto sobre las cosas y personas que le rodean se torna turbia y negativa
La idea constante de que algo va a salir mal, puede ocasionarles ansiedad, es por eso ambos trastornos suelen estar relacionados.
Otra hormona que se ve afectada además de la serotonina, es la dopamina, responsable del placer, por lo que al disminuir, la persona deja de sentir interés por cosas que antes le ilusionaban mucho
Dependiendo de la cantidad e intensidad de los síntomas manifestados, la depresión se divide en tres tipos:
Leve
Es cuando los síntomas son suaves y la persona a pesar del malestar, puede realizar sus actividades diarias con pocas dificultades
Moderada
En este tipo de depresión hay presencia de múltiples síntomas depresivos, como cansancio, falta de energía, abulia y alteraciones en el sueño, pero aún así, puede continuar realizando sus actividades diarias
Severa:
en este punto la percepción de sí mismo, las personas que le rodean y la vida en general se distorsiona, haciéndose oscura y pesimista.
Si te preguntabas ¿cuál es el tipo de depresión más grave que existe?, es este, porque si no es tratado a tiempo, la persona puede llegar a tener pensamientos suicidas recurrentes que lo lleven a atentar contra su vida
El trastorno bipolar, antes llamado depresión maníaca, presenta cambios extremos en el estado de ánimo, cambios que perduran semanas o meses De esta forma, el paciente pasa de sentirse eufórico o más optimista de lo normal (manía o hipomanía) a, de repente, caer en depresión.
Trastorno adaptativo
Los síntomas son leves y desaparecen después de un corto período de tiempo
Distimia
La persona se siente deprimida la mayor parte del tiempo, interfieriendo con sus actividades de forma relativamente considerable
Trastorno depresivo mayor
Muy peligroso, si no es tratado con terapia cognitiva y medicación, la persona puede autolesionarse e incluso atentar contra su propia vida. Su rutina diaria se ve afectada por completo.
A su vez, existen otros tipos de depresión, relativos a circunstancias particulares:
Depresión posparto
Se diagnostica cuando una mujer sufre un episodio depresivo luego de dar luz, producto generalmente de los drásticos cambios hormonales que sufre su organismo.
Depresión psicótica
Es cuando la persona sufre de psicosis y la enfermedad le produce depresión, debido a su constante ruptura con la realidad, sus delirios y alucinaciones
Trastorno afectivo estacional
aparece específicamente durante los meses fríos de invierno, cuando la luz solar disminuye.
Afecta por igual a hombres que mujeres y lo común es que la enfermedad empiece a manifestarse durante o después de la adolescencia. Por el contrario, son raros los casos que surgen después de los 40 años Asimismo, dependiendo del grado del trastorno, se distinguen varios tipos.
Este tipo de depresión se caracteriza por aparecer solo durante una época del año, generalmente en los meses de otoño e invierno, aunque también hay casos que sufren esta patología solo en las estaciones más cálidas del año El trastorno se va intensificando progresivamente a lo largo de este periodo de tiempo Los investigadores aún desconocen cuál es la causa exacta del TAE, aunque una hipótesis es la alteración de la serotonina, un neurotransmisor encargado de estabilizar el estado de ánimo, entre otras funciones.
La depresión provoca una disfunción cognitiva, psicomotora y de otros tipos (p ej , escasa concentración, cansancio, pérdida de deseo sexual, pérdida de interés o placer en casi todas las actividades que anteriormente se disfrutaban, alteraciones del sueño) así como un estado de ánimo depresivo Las personas con un trastorno depresivo con frecuencia tienen pensamientos suicidas y pueden intentar suicidarse Otros síntomas o trastornos mentales (p ej , ansiedad o crisis de pánico) coexisten con frecuencia y a veces complican el diagnóstico y el tratamiento
Ataques de llanto, aislamiento , descuido de las resposabilidades, abandono de su apariencia, pérdida de la motivación, lentitud, torpeza
Tristeza, ansiedad, culpabilidad, ira, irritabilidad, poca tolerancia a pequeños contratiempos, falta de ilusió e iniciativa sensación de dejadez, cambios de humos, falta emociones, sentimientos de desesperanza
Los pacientes con cualquier forma de depresión tienen más probabilidades de padecer un abuso de alcohol o de otras sustancias de uso recreativo, en un intento de tratar por sí mismos los trastornos de sueño o los síntomas de ansiedad; sin embargo, la depresión es una causa menos frecuente de trastorno por uso de alcohol y otros trastornos por abuso de sustancias de lo que se pensaba antiguamente.
Los pacientes también tienen más probabilidades de convertirse en fumadores importantes y de descuidar su salud, con lo cual aumenta el riesgo de que se desarrollen o progresen otras enfermedades (p ej, enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
PENSAMIENTOS
Autocritica, preocupación, pesimismo, problemas de memoria, falta de concentración dificultad para la toma de decisiones, confusión, pensamientos referentes a que otras personas le vean mal
Sensación de cansancio, falta de energia, dormir mucho o muy poco, comer exceso o la perdidia del apetito, estreñimiento , pérdida o aumneto de peso, ciclo menstrual irregular, pérdida de apetito sexual, dolores sin explicación aparente
NINGUNA TEORÍA QUE EXPLIQUE POR QUÉ. LOS POSIBLES
Una mayor exposición o una mayor respuesta a las tensiones diarias Niveles más altos de la monoaminooxidasa (la enzima que degrada los neurotransmisores se considera importante para el estado de ánimo)
Tasas más altas de disfunción tiroidea Cambios endocrinos que se producen con la menstruación y la menopausia
En la depresión periparto, los síntomas aparecen durante el embarazo o dentro de las 4 semanas siguientes al parto (depresión posparto); se ve implicada la participación de factores endocrinos, pero se desconoce la causa específica
En el trastorno afectivo estacional, los síntomas se desarrollan siguiendo un patrón estacional, típicamente en otoño o invierno; el trastorno tiende a aparecer en climas que tienen inviernos largos o crudos.
