





Imposible no ver Pinocho de Guillermo del Toro y no salir con una sonrisa en la cara. En la misma sencillez de la película se encuentra su dificultad. Misma paradoja que comparte con la vida, y algo que hemos visto al director mexicano crear y retratar en varias ocasiones en la pantalla grande. Ahora, con esta versión, stop motion del clásico cuento italiano de Carlo Collodi, toma un mensaje para la niñez y lo convierte en un mensaje para la adultez y la ‘rudeza’ de la vida misma. La naturaleza de Pinocho como moraleja es tomada por Del Toro en esta nueva versión y la acerca a lo más profundo. ¿Qué mejor personaje para enseñarnos de la vida que Pinocho? Un ser inanimado al que le es otorgado la virtud de la vida y a través de su paso por ella, se le enseña algunos detalles que, como adultos, pasamos por alto. Poniendo principalmente los argumentos de la obediencia, la perfección,la vida, la muerte y el amor, sobre la mesa de los que estamos. Vivimos para tomar a Pinocho como una lección de lo que realmente somos. Llena de simbolismos, Pinocho es una aventura infantil. Guillermo del Toro ha reiterado en múltiples ocasiones que su Pinocho es una película para adultos que puede ser vista por niños. Alejada de la versión de Disney, una versión que es una fábula sobre el bien y el mal, y la importancia de las decisiones; el Pinocho del director mexicano va sobre aprender a ser humano. Pinocho no se gana la vida por ser ‘bueno’, Pinocho se gana la vida por aprender a ser humano. La película es una alegoría de padres e hijos imperfectos. Pero va más allá de eso, en cada uno de sus personajes vemos la fragilidad de la obediencia y la fragilidad de la perfección.
La de Geppetto, fallando como padre y cayendo en el alcohol hasta encontrar a Pinocho (y enfurecer de sus actos). La de Sebastián, el grillo con poca modestia. La de Candlewick (Finn Wolfhard), buscando ganarse el cariño de su padre obedeciendo.
La de Spazzatura (Cate Blanchett), el mono tratado como basura (traducción de su nombre en italiano) al ver al Conde Volpe (Christoph Waltz) como su salvador a pesar del maltrato. Y la de Pinocho, que pasa de ser ‘la reencarnación del hijo perfecto en el hijo imperfecto’ a ser el mensaje que, con todo y sus imperfecciones, hace cambiar a todos y a cada uno
-Guillermo del Toro
de los personajes. La cinta no se puede entender sin el contexto del nacionalsocialismo en la época de la Italia de Mussolini. La exageración desmesurada del fascismo, es lo que refuerza el mensaje de la obediencia en Pinocho. Un ‘niño’ que cuestiona la autoridad (como cualquier otro) por lo irrisoria que es. Con paradojas como lo malo de la guerra, aunque sea una obligación o cuestionarse cómo todos adoran la imagen de Jesús en la iglesia y a él lo tratan como monstruo, a pesar de ser ambos de madera. El contexto, otorgado por Del Toro en un nacionalsocialismo italiano, nos hace ver a Pinocho como la amenaza, incluso rebelde, al totalitarismo. Y cómo la rebeldía de cada personaje, inspirada en la de Pinocho, genera que ‘con sus imperfecciones, con su desobediencia como virtud, logra cambiar a todos sin cambiar él mismo’, como dice su director. Y de la obediencia, pasamos al amor. La posibilidad de amar sin transformar es una de las frases que mejor describen a esta película y son propiamente las palabras con las que Guillermo delToro califica la cinta en el especial de Netflix sobre la creación de la película: ‘Pinocho suele tratarse de lo que Pinocho aprende en el mundo y se convierte en un buen niño, y por ende, en un niño de verdad. Nuestro Pinocho no es eso, él cambia a todos, porque es tan puro. Cambia a Geppetto, cambia a Grillo, cambia a Spazzatura; cambia a todos. Aprende quién es como ser humano’. La posibilidad de amar sin transformar es quizá el mensaje por el cual sonreímos cada vez que vemos Pinocho y la mayor ‘arma’ de la cinta para trascender en su mensaje. Guillermo del Toro ha tallado un nuevo Pinocho, uno alejado de la historia original de Collodi, y mucho más de la versión de Disney con la que crecimos todos. Un ‘nuevo’ Pinocho que nos traslada a otras épocas, a otro tiempo, para entender aspectos fundamentales de la infancia. Y ahí radica la importancia de la visión del director mexicano, como si poner su nombre junto al título no fuera suficiente, el mexicano se hace presente en cada uno de los simbolismos, desde los más sutiles, hasta los más directos. Con una idea de Pinocho que abraza a los ‘monstruos’ para trasladarnos a otra época, a otro tiempo… y a nuestras memorias.
"Pinocho es una película con un gran corazón. Trata con quién eres, ser afín a tus principios, y no tener que cambiar para ser aceptado"
En 2018 el ilustrador Charlie Mackesy empezó a publicar unos preciosos dibujos en internet sobre un niño y tres animales que coincidían en un paisaje nevado, un día de primavera, y se auxiliaban mutuamente. Luego lo convirtió en un libro: El niño, el topo, el zorro y el caballo. Una fábula llena de buenas intenciones sobre el amor, la amabilidad y el respeto a la naturaleza, a la que muchos han comparado con El principito y que fue uno de los libros más exitosos de las navidades de 2019. Y en diciembre pasado se estrenó bellísimo mediometraje de animación, codirigido por el propio Charley y el también británico Peter Baynton. El cortometraje cuenta la historia de un niño que se pierde en un paisaje nevado y al que auxilian un topo, un zorro y un caballo, creándose un vínculo especial entre ellos. Además, cada animal representa una parte de ese niño protagonista y de nosotros mismos: El niño es curioso; el zorro desconfiado; el caballo sabio; y el topo es muy entusiasta... y un poco goloso. La historia va dirigida a niños con complejos o problemas de autoayuda. Como el niño protagonista que piensa que nunca va a volver a su casa, que no sabe qué hacer, que de mayor no sabe lo que quiere... hasta que se da cuenta de todas sus opciones son bastante valiosas. Una de las razones del éxito del libro (y del corto) son las preciosas ilustraciones de Charlie Mackesy. Mackesy ha sido descrito como “un artista de clase mundial”, que vende obras de arte a artistas como Whoopi Goldberg y Sting. Una de sus obras más notables es una escultura de bronce llamada “El regreso del hijo pródigo”, una de las obras más influyentes de la Iglesia de Inglaterra de la que es miembro. Este año en los Oscar no hay ningún cortometraje nominado de Pixar ni de Disney y entre los cinco finalistas no hay ninguno que sea completamente en 3D, destacando inmediatamente por el estilo. El corto se realizó a distancia durante la pandemia, resultando ser más fácil de lo que se esperaba. Al principio se pensó que sería un caos, pero al final fue fácil coordinar un equipo de 150 personas desperdigadas por todo el mundo.
