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De los bosques de los cedros
Por: Gabriela Harfush / Fotografía: Israel Hernández
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Con el fin de entablar un diálogo académico y cordial, y para dar a conocer al público interesado más datos acerca de las relaciones -a veces insospechadas-, aunque a plena vista si se sabe dónde y cómo observar, entre la antigua tierra de Canaán y el milenario país del Nilo, el miércoles 26 de febrero, la Asociación de Artistas e Intelectuales de Ascendencia Libanesa, A.C., Al Fannán, convocó en el salón Sidón de la Unidad Hermes, a la conferencia titulada De los bosques de los cedros a la tierra negra. Reflexiones de ida y vuelta del antiguo Líbano al Egipto faraónico, cuyos brillantes exponentes fueron Sergio Bojalil P., expresidente de la Asociación, junto con el arqueólogo y egiptólogo, Gerardo P. Taber.
Sergio Bojalil
La primera exposición, fue la del tema del Antiguo Líbano y su conexión con los habitantes de la tierra negra, hoy Egipto, de Sergio Bojalil. (Fig. 1)
Bojalil precisó el contexto en el que se desarrolló la zona del Levante Mediterráneo (incluyendo Siria, Líbano y Palestina) durante los primeros tres mil años de la época histórica, es decir durante las Edades de Bronce (3300-1200 a.C.) y de Hierro (1200–330 a.C.), y observado a través de los estudios arqueológicos e históricos, la zona tuvo una sorprendente continuidad cultural cuyas

Fig 1. kmt Kemet “La tierra negra”
Gerardo P. Taber


Fig. 2 Los diferentes nombres del antiguo país del Nilo

Fig. 3 Reino de los Hicsos Gabriela Harfush

características fueron diferentes a Egipto y a Mesopotamia y con las cuales mantuvo contacto e intercambio cultural, social y económico a lo largo de los milenios.
En el ámbito académico, a estos habitantes se les ha llamado de diversas formas, como levantinos o siriopalestinos. En términos generales, también se les conoce como cananeos y amorreos, para que más adelante en la historia sean conocidos como fenicios y arameos, todas estas expresiones culturales fueron coincidentes en aquella zona y las variantes sólo fueron de orden local.
Sobre las relaciones entre el Levante antiguo y el Egipto faraónico, se habla de la cultura levantina antigua con respecto a una implicación con un extenso tratado que abarcaría aproximadamente unos tres mil años. Por ello la ponencia de Bojalil abordó tres puntos nodales: una leyenda, un mito y un hecho histórico.
Una leyenda
Se refiere a Taautos, un personaje brillante que estudió, sistematizó y enseñó la existencia ordenada, significativa y profunda. Taautos es exaltado por el historiador y sacerdote Sakén Yatón de Beirut (de quien se dice vivió antes de la guerra de Troya - 1300 a.C.) quien sostiene que rescató las enseñanzas de este sabio. A Taautos se le ubica en los inicios de la Época Histórica es decir en el último tercio del cuarto milenio a.C. Sakén Yatón escribió que: “Taautos, gobernó sobre Fenicia y todo Egipto; es el creador de la vida civilizada, el conocimiento superior, la piedad religiosa y las letras, sobresalió en sabiduría entre los fenicios y fue el primero en rescatar el conocimiento de la ignorancia vulgar y organizarlo en el orden de la experiencia inteligente”. A dicho personaje, se le identificó en el antiguo Egipto con Thot y más adelante en la historia los griegos lo relacionaron con Hermes Trimegisto.
Fig. 4 Carro egipcio de Ramsés II “el grande”, c 1279-1213 a.C

