Por: Leticia Fillat
NUESTRA GENTE
¡Todos en el mismo barco!
Todos con miedo, todo el mundo se ha tenido que guardar en casa, todos nos hemos tenido que apartar de lo que amamos, y nos hemos tenido que detener, porque una gran batalla comenzó. No sabemos a ciencia cierta cuándo terminará, y simplemente aquello que era cierto hoy se ha vuelto incierto, y lo evidente es que nadie tiene aún la verdad absoluta sobre el tema. Se habla de ciertas cosas que lo curan, de otras que lo previenen, entre otras cosas, pero todo se vuelve experimental desde el punto que cada persona responde de diferente forma a la enfermedad y al tratamiento; lo que a unos les funciona a otros les perjudica y lo que por fin recomiendan de repente ya no es tan recomendable, y así es como todo esto se torna incierto. Todo el mundo habla de lo mismo, unos entienden, otros no tanto, como tampoco se tiene la certeza de cuál fue el momento justo del inicio del primer contagio, sabemos que al otro lado del mundo, en el continente Asiático, se
desató la peor de las tragedias de salud de la que muchos de nosotros jamás habíamos tenido conocimiento. A través de los años, han existido eventos devastadores, como las guerras, pestes, bacterias o virus que cobraron víctimas mortales, pero jamás algo que azotara a la humanidad entera de esta forma desde la peste negra en Euroasia que entre 1347 y 1353 dejó millones de muertos. Hoy el llamado fue general y absoluto, hoy no hay excepciones de raza, color, sexo, edad, género, estatus socioeconómico, hoy fuimos todos llamados a reflexionar y a entender que somos nada ante lo que nos ha rebasado. ¿Por qué? No es la pregunta por hacer, sería ¿para qué? Para que nos detuviéramos, el mundo nos gritó un ¡basta! Muy crudo, sí, pero desgraciadamente necesario. Por mucho tiempo los hombres nos hemos ido encargando de ir andando el planeta y tenía que haber una respuesta, ¡y sí que la hubo! Entonces, después de eso surgieron poemas, canciones, videos, un sinfín de expresiones, todas con un toque de tristeza, de nostalgia, todas queriendo regresar tiempos y momentos felices, otras exhortando ¡a resistir! Y en-
BAITNA
O
jalá se pudiera hablar de salud física y mental sin tener que pensar en la pandemia del coronavirus; hecho que definitivamente ha estrujado al mundo entero.
51