“Yo creo que lo fundamental es que es una historia de autoayuda para niños. Es muy bonita, aunque un poco triste, y la historia es muy sencilla”
-Fernando Moro, animador y artista del corto
Elvis es una película biográfica estrenada en 2022 que, como bien dice su nombre, narra la historia del cantante estadounidense que tanta fama y popularidad cosechó a lo largo de su carrera, logrando sostener su éxito para la posteridad. Conocido como “El rey del rock & roll”, supo ganarse el corazón de muchas personas que veían en su figura un líder indiscutido, a pesar de los conflictos que más tarde comenzaría a desarrollar con el abuso de drogas como protagonista de su declive. Elvis marcó un antes y un después en la historia del rock, haciendo uso de un estilo propio que le otorgó no sólo una personalidad intachable, sino también una habilidad para ser recordado durante décadas. Mientras vestía pantalones ajustados con colores y diseños estrafalarios y brillantes, movía las caderas al ritmo de la música generando locura en sus fans al instante en que aparecía en el escenario. Este fue uno de los motivos principales por los cuales, sobre todo en sus inicios, fue víctima de duras críticas por parte de los medios de comunicación y de la población más conservadora, que veían su actuación con un deslinde sexual
que no se consideraba apropiada y era catalogada como “perversión”. En sus conciertos ya se había tornado habitual que las mujeres le arrojasen ropa interior, motivo por el cual había bastante recelo alrededor de la figura del Rey. El largometraje, disponible en HBO Max, tiene ocho nominaciones a los Premios Oscar, donde se encuentran Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Sonido. No es sorprendente que su nombre se repita en las diferentes categorías ya que varias cuestiones se destacan en la película dirigida por Baz Luhrmann, comenzando por la impecable actuación de Austin Butler como el mismísimo Elvis. El joven de 31 años demuestra el alto nivel de preparación física y vocal que debió recibir para imitar no sólo sus movimientos, sino también su acento y voz, siendo ambos aspectos que tanto lo caracterizaron y le dieron la preponderancia que tuvo en la sociedad. En una entrevista, el actor fue consultado acerca de si es él quien efectivamente canta las canciones, confirmando que sí para aquellas que pertenecen a la década del 50, mientras que en las de los años posteriores se realizó una combinación de su voz y la del propio Elvis.
Se revela que la película de Daniel Kwan y Daniel Scheinert ya superó a El Señor de los Anillos - El Retorno del Rey (94%) para convertirse en la obra más premiada de la historia.En muchos sentidos, Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo definitivamente es una historia épica y realmente ambiciosa. Más allá de las coreografías de pelea y la diversidad de creación en los multiversos propuestos, lo que realmente conectó con el público fue el camino de Evelyn Quan (Michelle Yeoh) para reconocer lo que es verdaderamente importante en su vida más allá de los posibles logros o las posibles vidas que pudo tener de tomar otras decisiones. Además, la historia logra equilibrar muy bien el tema del matrimonio estancado, la compleja relación madre e hija, y el romper con el trauma generacional.
La idea de los mutliversos es bastante popular en estos momentos, por lo que los propios directores no sabían si la película lograría sobresalir entre tantas ofertas. Al final, su estilo tan único, su excelente guion y el gran corazón que el elenco puso en sus interpretaciones bastó no sólo para ponerse a la cabeza, sino también para convertirse en la
favorita de la temporada de premios a pesar de no seguir las tendencias melodramáticas o biográficas que tanto encantan a los votantes y la propia Academia.
Los Daniels tenían la idea para esta película desde hacía años, pero no encontraban la forma de concretar todo eso que querían decir en una sola exhibición, y aunque se sintieron decepcionados al ver otros proyectos sobre el tema, decidieron seguir adelante y ahora han sido elogiados por ello. La temporada de premios suele atraer muchas controversias que desagradan al público, pero hay ciertos años en los que los espectadores y los críticos están en la misma línea, y este año se logró el efecto con esta cinta donde también participan Jamie Lee Curtis, Stephanie Hsu y Ke Huy Quan.
Para la próxima noche del Oscar, categorías como la de Mejor Actriz, Mejor Actriz de Reparto o Mejor Actor de Reparto todavía no están tan definidas y no se sabe si esta película logrará quedarse con estas estatuillas, pero en otras áreas es casi seguro y sería una verdadera sorpresa si no obtuviera estos logros. Aunque los premios de la Academia son realmente importantes para la industria, todos los involucrados en Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo deben sentirse orgullosos por todos los reconocimientos que han acumulado estas semanas y que ya dejan a la película como la máxima ganadora de la historia. Según IGN, la cinta existencialista lleva 158 premios en los círculos y eventos de más prestigio y eso que todavía falta el Oscar que se llevará a cabo este
fin de semana. Con esto se rompe el récord de El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey que al llevarse 101 reconocimientos fue nombrada como la cinta más premiada de la historia. Si se toman en cuenta todos los premios posibles, incluso esos menores que no suelen ser televisados o muy anunciados, Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo igual se queda al frente, pues por ahora lleva 691 nominaciones con 336 premios, mientras que el cierre de la trilogía de Peter Jackson se quedó con 337 nominaciones y 213 premios. Este logro no es cualquier cosa, pues LOTR fue una franquicia que recolectó grandes números en la taquilla y premios de temporada, pero justamente por eso algunos decidieron esperar hasta la tercera entrega para darle todos los reconocimientos posibles, algo que Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo logró en un único movimiento. Los fans deben estar muy atentos para la noche del Oscar, pues marcaría un gran cambio en las tendencias de este tipo de eventos si es que la obra logra llevarse categorías como Mejor Película y Mejor Actriz, lo que seguiría con la creación de su importante legado.
