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EL REGRESO DE MAVERCIK

Producción y Fotografía de “Top Gun: Maverick”

Tom Cruise cuenta con uno de los papeles más exitosos y emblemáticos, Tom Cruise no solo salva la taquilla, también apuesta por una secuela que salta los obstaculos de la nostalgia simple. Las segundas partes de una película siempre sin riesgo. Pero, ¿qué pasa cuando la secuela llega más de 30 años después? En el caso de Top Gun: Maverick, el resultado es bastante favorable. Este no sólo es el regreso de Tom Cruise a uno de sus personajes emblemáticos, es también una muestra de que el cine “para la taquilla” también puede presumir de otras cualidades. La primera entrega, el Top Gun de 1986, tiene un valor icónico y en la cultura popular que es mayor a su trascendencia cinematográfi- ca. Es cierto que es un personaje fundacional en ese mito llamado Tom Cruise, pero más allá de su espectacular rostro de ojos bajo gafas en los que se estrella un sol intenso, sobre la cinta no hay mucho que decir. La historia tiene puntos de conexión narrativos y de estructura muy similares a su primera entrega, jóvenes insolentes con un mal primer paso con sus instructores y un proceso de enseñanza y aprendizaje en medio de una difícil misión. Maverick, después de 30 años de servicio, es ahora un instructor de pilotos y este encuentro con los que serán sus pupilos y la misión en cuestión detonara recuerdos y sus vínculos con el pasado. Pasa todo lo contrario con la segunda entrega a manos de Joseph Kosinski quien sabe navegar bien en la estética un tanto nostálgica, tiñendo la pantalla con un naranja intenso productos de los ocasos en terreno descampado que se relacionan con la historia del piloto, y dando estructura y profundidad al caso particular del regreso de un héroe que en realidad poco se ha ido. También, valga la pena hablar de ello, ese primer fin tiene también una cierta carga homoerótica en su discurso visual con todos esos estilizados pilotos y esa tensión de un bromance confuso que, de cierto modo, se extiende a esta segunda entrega con aquella muy viral secuencia en la playa con un peculiar baile de Miles Teller. Top Gun: Maverick tiene entonces un aspecto metanarrativo, es también la historia del propio Cruise, A pesar de que la del cine es una industria fluctuante en constante evolución técnica y narrativa, el actor se confirma como una estrella integral capaz de hacer sus propias escenas de vuelo y acción para mostrar cada una de las aristas de carácter. La película dialoga con la realidad y el paso del tiempo. No es para todos afortunada. Tanto en la cinta como en la realidad, el paso del tiempo ha sido benévolo con Tom y Maverick como con pocos. Ahí la aparición del actor Val Kilmer, quien en los últimos años ha visto deteriorada su salud y su carrera, también relegado de la maquinaria de Hollywood, se vuelve quizá el dis- curso más poderoso y contundente dentro del filme. Dos personas con trayectorias completamente opuestas.

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