El Valor del Resguardo Entrevista a Juan Piantoni, Presidente y CEO de Ingot ¿El resguardo de valores, fuera del sistema bancario, es un servicio nuevo en nuestro país? Desde el enfoque en que lo estamos haciendo, sí. Pero tiene sus antecedentes. A partir de la crisis del campo del 2008, sobre todo en el interior del país, muchas cooperativas agrícolas ganaderas, terminan comprando las casas al lado de la comisaría del pueblo, para empotrar allí un pequeño cofre y guardar sus valores, en lugar de esconderlos en sus propias casas (generalmente, enterrarlos). En el 2010 apareció una empresa que prestaba servicios financieros, y como adicional ofrecía cajas de seguridad. En 2014 lancé la primera empresa en prestar un servicio de exclusividad en resguardo de valores, y ahora con Ingot, lo que estamos haciendo es fortalecer 18
PROASIA Marzo / Abril 2020
el concepto con una tecnología e infraestructura sin precedentes. Más allá del desconocimiento conceptual del servicio en Argentina, a nivel internacional, hace muchos años que se viene desarrollando. Existen más de 200 empresas en el mundo que lo ofrece, principalmente en Estados Unidos, Europa y Asia. ¿Qué tipos de valores resguardan? Cuando la gente escucha el término “resguardo de valores”, automáticamente piensa en guardado de dinero, pero nosotros lo concebimos desde un punto de vista más literal y por tanto, más abarcativo. De hecho, el valor no solo no se limita al dinero, sino que puede ser muy subjetivo. Lo que es valioso para una persona, puede no serlo para otra. Tal
vez el ejemplo más simple y contundente es el de una alhaja familiar, la cual podría no tener un valor económico importante, pero sí uno emocional. Si nos la roban, no hay dinero que pueda suplantarla. Entonces, las empresas privadas de resguardo de valores poseen espacios diseñados para guardar documentación (escrituras, patentes, diplomas, certificados de distinto tipo), información electrónica (pendrives, discos rígidos, criptomonedas), alhajas, relojes, dinero, arte (en Ingot tenemos una bóveda para obras plásticas), cenizas de seres queridos, colecciones de distintos tipo, etc. Aquellas cosas materiales que son muy importantes para uno, y que son susceptibles de robo, deterioro o destrucción por un siniestro, no debería estar en la casa u oficina.