LOS SÍNTOMAS O TRASTORNOS DEPRESIVOS PUEDEN APARECER EN VARIOS TRASTORNOS FÍSICOS, QUE INCLUYEN LOS TRASTORNOS TIROIDEOS Y SUPRARRENALES, LOS TUMORES ENCEFÁLICOS BENIGNOS Y MALIGNOS, EL ACCIDENTE CEREBROVASCULAR, EL SIDA, LA ENFERMEDAD DE PARKINSON Y LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
FACTORES INCLUYEN LOS SIGUIENTES: RECUPERADO DE
Algunos fármacos, como los corticoides, algunos betabloqueantes, el interferón, la reserpina, también pueden producir trastornos depresivos.
El abuso de algunas sustancias de uso recreativo (p. ej., alcohol, anfetaminas) puede provocar o acompañar la depresión. Los efectos tóxicos o la abstinencia pueden provocar síntomas depresivos transitorios.
Por lo general, se considera que existen “factores” biológicos, psicológicos y ambientales (aquéllos relacionados con el entorno social o la familia). Algunos de ellos pueden actuar bastanteantes de que se presentela depresión, ellos“preparan el terreno”y se les conoce como factores de riesgo (o vulnerabilidad). Por ejemplo, el hecho de tener padres y/o madres que han sufrido depresiónaumentaría el riesgo de poder verse afectado por la enfermedad. Del mismo modo, el hecho de vivir acontecimientos traumáticos o conflictos graves en la familia durante la primera infancia está asociado con un mayor riesgo de depresiónen la edad adulta.
Otros factores actúan justo antes de la depresión, la desencadenan y se les conoce como factores precipitantes.
Algunos de los factoresque pueden favorecer o precipitar la aparición de una depresión son:
•Factores genéticos: En algunas personas puede haber una predisposición genética, existiendo antecedentes familiares que aumentan la probabilidad de padecerla
•Factores biológicos: En nuestro cerebroexisten sustancias químicasdenominadas neurotransmisores que pasan señales de una célula a otra En la depresión algunos de estos sistemas, particularmente los de Serotonina y Noradrenalina, parecen no estar funcionando correctamente
Las mujeres sufren con mayor frecuencia depresiones que los hombres. Algunas la presentan tras el parto por los cambios hormonales que se producen durante este período. Es la denominada depresión posparto (para más información sobre este tipo de depresión ver folleto específico).
•Factores sociales: Determinadas situaciones especialmente complicadas y difíciles que ocurren en la vida (problemas familiares, laborales, etc.) puedenfavorecer su aparición.
Los estudios demuestran que la depresióny la ansiedad predominan en las mujeres. Este tipo de trastornos están asociados significativamente con factores de riesgo social como las carencias socioeconómicas (las mujeres están tradicionalmente más empobrecidas ya que tienen pensiones y salarios más bajos que los varones, y se dedican con más frecuencia a trabajos no remunerados), la continua responsabilidad del cuidado de terceras personas o la violencia de género.
•Otros:: A veces una enfermedad física (cáncer, diabetes, enfermedades cardiacas, Parkinson, trastornos de la alimentación, trombosis, Alzheimer…) o la toma de ciertos fármacoshacen que aparezca.
La duración de un episodio depresivo puede variar desde varias semanas a varios meses o incluso años. La mayoría de los episodios depresivos duran menos de seis meses.
Es posible una cura completa (desaparición de todos los síntomas), pero el riesgo de recurrencia de la enfermedad (de que vuelva a aparecer)después de la recuperación totales muy alto (más del 50% de los casos).Las recaídas son más frecuentes en personas cuyos síntomas no desaparecen del todo entre episodios.
Sin embargo cuando la persona está recibiendo tratamiento y realiza un seguimiento adecuado, el riesgo de que los síntomas y el sufrimiento vuelvana aparecer se reduce notablemente. De ahí el interés en la atención temprana de la enfermedad así como en mantener el tratamiento todo el tiemponecesario (como mínimovarios meses despuésde la mejoría).
¿TIENEN NUESTROS HIJOS PENSAMIENTOS DE SUICIDIO Y MUERTE?
HAY DIFERENTES FORMAS DE DETERMINAR LA SEVERIDAD DE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES DE NUESTROS HIJOS:
¿PRESENTAN NUESTROS HIJOS SEÑALES DE QUE NO SÓLO ESTÁN TRISTES SINO DEPRIMIDOS?
La depresión es algo más que sentirse triste o infeliz. La depresión también produce ira, descorazonamiento, resentimiento, culpa y bajos niveles de auto estima. Al crecer, particularmente en la etapa de la adolescencia, puede presentarse una época de confusión y de cambios en el estado anímico y extrema sensibilidad Frecuentemente es vista como una etapa de rebelión Como padres, es nuestra responsabilidad notar cuando los sentimientos de tristeza, ira, resentimiento, culpa o baja autoestima en nuestros hijos, son señales de que se están sintiendo muy tristes. Cuando los adolescentes beben alcohol o consumen drogas para sentirse mejor, esto puede ser una señal de que ellos se están sintiendo deprimidos
Nuestros hijos que podrían haberse relacionado con otros niños, jugado con amigos y disfrutado de sus compañías, pueden ahora haber perdido amigos, pasar la mayor parte del tiempo solos, aislados en sus casas y en sus cuartos Las actividades e intereses que una vez disfrutaron pueden haber dejado de atraerlos
Les podría estar yendo bien en la escuela, pero su buen nivel de rendimiento puede haber disminuido debido a la pérdida de concentración Nuestros hijos, habitualmente llenos de energía, pueden ahora no tenerla Pueden haberse sentido bien con ellos mismos antes, pero ahora les disgusta su persona a tal extremo, que regularmente empiezan a correr riesgos Estos cambios pueden ser graduales de unas pocas semanas a meses Esto indica que la depresión se está desarrollando
Algunas veces, los niños y adolescentes que tienen problemas en casa o en la escuela pueden estar deprimidos sin saberlo Debido a que nuestros hijos pueden no siempre mostrar que están tristes, nosotros como padres tenemos que saber y comprender de que la conducta mala puede ser una señal de depresión Cuando se les pregunta directamente, nuestros hijos pueden algunas veces decir que son infelices o están tristes
Los padres están frecuentemente preocupados cuando los niños y adolescentes que están deprimidos, expresan sentimientos y pensamientos de que “la vida ya no vale la pena vivirla”, o que “la vida es demasiado mala para seguir luchando” Como padres, escuchar a nuestros hijos hablar de suicidio o decir que ellos desean estar muertos, frecuentemente es agobiante Las cosas dichas en un momento emotivo pueden no significar demasiado, pero puede ser causa de gran temor para el hijo y los padres
¿Qué podemos hacer?