Detrás de los detalles de una cinta están, entre otros expertos, los diseñadores gráficos. No debemos confundirlos con escenógrafos, pues, lejos de decorar un set, se encargan de darle vida a la esencia de la película a través de los objetos que existirían en ese munxlucrado en la producción cinematográfica estudia arte, historia, técnicas antiguas y modernas de manufactura y moda (por mencionar algunos temas). Y si hay una especialista en esta creciente rama de la industria, sin duda, es Annie Atkins, la joven británica ganadora del Emmy y Oscar que está revolucionando el mundo cinematográfico. Hemos visto su trabajo en escenas de The Grand Hotel Budapest (2014), de Wes Anderson, en Bridge of Spies (2015), de Steven Spielberg, así como en The Tudors y Penny Dreadful, series mundialmente aclamadas. Para ella, la magia está en la sutileza; pues a pesar de que algunos de sus diseños podrían pasar desapercibidos, o al menos para el ojo no entrenado, son la clave perfecta para crear la ambientación ideal con base en el guion. De hecho, mientras más sutil y natural sea un objeto, mejor es aceptado como parte del realismo de la producción. En el caso de The Tudors, el trabajo de Annie involucró aprender cómo se desarrollaban los objetos en el siglo
XV, en Inglaterra (una práctica claramente descontinuada). Ella recurre a equipo antiguo, como máquinas de escribir y ciertos papeles especiales, para darle autenticidad a su obra; la esencia que no puede desmentirse es su especialidad, pues pertenece al momento histórico adecuado. Apasionada del arte análogo, también posee una maestría innegable en cuanto a las herramientas digitales. Sin embargo, Atkins siempre preferirá lo artesanal, pues encuentra el romance y la nostalgia ocultos en la manera original en que se realizaban los procesos. Igualmente, prefiere inmiscuirse en producciones de época en vez de cine de ciencia ficción.
La naturaleza efímera de sus creaciones, aquellas que solo aparecen en pantalla durante unos segundos, es lo que vuelve el trabajo de Annie tan preciado. Ella ha diseñado piezas gráficas como mapas para escapar de prisión, pasaportes, menús de restaurantes, entre un sinfín de artículos impresos en papel. En otras palabras: todo lo que los actores utilizan en las grabaciones. Para Annie, escribir sus memorias fue una forma de arrojar luz y reconocimiento al oficio de diseño en cine. Su minuciosidad ha sido aclamada en el mundo cinematográfico. Actualmente, cuenta con más de 200 objetos realizados para el séptimo arte.
“Imagination doesn’t compare to our real life design history”.
-Annie Atkins
Tom Cruise cuenta con uno de los papeles más exitosos y emblemáticos, Tom Cruise no solo salva la taquilla, también apuesta por una secuela que salta los obstaculos de la nostalgia simple. Las segundas partes de una película siempre sin riesgo. Pero, ¿qué pasa cuando la secuela llega más de 30 años después? En el caso de Top Gun: Maverick, el resultado es bastante favorable. Este no sólo es el regreso de Tom Cruise a uno de sus personajes emblemáticos, es también una muestra de que el cine “para la taquilla” también puede presumir de otras cualidades. La primera entrega, el Top Gun de 1986, tiene un valor icónico y en la cultura popular que es mayor a su trascendencia cinematográfi- ca. Es cierto que es un personaje fundacional en ese mito llamado Tom Cruise, pero más allá de su espectacular rostro de ojos bajo gafas en los que se estrella un sol intenso, sobre la cinta no hay mucho que decir. La historia tiene puntos de conexión narrativos y de estructura muy similares a su primera entrega, jóvenes insolentes con un mal primer paso con sus instructores y un proceso de enseñanza y aprendizaje en medio de una difícil misión. Maverick, después de 30 años de servicio, es ahora un instructor de pilotos y este encuentro con los que serán sus pupilos y la misión en cuestión detonara recuerdos y sus vínculos con el pasado. Pasa todo lo contrario con la segunda entrega a manos de Joseph Kosinski quien sabe navegar bien en la estética un tanto nostálgica, tiñendo la pantalla con un naranja intenso productos de los ocasos en terreno descampado que se relacionan con la historia del piloto, y dando estructura y profundidad al caso particular del regreso de un héroe que en realidad poco se ha ido. También, valga la pena hablar de ello, ese
primer fin tiene también una cierta carga homoerótica en su discurso visual con todos esos estilizados pilotos y esa tensión de un bromance confuso que, de cierto modo, se extiende a esta segunda entrega con aquella muy viral secuencia en la playa con un peculiar baile de Miles Teller. Top Gun: Maverick tiene entonces un aspecto metanarrativo, es también la historia del propio Cruise, A pesar de que la del cine es una industria fluctuante en constante evolución técnica y narrativa, el actor se confirma como una estrella integral capaz de hacer sus propias escenas de vuelo y acción para mostrar cada una de las aristas de carácter. La película dialoga con la realidad y el paso del tiempo. No es para todos afortunada. Tanto en la cinta como en la realidad, el paso del tiempo ha sido benévolo con Tom y Maverick como con pocos. Ahí la aparición del actor Val Kilmer, quien en los últimos años ha visto deteriorada su salud y su carrera, también relegado de la maquinaria de Hollywood, se vuelve quizá el dis- curso más poderoso y contundente dentro del filme. Dos personas con trayectorias completamente opuestas.
