¿CÓMO VENDER EN CHINA? María Schargrodsky se dedica al desarrollo de negocios y trading internacional con foco en Asia, particularmente en China donde vivió durante un lustro. Estudió primero Relaciones Internacionales, para luego hacer un Master en Comercio Exterior y otro posgrado en Agronegocios. Desde hace casi dos décadas trabaja en ello, inicialmente desde el Ministerio de Economía con PyMes, y luego de manera privada con medianas y grandes empresas. En esta entrevista nos cuenta su experiencia empresarial en Asia, revelándonos importantes conocimientos necesarios para ingresar al Gigante Asiático con nuestros productos. Un artículo especial para actuales y potenciales exportadores. ¿Cómo llegaste a China? Algunos sucesos se fueron concatenando. En el año 2000 había empezado a leer mucho sobre China, sentía que se venía al galope el crecimiento de un gigante dormido, así que cuando nadie estudiaba el idioma chino, comencé a hacerlo tomando clases particulares con la hija de un diplomático. Luego, sin nada de práctica, olvidé todos los caracteres y el vocabulario durante casi una década. En 2009, el Instituto Confucio lanza su primera beca para viajar 26 ProAsia *
Septiembre / Octubre 2020
a China y estudiarlo allí. Tuve la suerte de ser una de las elegidas capacitándome durante un mes en la “Jilin University”, al norte de China, ¡bien frío! Había supuesto que el idioma inglés sería utilizado durante las clases, pero… ¡no! Cuando llegué allá, me encontré con que las clases solo se darían en la lengua local. De hecho, la mayoría de los profesores no hablaban inglés, ni ninguna otra lengua a excepción de la nativa. ¡Inmersión total obligatoria! El primer día de clases no entendí nada después del “nihao”
[“hola”] inicial. Pero de manera casi mágica, mi cerebro se terminó adaptando y terminé entendiendo y aprobando el curso. Luego aproveché que estaba allí y visité las ciudades de Shanghai y Beijing. Quedé muy impactada (creo que ningún occidental puede evitar la sorpresa cuando pisa China, ni los más escépticos). Superó todas mis expectativas. ¡Recuerdo ver la construcción de una estación de subte con todo su recorrido hecha en tan solo un mes! Al regresar a Buenos Aires, supe que algún día iba a volver. Y