Si nuestros hijos tienen idea de dañarse o intentar lastimarse a si mismos, nosotros como padres necesitamos asegurarnos de que ellos no estén solos. Necesitaran ser cuidados hasta que puedan ver a un doctor, pediatra o profesional de la salud mental Si nuestros hijos dicen que sienten como que quieren hacerse daño, nosotros sabemos que ellos necesitarán ayuda regularmente
¿Cuánto tiempo eso dura ?
Generalmente los sentimientos normales de tristeza y decaimiento no duran mucho Si los sentimientos de tristeza y depresión de nuestros hijos continúan por más de dos semanas, debemos empezar a ocuparnos seriamente de ello Si continúan por tres meses es importante solicitar ayuda de inmediato
Esta enfermedad a menudo comienza de manera discreta y en una edad temprana (Infancia, adolescencia o inicio de la edad adulta). Si no se trata adecuadamente, se corre el riesgo de que se vaya agravando con la edad
¿QUÉ OTRAS ENFERMEDADES PUEDEN ESTAR ASOCIADAS A LA DEPRESIÓN?
En algunos casos, la depresión dura varios años, que es lo que conocemos como depresión crónica. Si hay menos síntomas y éstos son menos intensos se le denomina distimia. Las personas que padecen distimia refieren que siempre o la mayor parte del tiempo están tristes
Los síntomas más frecuentes son: una disminución del interés y el placer, causando malestar e interferencia enla vida cotidiana, sentimientos de rendir poco, de impotencia, de culpa o rumiaciones sobre el pasado, irritabilidad o enfados frecuentes
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Una persona que sufre distimiapuede tender a aislarse, a retirarse de las actividades sociales; en el trabajo puede presentar una disminución de la actividad, de la eficaciay de la productividad Con los años, este trastorno se convierte en parte integrante de su vida o su personalidad
La persona dice: “siempre he sido así “ o “yo soy así ” Los profesionales sanitarios y familiares también corren el riesgo de ser víctimas de esta confusión entre el funcionamiento normal y la distimia
Trastornos de ansiedad: engeneral, la existencia de un trastorno de ansiedad previo a la depresión o asociado a ésta, aumenta la gravedad de la misma y el riesgo de recaída
ABUSO DE SUSTANCIAS O FÁRMACOS (ALCOHOL, FÁRMACOS ANSIOLÍTICOS O HIPNÓTICOS) O CONSUMO DE SUSTANCIAS TÓXICAS COMO EL CANNABIS, ÉXTASIS, COCAÍNA, ETC:
•las personas que padecen depresión pueden tener la tentación de abusar o consumir estas sustancias para aliviar su ansiedad, además la depresión es frecuente en personascon adicciones.
• Una enfermedad física grave o crónica
•(diabetes, cáncer, accidente vasculocerebral...) puede hacer más díficil la identificación y el tratamiento de la depresión (los síntomas de la depresión pueden ser subestimados y atribuidos a la otra enfermedad)
¿Qué relación existe entre la depresión y el dolor crónico?
Los científicos aún desconocen qué relación existe entre la depresión y el dolor crónico, pero se sabe que estas enfermedades ocurren simultáneamente. El dolor crónico puede empeorar los síntomas de depresión y constituye un factor de riesgo de suicidio en personas deprimidas.
Los dolores corporales son un síntoma común de la depresión.
Los estudios muestran que la gente que padece depresión severa siente dolores más intensos Según las investigaciones recientes, las personas que padecen depresión tienen niveles más altos de las proteínas denominadas citocinas 4 Las citocinas envían mensajes a las células que afectan la manera en la que el sistema inmune responde a las infecciones y enfermedades, incluyendo la fuerza y duración de tales. De esta manera, las citocinas pueden desencadenar dolor al promover la inflamación,
que es la respuesta del cuerpo a las infecciones o lesiones. La infl amación ayuda a proteger el cuerpo destruyendo, quitando o aislando el área infectada o lesionada. Además del dolor, los signos de infl amación incluyen hinchazón, enrojecimiento, calor y a veces, pérdida de funciones. Muchos estudios están concluyendo que la infl amación puede ser un vínculo entre la depresión y las enfermedades que usualmente se presentan junto con la depresión.
Un trastorno que se ha demostrado que se desarrolla junto con la depresión es la fi bromialgia. La fi bromialgia causa dolor crónico y generalizado en los músculos, cansancio y múltiples puntos sensibles (lugares del cuerpo que duelen en respuesta a una presión leve) Las personas con fi bromialgia son más propensas que la población general a padecer depresión y otras enfermedades mentales Los estudios demuestran que la depresión y la fi bromialgia comparten factores de riesgo y tratamientos
La depresión debe ser diagnosticada y tratada por un proveedor del cuidado de la salud. Tratar la depresión puede ayudarlo a sobrellevar su dolor crónico y mejorar su estado de salud en general La recuperación de la depresión lleva tiempo, pero los tratamientos son efi caces Actualmente, los tratamientos más comunes para tratar la depresión incluyen:
Terapia cognitiva-conductual (TCC), un tipo de psicoterapia, o terapia de diálogo, que ayuda a las personas a cambiar los estilos de pensamiento y conductas negativas que pueden contribuir con su depresión.
Inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), un tipo de medicamento antidepresivo que contiene citalopram (Celexa), sertralina (Zoloft) y fl uoxetina (Prozac)
Inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), un tipo de medicamento antidepresivo similar al ISRS que contiene venlafaxina (Effexor) y duloxetina (Cymbalta).
La depresión y la tristeza están vinculadas, pero no son lo mismo.
La tristeza es una emoción humana normal que cada persona experimentará en momentos estresantes o sombríos
Varios eventos de la vida pueden hacer que las personas se sientan tristes o infelices La pérdida o ausencia de un ser querido, el divorcio, la pérdida de trabajo o ingresos, problemas financieros o problemas en el hogar pueden afectar el estado de ánimo de una manera negativa
No aprobar un examen, no conseguir un trabajo o experimentar otros eventos decepcionantes también puede desencadenar tristeza
Sin embargo, una persona que experimenta tristeza por lo general puede encontrar algún alivio al llorar, desahogarse o hablar sobre sus frustraciones. Muy a menudo, la tristeza tiene vínculos con un desencadenante específico.
La tristeza suele pasar con el tiempo. Si no es así, o si la persona se vuelve incapaz de reanudar la función normal, esto podría ser una señal de depresión.
Si el mal humor empeora o dura más de 2 semanas, necesitará hablar con su médico
LLa depresión es un trastorno mental que tiene un efecto abrumador en muchos componentes de la vida de una persona Puede ocurrir en personas de cualquier género o edad, y altera comportamientos y actitudes
En casos graves, la persona puede pensar en suicidarse, o intentarlo Es posible que ya no tengan ganas de pasar tiempo con familiares o amigos, y que dejen de hacer sus pasatiempos o se sientan incapaces de asistir al trabajo o a la escuela
Si estos sentimientos de duda duran más de 2 semanas, un profesional de salud puede diagnosticar a la persona con trastorno depresivo mayor
La tristeza es una emoción que todos experimentan, a menudo después de eventos estresantes o perturbadores de la vida La depresión es un trastorno de salud mental abrumador y continuo que puede impactar drásticamente en la vida diaria
Las personas con depresión pueden no saber o negarse a admitir que están deprimidas Tal vez desconocen los síntomas de la depresión y piensan que sus sentimientos son normales
Con frecuencia, sienten vergüenza de su depresión y creen, de manera errónea, que deberían poder superarla solo con fuerza de voluntad Sin embargo, es poco probable que la depresión mejore sin tratamiento, y podría incluso empeorar Con el tratamiento correcto, puede mejorar
Habla con la persona sobre lo que viste y por qué te preocupa
Explícale que la depresión es una enfermedad, no un defecto o una debilidad personal, y que suele mejorar con tratamiento
Aconséjale que busque ayuda profesional Un proveedor de atención médica es un buen punto de partida. También puedes consultar a un proveedor de atención para la salud mental, como un psicólogo o consejero matriculado
Ofrece tu ayuda para preparar una lista de preguntas para hacer durante la primera cita con el proveedor de atención médica o para la salud mental
Exprésale tu predisposición para ayudarla al programar citas, acompañarla a ellas y asistir a sesiones de terapia familiar.
Si la depresión de la persona es grave o podría poner en riesgo su vida, comunícate con el proveedor de atención médica o para la salud mental, o con los servicios médicos de urgencia.
Esto es lo que puedes hacer para ayudar:
Recuerda que la depresión no es culpa de nadie. No puedes solucionar la depresión de una persona, pero tu apoyo y comprensión pueden ayudarla.
Puedes hacer lo siguiente:
Alienta a la persona a seguir el tratamiento. Si alguien está realizando un tratamiento para la depresión, ayúdalo a recordar que debe tomar los medicamentos recetados y asistir a las citas médicas.
Mantente dispuesto a escuchar. Hazle saber que te interesa cómo se siente Cuando quiera hablar contigo, escucha con atención Pero no des consejos ni opiniones, y no lo juzgues. La atención y la comprensión pueden ser herramientas muy beneficiosas para la recuperación.
Proporciona un refuerzo positivo Algunas personas con depresión se juzgan con dureza y ven defectos en todo lo que hacen. Recuérdales sus virtudes y lo importante que son para ti y para los demás.
Ofrece tu ayuda. Es posible que una persona tenga dificultad para realizar algunas tareas correctamente. Propone tareas específicas que estés dispuesto a realizar. Además, pregunta si puedes hacerte cargo de alguna tarea en particular.
Ayuda a reducir el estrés en su vida. Elaborar una rutina habitual podría ayudar a una persona con depresión a sentir que tiene las cosas bajo control Pregúntale si puedes hacer un cronograma de comidas, medicamentos, actividad física, contacto social y horas de dormir, y ayúdala a organizar las tareas del hogar
Alienta a la persona a tomar medidas de cuidado personal. Esto incluye comer sano, dormir las horas apropiadas y hacer actividad física.
Para evitar el agotamiento:
Cuidar de alguien con depresión no es sencillo. Pide a familiares o amigos que te ayuden Diles lo que necesitas
Tómate tiempo para ti. Haz cosas que disfrutas, realiza actividad física, reúnete con amigos y renueva tu espíritu
Busca apoyo de organizaciones que pueden ayudar Muchas organizaciones cuentan con grupos de apoyo y ofrecen asesoramiento y otros servicios para la depresión. Por ejemplo, la Alianza Nacional sobre las Enfermedades Mentales, los programas de asistencia para empleados y muchas organizaciones religiosas ofrecen ayuda para las preocupaciones relacionadas con la salud mental.