La película ha arrasado en los eventos cinematográficos, ha alcanzado un total de 147 nominaciones y, hasta el momento, ha recogido 39. La historia esconde: drama, acción y aventura, y anhela al público con el recuerdo de Chadwick Bosseman. La muerte del anterior protagonista sobrecogió a todas sus compañeras y compañeros, pero con ingenio y amor se ha logrado un gran resultado adaptado de los cómics de Marvel. La película podría resumirse en la enseñanza y convicción, la fortaleza y la progresiva maduración de Shuri, quien deberá ocuparse de la protección de Wakanda junto a sus guerreras y compañeras. El principal motivo de su toma de poder se verá asociado a la muerte de su hermano, el Rey T’Challa. Pero, la protagonista, se verá envuelta en otros acontecimientos dolorosos e inesperadosante los cuales deberá mantener la compostura, y seguir adelante. Su meta se verá potenciada por la presión del buen legado que habría dejado su hermano, de quien no supera su fallecimiento. Sin embargo, su impoluta inteligencia será cómplice de su perseverancia, y no se rendirá fácilmente ante las adversidades para alcanzar sus objetivos. La amenaza de un nuevo pueblo, hallado cerca de sus territorios, será una motivación añadida a su exigente lista de superación. Su pueblo está en peligro, y ella cree tener los mecanismos y la voluntad para conseguir protegerlo. Ryan Coogler es un escritor y productor estadounidense que es conocido por la precuela de la historiay por Creed. La leyenda de Rocky. Creció envuelto entre las historias de cómics sobre héroes, admirando el trabajo que hacía Stan Lee. Cuenta, que desde pequeño se fue componiendo su sueño de ser escritor y cineasta. En calidad de estudiante de posgrado, accedió a la escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California. Allí obtuvo el título, y, en 2013, crearía su primer proyecto junto a Forest Whitaker: Fruitvale Station. Su súper héroe favorito resultó ser Pantera Negra, y, por ello, en cuanto le propusieron la dirección del filme accedió de primeras. Su recorrido por el mundo de Marvel ha sido corto, pero bastante significante. Con Black Panther I consiguió muy buenas valoraciones, y ahora con la secuela también.
El fallecimiento de Boseman (Rey T’Challa) fue un acontecimiento bastante repentino, y como no querían utilizar inteligencia artificial, en hora y respeto de su memoria, desarrolló la historia de Shuri. La trayectoria de la película ha estado muy marcada, 147 nominaciones albergan su contenido. Hasta ahora, se le han otorgado un total de 39 premios. Cinco reconocimientos podrían ser desvelados en la gala de los Óscar. Las categorías citadas serán: mejor diseño de vestuario. (Ruth E. Carter), mejor maquillaje y peluquería. (Camile Friend y Joel Harlow), mejor música original. Lift me up. (Tems, Rihanna, Ryan Coogler y Ludwig Göransson), mejores efectos especiales., mejor Actriz de reparto. (Angela Bassett). Dichas nominaciones han llegado, también, a otros eventos. Pero, sin duda, la que más ha resaltado ha sido: “Mejor actriz de reparto” para Angela Bassett, a ella se le ha considerado la pieza clave en esta película. El próximo 12 de marzo y madrugada del día 13, está por ver si la película se lleva alguno de los varios galardones al set, pues sin lugar a duda el trabajo ha sido un gran ejemplo de confianza y adaptación. Wakanda Forever ha resultado ser una alegoría al feminismo, que ha contado con un elenco integrador. La historia de Black Panther se reescribe, reluciendo el empoderamiento femenino en fuerza e inteligencia. El cineasta y escritor ha desplegado mucho tiempo e imaginación en crear el contenido enigmático de la película, pero es de reconocer que sin el equipo técnico que hay tras las cámaras, su resultado no hubiese sido el mismo. Y es por ello que Wakanda Forever es merecedor de todos los honrosos premios a los que se encuentra nominado en esta ocasión.
Desde sus inicios, la industria del cine ha estado obsesionada con retratar la guerra y tratar de que el público pueda apreciar las experiencias de las trincheras para llegar siempre a una misma conclusión: los conflictos son espantosos y la humanidad debería evitarlos. Cuando surge una película como Los espíritus de la isla no hay otra forma de reaccionar que con ovaciones para esta, su elenco y todo su equipo. Sin mostrar una sola escena de acción o disparos, la obra del director Martin McDonagh ilustra cuidadosamente todos los ejes de la Guerra Civil irlandesa: las víctimas y sus horrorosas consecuencias. Es notable el trabajo de McDonagh que,
contada a través de una personal. Nuestro primer hombre representa al Estado Libre Irlandés, una entidad originada en 1922 y que permitía la creación de un Estado separado de Irlanda, pero todavía dentro del imperio británico. Del otro
aunque también pueda leerse como una película que habla del dolor de una simple ruptura con un amigo, del desmoronamiento de una amistad de un día para otro, mientras examina el desespero y la soledad del ser humano, en particular entre los hombres adultos. Por eso, antes de hablar de las alegorías a la guerra, me gustaría rescatar brevemente el comentario de alguien que vio la película desde esta última lectura. La premisa es sencilla, pero emocionante: Pádraic Súlleabháin (Colin Farrell) se encuentra con que su amigo de toda la vida, Colm Doherty (Brendan Gleeson), ya no quiere ser su amigo, de un día para otro. Pádraic no había hecho nada, solo lo dejaron de querer. Es una situación por la que muchos hemos pasado. Pero no solo eso: Colm le advierte a Pádraic, quien intenta reparar la relación varias veces en medio de su desesperación, que se quitará un dedo de su mano cada vez que se le acerque y le hable. Para Colm, la amistad con Pádraic parece ser un impedimento para sus deseos de dejar un importante legado en el mundo como violinista. Pero la de Pádraic y Colm no es una ruptura cualquiera, sino la propia partición de la isla de Irlanda
lado está Colm, quien retrata a las fuerzas republicanas que decían que aceptar dicho tratado, y continuar dependiendo del Reino Unido de alguna forma, era una traición a los valores que buscaban una Irlanda soberana. Por eso amenazaron con asaltar a la nación. Una advertencia tan cruda como la que hizo Colm cuando dijo que iba a quitarse sus propios dedos, aunque esto significara no tocar el violín, que era su más grande pasión. El guardia de policía Pedar Kearney (Gary Lydon) ilustra nada más y nada menos que al imperio británico, que ejerce su poder golpeando a los locales, entre ellos a su hijo, Dominic, y también a Pádraic. Dominic, por otro lado, señala la inocencia perdida y la desilusión de la generación joven y el impacto de la guerra en esta. Mientras que Siobhán, la hermana de Pádraic, refleja la liberación de la población agobiada por la violencia que se vivía en la isla. Finalmente, y como nuevo paralelo,
la burra Jenny, el personaje más puro de la película, sirve como representación en el entorno para proyectar como los inocentes se vieron en la necesidad de someterse y sufrir las brutales consecuencias de la guerra e inevitablemente son víctimas de la conducta de otros, en este caso de Pádraic, su dueño. Todo el guion resulta exquisito, pero es quizás el cierre lo más memorable. Hay una última conversación entre Pádraic y Colm que pronostica que, si bien vivirán un período en paz como buenos vecinos, quedará un enorme resentimiento entre ambos por las pérdidas que han sufrido tras su pelea. Esa es la historia de Irlanda. El daño en esta amistad parece irreversible. Al final llegamos a la misma conclusión: la guerra nos quita toda la inocencia. Fue, sin embargo, una fórmula muy diferente. Fue toda una sorpresa esta narración, en tiempos en los que se respetan excesivamente las fórmulas y hay poco espacio para la originalidad. Debido a su enriquecedora trama y destacable elocuencia para tratar con un conflicto bélico de una manera sumamente creativa, en una representación que realza los aspectos negativos de ellos, Los espíritus de la sila podría ganar algún premio referente a la elaboración del guión por su manera de tratar cada alegoría de la guerra.