Un mito
Una energía de la mitología fenicia cananea fue Kothar wa Hasis, conocido como el gran artesano, el arquitecto cósmico, el hábil y sabio, el ambidiestro. De acuerdo con los textos de Ugarit (1350 a.C.), este personaje mitológico creaba con su voz herramientas y armas que entregaba al dios hijo para sostener su lucha contra el mar caótico, el desierto improductivo y lograr que su pueblo, toda la humanidad, pudiese vivir en una tierra de aceite y miel. Kothar wa Hasis construyó el templo del nuevo rey de la tierra, el Señor Todopoderoso, con cedros de Líbano y Sirión (las dos cordilleras hermanas del Levante). Para los fenicios cananeos este personaje vivía en Hut Ka Ptah (más adelante Egipto) y en Kaptor (Creta). En Egipto existe un paralelismo con las habilidades de esta fuerza cósmica y es llamado Ptah, el dios artesano. Más adelante los griegos lo relacionaron con Hefesto y los romanos con Vulcano.
Un hecho histórico
Los cananeos emergen como faraones en Egipto. Los levantinos se habían establecido en el delta del Nilo, quizá en tiempos tan antiguos como 2000 a.C. y a lo largo del tiempo fue creciendo su población tanto por nuevos migrantes como por nacimientos. La vida en Egipto se desarrollaba de manera expansiva y creativa. Sin embargo, a partir de 1800 a.C. la estructura social y política fue desmoronándose y se creó un vacío de poder. En algún momento entre 1750 y 1650 a.C, los cananeos ya estaban establecidos como faraones en el Bajo Egipto. Los egipcios les llamaron Hikau khasut que significa reyes extranjeros, luego, transformado al vocablo “hicsos”. (Fig.3) Así, la vida cultural continuó al estilo egipcio fusionado con aportaciones, como por ejemplo, los carros tirados
Fig. 5 Cuentos mágicos

por caballos (Fig.4) y algunos conceptos sociales y religiosos tales como la adoración a los dioses fenicios Baal y Anat.
Los gobernantes asiáticos fomentaron la ciencia y la cultura y reescribieron documentos antiguos de los egipcios como son los papiros matemáticos, los cuentos mágicos y los tratados de medicina y cirugía. Como es un cuento mágico (Fig. 5) en el que se narra cómo a una mujer joven invitada del faraón Jufu (Keops 2589- 2566 a.C.) viajando en una barca sobre el lago del palacio se le cae un amuleto al agua, es tanta su insistencia de rescatarlo que el jefe de sacerdotes debe intervenir y separa las aguas y una vez recuperado vuelve a dejar las aguas como estaban.
Entre 1650 y 1550 había tres faraones en Egipto, dos cananeos en el delta y un egipcio en Tebas. El faraón que reinaba en Tebas allá por 1550 a.C. deseaba recuperar todo Egipto y emprendió una “guerra de liberación contra el faraón que oprime a mi pueblo y liberarnos de la servidumbre que nos impone”. El protagonista fue (Fig. 6) Kamose (Moisés del Ka, nacido de la fuerza vital) y los faraones a los que enfrentó fueron Apepi II del delta occidental y en el delta oriental fue contra Yakob emparentado con la casa real de Biblos, comenzando la expulsión de los asiáticos hacia Canaán.
A partir de todo ello, los egipcios toman toda la región del Levante y se instaura el Imperio Nuevo que permanece durante quinientos años más.
Como colofón de su presentación, Bojalil comentó que, han pasado cientos de años, y conceptos derivados de la leyenda, mito y el hecho histórico, se aplican a nuevas narrativas, protagonistas de mitos y leyendas que, al momento actual, permanecen en el imaginario colectivo.
Fig.6 Estela de Kamose