Si son creyentes de alguna religión, aliéntalos a participar de manera activa en las actividades relacionadas con ella. Para muchas personas, las creencias religiosas forman una parte importante de la recuperación de la depresión, ya sea que pertenezcan una comunidad religiosa organizada o que tengan creencias y realicen actividades espirituales personales.
Hagan planes juntos. Invita a la persona a caminar, ver una película o realizar contigo una actividad o pasatiempo que solía disfrutar Procura no obligarla a que haga algo
Los síntomas de la depresión mejoran con el tratamiento, pero puede llevar tiempo. Es posible que debas probar más de un tipo de medicamento o enfoque de tratamiento para encontrar el mejor para ti Para algunas personas, los síntomas mejoran rápidamente después de comenzar el tratamiento. Para otras, puede llevar más tiempo
Si una persona experimenta síntomas de depresión por más de 2 semanas, debe buscar ayuda profesional
Un médico puede ayudar a determinar el nivel de tratamiento necesario para controlar los síntomas
Después del diagnóstico, los posibles tratamientos incluyen medicación, consejería y psicoterapia.
Los medicamentos incluyen inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), un tipo de antidepresivo. Estas funciones aumentan los niveles de serotonina en el cerebro La serotonina es un mensajero químico que ayuda a mejorar el estado de ánimo. Algunos ejemplos de ISRS incluyen citalopram, escitalopram, fluoxetina y sertralina
La psicoterapia implica hablar con un profesional capacitado. Una persona puede realizar psicoterapia sola o con el apoyo de medicamentos antidepresivos Un terapeuta puede ayudar a identificar áreas problemáticas, enseñar mecanismos para afrontarlas y educar a la persona acerca de las realidades de su afección
Un equipo médico puede admitir a una persona con depresión grave en un hospital si está en peligro inmediato para sí misma, ya sea por el riesgo de suicidio o la falta de capacidad para cuidar de sí misma.
Los centros ambulatorios y las clínicas de psicoterapia pueden ayudar con la atención a largo plazo.
Entre las pruebas para diagnosticar depresión conviene a hacer examenes de laboratorio y uno de los test seria: el test de depresipon de Hamilton el cual es una escala donde se encuentra de 0 a 1 y el paciente debe elegir la opción que más se acople a lo que siente.
Son fármacos que alivian los síntomas de la depresión Fueron desarrollados en la década de los años 50 y se han utilizado con regularidad desde entonces Hay cerca de 30 antidepresivos disponibles en la actualidad, incluidos varios tipos diferentes:
•TRICÍCLICOS
•IMAO (inhibidores de la monoaminooxidasa) No comercializados en España
•ISRS ( inhibidores selectivosde la recaptación de serotonina)
•ISRN (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina)
En nuestro cerebro existen sustancias químicas denominadas neurotransmisores que pasan señales de una célula a otra En la depresión algunos de estos sistemas, particularmente los de Serotonina y Noradrenalina, parecen no estar funcionando correctamente Creemos que los antidepresivos aumentan los nivelesde estas sustancias en el cerebro
Después de 3 meses de tratamiento, la proporción de personas con depresión que mejora es de 50-65% si se administra un antidepresivo en comparación con un 25-30% si se administra placebo (píldora ficticia, inactiva)
Puede parecer sorprendente que las personas mejoren tomando placebo, pero esto puede ocurrir El simple hechode tomar un comprimido puedeinfluir en cómo nos sentimos Los antidepresivos son útiles, pero como otros muchos medicamentos, algunos de los beneficios se deben a este efecto
En cuanto al tiempo que tardan en hacer efecto, los antidepresivos no actúan de inmediato La mayoría de las personas comienzan a notar mejoría a las 3 a 4 semanas tras el inicio del tratamiento y tal vez pueden llegar a tardar hasta 6 semanas para percibirtodos sus beneficios
La sociedad actual es un semillero de situaciones estresantes, conflictivas; circunstancias y eventos que han propiciado el incremento de la tasa de personas con depresión en todo el mundo
Es por eso que la educación toma una importancia vital, en un momento histórico donde los antiguos preceptos sociales empiezan a ser cambiados por nuevas formas de convivencia
El cambio, siempre acarrea algo de dolor, pero con el conocimiento de ciertas herramientas y la ayuda de personal capacitado en caso de ser necesario, es posible prevenir este trastorno La clave radica en la inteligencia emocional
No podemos controlar las situaciones que vivimos, ni podemos controlar lo que las demás personas hacen, pero sí podemos aprender a manejar debidamente nuestras emociones ante las cosas que nos suceden, para así poder reaccionar de forma asertiva sin que se deteriore nuestra salud mental
Además, existen otras herramientas que debemos aplicar hasta convertirlas en un estilo de vida. No hay mejor cuidado, que el que nosotros mismos nos proveemos:
Hacer ejercicios: el deporte provoca la liberación de endorfinas, hormonas indispensables para el bienestar Comer saludablemente: la alimentación es clave para una vida saludable Bien lo dice el dicho: “Mente sana en cuerpo sano ”
