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AVATAR LOS EFECTOS DEL AGUA

No solo es la película más taquillera de todos los tiempos, sino que los efectos especiales de Avatar son algo de lo que vale la pena hablar. Y aprovechando que llega la secuela (13 años después) también hablemos de cómo se hizo esta nueva aventura. Y esto no ha sido de a gratis, pues la primera película (que se lanzó en 2009) fue trabajada desde los 90, pero el director decidió esperar y retrasarla en varias ocasiones hasta contar con la tecnología necesaria para concebirla. Aunque quizás hoy el 3D en las películas te parece lo más natural, cuando salió causó furor por lo natural que se veía todo en esta película realizada en un 70% con imágenes creadas por computadora. La mayor innovación tecnológica de Avatar es todo lo relacionado a la captura de movimiento. Se trata de una técnica donde se capta el movimiento de personas y animales y este luego es trasladado a un modelo digital realizado por computadora. Aunque la técnica ya existía desde los 90 y llegó a otro nivel con Gollum en El Señor de los Anillos (2001 - 2003), James Cameron fue un paso más allá al crear todo un sistema (trajes, cascos, cámaras y monitores) que le permitieran convertir en tiempo real la captura de movimiento del elenco en modelos de computadora.
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Anteriormente, primero se filmaban las acciones y luego pasaba por un proceso de conversión a un modelo animado. Y para los gestos usualmente se hacía una especie de mapa del rostro que se digitalizaba y así se moldeaban las expresiones digitales del personaje. Sin embargo, los efectos especiales de Avatar permitieron que los gestos del elenco fueran filmados en vivo y en directo y así plasmarlos al modelo digital. Esto para mas tarde pasar todos los detalles de los personajes, siendo estos piel, cabello, ojos, etc. Y si se observa el detrás de cámaras, se observa como todas las personas a cámara traían unos trajes muy particulares y estaban llenos de puntitos y elementos de utilería para asemejar las orejas y colas de los Na’vi. Y la innovación para la secuela no se queda atrás; pues ideó de nuevo nuevas técnicas y aparatos tecnológicos (de la mano de Weta Digital) para los efectos especiales en Avatar 2 que nunca habíamos visto antes. Lo particular de esta secuela es que gran parte de la acción ocurre bajo el agua. Sí, James Cameron puso a su elenco de nuevo en trajes de captura de movimiento y los puso a actuar tal cual en el agua. Para poder llevar a cabo su rol, Kate Winslet, que se unió al reparto de la saga, entrenó sus pulmones y su capacidad para aguantar la respiración bajo el agua por 7 minutos. Usar equipo de buceo no fue una opción debido a que este interferiría con la captura de movimiento de los actores y las burbujas también dificultaban la correcta captación de los tajes. Y como consecuencia, todos los actores que aparecen a cuadro tuvieron un entrenamiento especial para aguantar tanto tiempo bajo el agua.
La actuación acuática se realizó en su mayoría en un enorme tanque que puede contener hasta 900 mil galones de agua que imita el movimiento de las corrientes de agua y el oleaje del océano. Pero en este contexto no bastaba que el elenco usara trajes de captura de movimiento, sino que para captarlo mejor también se llenó el tanque con pequeñas bolas blancas. Esto quizás no es tan innovador como lo anterior, pero también eran necesarias para la correcta grabación de las escenas. Estas ayudaban a evitar que con los reflejos en el agua se crearan marcadores falsos para las cámaras de captura de movimiento. Avatar: El sentido del agua, es una película digna de reconocimiento y admiración por la labor desemeñada para convertir a la historia en realidad, y así logrando inducir al espectador en el mágico mundo de Pandora una vez más.