“La nominación no podría haber pasado por una mejor película”.
-Colin Farrel
Por primera vez en décadas, desde 1935, los cinco nominados a mejor actor en los Oscar 2023 son todos debutantes. Y los nominados mas populares entre el público, y con la mayor probabilidad de ser ganadores del Oscar a mejor actor con el reaparecido Brendan Fraser (“The Whale”) y Austin Butler (“Elvis”) como favoritos, sin menospreciar al irlandés Colin Farrell (“The Banshees of Inisherin”).
A días de que se celebre la mayor gala del cine en el Teatro Dolby de Los Ángeles (EE.UU.) encabeza las apuestas entre el público Butler por su interpretación de Elvis Presley en el filme de Baz Luhrmann que narra el auge y la caída (y muerte) del rey del “rock and roll”.
“Es la mayor responsabilidad que he sentido alguna vez, sientes tal responsabilidad hacia él, hacia su familia, hacia toda la gente alrededor del mundo que lo ama tanto y es aterrador”
-Austin ButlerButler, de 31 años, no se queda corto ni se pasa a la hora de interpretar al artista que posiblemente tenga más imitadores en el mundo, con permiso de Michael Jackson. Llegó a meterse tanto en el papel que a día de hoy Butler sigue hablando en ocasiones como el rey del rock, lo que ha suscitado todo tipo de chanzas, aunque él se lo toma con humor, y llegó a bromear sobre el tema en un monólogo en diciembre en el programa de comedia de EE.UU. Saturday Night Live. Este artista californiano llega a la gala de los Oscar 2023 tras haber ganado el premio a mejor actor de los BAFTA británicos y los Globo de Oro, entre otros.
Aun así, no parece que Brendan Fraser se lo vaya a poner fácil con con obesidad mórbida en “The Whale”, de Darren Aronofsky, a Hollywood de personaje atormentado que vive una redención física del actor. Para dar credibilidad al papel, Fraser, que ganó y el galardón del Sindicato de Actores, estuvo ayudado por una prótesis en Charlie, un hombre con sobrepeso que trata de ganarse el favor Gracias a Charlie, el actor estadounidense-canadiense ha vuelto de la gran pantalla en la década de los 90 con éxitos como “George después durante años. En este tiempo, Brendan Fraser ha de salud por las heridas sufridas durante el rodaje de escenas de sexualmente por el exresponsable de los Globos de Oro, Philip especializado Deadline, Fraser dijo que no hubiera podido participar
“No tenía la experiencia vital o la aflicción. Hace diez años no hubiera tenido la experiencia suficiente como padre para apreciar qué significa tener a alguien joven en tu vida”.
-Brendan FraserFAVORITO
con su interpretación de un profesor de inglés en uno de esos papeles que tanto le gustan redención y que requiere de una gran transformación ganó este año en los Critics’ Choice Awards prótesis de 136 kilos que le permitió convertirse favor de su hija en los días más agónicos de su vida. a los focos tras ser uno de los guapos oficiales “George of the Jungle” y “The Mummy”, y desaparecer pasado por un divorcio costoso, problemas de acción y ha denunciado haber sido agredido Philip Berk. En una entrevista reciente al medio participar en “The Whale” anteriormente.
PODRÍA DAR LA SORPRESA
Butler y Fraser tendrán que vérselas con Colin Farrell, quien encarna a un vecino de un pueblo remoto, el imaginario Inisherin, en una isla de Irlanda en “The Banshees of Inisherin”, de Martin McDonagh, en una interpretación diferente a los papeles que ha tenido en sus 25 años de carrera. Farrell, de 46 años, imprime dulzura y vulnerabilidad a Pádraic, un parroquiano que nunca se ha movido de su pueblo y que trata de salvar la relación con su mejor amigo, Colm (Brendan Gleeson). Una actuación que la ha valido galardones como el Globo de Oro a mejor actor en una comedia o la copa Volpi en el Festival de Cine de Venecia. Esta es la primera nominación de Colin Farrell y considera que no le “podría haber llegado con una película mejor”. En esta cinta se ha reencontrado con viejos conocidos como Gleeson, con quien apareció en “Bravehart” (1995). De hecho, como Farrell señaló en una entrevista con el medio Gold Derby, de ganar lo mejor para él sería poder celebrarlo junto a toda su “cuadrilla”, en referencia a sus compañeros de rodaje en “los Banshees”.