Tener hobbies y vida social: tener seres con quienes compartir nuestras experiencias y dar y recibir afecto es básico Los vínculos afectivos, son indispensables para ser felices y desarrollar nuestras distintas facetas y talentos, resulta crucial para crecer como personas
Perdonarse a sí mismo: algunas veces somos nuestros peores jueces La rigidez puede generar dolor
ANTHONY ROBBINS. PODER SIN LÍMITES
“ES IMPORTANTE RECORDAR QUE LOS ESTADOS
EMOCIONALES, COMO LA DEPRESIÓN, NO SON COSAS QUE LE OCURRE A UNO PORQUE SÍ, UNO NO “CAE” EN UNA DEPRESIÓN, SINO QUE LA CREA, LO MISMO QUE CUALQUIER
OTRO “RESULTADO” DE LA VIDA, MEDIANTE UNAS ACCIONES MENTALES Y PSÍQUICAS DETERMINADAS. EL QUE SE SIENTE DEPRIMIDO ESTÁ CONTEMPLANDO SU VIDA DE UNA MANERA
PARTICULAR Y SE DICE CIERTAS COSAS A SÍ MISMO CON UNA
CIERTA ENTONACIÓN PRECISA, Y ADOPTA UNA POSTURA
ESPECÍFICA Y UN RITMO DE RESPIRACIÓN TÍPICO. CUANDO
UNO QUIERE SENTIRSE DEPRIMIDO, POR EJEMPLO, SUELE SER
ÚTIL DEJAR CAER LOS HOMBROS Y MIRAR CON FRECUENCIA
AL SUELO, HABLAR CON UN TONO DE VOZ TRISTÓN E
IMAGINAR QUE LE OCURREN A UNO LAS PEORES SITUACIONES POSIBLES. Y SI ESTROPEA USTED LA BIOQUIMICA DE SU
ORGANISMO , POR MEDIO DE UNA DIETA INCORRECTA O
ABUSANDO DEL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS, AYUDA A SU
CUERPO A REDUCIR EL NIVEL DE AZÚCAR EN LA SANGRE Y LA
DEPRESIÓN ESTÁ PRACTICAMENTE GARANTIZADA”
realizar al menos 30 minutos de ejercicio de tres a cinco días a la semana podría disminuir significativamente los síntomas de la depresión, pero incluso puedes notar una diferencia haciendo entre 10 y 15 minutos
Correr, en especial al aire libre
Este ejercicio libera endorfinas, por eso existe el famoso “runner's high”, esta sustancia reduce el dolor y genera una respuesta positiva en el cuerpo Además, también puede ayudarte a tener una mejor calidad de sueño y a reducir la ansiedad
Levantar pesas
No solo ganas fuerza, músculo y quemas mucha grasa, un estudio del 2020 en el International Journal of Environmental Research and Public Health encontró que el entrenamiento de fuerza también es un gran aliado para tu salud mental y para prevenir la depresión
Esto se debe a que se convierte en una especie de práctica de meditación, porque te enfocas en el ejercicio y no en todo lo que te preocupa o altera, además de que te sientes mejor al ir alcanzando metas y realizando logros.
Clases con amigos
De acuerdo con la ciencia, socializar y tener contacto con otras personas es esencial para el bienestar mental y para evitar el deterioro cognitivo, es por esto que se recomienda tomar clases con más personas o incluso hacer tus sesiones de ejercicio con otra persona, para que puedas aprovechar el momento para quemar algunas calorías, y tener ese momento de socialización en el día
Yoga
Un estudio de 2019 dice que hacer yoga es una gran práctica para tu salud mental Puede ayudarte a desarrollar fuerza, flexibilidad y hasta resistencia, además de que se puede realizar como una meditación para calmar la mente y aprender a escuchar a tu cuerpo Lo importante aquí es que te asegures de hacer los movimientos correctamente, por lo que es buena idea tomar una clase, donde además tienes el factor de socialización
Tai Chi
Este ejercicio no quema demasiadas calorías, pero es muy bueno para tu flexibilidad, movilidad y para reducir el estrés Es una práctica enfocada en el mindfulness y, de acuerdo con Frontiers in Psychiatry, es muy bueno para lidiar mejor con los síntomas de la depresión
¿No eres fan de correr? Caminar, boxear o nadar pueden ser buenas alternativas Estos ejercicios trabajan tu salud cardiovascular, pero también se ha demostrado que ayudan a mantener el estrés bajo control y tienen un efecto positivo en el cerebro
Es especialmente bueno que hagas ejercicio al aire libre o rodeado de naturaleza (esto porque la luz del sol lleva a tener un aumento en la serotonina y puede mejorar tu estado d ánimo), pero todo cuenta, en especial porque el objetivo es romper el ciclo sedentario
Sufrir sola Superarlo en silencio
Algo parecido a lo que dijo, supuestamente, Virginia Woolf y esa sería mi situación actual, porque una depresión es una enfermedad invisible y estigmatizada, de la que no se puede hablar, que debe permanecer en el anonim t no se note Aunque puedas permitirte ayuda profesional, un lujo para muchos, se sufre en soledad y silenci
La primera vez que dije no tengo ganas de salir y, para disimular, insinué un medio estado griposo, no pasó tercera vez que me quedé en casa ya fui castigada con un si te aislas, aún estarás más sola Y cuando, con de la confianza y la sinceridad de la amistad, me atreví a decir que estaba deprimida y no tenía ganas de n también llegaron esas palabras tan habituales entre las personas que desconocen esta situación: no tienes quejarte/yo también tengo problemas/Fulanita tiene cáncer Y entonces sí, llegó el aislamiento y superarlo s silencio
Cierto, no tengo (casi) de qué quejarme, tengo trabajo, vivienda y salud, pero siento que no tengo motivos p levantarme ningún día, sólo obligaciones, y tengo que rebuscar en esa cotidianidad diaria algo que me anime a salir de la cama Porque yo sólo deseo dormir, dormir y dormir Cuando duermo no soy consciente de la vida y con descansar y recuperar algo de fuerzas para continuar con la batalla En realidad, me gustaría dormir para sie no despertar nunca más Los fines de semana son terribles y, a menudo, paso horas tumbada en el sofá, mir techo o intentando desconectar durmiendo Es tristeza infinita, un lamento mudo que nadie escucha
