ACTUALIDAD | Alcedo A. Ramírez
El futuro necesita de nosotros Debido a que nadie puede estar contento y tranquilo con las situaciones que estamos viviendo y experimentando, es imperativo que todos nos aboquemos a cooperar con las medidas que las autoridades internacionales, nacionales y locales están tomando, a fin de poder aunar los esfuerzos para buscar y encontrar las soluciones pertinentes a los problemas multiformes, que asumen características variadas y diferentes en las distintas regiones y países. Por esta realidad palpitante de colaboración y cooperación universal es que dimos a este escrito el título de EL FUTURO NECESITA DE NOSOTROS.
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n el mes de agosto de este 2020 el mundo ha podido recordar, con profundo pesar, los 75 años de las explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki, como resultado de sendas bombas lanzadas contra el pueblo japonés. Relacionado con este asunto, en el mes de abril del año 2000, el científico de la Informática y las Computadoras Bill JOY escribió un artículo en la revista WIRED en el que pronosticaba que pronto vendrían nuevas tecnologías que resultarían más letales para la humanidad que las mismas bombas atómicas. El Sr. JOY se estaba refiriendo a la Biotecnología, la Nanotecnología y a la Robótica, las cuales han tenido un desarrollo muy acelerado en lo que va de este Siglo XXI. Hoy, 20 años después de las predicciones antes mencionadas, podemos comprobar que las mismas se han cumplido, si tomamos en cuenta el coronavirus que afecta todo el mundo y esto desde el campo de la Biotecnología, resultado de un germen o virus que se ha escapado e invadido todo el planeta. Otros resultados negativos se han experimentado como resultado de las otras tecnologías antes citadas, pero no vamos a entrar en estos detalles en el presente artículo. AMIGO DEL HOGAR / 3390
Esta pandemia universal ha puesto en jaque la vida sana, la economía, el trabajo, la educación y la estabilidad psicológica de millones de personas, y todavía no contamos con soluciones definitivas y factibles a la vista, lo que hace cada vez más difícil las atenciones y el manejo de estas situaciones delicadas que estamos enfrentando. En este estado de incertidumbre para actuar, solo podemos pensar en las escenas bíblicas pintadas por Rembrandt, en su cuadro famoso de la Tormenta en el Mar de Galilea, referente a la barca en la que estaban atravesando los Discípulos, de un lado al otro, cuando fueron sorprendidos por fuertes oleajes y un mal tiempo que ponía en peligro sus mismas vidas. En las circunstancias actuales, debemos pensar que todos estamos en la misma embarcación, sujetos a los mismos riesgos y peligros, que solo la fe y la intervención de Nuestro Señor Jesucristo nos puede ayudar y asegurar que llegaremos sanos y salvos a puerto y tierra seguros. Solo después de este convencimiento cristiano y existencial vamos a poder ponderar y echar hacia delante las diferentes opciones y alternativas, una vez hayamos realizado los trabajos científicos, técnicos y sociales que son necesarios y requeridos en atender estos problemas, para los cuales estamos convencidos de que la humanidad cuenta con estos conocimientos y experiencias.
Entre las acciones y diligencias para encontrar vías de soluciones a la pandemia que estamos sufriendo, las cuales deben ser lideradas por los distintos organismos del nuevo Gobierno Central y todas sus Dependencias Descentralizadas, debemos mencionar primero el cumplimiento de las medidas sanitarias propuestas, la utilización de los debidos procedimientos, prácticas y técnicas que conforman las llamadas Disciplinas de Gestión de Crisis y Riesgos, completando con el uso apropiado de los tratamientos resultantes de la Psicología y la Economía Conductuales, que han demostrado ser muy efectivas y eficaces en este tipo de problemas y sus resoluciones. Todo lo anterior dicho y aplicado, luego de haber realizado las adecuaciones propias a nuestros medios y realidades. No podemos esperar resultados buenos y positivos, a menos que sigamos el curso que demanda la situación que estamos viviendo, aplicando los conocimientos y las medidas que nos van a permitir poder superar y resolver estas calamidades que aquejan toda la humanidad. Siguiendo el mensaje que destila del Cuadro de Rembrandt, solo Cristo salva, por la Fe y el trabajo de TODOS, ya que nuestra REDENCION Y SALVACION necesitan ser COMUNITARIAS.