No solo es la película más taquillera de todos los tiempos, sino que los efectos especiales de Avatar son algo de lo que vale la pena hablar. Y aprovechando que llega la secuela (13 años después) también hablemos de cómo se hizo esta nueva aventura. Y esto no ha sido de a gratis, pues la primera película (que se lanzó en 2009) fue trabajada desde los 90, pero el director decidió esperar y retrasarla en varias ocasiones hasta contar con la tecnología necesaria para concebirla. Aunque quizás hoy el 3D en las películas te parece lo más natural, cuando salió causó furor por lo natural que se veía todo en esta película realizada en un 70% con imágenes creadas por computadora. La mayor innovación tecnológica de Avatar es todo lo relacionado a la captura de movimiento. Se trata de una técnica donde se capta el movimiento de personas y animales y este luego es trasladado a un modelo digital realizado por computadora. Aunque la técnica ya existía desde los 90 y llegó a otro nivel con Gollum en El Señor de los Anillos (2001 - 2003), James Cameron fue un paso más allá al crear todo un sistema (trajes, cascos, cámaras y monitores) que le permitieran convertir en tiempo real la captura de movimiento del elenco en modelos de computadora.
Anteriormente, primero se filmaban las acciones y luego pasaba por un proceso de conversión a un modelo animado. Y para los gestos usualmente se hacía una especie de mapa del rostro que se digitalizaba y así se moldeaban las expresiones digitales del personaje. Sin embargo, los efectos especiales de Avatar permitieron que los gestos del elenco fueran filmados en vivo y en directo y así plasmarlos al modelo digital. Esto para mas tarde pasar todos los detalles de los personajes, siendo estos piel, cabello, ojos, etc. Y si se observa el detrás de cámaras, se observa como todas las personas a cámara traían unos trajes muy particulares y estaban llenos de puntitos y elementos de utilería para asemejar las orejas y colas de los Na’vi. Y la innovación para la secuela no se queda atrás; pues ideó de nuevo nuevas técnicas y aparatos tecnológicos (de la mano de Weta Digital) para los efectos especiales en Avatar 2 que nunca habíamos visto antes. Lo particular de esta secuela es que gran parte de la acción ocurre bajo el agua. Sí, James Cameron puso a su elenco de nuevo en trajes de captura de movimiento y los puso a actuar tal cual en el agua. Para poder llevar a cabo su rol, Kate Winslet, que se unió al reparto de la saga, entrenó sus pulmones y su capacidad para aguantar la respiración bajo el agua por 7 minutos. Usar equipo de buceo no fue una opción debido a que este interferiría con la captura de movimiento de los actores y las burbujas también dificultaban la correcta captación de los tajes. Y como consecuencia, todos los actores que aparecen a cuadro tuvieron un entrenamiento especial para aguantar tanto tiempo bajo el agua.
La actuación acuática se realizó en su mayoría en un enorme tanque que puede contener hasta 900 mil galones de agua que imita el movimiento de las corrientes de agua y el oleaje del océano. Pero en este contexto no bastaba que el elenco usara trajes de captura de movimiento, sino que para captarlo mejor también se llenó el tanque con pequeñas bolas blancas. Esto quizás no es tan innovador como lo anterior, pero también eran necesarias para la correcta grabación de las escenas. Estas ayudaban a evitar que con los reflejos en el agua se crearan marcadores falsos para las cámaras de captura de movimiento. Avatar: El sentido del agua, es una película digna de reconocimiento y admiración por la labor desemeñada para convertir a la historia en realidad, y así logrando inducir al espectador en el mágico mundo de Pandora una vez más.
El compositor John Williams, que ha pasado a la historia por la música de clásicos del cine. Aspira a su sexto Óscar este fin de semana por la banda sonora de Los Fabelman, de Steven Spielberg. A sus 91 años, Williams ha sido nominado 53 veces, y si el domingo se lleva otra estatuilla dorada a casa, hará historia como la persona de más edad en ganar un Óscar. El actual récord lo ostenta el guionista James Ivory, que tenía 89 años cuando ganó el último. Parece irreal que alguien tan mayor pueda trabajar tanto, pero sigue siendo muy emocionante incluso después de 53 años en el candelero. El compositor ya tiene en su vitrina cinco Óscares por la música original de La Guerra de las Galaxias, El violinista en el tejado, Tiburón, ET el extraterrestre y la Lista de Schindler, estas tres últimas de Spielberg, con quien mantiene una estrecha relación profesional y personal. Aunque su obra está
impregnada de influencias musicales de mediados del siglo pasado, como el jazz o estándares populares estadunidenses, su fuente son los clásicos como Wagner. Hijo de un percusionista, John Williams nació el 8 de febrero de 1932 en el barrio neoyorquino de Queens. Fue el mayor de cuatro hermanos. La familia se mudó a la ciudad de Los Ángeles en 1948, donde Williams estudió composición y un semestre de jazz en Los Angeles City College. Como miembro de la Fuerza Aérea, tocó el piano e instrumentos de viento en la banda de su unidad. Al concluir el servicio militar, se trasladó a Nueva York
para estudiar piano en la prestigiosa escuela Juilliard. Aunque inicialmente quería ser pianista, pronto se decantó por la composición. Su versatilidad, le entronizó en el Olimpo musical. Regresó a Los Ángeles, donde trabajó en estudios de cine y como pianista. Adaptó para el cine West Side Story, de Leonard Bernstein. En 1972 ganó su primer Óscar, aunque su primera nominación se remonta a 1967 por la película El valle de las muñecas. Su colaboración con Spielberg empezó en los primeros años de la década de 1970, con The Sugarland Express y siguió con Tiburón. El amenazador ostinato de dos notas
"Me quedan 10 años más. Me quedaré por aquí un tiempo. No puedes ‘retirarte’ de la música. Es como respirar"
-John Williamsque Williams compuso para la película se ha convertido prácticamente en sinónimo del propio miedo. La película del también oscarizado director le valió a Williams su segunda estatuilla, dando inicio a una larga y fructífera colaboración que también incluye la banda sonora de Encuentros cercanos del tercer tipo. Escribió la banda sonora de nuestras vidas, declaró el director venezolano Gustavo Dudamel a The New York Times el año pasado. Cuando escuchamos una melodía de John, retrocedemos a una época, a un sabor, a un olor. Todos nuestros sentidos retroceden a un momento, sostuvo. Entre el centenar de bandas sonoras que compuso Williams, destacan las de las tres primeras entregas de Harry Potter, Indiana Jones y Superman. “John nos hizo volver a creer en la aventura con esa marcha trepidante”, señaló Spielberg. Aunque recientemente dijo que podría dejar la producción cinematográfica y centrarse más en la composición y la dirección de música para concierto, Williams ha dicho que quiere trabajar al menos hasta los 100 años.