No puedo quejarme, ni insinuar mi malestar Y como sigo, de cara al exterior, con una vida normal, aún es má de comprender y se insinúa sólo desgana, o enfado, o lo que sea Las amistades, las que aún aguantan, se mantienen a una distancia prudente Están ahí, sí, pero no puedo molestar demasiado A veces sólo necesito compañía para un café o un cine, pero nadie se ofrece a estar conmigo un rato y casi nunca cuento con ellas momentos más duros (bueno, los momentos más duros los paso en casa, que es cuando puedo relajarme y d la depresión se manifieste en todo su esplendor) No comprenden nada Otras amistades han resultado ser u engaño, un gran engaño y ni rasto de ellas Y otras, se han alejado tanto que ya no volverán Ya no uso la pa amistad Ya no confío Ya no creo en nada ni en nadie
Y sí, voy a trabajar y sigo con las clases de inglés. No puedo permitirme una baja y en las clases, a pesar de relajo y hasta consigo reir! Eso sí, empieza a preocuparme mi desinterés por aquellas actividades que me gu hasta hace unos meses. Este año no he ido al Saló del Còmic. Tampoco fui a la Calçotada Friki (no he faltad la 1ª, en 2010). No fui a Naukas el año pasado… Y así podría enumerar unas cuantas actividades más. Por a música es lo único que aún me emociona, pero tendré que renunciar, casi, a ella por temas económicos (¡ser tener gustos de burguesa es duro!) Consigo, con cierto esfuerzo, centrarme en la lectura, o disfrutar de nuevo contenidos en la TV. Pero cansa. Siempre estoy cansada. ción absoluta está a la vuelta de la esquina. Esta lucha por seguir la vida agota y las pequeñas victor san, la mayoría de veces, el esfuerzo vital que supone seguir adelante. Las alegrías son tan fugaces, que uminan un segundo el pozo en el que me encuentro. Y, peor aún, para evitar ese desasosiego después del endo a evitar esos momentos y sufrir lo menos posible después. Ya tengo suficiente con mi mente, q ndo duermo, y mis intentos frustrados de encontrarme en ese inmenso vacío que ahora me rodea. E n que nadie entiende: estar perdida y no saber bien bien la razón.
ier circunstancia adversa se convierte en una montaña en el camino. Otro obstáculo más a superar, in sentido y sin esperanza. También, en este estado de fragilidad emocional, todo lo malo se magnif cada vez es mayor. Todo va mal. No hay salida. No hay esperanza. mitir también que, en mi caso, tengo días buenos, diría que hasta gloriosos y me agarro a un clavo a si eso significa algo de luz o la oportunidad de reír Sí, procuro reír siempre que tengo opción, para compensa lágrimas que derramo en la intimidad Como siempre le digo a la psicóloga, mi instinto de supervivencia es m fuerte, está muy desarrollado y, a veces, no parezco enferma A veces Y despisto a la gente “¿Estás deprim ¡Anda ya! Si estás orga biertas del upe fuerte y que aún me em
No sé si voy a salir de ora mismo ni la que exista Pero toca s cer más Montse Sancas
Tres adultos de mediana edad describen sus síntomas y cómo aprendieron a afrontarlos.
De pequeña, Nita Sweeney siempre había sido un tanto melancólica, más sensible que otros niños. Sin embargo, no fue sino hasta que llegó a la universidad que empezó a percibir realmente el sentimiento de depresión. “Me esforzaba mucho y tenía buenas calificaciones, pero cuando la vida me deparaba algo, como por ejemplo el fin de una relación, lo sentía como algo inmenso y desmedido”, comenta. “Me sentía devastada y me costaba funcionar”.
Años después, cuando Sweeney ejercía abogacía, era una de las mejores abogadas de su firma, pero tenía que trabajar el doble que sus colegas. “No solo tenía que hacer el trabajo, sino que debía superar un obstáculo tremendo —esa inercia y parálisis iniciales— antes de poder hacer nada”, explica. “Me sentía pesada, como si tuviera plomo en los huesos y pesas en los brazos y los hombros. Me producía un gran dolor corporal. Es como caminar sobre barro”.
Pero aún más grave era la sensación de vacío que Sweeney, autora de Make Every Move a Meditation, todavía siente a veces durante los episodios de depresión profunda. “Todo parece gris”, dice. “La vida pierde su vivacidad”.
A los 33 años estuvo a punto de suicidarse. Con una gran depresión y convencida de que era una carga para su familia, se recostó en la alfombra de la sala de estar y elaboró un plan. “Me iba a meter en la camioneta que estaba en la cochera, encender el motor y sentarme allí hasta que me durmiera […]. Tenía bien claro que eso era lo que debía hacer. Era la mejor solución para todos”.
Felizmente, el destino se interpuso con una llamada telefónica. Era del consultorio del terapeuta de Sweeney para preguntarle dónde estaba. (Había faltado a la sesión porque se había quedado dormida). “Esa llamada me salvó la vida”, recuerda. Se fue directamente al consultorio de su terapeuta y pocas horas después ingresó a un hospital local. Permaneció allí cinco días, el tiempo suficiente para estabilizarse.
Desde ese momento ha probado diferentes medicamentos, y actualmente está tomando Prozac. También acude a psicoterapia una vez por mes, y además recibe neurorretroalimentación, un tratamiento que mide la retroalimentación de la actividad cerebral en tiempo real (por ejemplo, mientras miras una película) y le enseña al cerebro a adoptar modelos más saludables.