En lo que respecta a la participación de Gerardo P. Taber, optó por mostrar la relación que tuvieron ambas culturas a partir de la comparación de elementos iconográficos similares que se han encontrado. También gracias al análisis epigráfico y filológico de los términos que originalmente se utilizaron para designar a estas áreas culturales, más diversas de lo que usualmente se piensa. De tal manera, Egipto era llamado kmt kemet “la tierra negra”, nombre que hacía alusión al fértil aluvión que el río Nilo depositaba anualmente en sus riberas y que se contraponía al dšrt desheret “la tierra roja” que rodea el valle y el delta de este cauce fluvial.
Por otra parte, Líbano recibió dos nombres en sus propias dabarīm pōnīm “palabras fenicias”; uno era: pt (pūt) “región costera de Cana án”, vocablo que los griegos cambiaron a Φοινίκη (phoin íkē) “rojo, púrpura” (cfr.: Krahmalkov,2000: 12) del cual deviene el término “fenicio”. También se le llamó lbn (leben) “blanco” (probablemente también laban en protosemítico (cfr.:Krahmalkov, 2000: 14), sobre todo por la zona nevada conocida en la actualidad como: زرأ برلاّ Arz ar-Rabb “los cedros del señor” en el valle de Kadisha en Bsharri (Fig. 7).
Uno de los elementos que mejor permite adentrarse y comprender el pensamiento de los antiguos habitantes del Líbano es la escritura y en este sentido, se presentó el día de la conferencia la transliteración y traducción del sarcófago del rey Tabnit de Sidón, el cual fue manufacturado en Egipto, e inclusive cuenta con inscripciones en jeroglífico (Fig. 8).
Fig.7 Arz ar- Rabb, Valle de Kadisha, Bsharri, Líbano

Istanbul Arkeoloji Müzleri Fotografía de Oncewhileen Wikimedia Common
Sin embargo, en su parte inferior cuenta con grafías en fenicio, las cuales rezan:
ʾnk tbnt khn ʿštrt mlk ṣdnm bn ʾšmnʿzr khn ʿštrt mlk ṣdnm škb bʾrn z my ʾt kl ʾdm ʾš tpq ʾyt hʾrn z ʾl ʾl tptḥ ʿlty wʾl trgzn k ʾy ʾrln ksp ʾy ʾr ln ḥrṣ wkl mnm mšd blt ʾnk škb bʾrn z ʾl ʾl tptḥ ʿlty wʾl trgzn k tʿbt ʿštrt hdbr hʾ wʾm ptḥ tptḥ ʿlty wrgz trgzn ʾl ykn lk zrʿ bḥym tḥt šmš wmškb ʾt rpʾm
“Yo, Tabnit, sacerdote de Astarté, rey de Sidón, el hijo de Eshmunazar (I), sacerdote de Astarté, rey de Sidón, estoy reposando en este sarcófago.
Quien quiera que seas, cualquier hombre que pudiese hallar este sarcófago, no, no lo abras y no me molestes, (ya que) no hay plata conmigo, no hay oro conmigo, o nada de valor, solo yo estoy reposando en este sarcófago.
No, no lo abras y no me molestes, ya que esto es una abominación a Astarté.
Y si tú, de hecho, lo abres y de hecho me molestas, que tú no tengas ninguna semilla entre los vivos bajo el Sol, o algún lugar de descanso con los Refa ítas.”
(Taber, 2020; basándose en McCarter, 2014: 56).
Fig.8 Inscripciones en fenicio del sarcófago del rey Tabnit de Sidón c 490 a.C.

El arqueólogo y egiptólogo, comentó a Al Fannán, que fue un placer poder compartir nuevamente el podio con el Dr. Sergio Bojalil, una vez más recibir la invitación por parte de la Asociación y el gran apoyo brindado por Centro Libanés A.C., para llevar a cabo esta trascendente conferencia. Taber considera sumamente importante que, este tipo de «miradas transversales» es lo que se necesita en el caótico y beligerante mundo contemporáneo; ya que se debe comprender que las «fronteras» actuales no necesariamente definen a la cultura y que existen paralelismos y contactos que se crearon en Medio Oriente, desde hace miles de años, y que aún inciden en nuestra concepción del mundo.
Maha Al Anani y Mohamed Sadat


Gerardo P. Taber, Gabriela Harfush y Sergio Bojalil
Bibliografía citada
Krahmalkov, Charles R. 2000 A Phoenician-Punic Grammar (Handbuch der Orientalistik. Section 1 The Near and Middle East, Volume 54). Ed. Brill. Leiden, Netherlands.
McCarter, P. Kyle 2014 “The Sarcophagus Inscription of Tabnit, King of Sidon (2.56)” en: Context of Scripture (William W. Hallo, editor). Ed. Brill. Leiden, Netherlands.