Estrenada en Netflix tras un estreno efímero en muy pocas salas, ‘Sin novedad en el frente’ ha sorprendido con sus nueve nominaciones a los premios Óscar –récord para cualquier producción alemana– y llega a la gala con el Bafta a la mejor película bajo el brazo. ¿Será la gran tapada de la noche? En 1929, el escritor alemán Erich Maria Remarque publicó la novela en la que había volcado su experiencia como soldado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Se convirtió en un éxito global instantáneo, aún hoy es la novela alemana más vendida de la historia y conserva el estatus de ser el mejor acercamiento nunca escrito a la Gran Guerra. Su estilo y narrativa se mantienen aún como rabiosamente modernos, y es fácil encontrar paralelismo en la actualidad con algunos de los temas que toca Remarque: la guerra de Ucrania, el auge del nacionalismo, el cuestionamiento de las estructuras establecidas durante décadas… Pero quizá su mayor valor siga siendo el claro antibelicismo que emana de la historia de estos jóvenes que marchan entusiastas al frente, tras sufrir años de propaganda en el colegio, y enseguida descubren el terror. No hay nada heróico en el libro de Remarque. El éxito de la novela de Remarque fue tan importante, que tan solo un año más tarde Hollywood estrenaba una adaptación que conquistaría el Óscar a la mejor película y le valdría a Lewis Milestone el premio a la mejor dirección. Filme de gran emotividad, se detiene más que la película de Berger en describir el discurso patriotero y belicoso que el profesorado viertesobre los alumnos para que vayan a la guerra. El mensaje de este "Sin novedad en el frente" tiene mucho que ver con un par de botas de primera calidad que, en la guerra, tienen más valor que la vida de un soldado. Dichas botas irán pasando de un soldado a otro a medida que estos van cayendo en el campo de batalla, sirviéndole a Milestone para magistrales elipsis (en la nueva versión, las botas son sustituidas por el uniforme que protagoniza el arranque y que vestirá el protagonista). Milestone también incide en un tiempo de permiso del protagonista, en el que descubre que la sociedad no entiende nada de lo que ocurre en las trincheras. “Tú no entiendes nada de la guerra, solo los detalles”, le llegaban a decir. Incapaz de aguantar tanta hipocresía el joven soldado vuelve al frente antes de lo previsto. La guerra es preferible a las mentiras de casa. Al final, en las trincheras, la “insignificante”
belleza de una mariposa vale más que la propia vida. Uno de los aspectos importantes de la nueva "Sin novedad en el frente" es que se trata de la primera versión alemana, rodada además en alemán. Como cuenta el productor Malte Grunert, una de las grandes obsesiones fue la precisión histórica en todos los aspectos del filme. Para los actores era difícil ponerse y quitarse los uniformes, que cuando se mojaban pesaban el doble. En las afueras de Praga, en una vasta extensión, el equipo construyó las trincheras alemanas y francesas y la tierra de nadie entre una y otra, con el alambre de púas, los cráteres de las bombas, los esqueletos de animales y los cadáveres. “Moverse en torno a este campo de batalla durante el rodaje era muy deprimente, un reto psicológico”, ha explicado Grunert. “Por no mencionar que hacía frío y estaba todo embarrado”. Aunque quizá no sea demasiado conocido por el gran público, Edward Berger se ha labrado un prestigio en el panorama audiovisual internacional. En los últimos años, ha dirigido capítulos de series exitosas como "The Terror" o " Your Honor", un drama sobre dos niños abandonados, Berger consiguió entrar en la sección oficial de la Berlinale y un buen puñado de premios por todo el mundo. Otro de sus grandes éxitos ha sido Deutschland 83, la primera serie alemana que se vendió
en EE. UU. y que también ha podido verse en España en Movistar +. En 2019, compitió en la sección Panorama de la Berlinale con el filme "All My Loving". "Sin novedad en el frente" es su primera gran producción cinematográfica. Pero quizá el elemento más extraño y desasosegante del filme sea su banda sonora. Volker Bertelmann desarrolla una banda sonora minimalista, que anticipa el horror al que se enfrentan estos inocentes muchachos y nos conduce a un estado mental de nervios y desesperación. Con apenas tres notas que emergen una y otra vez a lo largo del filme, el compositor evita acompañar la acción o las emociones para conducirnos a un estado de ansiedad e impacto. Y entre nota y nota, las explosiones, los tiros, los lamentos, los lloros, los gritos de euforia. “Sin novedad en el frente” es destacable por la nueva perspectiva que ofrece desde una producción alemana. Con una visión trascendental y un destacable mensaje antiguerra para el periodo y situación actual a nivel mundial, fue capaz de lograr un impacto de soberana magnitud con una recepción popular consciente de la temática y aspectos principales a tratar. Debido a este entendimiento, interpretación y valoración unánime por parte de los espectadores, podría recibir algunos premios en la 95° ceremonia de los premios de la Academia
"Es visualmente muy, muy impresionante, abrumante y agobiante"
-Mark Kermode
Shrek (2001) fue una de las grandes películas de animación de los 2000, que marcó cierta tendencia tanto en lo referido a la animación que para el momento se ubicaba como una digna respuesta a las proezas técnicas de Pixar, y también en lo referido a lo narrativo, planteando un aggiornamento de los cuentos de hadas y un humor bastante ácido llevando el plano actual y referencias pop a los clásicos y por demás contados cuentos infantiles. Las secuelas no tardaron en llegar y si bien «Shrek 2» (2004) es de esas películas que no solo está a la altura de la original, sino que hasta en cierto grado la superan, las otras dos secuelas que tuvo la saga fueron bastante olvidables al igual que el primer spin-off «Gato con Botas» (2011) que no supo aprovechar los grandes aspectos del personaje del título que lo convirtieron en uno de los aciertos de «Shrek 2». Once años más tarde llega la secuela del spin-off como muestra clara de la crisis reinante en Hollywood donde toda producción parece tener que estar anclada en fórmulas probadas para tener luz verde por parte de algún estudio. No obstante, y contra todo pronóstico, esta tardía secuela del adorable felino interpretado por Antonio Banderas, es un gran acierto que encantará tanto a los más pequeños como a los adultos. El largometraje sigue nuevamente al personaje del título, quien descubre que, tras varios años de aventuras y diversiones, ha gastado ocho de sus nueve vidas. Ante el miedo a morir,
