Frutas y verduras del Sudeste Asiático, Made in Misiones 300 familias de refugiados laosianos llegaron a Argentina a fines de los 70s y se dedicaron a cultivar jengibre, cuando aquí nadie lo conocía. Entrevistamos a Khammukda Pimchan, Directora de la empresa Zen Frut. La Indochina es uno de esos lugares maravillosos donde el paisaje trópical y exótico, se combina con productos gastronómicos que nos son más afines y que solemos extrañar en Asia: el pan y el vino. Claro que este tipo de felices préstamos culturales europeos, tuvieron razones poco felices, en el caso: la invasión colonial francesa. Cuando uno llega a Laos o a Camboya, la hospitalidad con que nos reciben los jóvenes también es proverbial. Y digo jóvenes porque en estos países no hay muchos hombres y mujeres de la tercera edad. Los adultos primero murieron a manos de los franceses y los estadounidenses en la mal llamada Guerra de Vietnam, y luego terminaron 30
PROASIA Marzo / Abril 2020
de ser exterminados por los ejércitos comunistas de Vietnam y Camboya. Atrapados en este fuego cruzado, una pareja de comerciantes de telas (él laosiano, ella vietnamita) lograron huir a la vecina Tailandia. Allí tuvieron a su hija, Khammukda. Luego se tuvieron que exiliar y esta vez escaparon lo más lejos posible, a América. Mas sin conocer ningún idioma occidental, creyendo ir a América el país (EE.UU.) terminaron arribando en la otra punta de América el continente: Argentina. ¡Confusión de homónimos! Llegaron a Buenos Aires suponiendo estar arribando a New York. Y en vez de la Estatua de la Libertad, quien los recibió fue Videla. Con ellos llegaron otras 300 familias de refugiados
laosianos. Arbitrariamente, el gobierno militar trasladó a los inmigrantes asiáticos a distintos pueblos del interior. “Dios los cría, y el clima los amontona” Kamu (como la llaman aquí a Khammukda) nos explica que en algún momento, las familias laosianas diseminadas por el país, empezaron a mudarse a Misiones, a agruparse, a ayudarse mutuamente ¿Por qué la provincia litoral? El clima y la flora eran allí muy similares a los de su tierra natal. El proceso fue tan particular, que las familias también comenzaron a unificar sus medios de vida: se dedicaron a la agricultura. Los padres de