Cómo lo afronta: Sweeney recurre a la escritura, una forma de terapia que ella compara con la meditación con bolígrafo. “Es parecido a llevar un diario, salvo que lo haces en un lapso determinado, manteniendo la mano en movimiento y sin detenerte a pensar. Captas detalles sensoriales, observas a tu alrededor y escribes lo que ves. Te sitúa en la realidad, en vez de estar metido en la cabeza”. No obstante, el mayor estímulo emocional para Sweeney ha sido correr. No se trata solo de las sustancias químicas cerebrales que produce la actividad física y que mejoran el estado de ánimo, explica. “Existe un espíritu de comunidad, porque a veces corro con un grupo. También participo en carreras que tienen un plan de entrenamiento, por lo que hay una estructura. Y además surge una sensación de logro al alcanzar tus objetivos: dije que iba a correr cinco kilómetros, y lo hice”. Sweeney insiste en que el ejercicio realmente da resultado: “La depresión detesta un objetivo en movimiento”.
El escritor y periodista radiofónico John Moe tenía más de 30 años cuando por fin comprendió que había estado deprimido desde la infancia, comenta. “Pensaba que la depresión consistía solo en llorar mucho y quedarse en la cama. Siempre he podido levantarme de la cama”.
En cambio, sentía “una especie de desesperanza encarnada que simplemente asumía como una realidad”. Moe solía responder a ese miedo con bromas, y a veces con ira. Esa reacción continuó en la edad adulta: “Adoptó una forma de furia contenida, como la ira que se siente en la carretera. No me bajaba del automóvil ni tocaba mucho la bocina, pero era una especie de locura que se apoderaba de mí”.
A medida que se fueron acumulando las presiones del matrimonio, la paternidad y la carrera, la depresión y la ira empeoraron. Empezó a alejarse de sus amigos y de otros allegados cercanos. “Un amigo me llamaba y me decía: 'Oye, ¿quieres salir a tomar unas cervezas y ver el partido? Yo le decía que no, porque pensaba: 'Bueno, no me voy a comportar como un buen amigo con él […]. Lo voy a decepcionar”.
Finalmente, la esposa de Moe lo presionó para que pidiera ayuda, y el psiquiatra le diagnosticó una depresión clásica. Con el diagnóstico llegó el alivio, explica. “No era un problema de carácter. No era una debilidad. Me dije: ‘Tengo una enfermedad. Esto es algo que tengo, no algo que soy’”. Desde entonces ha tomado varios antidepresivos, muchos de los cuales surtieron efecto durante un tiempo —el psiquiatra modifica la dosis con frecuencia—, y acude a un terapeuta con regularidad.
¿Pero qué le dio mejor resultado? Hablar del problema y ayudar a los demás. Moe ha dedicado su carrera a tratar de desmentir los conceptos erróneos y perjudiciales sobre la depresión y a eliminar la vergüenza que la acompaña: una vergüenza que, en su opinión, contribuyó al suicidio de su hermano en el 2007. “Sentía que [la depresión] era su culpa [...]. Por eso pensé: si hubiera más gente que hablara del tema como algo normal, quizá habría hablado más al respecto y habría pedido ayuda [...]. Si no hablamos de esto, la gente muere”
Cómo lo afronta: además de hablar de la realidad de la depresión en la medida en que puede, Moe dice: “Intento mover el cuerpo. Acabo de dar una caminata de cuatro millas con los perros, lo que procuro hacer unas cinco veces por semana Gran parte de mi trabajo consiste en escuchar material, escuchar entrevistas. Así que simplemente me pongo los auriculares, doy un largo paseo con los perros y voy haciendo el trabajo mientras camino”
“Adoptó la forma de una rabia contenida”
John Moe, 53 años, St. Paul, Minnesota
Victoria Rimasse piensa que su depresión puede ser genética. Sospecha que su madre la padecía, pero no se la diagnosticaron. Rimasse recuerda que su madre se sentaba en la oscuridad durante horas y fumaba, o bien se refugiaba en su cama durante días, sin querer salir de casa. Después de terminar sus estudios universitarios, Rimasse vivió en su casa durante algunos años, y sentía una fuerte sensación de culpa cada vez que pensaba en salir por su cuenta. Fue durante este período que tuvo su propio ataque de depresión.
“Tenía una profunda sensación de aislamiento”, comenta. “Simplemente no me sentía conectada con el mundo”.
Rimasse llegó a su peor momento décadas después, cuando su hijo dejó el hogar para ir a la universidad. “Me sentí sola y abandonada. Mi hijo no me necesitaba, y yo ya no tenía ningún propósito en la vida, ningún valor. Me habían despedido del trabajo y en ese momento tenía muy poco dinero. Estaba a punto de cumplir 60 años”.
A raíz de ello, se replegó. “Lloraba hasta quedarme dormida, me levantaba durante la noche para darme un atracón y luego volvía a la cama”. También empezó a medicarse en exceso con fármacos recetados.
Rimasse describe su depresión como un sentimiento de “absoluta desesperanza: nada te produce alegría. Ir a la tienda se convierte en un temible suplicio, porque quizá haya que hablar con alguien y tienes miedo de ponerte a llorar”.
Rimasse ha recibido tratamiento a intervalos, y desde el 2005 ha estado tomando Zoloft continuamente. Le ayuda a estabilizar el estado de ánimo. Hace poco comenzó a trabajar con un terapeuta cognitivo conductual, que “me da ejercicios para hacer en casa. Me ha ayudado muchísimo”.
Cómo lo afronta: el método más eficaz para Rimasse es mantenerse ocupada y participar en actividades, como el grupo Toastmasters para aprender a hablar en público. Se siente agradecida porque su trabajo diurno como asistente legal en un estudio jurídico (también es asesora de mercadotecnia) es muy exigente. “Tengo que dedicarme por completo y cumplir los plazos, y no puedo preocuparme por mis propios problemas”. Sin embargo, lo que más le sirve es ayudar a los demás. “Si alguien necesita algo —ya sea orientar a nuevos miembros de Toastmasters o ayudar al hijo de un amigo a redactar un currículo—, siempre me apunto”, señala Rimasse. “Ayudar a los demás me produce un sentimiento de autoestima y me permite salir de mí misma”.
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