el gato emprende un viaje épico para encontrar la estrella mágica del centro del Bosque Oscuro y poder pedirle un último deseo donde las vidas le sean restauradas. Obviamente no será el único que esté detrás del preciado y mágico tesoro, primero deberá enfrentarse ante el temible Lobo (Wagner Moura) que vendría a ser una representación física de la muerte, pero también deberá lidiar con Jack Horner (John Mulaney), un pastelero despiadado, Ricitos de Oro (Florence Pugh) y su familia adoptiva de osos, Mamá (Olivia Colman), Papá (Ray Winstone) y Bebé Oso (Samson Kayo), y también tendrá a un viejo amor en la búsqueda de la estrella, Kitty Patitas Suaves (Salma Hayek), quien funcionará como adversaria
en primera instancia y luego como ayudante. Además de presentar una narración clásica de búsquedadel tesoro pero con ciertas vueltas de tuerca bastante atractivas y originales, el fuerte de esta secuela radica en una mezcla de técnicas de animación que le dan un look similar al que vimos en «Spider-Man: Un nuevo universo» (2018), donde se yuxtapone desde un estilo de animación 2D con 3D, animación hecha por computadora, pintura, una paleta de colores alucinante y otros recursos que le dan vida a este mundo de fantasía donde se desarrolla la acción. El diseño de personajes también es muy destacable y recobra el espíritu que pudimos ver en las primeras dos películas de «Shrek», recuperando esa irreverencia al reimaginar a los personajes clásicos. Por otro lado, el reparto de voces con el que cuenta el film es superlativo y realmente se nota un gran trabajo a nivel interpretativo. «Gato con Botas: El último deseo» es el caso de aquella secuela tardía que funciona y que no solo brinda un entretenimiento para toda la familia, sino que además posee varias capas para analizar tanto en lo técnico como en lo narrativo (el miedo a la muerte, la valentía, el amor, la familia y varias otras cuestiones son tratadas con una profundidad que va más allá del mero entretenimiento para los más chicos). Y como siempre, Antonio Banderas se luce (y se divierte) con un personaje que conoce de pies a cabeza y que se encuentra entre los papeles más destacados de su carrera.
Estamos a tan sólo unos días de que la 95° edición de los premios Oscar se lleve a cabo. Como cada año, la controversia sobre los nominados se ha hecho latente previo a la contienda, sin embargo, este 2023 ha escalado a un nivel que puede ser muy perjudicial para los contendientes a la preciada estatuilla. El pasado 5 de marzo, la revista Vogue compartió un artículo titulado Hace más de dos décadas que no hay una ganadora no blanca del Oscar a la mejor actriz ¿Cambiará la situación en 2023?, donde se hace una profunda crítica a lo que denominan “racismo sistematizado” por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. El argumento que el legendario medio de moda vigente desde 1892 presenta, es que han pasado 21 años desde que una actriz no blanca ganó un Oscar a Mejor Actriz, siendo la última Halle Berry por su papel en la cinta Monster’s Ball. El problema comenzó cuando Vogue comparó a las dos actrices que este 2023 son las principales candidatas a quedarse con la estatuilla: Michelle Yeoh por su papel en Todo en todas partes al mismo tiempo y Cate Blanchett en TÁR, y aunque se hace mención de la inigualable trayectoria de Blanchett, Vogue reitera todo su apoyo a Yeoh. “Los detractores dirán que la interpretación de Blanchett es la más fuerte -la veterana actriz está, indiscutiblemente, increíble como la prolífica directora de orquesta Lydia Tár-, pero hay que tener en cuenta que ya tiene dos Oscar (a la mejor actriz de reparto por El aviador en 2005 y a la mejor actriz por Blue Jasmine en 2014) (...) Mientras tanto, a Yeoh un Oscar le cambiaría la vida: su nombre iría precedido para siempre de la frase ‘ganadora de un Oscar’, y debería suponerle papeles más sustanciosos, después de una década de estar criminalmente infrautilizada en Hollywood”, se puede leer dentro del artículo de Vogue. Esto podría tratarse únicamente de una opinión controversial de un medio británico
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sino fuera porque la misma Michelle Yeoh compartió el artículo en sus redes sociales como forma de demostrar que está de acuerdo por lo planteado por Vogue, lo cual ha desatado todo tipo de comentarios en redes sociales. La candidatura de Michelle Yeoh podría estar en riesgo. Si bien, es entendible que Yeoh apoye las palabras de Vogue cuando ella misma ha sido víctima del racismo sistemático del que habla el artículo, el problema es la mención de Blanchett en el mismo, lo cual, la Academia podría tomar como una medida deshonesta en la competencia. Cabe mencionar que Andrea Riseborough, quien también se encuentra nominada por su papel en la cinta independiente To Leslie, fue investigada recientemente por la Academia por el “excesivo” apoyo que actrices como Gwynnet Paltrow, Amy Adams y Jennifer Aniston hicieron a Riseborough en sus respectivas redes sociales, rifando incluso pases gratis a la cinta. Al final,
Riseborough continuó nominada, pero si su candidatura estuvo en riesgo por un apoyo honesto de sus colegas, ¿qué consecuencias podría tener Michelle Yeoh cuando gran parte del público está entendiendo su apoyo a Vogue como “yo merezco más el Oscar que Cate Blanchett”? Hasta el momento, ni Blanchett ni la Academia se han pronunciado al respecto, pero lo que es un hecho es que Yeoh camina por hielo muy delgado. “Yeoh ya se merece todos los elogios por haber estado más cerca de hacerse con la estatuilla a la mejor actriz que ninguna otra mujer de color en los últimos 21 años, pero esperemos que llegue al podio el 12 de marzo y que, esta vez, su victoria provoque un cambio real y haga saltar la puerta de sus goznes para todas las mujeres que le sigan”, finaliza de esta manera Vogue su controversial artículo.